jueves, 18 de enero de 2018

OSCURIDAD Y LUZ...21ª


                                                          OSCURIDAD Y LUZ


Butch y Vishous Fated

Intentaba abrir los ojos y me costaba, no tenia ni puta idea de donde estaba o de si esos perros aun estaban cerca. Respire profundo cuando una arcada me sobrevino y mis costillas gruñeron de dolor. Me moví pero no pude hacerlo. Cuando al fin mis ojos se abrieron casi me puse a llorar al descubrir que el lugar era cálido y pintado de blanco. Haciendo un esfuerzo sobre humano quise recordar y mas me valía no haberlo hecho, las lagrimas se hicieron notar pero parpadee fuerte para que no cayeran de mis ojos. Empecé, con mucho tiento a mirar, a pesar de que mi vista estaba algo borrosa el lugar y adivine que era un hospital. Sin mas el recuerdo de V llegando hasta mi y yo negándome a que se acercara...una vez mas su tozudez gano la pelea. Seguí el hilo que me llevaba a una vía y ahí estaba.

Tenia mi mano entre las suyas y su mejilla sobre ellas, parecía dormir y eso me alegro, a buen seguro no habría descansado durante mi secuestro. Ahora si que deje que mis lagrimas corrieran pero era de felicidad por saberme a salvo. No quería despertarlo pero necesitaba saber.

— Vishous.

Andaba entre malos sueños con el poli y las malditas fotos que había visto, con ganas de despertar e ir a la caza de esos hijos de puta cuando note como me llamaban en la lejanía. El poli corría hacia mi, gritando mi nombre y cuando al fin cayo en mis brazos la paz llego a los dos. De nuevo mi nombre pero esta vez mas cerca y por instinto supe que Butch estaba despierto. Alce tan rápido mi cabeza que las vertebras del cuello aullaron. Empuje con mi culo la silla hacia atrás haciendo que cayera al suelo y me levante sin soltar su mano.

— El mismo poli.

— Me encontraste.

— Siempre cumplo una promesa.

— Lo se y con eso contaba.

— Deberías seguir descansando compañero.

— Necesito saber y te expones mucho estando aquí y tocándome.

— No olvides que me crie en la oscuridad y entre la muerte.

— Eso ultimo no lo sabia.

— Puede que algún día te lo cuente.

— Eso puede ser lo significa...que no lo harás.

— Vuelve a dormir.

— Primero dime como estoy, me noto muy dolorido — pare un segundo para coger aire — agua por favor.

Con un cuidado que no me creía que pudiera tener, acerque el vaso con una pajilla a su boca y con mi mano enguantada subí un poco su cabeza. Ya saciado lo volví acostar y deje el vaso sobre la mesilla. Tenia claro que hasta que no le dijera no se iba a dormir de nuevo y el descanso era primordial para su recuperación. Volví agarrar su mano y me senté en el filo de la cama y le relate como de mal herido estaba.

— Te recoloque los dedos de la mano derecha y los vende, tendrás que estar unas semanas así pero no te quedaran secuelas. El resto de las heridas es tiempo, al menos un mes — lo mire a esos ojos que de lo hinchado que estaban no me dejaba ver su iris color miel — Jane, me ayudo y te tuvimos que hacer una transfusión de mi sangre para que no quedaran marcas de las mordidas.

Contaba con lo que había averiguado hasta ahora sobre el padre rea del poli, ayudara a que esas marcas desaparecieran.

— O sea estoy hecho un asco.

— Butch, te han torturado y golpeado durante dos días.

— Paso algo mas Vishous.

El momento era muy incomodo para mi ,pero V tenia derecho a saber todo lo que me habían hecho, ademas tendría que rastrear la red para ver si esas fotos repugnantes están navegando en Internet. Y estaba la mancha negra por debajo de mi ombligo ,lo que quiera que ese cabrón meto dentro de mi cuerpo,era pura y latente maldad.

— Me han...— respire profundo — me...

— Lo se. Dejaron todas las fotos que te hicieron sobre el montón de hojas donde te escondieron.

