martes, 9 de enero de 2018

EL OMEGA/ENCONTRADO...20ª


                                                     EL OMEGA / ENCONTRADO.


Butch y Vishous Fated

Cuando al fin mi perra conciencia quiso quedarse estable y quieta puede abrir los ojos ,primero uno y luego el otro. Mientras intentaba enfocar mi vista hice un sobre esfuerzo por recordar y con un apabullante dolor de cabeza escenas de lo que me había sucedido fueron llegando a mi cerebro.

Recordaba el salón del pit, el encuentro breve entre V y yo, la promesa de una noche de mucho sexo, seria la primera vez seria entre los dos y luego un club de Bondage donde un amable hombre me mostró lo que era y hasta un invitado suyo nos dejo echar un ojo a una sección completa. Recordaba haber salido muy satisfecho de la experiencia de camino hacia mi coche, de repente un hijo de puta restrictor y al minuto siguiente me vi rodeado de ellos. Una llamada a V para despedirme y mi móvil salió volando de mi mano al meterme de lleno en una pelea para salvar mi pellejo.

Como pude, ya que los notaba muy hinchados supuse que de los cobardes golpes, abrí del todo mis ojos mientras tiraba de mis brazos y note que estaban alzados sobre mi cabeza y con muñe-queras de metal en las muñecas, al tirar una segunda vez el sonido de las cadenas me llego alto y claro. Mire hacia abajo y mis tobillos estaban igual. Eche un ojo al lugar y poco pude ver, la luz que daba un escaso y lleno de mierda bombillo no me dejaba ver muy lejos y lo único que pude ver que era un lugar cerrado, con mucha humedad que me calaba los huesos y oscuro. Tenia que haber un grifo estropeado o mal cerrado porque el tintineo de las gotas cayendo y golpeando la loza era para desquiciar los nervios al mas templado. El sonido de ratas corriendo me tenia asqueado y rompía el inquieto silencio. Revise mi cuerpo, estaba desnudo del todo y descubrí de donde venia el dolor intenso que tenia, además de dos balazos que estaban representados en sendos boquetes sangrantes, uno en el hombro derecho y el otro en mi pecho, un milímetro mas y estaría muerto al dar de lleno en mi corazón, me habían torturado y quien sabe si violado con instrumentos, esos cabrones no eran capaces de tener una erección, a dios gracias. Y todo mientras yacía sin sentido.

— ¡¡¡PUTOS COBARDES!!! — grite lleno de coraje y muy cabreado.


Mis brazos estaban entumecidos y dolían de estar alzados. Las heridas también sumaban dolor, todo yo era un amasijo de colgajos de piel y sangre. Estaba hecho un asco. La cara no dolía menos y por como me pesaban los labios, me pase la lengua, tal y como imagine hinchados al igual que mis ojos y mis mejillas. Un hilo de sangre me corría desde la frente y bajaba formando un rio leve de caudal por mi cara, terminaba cayendo sobre mi pecho en gotas. Volví a tirar de las cadenas de los brazos y lo único que conseguí fue hacerme daño, la sangre caliente empezó a correr por mis brazos y fue cuando caí que no solo oía el gotear del agua del grifo, también eran gotas de mi sangre golpeando el suelo. Esta vez estaba bien jodido. Tenia hambre y sed, pero la falta de agua es lo que mas notaba, mi boca parecía que tragaba paja en vez de saliva revuelta con sangre.

No sabiendo que mas hacer empecé a rezar y a rogar que tal y como me prometió Vishous me encontrara antes de morir.

Dos malditos días con sus putas noches y no daba, dábamos con el poli. Sabia que vivía porque mi sangre latía en el como una alarma, pero cada vez que llegábamos al lugar que se suponía lo tenían, esa llamada de sangre cesaba toda actividad y ahí no había nadie, ni restrictores, ni Butch y nos tenían lo que quedaba de noche hasta el alba jugando al ratón y el gato.

El ambiente en el despacho de Wrath no era el adecuado para una fiesta y mucho menos para una broma. Todos parecíamos fieras enjauladas, pero el rey parecía estar a punto de hacer rodar cabezas. El resto de la casa estaba triste.

— ¡¡¡¿ QUE COÑO ES LO QUE PASA?!!! ¡¡¡¿POR QUE NO ESTA EL DECTETIVE EN CASA?!!!...¡¡¡QUIERO RESPUESTAS Y LAS QUIERO YA!!!

