jueves, 27 de abril de 2017

MI OCEÁNO...4ª


                                                                    MI OCÉANO



Vishous y Butch Fated

Hemos dejado al humano en el salón, mientras nosotros estábamos en el comedor. No podía dejar de pensar en él y en como los engranajes del destino se habían puesto en marcha de la mano de la hija del hermano fallecido Darius. Mis putas visiones nunca se equivocaban y prueba de ello, era la presencia del poli. Su nombre real era Brian O´Neal, pero lo llamaban Butch y por castigar a los que atentaban contra los de su propia raza, lo habían castigado a él. Su actual trabajo pendía de un hilo. Y su vida no era nada amable, ni aplacible.

Trague vodka y volví mis pensamientos al humano. Venían días de cambios. Meses de estructurar lo viejo y añadir lo nuevo, si queríamos sobrevivir. Y aunque aún no entendía muy bien qué coño pintaba ese humano en particular en nuestra hermandad, mis visiones me hacían ver que era necesario y que no se iría de aquí. Nunca volvería al mundo que él conocía. Y su valor no tenía precio. Hoy era la segunda vez que se tiraba a por mí, sin medir las consecuencias y sin saber lo que somos. Lo hubiese aplastado igual que a una cucuracha.

Cuando las ruedas del destino cabrón giran para colocar las cosas en su sitio, cualquier cosa podía pasar. Por mi vista periférica vi que Z se levantaba y salía. Una alarma se encendió en mi cabeza. Solté el vaso y empuje mi silla ruidosamente contra el suelo. Mis zancadas fueron largas y rápidas. Si Zsadist quería sangre, no sería la del humano, que saliera en busca de otra prostituta humana. Thor me paro en la salida.

— ¿Dónde está el fuego?

— En ningún lado.

— Oye V, ¿Cómo el humano recordó hasta nuestros nombres?

Lo mire con los ojos entrecerrados hasta ser dos líneas y gruñí.

jueves, 6 de abril de 2017

NOS VOLVEMOS A ENCONTRAR..3ª


                                             NOS VOLVEMOS A ENCONTRAR


Butch y Vishous Fated

Han pasado unas semanas de lo más locas y raras y mira que en el mundo de delincuencia en el que vivo o puede que sea un vivía, es de lo más raro y caótico. La noche que salí a cenar con Beth fue mágica hasta la hora en que me lanzo y la beso. Aunque su repuesta fue cálida, su cuerpo no decía lo mismo. Varias preguntas incomodas después, nos despedimos. Y de camino al coche veo una sombra amenazante que va hacia el patio de mi amiga. Mi vena policial latió con fuerza y arma en mano me fui a por ese hijo de puta. Tres cosas llamaron mi atención, la estatura colosal del tío, la estrella arrojadiza que dejo junto a otras armas en el mismo patio, esa estrella era como la que encontré junto al coche que voló por una bomba y que me pareció uno de los integrantes de la banda que me tope en El ZeroSum.

Meterlo en el coche fue toda una odisea, pero no me esperaba que Beth nos siguiera y mucho menos lo que pasó luego. Al intentar meterlo en la comisaria me ataco y casi me cuesta la vida. Aún tengo a marca de sus dedos en mi cuello y me cuesta tragar. El siguiente paso fue toda una sorpresa, nuestra querida amiga se largó con ese que creemos es el jefe de la banda y hacia días que no sabíamos nada de ella.

Termine de vestirme y marque la extensión de mi compañero De la Cruz.

— ¿Aun nada?

— Nada Butch.

— Joder y mil veces joder.

— Sé que no es fácil, pero intenta calmarte compañero. Estamos todos pateando calles y preguntando.

— ¿Hablaste con nuestros confidentes?

— Si y nada.

— ¿Con el dueño de ZeroSum?

— También.

— No se la ha tragado la tierra, debe estar en algún lugar y con ese bastardo.