viernes, 14 de diciembre de 2018

EL GRAN PADRE...38ª

                           
                                                               EL GRAN PADRE

                                     


Vishous y Butch  Fated

Supe al segundo de cerrar los ojos que me había quedado dormido porque me sentía feliz, pero si el sueño se desarrollaba como en días atrás, la felicidad daría pasó al dolor. Mi estado era de dicha y pura felicidad como nunca antes había sentido…me iba a emparejar con el poli y mi sonrisa ya no era ladeada, era grande y brillante. Pero cuando la ceremonia va a dar comienzo se hace añicos como un espejo roto y me veo en un frío callejón teñido de sangre.

Me levanté de la cama como si alguien me hubiese tirado de ella con un golpe de patada, jadeante y sudoroso. De repente la oscuridad que rodea mi habitación me parece asfixiante y agónica como una tumba y todo por esa mierda de pesadilla. Era por no dormir que llevaba una semana fuera de rotación. Tenía que calmarme, no ayudaría en nada a Butch si me llamaban y tenía que ir al sanarlo. Necesitaba un trago y lo necesitaba ya…ahora.

Desnudo como estaba salí al salón y me serví un triple trago de vodka. El filo del vaso ya tocaban mis labios cuando me di cuenta que no estaba solo y no era de la casa…¡¡puta mierda!! La daga más cercana estaba a metros de mí. Me puse en posición de ataque dándome la vuelta. Una voz hablo antes de girarme del todo.

— Solo soy yo guerrero.

¡¡Santo infierno!! La Virgen Escribana frente a mí. Lo más rápido que pude fui a ponerme el pantalón y volví al salón medianamente decente. No había sido un sueño, ahí seguía…envuelta en una túnica y manto negro con la cara cubierta y su pequeña figura dominando el Pit. Hice una reverencia y me quede quieto mientras trataba de adivinar a que venía esa visita. No era un público de mi agrado y en cualquier momento podía recibir una llamada de mi poli o de unos de los hermanos pidiendo mi mano sanadora o bien llegaría el por sus pies, fuera como fuera esa visita me incomodaba.