jueves, 21 de julio de 2022

ESTÁ MARCADO...3ª


                                                             ESTÁ MARCADO

                                   




Butch y Vishous Fated

Como pude guardé el mando del coche y saqué el llavero con varias llaves, las envolví en un puño dejando el acero saliente entre mis dedos y me dispuse a esperar el primer ataque. Sería una tontería tirarme a por ellos o solo a por uno cuando estaba en clara desventaja.

Me rodearon de forma lenta y giré mi cuello que crujió colocando las vértebras cuando miré a mi espalda para ver qué demonios hacían los tres detrás de mí…y era nada. Volví a mirar al frente y recibí el primer impacto en el estómago que me dobló en dos y me hizo gruñir. Una vez que cogí aire me alcé y me fui a por ellos con toda la fuerza de mi peso y una de las llaves dejó una buena cicatriz sangrante en la cara de uno de esos bastardos. Ese se vino hacia mí con toda la rabia de haberlo dejado marcado junto con el otro y empezó una pelea sin cuartel. Me preguntaba a que esperaban los otros tres y aun estando en una brutal lucha no les quite los ojos de encima.

Pasado un rato estaba sudando como un cerdo y ya estaba empezando acusar el cansancio cuando la caballería llegó en mi ayuda. Lo hizo en el mismo momento que uno me tenía agarrado y el otro me golpeaba duro.

— ¿Necesitas ayuda poli? — me preguntó Vishous.

— Que va, lo tengo todo controlado—dije jadeando y sin aire en mis pulmones. Miré al bastardo que me daba los golpes y gruñí — cuando me suelte te rompo la crisma hijo de puta.

— Ya vemos Teniente — dijo con guasa Zane.

Todos de rieron y se metieron de lleno en la pelea incluido los tres que hasta ese momento habían estado sin hacer nada. En cuanto me vi libre y con nuevas energías que me llegaron sin saber muy de donde o de quien, me fui a por el que me había tomado por un saco de boxeo.

Sin dejar de luchar no podía evitar no mirar con mi vista periférica al poli luchar. Eran movimientos certeros y con golpes duros. Sabía moverse y esquivar. Golpear y retroceder para volver a golpear. Manejaba los puños con habilidad lo que me decía que practicaba boxeo. Era atrevido al permitir que su adversario fuera a por él, incluso lo molestaba con palabras mal sonantes para que lo hiciera…le gustaba jugar, como a nosotros. Eso me hizo hacer la mueca que tenía por sonrisa. Era un muy buen luchador. Y en todo momento gruñía.

Esos gruñidos me daban que pensar y joder como me gustaba oírlos de su boca. Me preguntaba si sonarían igual cuando follaba o se lo follaban…ese desliz me costó un golpe que me partió el labio inferior y me hizo sangrar. Me centré y volví a la pelea sin perderlo de vista recordándome que el poli era un maldito humano. Escupí sangre y me fui a por el cabrón que me había golpeado.

Cada vez que quedaba frente al grupo de mis nuevos amigos mis ojos se iban solos a la forma que tenia de luchar V. Era certera, letal y con golpes que hacían mucho daño. Jugaban con sus contrincantes, en eso se parecía a mí, negué sonriendo con la cabeza. Era muy diestro en la lucha cuerpo a cuerpo, como si lo hubiese hecho toda la vida. Y esquivaba con una facilidad que me dejaba sin aliento. Sus movimientos eran precisos, como sabiendo donde hacían más daño. Recibía poco golpes menos uno que le hizo sangrar. Muy cabreado lo vi esculpí sangre e ir a por el que le hizo sangrar como una fiera a por su presa. Me centré y volví a lo mío.

Un buen rato después y con algún que otro golpe todos los bastardos estaba en el suelo sin conocimiento. Butch estaba apoyado sobre sus rodillas escupiendo en el suelo y cogiendo aire. Mis socios se colocaban la ropa y limpiaban la sangre en sus mangas y yo me iba a encender un liado cuando… cuando de la nada salió otro de esos bastardos que saltó sobre la espalda del poli y vi unos caninos crecer, tal y como lo hacían los nuestros. Me quedé parado un segundo pero al ver como mordía al Teniente en el cuello gruñí bien alto para que los demás estuvieran alerta y me tiré hacia ese hijo de la gran puta.

Me encontraba doblado sobre mí mismo, escupiendo hilos de sangre e intentando coger algo de aire cuando sentí que alguien se colgaba a mi espalda como un koala. Iba a tirar un brazo hacia atrás para empujarlo por encima de uno de mis hombros cuando sentí como me clavaba algo en el cuello. Miré de lado y eran sus putos dientes en mi cuello. El dolor mandó un calambre por todo mi cuerpo y me hizo gemir de dolor. Aun así intentaba que me soltara pero no podía. El dolor era insoportable. Cuando sin más todo acabó. Me tambaleé y los brazos de Jue me mantuvieron en pie. Me pasó un pañuelo y me hizo apretar con mi mano la herida que sangraba profusamente y no quitaba ojo a su jefe.