— Wrath, quien quiera que lo tenga, no es un puto cobarde restrictor — hablo Thor sin subir el tono o se formaría una batalla en esa habitación.

— ¿Los bastardos?

— No — terció Z — ya les hicimos una visita y están siendo vigilados.

— ¿Quien, cojones?...¿Quien?

Mi voz salió con una tranquilidad que no sentía mientras apagaba el liado y me ponía un vodka.

— Un poder mas grande que el nuestro. No de este mundo. Que disfruta jugando con la vida del poli y que sabe de alguna manera que el humano en su poder, importa a la Hermandad y lleva en sus venas sangre de uno de los guerreros. Se regocija viéndonos correr como ratas tras pistas falsas y en el dolor por el fracaso de no traer a Butch a casa.

La agonía por decir en alto esas palabras me estaba matando como si una daga revolviera dentro de mi corazón y me lo arrancara.

— Nadie tiene ese poder...ni la Virgen Escribana siquiera.

— El ser que lo tiene si.

— Me estas diciendo que mueven al poli cuando llegáis al sitio que tu sangre nos dice, que luego lo vuelven a mover y acallan la llamada de tu sangre en el,así durante dos días y noches — Wrath no preguntaba, afirmaba.

— Si — guarde un corto silencio y me bebí mi vaso de un trago — no solo eso, lo torturan y por la cantidad de sangre que dejan en los lugares donde hemos estados, su perdida del rojo liquido ha sido masiva y lo peor de todo es que un día, dos a lo sumo y no seré capaz de encontrarlo por la llamada de la sangre. Cada día es mas débil.

El gruñido del rey hizo temblar los cimientos de la casa y al unirse el resto de los hermanos, la habitación se congelo. Yo tire el vaso contra la chimenea y me uní al gruñido colectivo de rabia y dolor. De venganza.

Minutos después, mis hermanos se fueron a consolar a sus hembras y machos. Phury a fumar rojos y yo a la fragua esperando que la noche que estaba por llegar fuera la ultima y pudiera traer a casa al poli.

Es curioso siempre le negué a ese irlandés bocazas que el pit no era una casa y ahora se me caía encima sin su presencia.

No tenia ni puta idea de como trascurría el día, pero oía pasos y voces acercándose. Le pedí a Dios que no me movieran mas y no me torturaran, estaba al limite y mis fuerzas ya no existían. Estaba exhausto.

Una pesada puerta chirrió al ser empujada para abrirla. Una fuerte luz me hizo gemir y parpadear, poco podía abrir mis ojos hinchados. Volvía a estar en un sótano, pero no el de días atrás, me movían pero siempre volvíamos al mismo cutre sitio, pero desde la ultima vez no, estábamos en otro lugar.

— Mirar,la mascota humana esta despierta — risas de chacales.

Desde atrás me llego un fuerte golpe en la zona lumbar. Me mordí mis lastimados labios para no gritar de dolor y mis hinchados ojos se llenaron de lagrimas.

— No mas golpes, el Amo dijo que no mas...hoy es el gran día. Pasarme la cantimplora con agua.

En cuanto las primeras gotas golpearon mis labios abrí la boca todo lo que pude y bebí, estaba sediento y aunque me extraño que me dejaran beber toda la que quisiera, no pregunte nada. Beber agua era mi máxima ahora mismo. Cuando al agua se acabo se pusieron a fumar a la espera de alguien. El bastardo que llamaba mascota humana rodeo mi cuerpo tocándome mis genitales y mi culo. La repulsión me dio unas arcadas que no deje salir, temiendo castigara mi maltrecho cuerpo.

— Es una pena que no se nos ponga tiesa, hubiese sido un placer disfrutar de ese culo humano — tiró el cigarro y me agarró las nalgas con fuerza mientras las pellizcaba. Intente zafarme de su asqueroso agarre y el se rio a carcajadas.— Un culito virgen, que rico — chasqueo la lengua y se rio mas fuerte — ya no, mascota humana.

“¡¡Hijo de puta!!” el único hombre que tenia el derecho a tocarme de esa forma y a tomarme era Vishous, nadie mas y mucho menos ese cabrón picha floja...quise gritar pero no tenia voz, ahora con mas fuerza intente alejarme de su contacto, pero me agarro fuerte y me empujo contra el. Me mordió el cuello y gruño a mi oído.