— ¡¡HIJOS DE PUTA!!

— Quiero que te calmes Butch, solo las vi yo y las hice ceniza con mi mano.

— Pueden estar en Internet.

— Cuando Jane venia a relevarme, me iba a mis ordenadores y te prometo que no hay nada, solo querían que la Hermandad cuando te encontrara las vieran.

— ¿Con que fin?

— Humillarte.

— Eso ya lo hicieron. — me miro de forma inquisitiva — has dicho cuando la doctora te relevaba,¿cuánto llevo aquí en la casa?

— No estas en la casa, estas en el hospital del hermano de Marissa y estamos aislados hasta que averigüé que es esa mancha negra. Todos han estado aquí ,hasta el mayordomo. Y llevas cuatro días inconsciente.

— Te juro que me van a pagar caro todo lo que me hicieron y cuando encontremos a mi cerdo violador, ese es mio, júramelo Vishous.

— Te lo prometo Butch — me doble y bese sus labios, me respondió con ansias — todo va a estar bien.

— Si esa maldita noche me hubieses hecho tuyo.

Por ahí si que no,si dejaba que el poli empezara a pensar así, la recuperación de su alma seria mas lenta y hasta era posible que se metiera en un agujero y lo perdiera para siempre. Lleve la mano suya que tenia en la mía sin guante y la lleve con cuidado a mi pecho y le hable sin dejar de mirarlo a esos ojos donde yo me perdía.

— Escúchame bien porque no te lo voy a decir mas veces, lo que esos perros apestosos te hicieron no cambia en absoluto mi deseo por ti. No cambia las ganas que tengo de ti y de tu piel. No te hace menos macho. Te sigo deseando y eso no va a cambiar porque jamás he sentido este deseo ni por ninguna hembra,ni por ningún macho. Yo no soy de palabras, lo sabes, pero el día que te haga mio, mi cuerpo hablara por mi y te prometo que ese día olvidaras todo lo sucedido, y ¿sabes por que? — negó con la cabeza — porque seré el primer y ultimo macho que te tome, porque será tal la intensidad de lo que vamos a sentir que nada se interpondrá entre ese momento y nosotros. Nada, ni nadie. Borrare de tu cabeza y de tu alma esos recuerdos negros y en su lugar pondré otros que cada vez que vengan a tu mente te harán sonreír. No vuelvas a pensar y decir lo que has dicho antes. Sea lo que sea lo vamos afrontar juntos.

Volví a doblarme para besadlo y sus lagrimas humedecieron mis labios.

— Uno de mis últimos pensamientos antes de que me tiraran sobre la mesa, fue que el derecho de tocarme y poseerme solo era tuyo.

— Y así sera. Ahora tengo que revisar ese agujero negro, si notas dolor dímelo,  ¿de acuerdo?

— Adelante, necesito saber que hay dentro de mi.

Tenia pensando revisar su mancha negra mas tarde, pero necesitaba un poco de espacio y aire. Cuando me oí decir todo lo que le dije a Butch, una verdad que no esperaba me golpeo de pleno en el pecho. Cada una de mis palabras habían salido de mi corazón, el mismo que yo pensé estaba muerto, pensé no, sabia estaba muerto y también sabia que empezó a latir cuando lo conocí. Cada palabra la había sentido y cada palabra me llevaba a un sentimiento que me negaba a ponerle nombre. Había dentro de mi una sed de venganza por ultrajar al que yo consideraba M.I.O, sin serlo. No mentía cuando decía que mi deseo por el no había menguando, esperaría el tiempo necesario y borraría esa nefasta experiencia.

No pude evitar preguntarme si el hombre que viole o los muchos que fueron violados en el campamento se habían sentido como el poli en estos momentos. Negué y me puse a revisar la mancha. Nunca antes había pensado en ello a pesar de que ese recuerdo era una pesadilla constante.

