VAMOS HABLAR...4ª

                                                          VAMOS HABLAR

                                      

Vishous Fated

Una vez que Muerte se fue con el poli reuní al resto de los socios y el personal que eran vampiros en el club después de cerrar. Era la única forma de poder reunir a todo el mundo ya que éramos más de la mayoría y necesitaban saber que sucedía. Y el único lugar bien grande era el club. Necesitábamos tranquilidad y sobre todo intimidad.

— ¿Qué ocurre jefe…a que viene esta reunión? — preguntó uno de los camareros.

— Algo grave que debéis saber. Zaros, te toca.

— Todos los que estamos aquí venimos de clanes de donde hemos sido expulsados por diferentes motivos —asintieron — y todos sabemos quiénes son los No Muertos.

— Yo no señor — habló uno de los más jóvenes y recién llegado — en mi clan del Norte de Escocia se decía que era una leyenda para asustar a los jóvenes vampiros atrevidos.

— ¿Cuántos aquí no sabéis nada de los No Muertos? —pregunté.

Cuando se levantaron las manos nos miramos y supimos que teníamos una larga noche por delante. Zaros volvió hablar.

— No son una leyenda. Existieron y eran la clase más baja dentro de los clanes. Nunca se supo muy bien de donde vinieron o como se fueron asentando y formando su propio clan o clanes. Lo cierto es que por libros que recogimos sabemos que esa especie de vampiros es una mutación que viene de los murciélagos y que pasaron de estar colgados boca abajo en cuevas oscuras y profundas y que de alimentarse de vacas u ovejas evolucionaron a ser la especie más sucia y cruel de nuestra raza. También averiguamos que cuando el mundo empezó a estar habitado por humanos y vampiros ellos empezaron su declive. Fueron los artífices del tráfico de humanos para el placer sexual de otros seres tan bajos como ellos, además de inventar el juego y el alcohol. Con el tiempo y experimentando con violadores, asesinos, prostitutas y gentuza humana que no merecía vivir por su maldad descubrieron la forma de convertir a dulces amas de casa, a niños inocentes, a jóvenes muchachos que empezaban a vivir y chicas que solo querían empezar su vida como mujeres, para hacerlos como ellos.

— ¿Por qué en algunos clanes eso no se dijo? — preguntó uno de los de seguridad.

— Eso habría que preguntárselo a los mayores de esos clanes — habló Zane ahora — lo peor no es lo que mi hermano os ha contado, lo peor viene ahora. No se conformaron con humanos, empezaron hacerlo con vampiros pero nunca de clanes cerca de donde ellos se asentaban. Tenían una parte que utilizaba como alimento y que mataban a las 24 horas después de dejar los cuerpos si una gota de sangre. Y la otra parte eran los marcados…esos corrían peor suerte. Los marcaban para que ningún vampiro bebiera del marcado y todas las noches entre unas y dos semanas dejando días de descanso por medio para que la sangre se regenerara, visitaban a quien le había tocado y un grupo no muy grande se alimentaba de su víctima. Pasado ese tiempo el sujeto moría pero dejaban dentro de su cuerpo algo de su propia sangre y con ello algo de la enzima que tenemos en nuestro organismo para que nuestro cuerpo no se corrompa cuando morimos por las formas que ya conocéis siempre que no tenga que ver con la luz del sol. Después de otras 48 horas lo iban a buscar donde estuvieran y se lo llevaban. Lo volvían a la vida metiendo en su cuerpo más sangre corrupta de ellos y poniendo andar de nuevo su ya negro corazón. Le quitaban su humanidad y su alma para convertirlos en un No Muerto…uno como ellos.

— Un clan de esos bastardos chupa sangres tuvo una noche un tropiezo — era el turno de Lauden — cazaron y marcaron al hijo de uno de los mayores de un clan muy importante de Inglaterra. Cuando el proceso de conversión finalizó, ese chico atacó a su madre y a su hermana, el padre no lo mato sino que lo metió prisionero en sus mazmorras para saber qué había pasado. Que había sucedido con su querido hijo. Cuando supo todo, mandó notificaciones a todos los clanes del mundo y la orden de acabar con ellos…ninguno debía vivir. Y así se hizo pero como no se sabía cómo matarlos antes de descubrirlo murieron muchos de los nuestros y muchos humanos. El Clan de los Guardianes, al que pertenece la familia de los hermanos, guardó bajo llave todo lo que tenía que ver y hablaba de ellos para nuestra seguridad y ahí supimos cómo acabar con ellos, Kieran te toca.

