Butch y Vishous Fated
La noche siguiente llegó y ahí estábamos en el ático de Vishous, yo ya lo conocía de cuando intentó suicidarse pero no le había prestado la debida atención. Dejé la bolsa en el suelo y fui a poner dos whiskies, le pase uno y abrí las puertas de la terraza, respiré profundo.
— ¿Dónde están tus cosas?
— En un lado del ropero y te he dejado tres cajones libres y una balda en el baño que ya tiene tus cosas de afeitar y de higiene.
— No me refiero a esas cosas.
— Están ocultas.
Fui hacia el centro de la habitación y lo miré.
— Muéstramelas.
— Butch, no es bueno…
— Mues…tra…me…lo…por favor.
Con mi mente fui enciendo las velas negras una a una, dejando al descubierto mi puta perversión.
Tragué saliva y observé en silencio todo lo que se me mostraba. Me bebí lo que quedaba en el vaso dejándolo sobre la mesa a mi paso hacia ese mundo de mi amigo. Cuando pisé la línea imaginaria que delimitaba el sexo normal con el sexo de ese tipo y lo miré todo con atención. Arcadas revolvieron mi estómago cuando vi entre tantos instrumentos algunos de los que habían utilizado en mi tortura. Corrí al baño y caí de rodillas frente al inodoro para vomitar hasta la bilis.
Lo seguí maldiciendo por haberle hecho caso y fui a por una toalla pequeña que moje y puse sobre su nuca. No me separé de su persona durante ese trance hasta que no terminó. Se sentó en el suelo y le pase otra toalla mojada que pasó por su cara. Puse delante de él una botella pequeña de agua.
— Gracias.
— De nada. No debí dejarte ver nada.
— No es tu culpa amigo mío.
— Será mejor que te lleve a un hotel.
— No…necesito estar solo y no ver a extraños. Estaré bien en tu ático, sólo oculta esa parte de mi vista.
— Sabrás que está ahí.
— Ojos que no ven, corazón que no siente y estómago que no se revuelve.
— Butch…
— No me digas que tenías razón — me levante y me dirigí a la cocina seguido por él, me puse un whisky y un vodka para él. — que no estaba preparado. Algunos de los instrumentos que tú tienes en tu mundo fueron utilizados para torturarme. Y por ahora olvida mi petición de probar esa parte de ti, no creo que lo haga nunca. De no haberme capturado la cosa seria diferente.
Vi cómo iba apagando las velas y dejando todo eso en la oscuridad más absoluta, donde debía estar. Encendió dos que estaban junto a la cama y le di una mueca por sonrisa.