Oír esas palabras de Vishous calmo un poco mi miedo pero no dejaba de decirme que por que tuvimos que salir los dos esa noche. No sabia donde fue V pero mi visita al club de Bondage podía haber esperado. Aunque estaba claro que me vigilaban y buscaban el momento de verme solo e ir a por mi, pero para entonces ya seria de mi jode mentes y el hubiese sido el primer y único hombre en mi vida. No sabia si me estaba enamorando o solo era deseo por el, pero fuera lo que fuera si tenia muy claro que no habrían mas hombres en mi vida, solo el, pasara lo que pasara. Mierda tener los recuerdos tan frescos no lo estaba haciendo nada fácil y se que durante mucho tiempo las pesadillas iban a joderme el sueño.

Esperaba de corazón que Vishous me hiciera cambiar esos recuerdos por otros mejore. Volvió a mi lado.

— ¿Confías en mi?

— Ciegamente y lo sabes.

— Voy a dormite para utilizar primero mi daga para sacar lo que hay dentro de ti y luego mi mano maldita para convertirlo en cenizas.

— De acuerdo, pero si algo malo sale de mi o no lo conviertes en ceniza...mátame.

— Te sanare, no te voy a matar. Daremos con una cura, con una solución, con lo que malditamente sea, pero no te voy a segar la vida — fui a por un calmante y se lo inyecte directo en una de las vías y un minuto después el poli estaba sedado.

Saque una de mis dagas, cuando iba a penetrar la mancha, una luz cegadora me lo impidió, antes de que la luz bajara su intensidad una mujer hablo. Reconocí esa voz, era la Virgen Escribana. ¿Qué puta mierda hacia aquí?

— Ten cuidado guerrero. No puedo ayudar de forma directa pero si decirte que debes ser prudente a la hora de desterrar el mal que habita en el humano. Si manipulas con una daga lo que hay dentro de el sin tener prudencia te aproximaras a la muerte y arrastraras al detective contigo. Si te contaminas profundamente tú no tendrás salvación. En tu visión esta la clave y los otros porqués te irán llegando sin ayuda. Debes trabajar rápido y con mucho cuidado, la vida de ese macho pende de un hilo.

Con sumo cuidado abrí una brecha con mi daga sobre la mancha, había algo negro y maligno dentro de Butch.

— Por Satanás.

— Tu mano.

— Yo no puedo tocar a nadie con esta mano maldita.

— No te has preguntado alguna vez como aun con el guante el humano puede tocar la mano que consideras maldita y no le causas ningún daño, mientras no dejas que el resto de la Mansión se acerque a ella. Deprisa, el mal se expande a una velocidad nunca vista. No pienses, solo actúa.

Saque el guante con los dientes y lo escupí al suelo. Limpie la daga en mi pantalón de cuero y la guarde en su vaina. Respire hondo y coloque mi mano encendida sobre esa cosa podrida que parecía tener vida propia.

— Imagina que llevas la mano protegida por el guante pero esta vez su color es blanco y su luz es pura y curativa.

Así lo hice y al tocar esa mierda mi cuerpo se revolvió con sacudidas bruscas, aun así no separe mi mano de su sitio y sin mas la cosa se desintegró con un pequeño estallido. Yo empecé a sentirme muy mal.

— Respira guerrero, solo respira.

Hice lo que me dijo y aun así me balancee y caí al suelo con la cabeza colgando entre mis hombros. La garganta cerrada que se abrió cuando las arcadas que parecía no tener fin llegaron. Un sudor frio corrió por mi cuerpo. Durante todo el proceso la Virgen Escribana estuvo a mi lado. Cuando al fin todo acabo y mas repuesto me levante y la mire.

— Se que no debo hacer peguntas, pero...

— Pues no las hagas. Cuando matéis a los restirctores que le hicieron eso al humano, debes llevar sus vasijas con sus corazones a la Tumba y debes ir solo. Debes poner tu mano sobre ellos y hacer cenizas esos corazones malditos, tira al aire esa negras cenizas y vuelve a dejar las vasijas vacías en su sitio.

— Así lo haré.