— Mi polla no funciona, pero hay aparatos para sustituir una polla y lo disfrute como si te hubiera follado — me lamió la mejilla derecha — has quedado genial en las fotos con tu culo siendo desvirgado por un pene artificial.

La rabia y el dolor por abusar de mi estando sin conciencia, mas saberme fotografiado y sabiendo que ya que mi jode mentes no seria el único hombre me hizo moverme en sus brazos en busca de una venganza, si algo le estaba salvando el pellejo es que estaba atado por cadenas e inmovilizado.

De repente un oscuro silencio se hizo el la habitación. El bastardo me soltó y vi como todos hincaban una rodilla al suelo ante una gran figura cubierta con una túnica negra. No había ni una cara, ni unas manos o pies a la vista, mas bien parecía una fantasma con ropa por encima. Un sudor frio empezó a bajar desde mi nuca. Camino hasta mi, pero siguió envuelto en la tenue oscuridad. Y el miedo, ese al que yo nunca había temido se hizo palpable.

— Así que tu eres el humano que vive entres los guerreros. — ni asentí, ni negué — no hace falta que me lo confirmes, lo se y te estaba esperando — me reviso de arriba, abajo y de delante, atrás, volviendo frente a mi — veo que mi mano derecha se ha divertido contigo sexualmente y el resto torturándote — seguí en silencio sintiéndome humillado — para lo que he planeado para ti te necesitaba débil y humillado como macho...mis chicos has hecho un buen trabajo que les recompensare. Primero pensé en matarte — se alejo solo dos pasos de mi y lo agradecí lo que quiera que fuera esa cosa, su olor era el de la maldad en estado puro — pero luego idee un plan — me miro y unos ojos rojos se clavaron en los míos o lo que la hinchazón dejaba ver — ejecutare ese plan a través de ti. A la mesa con el.

Los esbirros vinieron y soltaron las cadenas de los tobillos y muñecas, intente pelear, pero mi debilidad me hizo caer al suelo. Me levantaron en volandas y colocaron mi cuerpo sobre una mesa de metal que estaba tan fría que me hizo gruñir. Estaba con el recuerdo de otra mesa de metal cuando sentí como volvían amarrar mis muñecas y tobillos y esta vez pasaron una cinta de cuero por mi cintura. Volvía a estar completamente inmovilizado.

— No entiendo como la Hermandad te acepto entre los suyos, vosotros los humanos sois alimentos para mi raza y a lo sumo guerreros del mal que una vez que me dan sus almas son fieles a mi. Pero la empresa que concibo para ti es grande y hará que la Hermandad y sus guerreros, hembras e hijos incluidos, desaparezcan para siempre...así yo seré el todo poderoso y me temerán.

— ¡¡Y UNA MIERDA!! — las fuerzas volvieron a mi al saberme un instrumento para acabar con mi familia, eso eran para mi, los seres que habitaban la mansión.

— Te reconozco y alabo tu valentía, tu aguante, pero te necesito quebrado del todo o mi empresa no tendrá éxito.

— ¿Lo violo de nuevo, Amo?

— Si.

El tiempo que paso no lo se, pero esta vez no estaba inconsciente y todo lo que me hizo se quedo grabado a fuego en mi memoria.

Había cerrado los ojos para no ver nada y los abrí al sentir una mano helada agarrando mi cruz que aun estaba sobre mi pecho.

— Esto no lo vas a necesitar — me la arranco y tiro al suelo lejos de mi.

— ¡¡BASTARDO!!

— Guarda las pocas fuerzas que te quedan, las vas a necesitar.

Los perros rodearon la mesa y una mano larga y huesuda salió de una de las mangas de la túnica. Bajo desde mi garganta hasta por debajo de mi ombligo, el contacto era de lo mas asqueroso y repulsivo. Bajo la mano y la dejo apoyada entre la zona limpia que queda entre el ombligo y donde empieza la ingle. Si hasta ahora el miedo no había cubierto mi ser ahora estaba presente. Mi respiración empezó a ser seguida y jadeante y con cada bocanada que tomaba arrastraba a mis fosas nasales el olor de la maldad y la muerte, era un olor a cloaca. Todo lo podía soportar, golpes, tortura, violación con aparatos pero esto no. Mentalmente empecé a recitar salmos de las biblia y a rezar.

