viernes, 2 de agosto de 2019

CONFLICTO...2ª


                                                                CONFLICTO


                               



Butch Fated

Salía de Zero Sum en el segundo que mi móvil sonaba.

— ¿Qué te dije de estar de perfil bajo un largo tiempo?

— Buenas madrugadas a ti también compañero.

— Vete a la mierda Brian, te estoy hablando en serio y muy cabreado.

— Venga no te cabrees, no lo pude evitar, el muy bastardo me dijo que Beth se lo había suplicado y…

— Y tú vas y le rompes la nariz.

— Se me fue la mano.

— Tengo canas por tu culpa, tengo el colesterol por las nubes por tu culpa y ahora mismo tengo ganas de matarte con mis propias manos.

— Unos tragos y todo resuelto.

— Ya estoy en la cama con mi mujer que te manda saludos. Mañana hablamos y por tu bien no pises el puto calabozo hasta que yo llegue. Y por lo que más quieras no te metas en más líos esta noche.

— Esta bien papi, dale besos de mi parte a esa gran mujer y dile que las galletas de chocolate estaban de muerte. Hasta mañana.

Corte la comunicación y eche andar con las manos metidas en los vaqueros, la primavera se presentaba fría este año.





Vishous Fated

Encendía un liado mientras pateaba las calles en busca de albinos apestosos pero sin mucha suerte. Mi móvil timbro y a contestar a Thor la estática hizo de las suyas.

— ¿Dónde estás V?

— En la zona Sur, la misma de hace dos semanas.

— ¿Ha habido suerte?

— Ninguna.

— ¿Has visto a Z?

— No

— ¡Joder! — vocifero el hermano.

— ¿Otra prostituta muerta?

— Si, vamos para allá. Rhage va a tu encuentro y si te tropiezas con el cara cortada sin alma que no se te escape.

— ¿Y Wrath?

— Vigilando a la hija de Darius.

Corté y guarde la colilla del liado en uno de los bolsillos del abrigo después de quitar la mecha encendida. Seguí paseando sin prestar mucha atención a los humanos que me abrían paso huyendo de mi por mi aspecto y a los vampiros que huían sabiendo el significado de lo tatuado en mi sien derecha.




Butch y Vishous Fated

Estaba decidiendo si daba media vuelta y volver al Zero Sum a llenar de whisky mi hígado y una prostituta para mi polla cuando unos gritos me sacaron de mi noqueo temporal. Venían de la zona Sur a unos metros delante de mí.

Saqué mi placa de detective y mi pistola y corrí adentrándome en lo profundo y casi oscuro del maldito callejón. Paré en seco ante la dantesca escena delante de mí, unos diez hijos de putas sobre el cuerpo de un chico joven, lo estaban mord… ¡coño!...mordiendo y los gritos de antes ahora eran sollozos y ruidos tenues. Nada podía hacer por ese joven pero si detener a estos cabrones.

— ¡Hijos de puta! — gruñí por lo bajo y camine hacia ellos con la placa y el arma por delante — ¡Alto, policía de Nueva York! —en algún momento tendría que pedir refuerzos, como, ni puta idea.

Pasaron de mi como de mi culo y tiré un disparo al aire gruñendo. Y sin bien el disparo no les movió ni un musculo, mi gruñido despertó toda su atención. Las tripas se me revolvieron cuando los ilumine con la luz que trae la pistola oficial de mi comisaria y vi como de sus bocas chorreaban sangre y sus miradas estaban como muertas.

Seguía caminando aburrido y con ganas de romperle al alma a alguien en una buena pela cuando un disparo me hizo correr hacia donde había sonado. Saque el móvil y marque al uno de marcación rápida que era Thor, dándole las coordenadas, corté y entré patinando. Gruñí un me cago en mis muertos al ver la escena delante de mí con toda la claridad que veía un vampiro.

Diez restrictos babeando sangre de un vampiro joven que acababan de matar y de nuevo el puto humano entrometido enfrentándose a ellos con una vulgar pistola que no les haría ni cosquilla. Mierda, para una vez que me dejo la gorra me topo con este policía de nuevo y en cuanto hiciera ruido y me mirara los recuerdos borrados volverían a él.

Los apestosos talcos miraron del humano a mí y de mí al humano.

—Hoy estamos de suerte, tenemos un dos por uno…un humano apetecible y un cabrón de la Hermandad para repartir.

De repente el policía sin perder por el rabillo del ojo detalle de los que tenía delante, se giró un poco y me miró.