— Ten presente que el mal esta en su alma, no en su cuerpo y que toda oscuridad se vence con la luz. Esa mano que tu consideras maldita será la salvación del humano y la tuya propia. Mantén siempre ese escudo de luz cada vez que lo sanes con tu mano escondida en un guante. Puede morir al menos al menos que entre suficiente luz en su cuerpo y corazón.

Por el Fade si yo me sentía de esta forma, como se debía de sentir el pobre poli con esa cosa dentro de él.

— Gracias Virgen Escribana.

— Los efectos pasaran enseguida y ya no volverán a ti cuando vuelvas a curar al humano. Y recuerda vuestro camino debe seguir la misma senda. Tu serás su salvación y el la tuya. La oscuridad depende de la luz para sobrevivir y la luz de la oscuridad.

Y sin mas desapareció y al hacerlo me di cuenta que el desastre de mis motivos habían sido limpiado. Recogí mi guante y le di un poco mas de luz al poli. Tape su cuerpo y como dormiría un buen rato subí al piso superior. Jane llegaba en el mismo momento que yo salía.

— ¿Cómo esta Butch?

— Durmiendo, le puse un calmante.

— Deberías descansar un poco Vishous, tienes mala cara.

— Descansare cuando salga de este lugar.

— Cabezota.

— Yo también te quiero.

— Mentiroso — sus carcajadas alegres dieron alivio a mi corazón dolorido y roto.

Una vez en el piso superior ver a todos esperando noticias fue gratificante para mi. El poli era muy querido por todos, hasta Marissa con su macho Rehvenge estaba ahí. Algunas cabezas estaban agachadas y todos los semblantes eran pensativos y de preocupación. Phury y Rhage dieron un paso adelante cargados de armamentos. El hermano Phury hablo primero.

— Se que no podemos entrar dentro de la habitación de Butch, pero haremos guardia fuera para cuidar de que nadie entre atacarlo.

— No se que decir.

— Pues no digas nada — hablo Rhage — el poli es de los nuestros y nosotros cuidamos de nuestra gente.

Sin mas bajaron. Wrath vino hacia mi y me llevo a un rincón alejado.

— ¿ Como esta?

— Igual, la Virgen Escribana nos hizo una visita.

— ¿ Os frio el culo?

— No,me dijo como proceder para sanar esa mancha negra bajo el ombligo.

— Pues hazlo.

— Esta hecho, pero no se hasta que punto eso ayudara a Butch en su recuperación.

— Dejemos que el tiempo corra. Estáis todos exentos de patrullar, menos los jóvenes guerreros que quieren vengar lo que le han hecho al irlandés.

— Déjalos les vendrá bien empezar a ir solos y matar a esos cabrones.

— No tan solos, Thor va con ellos.

— Vuelvo con Butch.

Sin mas gire sobre mis talones y baje para estar con el. Con un gesto de cabeza salude a los hermanos y entre. Me coloque a su lado y peine su cabello, mientras Jane le cambiaba los vendajes y miraba como estaban los puntos.

Con la mano sin guante limpié mis ojos y seguí con las caricias en su pelo suave mientras me preguntaba...¿Qué iba hacer yo sin ese hijo de puta, sagaz, hablador, tragador incasable de whisky? Era tosco en sus modos pero leal. Leía en mi como si fuera un libro abierto y me conocía como nadie en este mundo y los otros que me toco vivir por los siglos vividos. Y movía los cimientos de mi vida, una vida tranquila que se termino cuando entro llevando con el a la reina. Me hacia desear, rectifico, desearlo con una pasión que ni siquiera tenia en mis secciones de Bondage. Después de mi experiencia en el campamento, los dos días que lo tuvieron secuestrado fueron los peores de mi universo y no puedo concebir la puta idea de que pueda morir, aun no estaba fuera de peligro. ¿Qué iba yo hacer sin ese bastardo de sonrisa limpia, sin esa mordaz forma suya de ser, sin su negro sentido del humor? Mi vida se terminaría con él, no concibo estar aquí sin su compañía. Era tan sincero que nunca me juzgaba y me daba mis tiempos para que le contara mi vida pasada, nunca preguntaba. Su mirada era tan franca que cuando me veía en sus ojos era mejor persona y me hacia olvidar mis perversiones.