Presiono su mano y el dolor me hizo gritar. Mi cuerpo se estaba bañando en sudor y yo rogaba por perder el sentido, la suerte no me acompaño. Note como la carne se abría, la sangre corriendo a borbollonees por mis costados y entre mis piernas bañando mi pene y mis testículos. Yo no dejaba de gritar. Esa mano helada y huesuda revolvió en mis entrañas y el frio de su mano recorrió todo mi cuerpo, los dientes me castañeteaban y cuando logro su objetivo saco la mano y sello con su infecta lengua y su podrida saliva la herida. Deje de gritar pero no de temblar. Me miro y bajo la capucha de su túnica y me peino el pelo. Sacudí mi cabeza de un lado a otro, negando esa repugnantes caricias.

— Si vivo...juro que te matare y a esos perros también.

Su risa fue cavernosa y esta vez cuando hablo su voz era de ultratumba. Se doblo hacia mi e hizo una mueca por sonrisa.

— Hueles a muerte pero ese no es tu destino aun. Tu serás quien quebrantes esa lealtad que lleva por bandera la Hermandad, así como yo quebré la tuya.

— Gilipollas...lo que me ha hecho tu perrito faldero lame culos, no hará que yo deje de ser fiel a mis amigos.

— Aun no lo has entendido humano, estas en mi poder y eres mío. Eres del Omega.

— ¡¡QUE TE FOLLEN!!

— El futuro es tuyo y mío. Lo que hoy declaro mío, lo será por siempre y tu ya lo eres. ¿No notas la maldad dentro de ti? Yo la huelo.

Puto loco, en eso tenia razón, notaba esa maldad dentro de mi y no me gustaba nada, muchos menos ser quien acabe con aquellos que me han dado una nueva vida.

— ¡¡VETE A LA MIERDA!!...PUTO LOCO.

— Esa fuerza que te viene de dentro y de tu rabia hará el trabajo que tienes por delante mas fácil. El tiempo apremia y yo necesito que los guerreros te encuentren con un aliento de vida. Ahora duerme.

Intente no entrar en el sueño que ese cabrón me inducia, pero mi debilidad ,mi falta de sueño, de comida y de agua, tomo el mando y caí en el pozo de la inconsciencia.

Zsadist me tuvo que noquear cuando casi salgo al patio sin haberse escondido el sol,pero yo estaba como loco por ir a por mi poli. Aun no sentía el llamado de la sangre, así que iríamos al ultimo sitio de la noche anterior. Al fin la noche llego y nos hicimos humo hasta el ultimo sótano donde lo tuvieron. Rhage y el Reverendo iban en coche por si lo necesitábamos. El dolor que acuchillaba mi pecho me dejaba sin aire.

— Aquí no hay nada nuevo...¿aun no sientes el llamado de la sangre?

— No. Creo que abarcaremos mas si no separamos.

— Por mi de acuerdo — dijo Thor.

— Por el de Z y el mío también. Avisa si hueles tu sangre en el. — me alentó Phury y Z.

Yo me quede donde estaba esperando sin saber que esperaba. Me encendí un liado y mire el cielo estrellado, se suponía que ahí arriba estaba el dios del poli. Y como si me hubiera vuelto mas loco de lo que ya estaba...

— Yo no se hablar contigo como lo hace Butch, pero déjame llevarlo a casa. Hace tiempo le hice una promesa y la quiero cumplir, dame una pista por pequeña que sea.

Apague el liado negando y con el labio superior alzado a modo de sonrisa, yo, hablando con las estrellas. Iba a desmaterializarme cuando el llamado de la sangre me freno. Estaba vivo, me concentre y sin quererlo mis moléculas se disolvieron para volver a formarse en el Memorial Park. Era un parque bastante grande así que como un perro policial sigue con su olfato el rastro, yo seguí a la poca sangre de mi que aun había en su cuerpo. Corrí como un olímpico y me frene en seco al llegar al sitio donde mi sangre latía con mas fuerza. No veía ningún cuerpo y gruñí. Estaba seguro de que aun vivía, pero el frio de otoño no seria bueno si el poli estaba herido y esta noche hacia mucho frio, ademas la niebla iba a mas. El aliento me faltaba y estaba a punto de encenderme de lo cabreado que estaba cuando oí unos lamentos, los seguí hasta un montón de hojas.