— A esos hijos de puta se le mata cazándolos como bestias. Pero como ya estamos civilizados si os topáis con algunos de ellos un tiro a la cabeza entre ceja y ceja, ni más arriba, ni más abajo. Una vez caído le sacáis el corazón con la mano y con una daga le hacéis un tajo en medio abriendo en dos parte. Al suelo y lo pisoteáis o a la basura o lo quemáis lo que os tiempo si estáis en una pelea. Con sacar el corazón está muerto del todo…si es un convertido le daréis la paz eterna, si por el contrario es un No Muerto nacido de un murciélago se convertirá en polvo en cuanto el corazón sea partido en dos. De los convertidos queda el cuerpo que quemamos lejos del ojo humano. Si os encontráis con ellos y quedan cuerpos llamáis al “servicio de limpieza” que tenemos. Gabriel a escena.

— Nuestros clanes pensaron que habían acabados con todos pero ahora sabemos que no es así. Alguna facción o algún clan, no lo sabemos aún, logró escapar y huir a las montañas y luego a los bosques donde suponemos han estado sobreviviendo como salvajes. Pero ahora están en Cadwell y por las informaciones recibidas de los otros clanes por nuestros familiares, sólo es aquí. Las prostitutas muertas son cosa de esos bastardos pero no tardaran en crear más No Muertos y en seguir matando para alimentarse. No sabemos porque están aquí pero si sabemos que si no les paramos los pies todo lo que hemos construido aquí se irá a la mierda y tendremos que volver a la puta vida salvaje que no nos gusta y despreciamos. Si os muerden y no es para follar o es conocido, venir enseguida aquí o a la Mansión, os protegeremos para que no os conviertan en No Muertos hasta que alguien que os quiera o vuestra pareja si la tenéis pasada una semana os muerdan y borre la marca de esos hijos de puta.

— ¿Se salvó el hijo del vampiro mayor? — preguntó una de las chicas.

— No. Lo de que si alguien que quieras te puede borrar la marca pasado un tiempo no valió para su hijo. Era ya un No Muerto. El vampiro mayor se quitó la vida exponiéndose al sol cuando acabo con su hijo y viéndose ya sin familia. No podremos evitar algunas muertes, ni que conviertan algunos humanos hasta que los cacemos pero nos tenéis aquí para vuestra seguridad y lo que os haga falta. Hasta no saber dónde está su nido y acabar con sus jefes y ellos, tener cuidado. Y si os muerden sea la hora que sea correr aquí, todos sabéis como entrar y cuando suene la alarma en nuestra casa vendremos en vuestra busca en un cerrar y abrir de ojos. Jefe, son todos tuyos.

— Han marcado al poli — se oyeron palabrotas, frases mal sonantes y toda clase de piropos mal dichos en contra de esos bastardos. Butch se los había ganado. Levante mi mano y guardaron silencio — Muerte está siendo su sombra en la oscuridad por si van a beber de él. Y vamos a intentar que pase esa semana con nosotros y explicarle todo y lo que hay que hacer.

— ¿Y si nos delata? —me hizo notar una sumisa.

— No lo hará. Tenéis mi palabra de con él estamos seguros y no voy a dejar que se convierta en No Muerto solo por guardar nuestro secreto. Tenemos que cuidarnos y cuidar a los humanos que podamos. Sabemos que algunos tenéis parejas humanas que nos habéis ocultado por temor a represalias por nuestras leyes, hablar con ellas y con ellos y cuidarlos. Si veis una mordida que no es vuestra traerlos con nosotros y hacerlo con tranquilidad. Ha llegado la hora de cambiar algunas de nuestras leyes. A los donantes ya les hemos avisado, solo cederán su sangre aquí dentro y solo estarán los que lo hacen voluntariamente. No se va adormecer a nadie para beber su sangre sin su consentimiento.