No note que lloraba hasta que Jane me abrazo por la cintura y me hablo con voz muy suave.

— Es un superviviente y un luchador, vivirá.

— Yo no...puedo ni quiero...perderle. Yo,ah...no sé qué haría sin él — tosí para recuperar el control de mi voz — maldita sea... yo nunca lloro.

— Lo se, pero se trata de Butch y siempre supe que estabais destinados a estar juntos.

— Sabes mas que yo.

— ¿Si no es así, por que te mueres de la preocupación y estas llorando?

— Listilla. — la abrace fuerte contra mi.

— Vamos a cuidar de el y saldrá adelante Vishous, no hay mejor medicina que el amor y las ganas de vivir y el poli tiene de ambas.

— Tuve suerte de conocerte y de que seas mi amiga.

— La suerte fue mía.

Nos quedamos abrazados como estábamos y pendientes de Butch. Ojala Jane tuviera razón y luchara por vivir y no se dejara vencer por lo que le hicieron esos putos perros apestosos.

Mi móvil vibra en mi bolsillo trasero, le quitaba el sonido cuando entraba a la habitación del poli. Lo cogí y al segundo las interferencias que creaba mi energía estática se puso de manifiesto. Era Zsadist.

— No he encontrado la cruz...hemos revisado bastante metros y varias parcelas, hasta los caminos del norte y el sur y no hay nada.

— Entendido le preguntare cuando despierte.

Cerré la conexión. Me había dado cuenta cuando lo encontré que su preciada cruz no estaba en su cuello. Fui al baño y me lave la cara, luego encendí un liado. A la primera calada oí su voz gruesa y ya mas clara.

— Puedes fumar cerca de mi, no me importa.

Riendo y negando apoye mi hombro derecho en el marco de la puerta al tiempo que giraba mi cara y echaba el humo dentro del cuarto de baño.

— Estas en recuperación y está prohibido fumar en las habitaciones de los enfermos.

— No me jodas, ¿desde cuando te han importado las normas?

— ¿En mi puta vida?...nunca.

— Mierda V no me hagas reír.

Di unas caladas mas y tire la colilla al inodoro dándole agua para que corriera.


— ¿Preparado para un poco mas de mi mano maldita?

— No es que este muy seguro de lo que haces y preferiría estar dormido como la otras veces mientras trabajas en esa mierda.

— Me dijiste que confiabas en mi.

— Y lo hago, pero he visto a esa mano quemar una casa y no me olvido del cóctel de tu sangre.

— Hasta ahora mi mano te ha hecho mas bien que mal y que bebieras mi sangre te salvo el culo y te trajo de vuelta a nosotros.

Me quite el guante guardándolo en uno de los bolsillos delanteros, baje la sabana del poli y puse mi mano sobre la mancha negra dándole luz y calor.

— ¿Estas enfadado?

— No contigo...conmigo por no descubrir nada aun en los libros de la raza.

— Ten fe y paciencia.

— Fe ninguna y paciencia cero, por cierto poli ¿dónde esta tu cruz?

— El puto Omega me la arranco del cuello antes de meterme esa mierda dentro.

En cuando mi cerebro despejo la niebla de ofuscamiento que tenia, el nombre que pronuncio Butch llego a mi corteza de forma directa y clara. Aparte la mano de su herida y la mantuve lejos de su cuerpo y lo mire.

— ¿Estas seguro que ese era el nombre de quien te mando a secuestrar?

— Así me dijo que se llamaba. ¿Qué pasa Vishous?

— Tendría que estar muerto y pudriéndose en el infierno con mi cabrón padre y dándose por culo toda la jodida eternidad — lo mire y volví a dejar mi mano sobre su mancha negra — cuéntame todo lo que paso desde que nos despedimos en el Pit.

Y eso hice sin perder de vista la cara de mi amigo. Omití de donde salía y el resto fue toda la verdad de lo que sucedió durante esos dos días con sus noches.

— ¿Es grave, V?