— ¡TÚ! — mi cabeza estalló y mi hizo caer hincando una rodilla en el suelo.

Sin dejar de apuntar al grupo de cobardes asesinos, recuerdos de unas noches ya pasadas, primero en un callejón y luego en el baño del club del Reverendo y que parecía había olvidado atropellaron mi mente en rápidas y dolorosas diapositivas.

Sabía que estaba recordando y ahora mismo era muy vulnerable y lo necesitaba hasta que llegara el resto de los hermanos. En tres largas zancadas me acerque y lo levanté tirando de la solapa de su chaqueta y le hable mirándolo a los ojos color avellana.

— Explicaciones después —le guardé su arma en la cartuchera sin dejar de mirar al grupo de mierda por mi vista periférica, le di dos dagas —sé que recuerdas como se hace, directa al corazón y evita que te hieran o muerdan.

— Mi cabeza me está estallando —gruñí cogiendo las dagas.

— Relega tu dolor a un segundo plano y lucha, mis hermanos están al caer. Me gustaría dejarte ir pero algunos de estos perros te seguirían hasta acabar contigo llevándose por delante cuanto humano se le cruce.

Asentí y pegamos hombro con hombro en actitud de ataque esperando que dieran ellos el primer paso. El ataque conjunto no tardó en llegar y lo enfrentamos. Terminaron separándonos y empezó una lucha sin cuartel. Flases de lo que tenía que hacer gobernaron mi mano haciendo el trabajo por mí.

Me hubiese gustado evitar que nos dividieran pero ellos eran supremacía numérica. Para ser un puto humano entrometido el condenado luchaba bastante bien y mas siendo con dagas, lo cual no era fácil y llevaba siglos de prácticas. Además no estaban calibradas para sus manos pero era diestro y certero.

En un momento nos vimos espalda con espalda y girando sobre nuestro pasos a la espera de un nuevo ataque con más talcos que aparecían como cucarachas en manadas. Notaba el cansancio del humano pero el cabrón aguantaba como un guerrero.

— ¿Qué coño son esos monstruos?

— Guarda el aliento poli.

— ¡Por Satanás! Ahi vienen más — mis brazos tenían calambres y tuve que limpiar mis manos y las dagas en mi vaquero porque se me resbalaban de las sangre negra o lo que mierda fuera ese líquido.

— Y por el otro lado del callejón, la caballería.

Me señalo con una de sus dagas y eran todos los delincuentes o policía encubierto que había visto en mis recuerdos olvidados sentados a la misma mesa que él. Lo agradecí y en cuanto llegaron a nuestra altura esta vez fuimos nosotros los que iniciamos el ataque. En mi vida había notado tantas miradas sobre mí como en ese momento surrealista de lucha. Se intensificaban cuando gruñía de dolor o de cabreo. Pasé por alto ese hecho y seguí luchando.

Para cuando todo terminó sudaba como un cerdo, las fuerzas se habían evaporado, los calambres se había hecho más agudos y estaba agotado o viejo para estas peleas. Mis piernas cedieron y unos brazos evitaron mi caída al duro asfalto. Me sostuvo hasta que mis piernas respondieron y me pude mantener por sí solo. Se lo agradecí y los mire.

—Todo terminó ya…has pelado muy bien —me dijo el de los ojos plata y el que me sostuvo para no caer cuando todo termino.

— Dirás para ser un puto humano entrometido ha peleado como uno de nosotros — dijo Rhage en tono jocoso y metiéndose una piruleta en la boca.

— Supongo que gracias — a estos tíos no se les había movido un pelo del cabello y parecían no haber sudado en la lucha — estáis fresco o son alucinaciones mías.

— Lo nuestro es costumbre — le dijo Phury mientras le pasaba una botella de agua.

Thor me llevo a un lado.

—Que esta conversación acabe ya…bórrale los recuerdos.

— No.

— ¿Por?

— Su mente es fuerte, más de lo que debería ser la de un humano, jamás un humano con la mente borrada de nuestros recuerdos, ha recordado nada. Si vuelvo a borrarle los recuerdos lo puedo llevar al coma o lo dejo inservible como persona y no hacemos eso. Y tal y como ha pelado no le voy hacer esa putada, no se lo merece. A su forma hace el mismo trabajo que nosotros, defender a su raza.

— Dejarlo así es un conflicto, con todo lo que está pasando y Wrath deberá saberlo.