— Jefe — Oscar y Dan más otros seis que cuidaban de los donantes dieron un paso adelante— no se cabree y saque su mano chunga a pasear pero… quitando los tres chicos de la noche que vino el poli nadie ha venido en su contra para hacer de donante. Y mejor que estén mordidos, me refiero a esos tres chicos o pueden ser presa fácil. Ser donante es un chollo y se gana una pasta y no tenían pintan de ricos.

— De acuerdo. Ir hablar con ellos y si se niegan los traéis y los convencemos nosotros. Cuidado ahí fuera y cuidar a los vuestros, los que tenéis niños mándalos a otro país con los abuelos, los tíos o quien sea. Menos el clan de mi padre y el de Muerte, si la parte humana no tiene familia podéis mandar a vuestros hijos con vuestros padres o el resto de los clanes hasta que acabemos con esta plaga de hijos de puta. Han abierto sus puertas para cuidar a los niños. No toméis venganza. Esta guerra es de todos y no de uno. Ir a vuestras casas.

En quince minutos el local quedó vacío y me encendía un liado cuando noté las miradas en mi nuca. Me di la vuelta muy despacio y fumando me fije uno por uno en mis socios.

— Hay que llamar al poli y darle una explicación— me hizo notar Gabriel.

— Será divertido ver su cara cuando le digas que lo marcó un No Muerto y con el tiempo se puede convertir en uno de ellos — soltó jocoso Kieran.

 — Y de guasa cuando le digas que somos vampiros — replicó Zane.

— Se va a descojonar cuando le sueltes que se tiene que quedar una semana con nosotros y que alguno lo tiene que morder — balbuceo Zaros mientras se aguantaba la risa.

— Mmmm…el poli sería un zombi muy guapo pero no creo que le gustara. Lo más seguro es que te cruja el culo a patadas o te rompa esa cara guapa —hizo notar Lauden.

— Le digo… ¡Y UNA MIERDA! Se lo vamos a decir juntos. Si rompe caras y culos que sean los de todos. —Encendí un liado y gruñí — Será de todo menos gracioso. Llevar varias cajas de whisky de Malta, mejor emborracharlo.

— ¿Quieres violarlo o decirle lo que pasa con él?...No me contestes socio. Club y Mansión están bien surtidos de bebidas. Pero por si acaso vamos a cargar el coche.

— Tú y tu manía de venir en coche Lauden cuando te puedes desmaterializar…tampoco me contestes. — Saqué el móvil y marqué su número que había copiado de la tarjeta que me dejo en la primera visita. Contestó al primer timbre. — Poli, soy Vishous, vamos hablar.




Butch Fated

Estaba en la sala del forense que nos había llamado y digo bien llamado porque estaba conmigo mi capitán y mi compañero.

— ¿Qué querrá este tío raro? — preguntó Mariachi.

— No es raro, es forense compañero.

— Lo dicho, raro.

Nos estábamos riendo cuando el maldito fantasma, le decíamos así porque nunca se hacía notar cuando llegaba, apareció.

— Qué bien que estén todos los que llevan los casos de las asesinadas. Capi, un abrazo de mi marido y que el Viernes hay una partida de póker.

— Dale un abrazo de vuelta y ahí estaré. ¿Nos vas a decir que pasa?

— Han llegado dos chicas más de la comisaria del Sur. Nos las han pasado porque el tinglado empezó en nuestra zona. Una es una prostituta de alto standing y la otra una universitaria.

— ¡No me jodas! — gruñí.

 — Ya me gustaría Duro pero soy fiel a mi marido y eres un heterosexual hasta la medula. No me gruñas que me pones cachondo.

— Olvídame Fantasma…al grano y que te gruña tu marido que se tiene el cielo ganado contigo.

— Niños, comportaos coño. Sigue Michael y deja a Butch en paz.

— La de alto standing era una estudiante de derecho. La universitaria que trabaja de camarera en la cafetería de la Universidad había optado por ser Criminalista y futura forense. Seguirme a la zona de las neveras.

Lo hicimos y abrió una nevera seguida de la otra destapando las caras de las dos chicas asesinadas dejando la sabana por encima de sus pechos. Iba a decir que esos dos cadáveres no eran ni remotamente parecidos a los encontrados en la zona Norte cuando vi las marcas. Unas arcadas se hicieron notar y empecé a sudar. Respiré profundo e intente calmar mis nervios.