Encimas de estas había unas polaroids, cogí una y esta vez el gruñido se tuvo que oír a varias manzanas. Me quite el guante y mi mano se encendió ,queme la repugnante e humillante foto, pero esta no era la única, las cogí todas y las hice cenizas. Luego con mi mano apagada y puesto el guante de nuevo aparte las malditas hojas. El alivio que inundo mi alma fue tan grande que el dolor en mi pecho ceso de repente, me agache a tocar al poli.

— No me toques V, estoy maldito...el mal vive dentro de mi.

De nuevo el silencio y fue cuando note un olor nauseabundo que venia de Butch.

Me levante dando vueltas sin saber muy bien que hacer. El poli estaba inconsciente pero muy mal herido. Sangraba por todos lados y había dos agujeros de balas que habían empezado a cerrarse con las balas dentro y eso no era bueno ni para humano, ni para vampiro. Se habían enseñado con el de muy malas formas y lo habían violado con un pene falso, solo por eso me iban a pagar con sus vidas ,no contentos lo habían fotografiado y dejado las fotos para que si lo encontrábamos la Hermandad viera la malditas fotos. El latido de su sangre era muy débil. ¡¡A la mierda!! mi vida estaba por debajo de la del poli.

Caí de rodillas a su lado y me quite el abrigo largo, cubrí su lastimado cuerpo con el cuero y le aparte el pelo empapado en sangre de su maltrecha cara. Por el fade,¿que le habían hecho? y ¿por que? No podía aguantar mas, lo envolví bien, lo subí a mi regazo y lo abrace fuerte, un latigazo de maldad me rodeo y la maldita oscuridad, esa que tan bien conocía nos envolvió, no le hice caso y seguí abrazando a Butch. No se decir el tiempo que estuve así con el, pero fue cortado cuando mi móvil sonó. Conteste antes del segundo timbre.

— En los sitios que hemos revisado por segunda vez, no hay nada.

— Lo he encontrado.

— ¡¡ ¿Dónde?!!

— En el Sur del Memorial Park, llama a Rhage y dile que venga con el coche echando leches, el poli esta muy mal.

— Vamos contigo.

— ¡¡¡NO!!!

— ¿Que pasa Vishous? — el que pregunto esta vez fue Thor.

— Hay algo malo dentro de Butch y hasta que no sepa lo que es, no quiero a nadie cerca de el. Avisa a Wrath.

Corte porque Rhage llego acompañado del Rehvenge.

— ¡Nos so acerquéis! Abrir la parte de atrás, yo llevo al poli, pero por nada del mundo lo toquéis.

— De acuerdo. Ya puedes traerlo.

Me levante cargándolo en peso y corrí hacia el coche. Salude con la cabeza y lo metí en la parte de atrás donde estos dos habían puesto unas cómodas mantas. Me subí con el y lo volví abrazar.

— ¿Dónde Jane?

— No, a la mansión no. Donde Harver. Avisa de que vaya para allá, la voy a necesitar.

— ¿Cómo esta? — pregunto el Reverendo.

— Muy mal. Rhage pásate los semáforos, hemos de llegar ya.

— Eso esta hecho hermano.

De camino al hospital, abrí el abrigo y lo revise. La bilis subió a mi boca y me la tuve que volver a tragar. Hijos de puta habían echado su maldito odio sobre el poli y lo habían linchado. Tenia los ojos y cara hinchada de los golpes. Todo su cuerpo tenia marcas sangrantes de dagas y mordiscos, ademas de heridas abiertas y moretones. Dos agujeros de balas. Sus labios hinchados, partidos y secos por falta de agua. Una brecha en una de las cejas. Me di cuenta del agujero negro bajo su ombligo, se lo toque y gruño en su sueño, acerque mi nariz a el y de ahí salía ese mal olor, de ahí y de los poros de su piel. Tenia ganas de gritar y matar albinos hasta que no quedara ninguna de esas cucarachas. Mi venganza sobre estos restrictores apestosos iba hacer como un azote de dagas que no saben de donde les va a llegar. Envolví al poli esta vez en una de las matas que me paso el Reverendo.

