sábado, 24 de julio de 2021

UNA NUEVA SUMISA by VISHOUS FATED


                                                    UNA NUEVA SUMISA

                                     



Hoy he dado un toque a una nueva sumisa que me apetecía probar a pesar de no ser de nuestra raza.

No era de meterme en chats grupales que iban sobre el Bondage, pero con mi poli ausente me aburría mucho y una cosa llevo a la otra. Pasando de largo por conversaciones absurdas y por cosas del mismo diablo había un nombre que era muy nombrado entre todos los Amo Dominante como yo, hablo de los serios y los que sabían de lo que se hablaba. Ese nombre era Yue Yaoi, era oriental y todos hablaban muy bien de ella.

Destellé hasta la terraza de mi ático y abriendo las puertas encendí todas las velas. Me saque y tire sobre la cama mi abrigo y armas. Saque mi móvil y marque su número…la curiosidad mato al gato o sea a mí. Ningún Amo que se precie habla maravillas de una o un sumiso si no era verdad. Me puse un vaso de vodka y marque, dos timbrazos y contesto.

— Yue Yaoi al habla mi Amo.

— En veinte minutos…mí hombre de confianza ya sale en tu busca en las señas que mandaste por privado. Exijo máxima discreción y mantener la boca cerrada de donde está ubicado mi ático. Te pagare generosamente si cumples mis requisitos y normas.

— Entendido mi Amo. ¿Qué preferencias desea mi señor?

— No quiero ropa sobre tu cuerpo, sólo un abrigo largo y negro si puede ser de cuero mejor. Llevaras debajo una cadena que cerraras en tu cuello y de la que salgan dos pinzas para los pezones y dos para los labios vaginales. Medias sin ligero y que se mantengan en los muslos acompañadas de unos tacones de aguja negros. Y la melena larga y oscura recogida en un alto moño que deje tu nuca y cuello al descubierto.

—Entendido mi señor.

Corte la comunicación y espere.

Veinte minutos después tocaban a la puerta, para no asustarla fui abrir como lo haría un humano y ahí estaba esa preciosidad. Me hice a un lado para que pasara y sin mediar palabra se colocó en el centro de la habitación dejando caer el abrigo a sus pies y adoptando la posición de sumisa, con los brazos a los costados y la cabeza agachada hacia delante.



— Me complace ver que has cumplido mis exigencias al pie de la letra — realmente era una buena sumisa. Me acerque y tire de la cadena que mantenía las pinzas en ambos labios hasta dejarla en medio de la mesa y el potro —tu palabra de seguridad será negro. Si llegas al final de la sección sin utilizarla te pagaré el doble. Hablaras y gemirás cuando yo te lo ordene. Obtendrás tu placer cuando yo te lo ordene. Me tocaras si yo te lo ordeno. A partir de ahora eres mía en cuerpo, alma y mente.

Con mi mente baje la intensidad de las velas dejando al descubierto solo la parte donde practicaba el Bondage. Me paseé por donde estaban mis “juguetes” y revise con un dedo enguantado sin dejar de observar por mi vista periférica a la sumisa. Difícil elección para una nueva sumisa pero al fin me decido por un antifaz para los ojos, fusta de cuero duro, vela negra y la mesa de metal en forma de X. Le dejo la cadena con las pinzas.

— A la mesa boca arriba.

Más que complacido y con la sonrisa socarrona y a medio lado que me caracteriza la vi colocarse como quería y sin tener que mediar palabra. Se abrió de piernas y subió sus brazos por encima de la cabeza. Amarre y ceñí con fuerza las correas de cuero a las muñecas y tobillos. Tape sus ojos y encendí una vela nueva, pero antes corte el aire con la fusta y con cada zumbido sus pezones se ponían más duro y su aureola se contraía un poco más. Cuando golpee el filo de la mesa mi sumisa no se inmuto, eso me gusto. Con el último golpe se relamió los labios mordiéndose el inferior. Sus puños se cerraron y se relamió de gusto. Pase un dedo por su vagina y sus flujos abundantes y calientes casi me hicieron gemir.

Bien era así como lo quería.