— ¿Pasa algo Butch? No eres de los que se queda blanco por ver un cuerpo. — Me preguntó de La Vega.

— No, no me pasa nada. Sigue con lo que nos iba a decir Michael.

— Los otros cuerpos llegaron sin una gota de sangre y con el cuello abierto de lado a lado pero tenían las mismas marcas que tienes estos cuerpos. La diferencia es que ellas tienen aún algo de sangre en el cuerpo, tienen el cuello sin ser abierto de un lado a otro pero tienen muchas más marcas que las otras mujeres asesinadas. Muchas encima de las otras pero si os fijáis llegan hasta el final de los hombros las marcas de mordidas. Se han estado alimentando de ellas por un tiempo, bien semanas y como mucho un mes. Y han sido varios. No están en el sistema.

— Una pérdida de sangre tan excesiva ellas mismas lo hubiesen notado. — hice notar.

— No, si entre toma y toma dejas unos días para que la sangre se regenere o bien las han dormido y enchufado bolsas de sangre de su grupo sanguíneo compradas en el mercado negro.

— ¿Por qué unas degolladas y otras no? — preguntó el Capitán.

— Estas chicas tienen la sangre limpia…ni rastro de drogas, ni pastillas. Y si bebieron fue muy poco. Y supongo que al ser una sangre muy limpia seria…muy sabrosa para esos cabrones.

— Hay que buscar entre sectas y grupos que adoran al diablo y como no a los vampiros. Gracias Michael, cualquier cosa nos avisas y vamos a mantener la calma y la prudencia.

— Tengo mis labios sellados. He dado aviso a todos los forenses que me llamen si les llegan casos así y trasladen los cuerpos aquí. No te preocupes, les he dicho que es un caso que empezó en la zona donde está la comisaría central y que cuento con más medios y ayudantes.

— Gracias amigo. Si hay alguna novedad más házmelo saber.

Subimos en el ascensor y en el silencio me toqué el apósito que tapaba el cuello de la camisa y que me tuve que cambiar esta mañana porque lo manchó con mucha sangre a pesar de estar cosido y aun así vi las marcas y eran como las de esas chicas y las prostitutas asesinadas. Un sudor frio me recorrió la columna vertebral. Mariachi cortó el silencio con una pregunta estúpida.

— Los vampiros no existen… ¿o sí?

Se llevó dos collejas…una por mi parte y otra por la del Capitán que le soltó.

— No digas gilipolleces novato. Te metes a buscar sectas que idolatren a los vampiros o adoren al diablo. Es una orden.

Cuando llegamos al primer piso mi compañero fue como una flecha a su mesa. El Capitán a su despacho y yo al baño de hombres. Me quité la corbata que no había anudado nada fuerte y la camisa. Quité el apósito y ahí estaban…las mismas marcas que vi minutos antes.

— ¡PUTA OSTIA! — me volví a vestir y refresqué mi cara mientras mi frente se perlaba de sudor y mi cuerpo se estremecía. No era un cobarde pero estaba acojonado. El timbre de mi móvil me hizo saltar y sin ver quien era lo cogí. Una voz más que conocida me invitaba a que hablásemos. Iba a contestar cuando un compañero entró y se metió en las duchas.

— ¡Nos ha jodido!, claro que vamos hablar. Me pasaré por el club en cuanto acabé el turno.

— No, mejor vente a nuestra casa.

— Bien, dame la dirección.

— Es la casa que hay al final de la carretera central. La que está en la colina roja.

— ¡Mierda! Esa estaba en venta por una pasta muy gansa, vamos una millonada. Es una gran Mansión.

— Ahora es nuestra y vivimos todos juntos…pero para nada revueltos. Te esperamos.

— Acabo el turno y voy.

Cortamos la comunicación y me fui a mi mesa con mil preguntas que por ahora no tenían repuestas pero las iba a sacar a golpes si era necesario.

— ¿Y? — me preguntaron todos a la vez.

— Está muy cabreado pero vendrá.

Un suspiro de alivio conjunto se oyó en lo que era mi santuario en el club. Panda de damiselas.