— ¿Hacia falta castigarle de esa manera?

— Son unos perros cobardes.

— ¿Vivirá V?

— Contigo al volante seguro que si.

Veinte minutos después entrabamos por la puerta del hospital de Harvers, nos estaba esperando porque Wrath lo había avisado. Le pedí la habitación mas alejada del resto del los pabellones y salas, me dijo que tenían unos quirófanos en el sótano y varias habitaciones. Cuando ponía al poli en una camilla llego Jane, bajamos con el. Rhage se quedo fuera y el Reverendo se quedo hablando con el maldito doctor. Di por hecho que siendo Jane una fantasma que se volvía etera si la tocabas ,me podría ayudar con el poli.

— ¿Qué ha pasado Vishous?

— Lo secuestraron unos restrictores y lo torturaron durante dos días y dos noches.

— Santo Dios, ¿qué quieres que haga?

— Que me ayudes a curar lo externo y ver si tiene algo por dentro roto.

— ¿Y esa herida bajo el vientre? — aparte su mano con brusquedad antes de que la tocara.

— No la toques...tu y yo somos los únicos que podemos curarlo, luego averiguare si mi mano maldita puede hacer algo con esa herida negra. Hasta que eso pase, el poli esta en cuarentena.

— Entendido V, manos a la obra.

Durante una hora y media nos ocupamos de Butch. Le abrí las dos heridas de balas para sacar las balas y se las limpie por dentro antes de coserlas. Jane le limpio el resto de las heridas y le cosió seis mas. Le fajo las costillas y le vendo las muñecas y tobillos. Luego le puse varias vías, que llevaban dos bolsas de suero, otra de mi sangre que done a Jane y otra de su sangre, dejando dos de cada y una mas de la mía en una nevera por si las llegaba a necesitar. Con mi sangre esperaba que las marcas de mordidas desaparecieran del todo o se difuminaran. Jane le cosió la brecha de de la ceja y yo le puse una pomada con antibiótico en todas las zonas de la cara que tenia hinchada y se la vende. Jane le puso grapas a la herida en su cabeza. Y yo le coloque dos dedos de su mano derecha que le habían dislocado, luego se los vende para que no los moviera en un tiempo.

— Se va a poner bien Vishous.

— Me temo que no del todo. Y si lo hace, será duro.

— ¿Qué quieres decir?

— Nada, ve a descansar un poco. Dile al resto que subo a informa en veinte minutos.

— ¿Te ayudo a bañarlo?

— No, eso lo haré yo solo.

— Tomate el tiempo que necesites.

Se subió sobre sus puntillas y me dio un beso en la cara. Sin mas palabras Jane salió.

Lleve al poli a una de las habitaciones y antes de ponerlo en la cama, fui al baño y llene una palangana de agua tibia, metí dentro una esponja y cogí una toalla limpia. Muy despacio y con cuidado de no mojar los vendajes y las heridas cosidas lo bañe. No quería hacer lo siguiente pero tenia que hacerlo. Abrí sus piernas y la sangre seca de su violación con un aparato seguí ahí. Una rabia que me era desconocida casi me hizo brillar de nuevo, tuve que respirar varias veces y sin parar para calmar el latido frenético de mi corazón y la punzada de dolor que me atravesaba partiéndome en dos. Gracias al mismo infierno no había desgarros que coser. Lo limpie con mucho cuidado y le puse otra pomada de antibióticos en esa zona. Deje todo en el baño de nuevo. Con sumo cuidado lo puse sobre la cama y lo tape con una manta. Subí para dar el parte, pero antes me acerque al poli y le bese sus labios rotos.

— Lo siento Butch, voy a vengar lo que te han hecho, te lo prometo.

Luego me fui.

Una vez que explique lo que había pasado y la maldad que rondaba a nuestro amigo, avise de que me iba a quedar con el hasta que pudiera salir del hospital y no sabiendo si mi mano iba a curar ese agujero negro bajo el estomago del poli, me lo llevaría al ático hasta saber que había pasado. Nadie dijo nada en contra y todos Fritz incluido desearon que el señor Butch se restableciera lo antes posible. Con la promesa de Z de traerme ropa limpia, volví con mi compañero.

Una vez de vuelta a su lado, acerque un sillón y agarre la mano que tenia la bolsa de su sangre en la mía.

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