— No te voy a mentir compañero, lo es...si ese hijo de puta anda por este plano lo tendremos que devolver al infierno, o tu raza y la mía se extinguirán.

— Esperar que me cure.

— Tu no entraras en esa guerra. Así que olvida esa ide...

— ¡Y una mierda!, ese perro me metió esa mierda dentro — señale a su mano y lo que había debajo — y al igual que el que me violo, sus vidas me pertenecen.

— No lo harás solo, el Omega tiene demasiado poder.

Cerré lo ojos y me deje hacer por Vishous. Lo que quiera que me hacia me relajaba, me sentía aliviado y libre de dolor. Era como si vertieran agua fresca no solo en la herida sino por todo mi cuerpo. Notaba como mi ser se iba regenerando de dentro hacia fuera paso a paso y deprisa. Volver a tener la sangre de mi compañero de nuevo dentro de mi había ayudado mucho.

Poco a poco y una vez mas me fui dejando vencer por el sueño.

Jane entro en el mismo momento que volvía a cubrir el cuerpo del poli y cubría con el guante mi mano.

— ¿Me ayudas?

— Claro.

Le quitamos el vendaje de la cara, miramos como estaban las heridas con grapas y puntos, le cambiamos los vendajes. Le llevamos hacer unas placas y volvimos a la habitación.

— Por dios, vuestra sangre se tendría que vender en frascos, ya no hay marcas de mordidas en su cuerpo, las heridas de su cara han mejorado y el resto también.— ella hablaba mirando las placas y luego al poli y a mi — dos días mas y podrás llevártelo a casa.

— Lo llevare al ático hasta saber que es esa mancha negra.

— Me parece bien, iré a curarlo ahí.

— Gracias.

— Me has dado tanta veces las gracias que no te conozco Vishous, quiero que sepas algo, os quiero a los dos y te hubiese ayudado aunque no hubiese sido un fantasma.

— Eres algo mas importante que eso.

— Tonto, ¿lo bañas como tu como siempre?

— Si.

— Volveré mañana.

— Hasta mañana Jane.

Prepare todo para el baño y volví al lado de su cama. Al destapar del todo su cuerpo no pude evitar admirar lo musculado y tonificado que estaba. Empecé a bañarlo y me relamí sediento de probarlo una vez mas. Pase una toalla húmeda y ante el toque su polla empezó a ponerse en forma. Goloso me agache y pase mi lengua por su ancho y largo pene.

— Mmmmm pervertido.

— ¿No dormías?

— Lo hacia hasta que empezaste a bañarme.— le sonreí.

— Vaya, vaya, bañarte te pone duro — lo mire con mi sonrisa socarrona en los labios.

— Bañarme no, mirarme como lo estabas haciendo y lamerme si.

— Según tu ¿cómo te miraba?

— Como si quisieras devorarme.

— Sigue durmiendo irlandés.

— Así como estoy...imposible.

— Cabrón — agarre su polla en uno de mi puños y lo cerré herméticamente alrededor empezando a masturbarlo. — ¿mejor?

— Grrrrr mucho mejor — por entre mis ojos medios cerrados vi que iba a rodear mi capullo con su boca. Lo pare en seco negando en silencio con la cabeza.

— ¿Qué pasa Butch?

— Veamos primero si todo esta bien dentro de mi, dame unas de tus dagas.

— No voy a permitir una herida mas en tu cuerpo, seguiré con mi mano.

Sin darle tregua, ni tiempo a protestar seguí con lo que estaba haciendo y apreté mas el agarre y moví con mas prisa mi mano hasta que su cuerpo se tenso. El gemido ronco que vino de su boca fue la señal de que el orgasmo le iba a llegar. Segundos después estallo y lo que se derramo en mi mano no era ni lechoso, ni se-mi transparente, era negro y espeso como el carbón.

— ¡¡NO!! ¡¡NO!! ¡¡NO!! ¡¡NO!! ¡¡NO!! — grite intentando soltarme y escapar del lugar.

Lo abrace, manteniéndolo con mi pecho sobre la cama, hablándole al oído y peinando con mi mano limpia su pelo.