Corrí y con mi fuerza lo arranqué de la espalda y el cuello del poli. Lo tiré al suelo poniéndole una rodilla en el pecho y la otra en el suelo. Mi mano con guante lo agarro por el cuello lo suficiente fuerte para que pudiera hablar y con la otra le agarré los huevos estrujándoselos.

— ¿De qué puto clan eres?

— ¡Que te den por culo!

— ¡Llamar al equipo de limpieza y que los lleven a las mazmorras! —Lo levanté por el cuello y lo encaré— por culo te van a dar a ti en un rato. —Los muchachos llegaron y cuando les pasé al cerdo que mordió al poli — a este cabrón darle un trato un poco más especial que incluya que se lo follen. Sacarle todo lo que podáis.

Di grandes zancadas hasta llegar donde estaba Butch que me miraba como preguntándose quienes coño éramos. Levanté el pañuelo que chorreaba sangre y le puse uno limpio que me pasaron. Iba hablar pero él frenó mis siguientes palabras.

— Tengo que detener a esos cabrones y golpear al que se creyó que yo era su cena de hoy.

—Mi casa, mis reglas. Son de algún clan de nuestra tierra y serán juzgados según nuestras leyes. Y lo siento pero son cosa nuestra.

— Por esta vez te lo voy a dejar pasar pero la próxima se hará lo que yo diga. Necesito sentarme, no hago más que sangrar por el cuello. ¿Podré golpear a ese perro luego?

— Necesitas unos puntos en esas heridas —le levante el brazo que tenía libre y lo pasé sobre mis hombros agarrándolo de la cintura —venga te ayudaré a llegar al piso superior. Y no te preocupes nuestros chicos los golpearan por ti. Aprieta fuerte el pañuelo contra las heridas.

— Que le den bien duro por tomarme por un bistec.

Riéndonos todos me dejé hacer y fui conducido a una oficina que era algo más, como el punto de reunión de todos ellos por una puerta que evitaba entrar por el local. Vishous me ayudó a sentar y vi a Julen entrar en un cuarto que se veía era una enfermería. El resto me rodeó y quien me trajo se sentó a mi lado poniendo en mi mano que no sostenía el paño un whisky que agradecí.

Julen llegó frente a mí y dejo todo a un lado de la mesa donde se sentó. Me miró y sonrió.

— Teniente tengo que coserle las heridas o no dejaran de sangrar. Son profundas y cuando mi amigo le quitó a la araña de encima desgarró un poco la zona herida. ¿Es alérgico algún medicamento?

— Sí. A toda esa mierda que se pone para evitar el dolor. Estando en los Marines fui herido y por poco me matan al dormirme para operar. Estuve tres días en cómo y por eso me dieron la cartilla blanca y volví a la vida civil.

Nos miramos y la duda sobre este humano volvió a flotar sobre el ambiente y entre nosotros. Nuestro organismo no admitía ningún tipo de analgésico contra el dolor. Teníamos una enzima que se ponía en marcha en nuestro sistema cuando éramos heridos de gravedad y eran heridas que no se cerraban en el mismo día o en tres como máximo.

— ¿Qué haces cuando te hieren grave? Tienes un trabajo donde eso habrá pasado más de una vez. —le pregunté.

— La esposa de mi capitán es doctora en el hospital central, el más grande y donde van todos los heridos cuando hay una catástrofe.

— Lo conocemos. Sabemos dónde está y para lo que se creó.

— Si me hieren de gravedad, que ya ha pasado, me llevan ahí. Tengo en mi cuello una cruz y una placa que dice nada de calmantes y toda mi comisaria sabe que tengo que ser llevado solo a ese hospital. Cuando hay que operarme entra con un pequeño equipo que controla que me quedé entre este mundo y el limbo para que no notara tanto dolor. No me duerme del todo pero me deja caos para poder trabajar en la herida sin que yo lo note mucho. He de decir que siento el dolor y cuando me cose. He aprendido a soportar el dolor.

Me quitaron el vaso y me dieron la botella de whisky.

— Bebe —me ordenó Julen—no hay tiempo de llamar a esa amiga tuya y hay que coserte ya. Estas perdiendo mucha sangre. Si quieres gritar hazlo, nadie te va a oír. Todo el local y las habitaciones están insonorizados.

— ¡Espera! —me bebí más de la mitad de la botella—ahora.

Cada puntada dolía como si pusieran un hierro candente en el lado derecho de mi cuello pero un cuerno si iba a gritar delante de este grupo. Ni de coña…ni muerto.

El poli aguantaba como un buen guerrero. Tenía la frente perlada de sudor pero no soltaba ningún sonido. Era digno de admiración.