De forma lenta y premeditada, suave pero intensifícate empiezo a dejar caer la cera de la vela sobre partes de su cuerpo que pueden ser golpeados sin peligro. Pasare de largo cuando golpee por los riñones, el hígado, el corazón, el páncreas y cuando la tenga de espalda la espina dorsal. Dejo que la cera se seque y con el mango de la fusta arranco la costra golpeando de seguido la rojez que deja. Con cada golpe ella se revuelve y yo me pongo más duro.

Durante minutos juego a eso, quito las pinzas de sus pezones y labios vaginales y dejo caer cera sobre las marcas. Retiro de nuevo las costras y golpeo los pechos con el mango de la fusta en toques cortos y seguidos. Luego chupo uno y otro. Vuelvo azotarlos de forma continua con el reverso de mi mano enguantada. Más tarde voy a por una pala y azoto sus laterales para terminar aplastándolos y moviendo pala y pechos en círculos. Vuelvo a echar cera pero esta vez en los dos pechos y casi por completo, voy a por un hielo y vuelvo quitando la costra y lo paso por los dos pechos.

Bajo hasta estar entre sus piernas y quito las pinzas de sus labios y al hacerlo arrastro las costas de la cera que había puesto anteriormente. Voy donde mi colección y cojo un collar, vuelvo a la mesa y le quito el de las cadenas poniéndole el nuevo, lo cual significa sometimiento y control absoluto de mi hacia ella. Vuelvo a situarme entre sus piernas y saco de mi bolsillo un plug anal, lo mojo en sus flujos vaginales y lo adentro en su ano.

— Te quiero totalmente pasiva o te castigare severamente. — hasta ese momento la había dejado retorcerse.

Empecé a sacar y meter el plug en su culo al tiempo que golpeaba su vagina por fuera con mi fusta, lo combino con un cepillo de cerdas. Cada zona tiene que ser trabajada minutos para no causar daños graves. La desato y quito el antifaz y le pido con mi voz fuerte y seca que se levante. Se pone delante de mí en posición sumisa…sonrío muy complacido.

— Al potro — se colocó con ese hermoso y duro culo muy en pompa — no te voy atar pero si te mueves no te daré tu premio final. ¿Has entendido?

—Si Amo.

Mi mano enguantada golpeo esas nalgas con fuerza una y otra vez hasta que estuvieron rojas pasión.

Bajo la cremallera de mi pantalón y meto tres dedos en su vagina.

— Mmmmm mi perrita está ávida, caliente y húmeda de tragarse mi polla.

Con la otra mano le quite el plug anal y moje con sus flujos la entrada de su culo. Agarrando sus caderas me metí de una embestida en su estrecho y sedoso culo. Era delicioso y estrecho, era una locura muy placentera resbalar mi polla por ese canal. Volví a meter los tres dedos en su vagina y los moví como movía mis caderas. Al rato saque mi polla y mis dedos cambiando su lugar. Note su primer orgasmo y como buena sumisa no gimió, ni se movió, sólo la delato el temblor de su cuerpo. Era puro placer bajo el yugo de mi dominación, música para mis oídos. Mi polla se bañó en sus abundantes flujos y mis dedos fueron cerrados en el anillo de su canal anal. Con su segundo orgasmo le di permiso para gemir, moverse y gritar de gusto y cuando termino de romper yo me salí.

— De rodillas y con las manos a la espalda—abrí mis piernas e hizo lo que le ordene. Restregué mi polla por su cara — ¿Es esto lo que quieres?

— Si mi Amo.

Empuje mi polla en su boca hasta el final de su garganta que note como la relajaba, empezando a follármela lleno de lujuria. Mi orgasmo corrió como una lengua de fuego por toda mi columna y reventó en el fondo de su garganta como un tsunami. Nada salió por fuera y se lo trago entero.

Cuando acabe le señale donde estaba el baño y avise a Fritz que esperaba abajo para que subiera a buscarla. Puse su abrigo sobre la barra y triplique su tarifa. Salió y se despidió sin alzar la cabeza. Antes de irse me hablo.

— Mi Amo, esto es más de lo acordado.

— Vales eso y más…te volveré a llamar. Buenas noches.

Una vez solo limpie todo, me duche, me vestí y me desmaterialicé en la Mansión.

La de hoy había sido una de las mejores secciones de Bondage que había tenido. Difícil olvidar tan bello nombre Yue Yaoi y maravillosa sumisa.

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