— Poli, tranquilo, tranquilo...yo haré que sanes, tienes mi palabra. Tranquilo amigo lo que te pasa es que aun no estas repuesto del todo. Cierra los ojos, así, no los abras hasta que yo te diga.

Me despegue de el y corrí al baño a por agua y toallas limpias, lave mi mano de esa viscosidad negra y volví a bañarlo. Le cambie las sabanas como me había enseñado Jane y después de tirar todo a productos tóxicos volví a su lado, pero antes salí a calmar a mis hermanos que hacían guardia y volví dentro.

— Háblame Butch.

— Tú has visto lo mismo que yo, que hay que hablar.

— Solo necesitas mas secciones de mi mano.

— ¿Y si no hay cura alguna?

Lo obligue abrir los ojos y mirarme.

— Yo la encontraré.

— No me dejes solo hoy.

— Hago una llamada y vuelvo contigo.

Salí y marque a Wratch.

— ¿Qué novedades hay Vishous.?

— Quien retuvo al poli y le metió esa mierda fue el Omega.

— Se suponía ese hijo de la gran puta era la puta de tu padre en el infierno.

— Creo que mi padre tiene algo que ver en que haya vuelto.

— Nadie sale del puto infierno sin mi permiso...¿ por qué Butch?

— Doy por hecho que por ser humano y estar vinculado a nosotros, se puede decir es el eslabón mas débil en nuestra cadena, por su humanidad.

— No lo dejes solo y si tu padre mando a esta mierda es que se mea en los pantalones de miedo por tener que enfrentarse a ti.

— No lo haré y tu no dejes la Mansión sin refuerzos.— me negué a contestar nada sobre mi cabrón padre.

— Estoy loco pero no en ese extremo.

Cortamos a la vez la comunicación.

— Ese miserable no pasara de aquí si se le ocurre venir a por el poli — gruño Thor.

— Vuelve con él. — me animo Phury.

Volví dentro y antes de llegar a su cama me quite el cinto de las dagas y la cartuchera de las pistolas, después de sacarme el abrigo. Sin mediar palabra mi amigo me hizo un hueco, me acosté y lo abrace contra mi cuerpo.

— No me desmorone, a pesar de todo lo que me hicieron no solté nada de la hermandad, ni de la casa, ni los que viven ahí. Te lo juro Vishous.

— No hace falta que me lo jures, se que no hablaste nada. Yo te conozco y se que hubieses muerto antes de delatarnos.

— El Omega me dijo que por tener esa mierda dentro de mi, soy suyo...que era mi dueño, que seria el instrumento para acabar con vosotros.

— No le perteneces poli. Esa basura mal oliente no es tu dueño — eres MIO pensé gritando en mi cabeza — y terminaremos averiguando cual es tu cura. Acabaremos con el y con todos los que entraron en el puto y sucio juego de torturarte y violarte. Sus putas vidas no es precio justo, pero sanará tu alma.

— No me deje derrotar, pensar en ti me mantuvo con vida.

Alce su barbilla y lo bese. Lo mire de forma intensa.

— Eres un guerrero y eres leal. A todo guerrero en un momento cabrón de su vida lo mantiene en la cuerda de la cordura una esperanza que cuando se marchita por el tiempo que pasa se aferra a un recuerdo, un nombre o en mi caso un libro. Eso no te hace menos macho o menos guerrero. Te has ganado tu lugar entre nosotros a pulso de pelear a nuestro lado. Nadie en la Mansión ha puesto en duda que no mantuvieras silencio mientras “jugaban” contigo de forma tan cruel. — le acaricie con un dedo los labios — ahora duerme, necesitas recuperar fuerzas.

— ¿Mi cara se ve mejor?

— Aun la tienes un poco inflamada, pero al menos ya voy viendo el iris de tus ojos y tus labios no están agrietados.

— ¿Vas a estar cuando despierte?

— No voy a ningún lado. Descansa.

Me quede mirando el techo y pensando que plan estaba ideando mi jodido padre al mandar a esa escoria entre los vivos de nuevo.

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