— Bajo mi responsabilidad. Sé que nos guardará el secreto.

— De acuerdo y espero que no te equivoques en lo de guardar quienes somos.

Volvimos hacia el coro que se había creado en torno al detective. Hora de las presentaciones.

 — Yo me llamo Vishous o V. El del chiste fácil y la piruleta Rhage. El que parece un modelo de portada Phury. El de mi izquierda Thor y el que se está yendo Zhasdit o Z.

— Falta el de la melena.

— Ese se llama Wrath y es nuestro re…jefe.

— Hechas las presentaciones, repito mi pregunta del principio, ¿qué son o que sois?

— Te diré lo que no somos, delincuentes, como has llegado a pensar y al igual que tú luchas por mantener a salvo a los de tu raza, nosotros también.

— ¿Sois policías?

— Algo así.

—Pues si todos en vuestra comisaria sois así, no creo que tengáis mucha delincuencia. ¿Sacaron a uno de un molde e hicieron al resto?

—No. Cada uno viene de su padre y de su madre. — nos reímos, nuestra apariencia no pasaba desapercibida para nadie.

— ¿Qué haréis con el cadáver del muchacho? —dos de ellos ya metían el cuerpo en un gran coche.

— Llevarlo con su familia para que se ocupen de su cuerpo y funeral.

— No me gustaría estar en vuestro pellejo en esos momentos, no son buenas noticias que dar. — fije mi mirada en el llamado Vishous después de limpiar las dagas en mi maltrecho mierda vaquero — esto es tuyo, algún día me dirás porque dagas y no pistolas.

— Quédatelas, te las regalo y si algún día nos volvemos a encontrar puede que te explique porque tú pistolas o ninguna de las vuestras les hace nada. Llévalas siempre contigo por si nos volvemos a encontrar en otro callejón.

—Pues gracias, son bellísimas y raras, una vez más gracias. Tengo otra pregunta, ¿eres el culpable de que olvidara recuerdos y de mis migrañas?

— Sí.

Mi puño derecho se estrelló en su cara y sonreí como un hijo de puta cuando su labio inferior se abrió y dejo correr sangre por su barbilla.

Recibí el golpe sin desplazarme un milímetro del sitio. Golpeó tan fuerte que me abrió una brecha sangrante. Lamí mi propia sangre y extendí los brazos despegándolos de mis costados para evitar que mis hermanos lo atacaran. Cuando los ánimos se calmaron y dieron un paso atrás, los volví a su sitio

— ¡No vuelvas a tocar mi puta cabeza o te mato!... ¡te juro por mis cojones que si lo haces te meto las dagas por el culo!

Sonreí en una mueca a medio lado con solo imaginar al humano intentando meterme una daga en mi culo.

— Lo podrías intentar —me acerque tanto a él que lo acorrale contra una de las paredes del callejón — sería muy interesante ver en que culo acabaría esa daga…mi daga.

Tragué saliva por el acercamiento de ese hombre contra mi cuerpo y un calor que nunca había sentido me rodeo. Cogí en el aire la sutileza varonil de su daga, se refería a su polla. Si este cabrón me intentaba violar, ninguno de sus amigos lo frenaría.

La mano de Thor sobre mi hombro frenó cualquier locura mía. Me separé y le extendí mi propia mano, la que no llevaba guante. Extendió la suya y cerramos los puños.

— Guarda silencio sobre lo sucedido y sobre nosotros. Sobre lo que has visto y las mil preguntas que ahora mismo te estás haciendo. Por tu bien y por el bien de tu raza. Por nuestro propio bien y el bien de nuestra raza.

Aunque no entendía ni una palabra, al agarrar su mano para chocarla una descarga eléctrica me recorrió de los pies a la cabeza y de la cabeza a los pies pero no se la solté.

— Será mi secreto, tienes mi palabra.

Una calidez impactante me recorrió el cuerpo al chocar mi mano con la suya y me estaba costando soltarlo. ¿Qué me pasaba con este puto humano?

—Nuestro agradecimiento poli.

— Me llamo Butch O´Neal, bueno Brian pero todos menos mi compañero me llaman Butch.

— Tenemos que irnos V.

Fue la única forma de que nuestras manos se soltaran y girando sobre nuestros talones salimos de su vida, ¿o no?

1 comentario:

  1. Ya empezamos el juego. Tiene muy buena sintonia y como siempre os digo,escribiendo sois unicos y maravillosos. Felicidades por la nueva historia.

    ResponderEliminar