— ¿Con ese problema como has podido ser policía?

— Mi Capitán y yo nos conocemos desde los Marines y un poco antes. Tapó mi problema para que pudiera tener un trabajo después de que me dieron la patada en el ejército.

Zane me dio un aviso con su cabeza de que saliéramos al pasillo y lo seguí cerrando la puerta.

— Tenemos un problema…para ser más exacto son dos problemas y uno de ellos muy jodido.

— Suéltalo.

— El equipo lo has torturado y son No Muertos. Son los culpables de la muerte de esas mujeres. Están en Cadwell desde el inicio de la primera muerte que hubo. Con el que mordió al poli se hizo lo que ordenaste y están muertos.

— Se suponía que los No Muertos habían sido exterminados por los clanes.

— Uno de los clanes de No Muertos consiguió escapar y huir. Los cabrones de abajo han sido llevados al bosque de nuestra propiedad y expuestos a las alimañas y la luz del sol si queda algo de ellos. Ahora viene lo peor.

— Puedes decírmelo de corrido y no en fascículos Demonio.

— Butch ha sido marcado. Tenía dudas y llamé a mi padre que como sabes es quien llevaba y lleva en el clan todo lo de los No Muertos. Las prostitutas desangradas y degolladas han tenido un buen final porque se irán a reunir con quien les toque…no sé si ellas tienen un patrón que las guardas…

— No te disperses amigo mío.

 — Lo siento. Lo cierto es que cuando marcan a un humano se alimentan del o la marcada por meses y todas las noches. Dejan pasar unos días para que la sangre se reponga y vuelve para alimentarse. Después de tres meses lo llevan a su guarida, lo desangran dejando algo de sangre en su cuerpo y lo obligan a beber de todos ellos. Pasado unos días esa persona se convierte en No Muerto…se hace uno de ellos. Las prostitutas asesinadas han sido alimento, solo comen sangre y agua. El poli ha sido marcado como un donante que será un futuro guerrero en sus filas.

— Al morderlo di por hecho que ese cabrón se quería alimentar de un humano.

— En el lado derecho del cuello es marcado. Es la forma que tienen los demás de saber que será un futuro recluta y que no hay que tocarlo sino cuando haya que ir a beber de su sangre.

—¡¡Puta ostia!! — quise gritar pero me contuve y solo gruñí.

— Tenemos que hacer una reunión con todos los vampiros que tenemos trabajando para nosotros y con el resto de los socios que están ahí dentro. ¿Qué haremos con el Teniente?

— Mantenerlo a salvo de esos hijos de putas. Vamos dentro.

Cuando entramos es poli estaba entre Gabriel y Lauden como si nada y se le veía muy cómodo. Caminé y me senté donde había estado Julen mirando al humano con la sonrisa que tenía por mueca.

— Muerte me ha dicho que solo me quedará una pequeña cicatriz.

— Es el mejor que cose heridas de nosotros. Veo que te sabes los apodos.

— Corrígeme si me equivoco…Julen es Muerte. Zane es Demonio. Zaros es Daga y es hermano de Zane. Gabriel es Víbora. Lauden es Maldito, no entiendo porque cuando tiene cara de ángel. Kieran es Cazador. Y tú eres Vishous el Sanguinario.

— Buena memoria amigo. Tengo que hablar con Julen para que te acompañe a tu casa. Has perdido mucha sangre y no estás en condiciones de conducir.

— No voy a decir que no a eso. Además me he bebido la botella entera de whisky.

— Irlandés te hace falta más que una botella para emborracharte.

Soltó riendo Kieran y mientras se reían me llevé a Muerte a un lado y le explique lo grave de la situación y le pedí que fuera su sombra. Volvimos a su lado y lo ayudamos a levantar. Le di instrucciones para que no mojara el apósito y que tenía que volver en una semana para quitarse los puntos.

— Gracias por la ayuda ahí fuera — estreché sus manos —por los primeros auxilios y el whisky. —Saqué el mando del coche y se lo tiré a Muerte— vamos a casa amigo, necesito descansar.

— En marcha Teniente —le coloqué el brazo izquierdo sobre mis hombros y agarrándolo por la cintura lo ayude hasta que llegamos al coche. —Prometo respetar los semáforos.

— Mas te vale o te multaré.

Una vez que salieron tuvimos la reunión.


2 comentarios:

  1. Vaya intigra,vaya historia y vaya fenómenos que estais hechos. Esta muy interesante y quiero mas jajajajaja. Gracias muchachos.

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  2. Di con este blog por casualidad y en serio os digo que sois unos maquinas creando una historia y plasmandola en hojas o un ordenador. Lo mejor que he leido en mucho tiempo. Disfruto leyendo cada capítulo que espero y la historia engacha y gusta. Un.abrazo a los autores.

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