lunes, 2 de octubre de 2017

TE MATARÉ...15ª


                                                                   TE MATARÉ



Vishous y Butch Fated

En los cincos días de recuperación del poli no lo perdí ni en un segundo de vista. Si salía a patrullar y matar a esos hijos de puta, se iban acordar de mi hasta en el mismo infierno. Me había convertido, no, esa no eran las palabras...mi instinto asesino con tintes de sádico demente, si, esa la frase, estaban en su total apogeo y con unas ganas locas de matar y matar sin control alguno. Sacudí mi cabeza con energía haciendo que las vertebras de mi cuello sonaran colocándose y retome el hilo de mis pensamientos. En esos cincos días, tanto el hombrecillo Fritz como yo vigilábamos su descanso y siempre en la sombra. La única, bueno los únicos que sabían lo que estábamos haciendo en silencio eran Jane y su macho, les ordene que guardaran silencio en cuanto a lo que estaba haciendo. Mi amigo no debía saberlo nunca. La culpa que sentía por haberlo herido de esa manera no se había disipado pero al menos me dejaba respirar.

Mientras me vestía y cargaba con armas estaba pendiente de los ruidos en la habitación de al lado. El poli estaría haciendo lo mismo que yo. Jane le había dado permiso para volver a la lucha y aunque yo no estaba de acuerdo, consideraba que habían sido pocos días de reposo, le dio luz blanca. Como ella bien explico a Wrath y a mi, paso sin una queja o una mueca de dolor las pruebas a las que lo había sometido. Aun así seguía sin estar de acuerdo pero esa opinión me la guarde para mi.

Respire hondo y salí hacia el salón. Nuestras miradas se cruzaron y me quede regazado y parado donde estaba, dándole su tiempo a Butch.

Que malditos cinco días de mierda y muy a pesar cumplí con todas las ordenes de la doctora e incluso mentí al pasar las pruebas para saber si estaba al cien por cien, no estaba por la labor de pasar ni un día mas metido en mi habitación y sin hacer nada, la desesperación de la quietud me estaba volviendo loco. Eso si no tuve tiempo de aburrirme como persona que estaba herida... me trajeron a Nalla e hice de canguro un par de noches para que sus padres, pudieran salir y divertirse. Rhage me trajo piruletas y sus chistes malos. Mary me leía todos los días. Beth hacia de mami preocupada por su cachorro y Wrath gruñía y amenazaba de que mataría a V sino me recuperaba del todo. Matar a mi compañero desde hacia días me parecía una muy buena idea. En fin todos y cada uno de los miembros de la casa se habían ocupado de que no estuviera solo de una forma u otra...todos menos Vishous.

No había aparecido por mi habitación ni un solo maldito día de mi convalecencia. Ni siquiera para preguntar como me encontraba o si necesitaba algo. Maldito cabrón egoísta. Cerré mi puño para golpear la pared mas cerca a mi y al final la cordura se impuso y baje el puño abriendo la mano. Otra herida,otro día en reclusión y me negaba a eso. Termine de poner las armas en su sitio. Cogí mi abrigo largo de cuero y me lo puse saliendo hacia el salón.

Nos encontramos con la mirada y acelere mi paso, ya no había ninguna necesidad de esperar por el.

Una vez en el despacho me situé en mi lugar de siempre. No me había terminado de colocar cuando la incomodidad del poli ante mi cercanía fue como un puñetazo directo a mi estomago. Sin ningún disimulo me moví para cambiarme de sitio encendiendo un liado. Note las miradas y las preguntas silenciosas pero me importo una puta mierda. Nunca había vivido temiendo el que dirán y no iba a empezar ahora. El alivio de Butch fue otro duro golpe pero esta vez directo a mi pecho.

No mire cuando entro, pero si me sentí molesto e incomodo cuando se coloco a mi lado como siempre había hecho desde que nos habíamos conocido y limado asperezas como compañeros de piso. No lo aguantaba seguía cabreado con el por no ir ni un solo día a preocuparse por como estaba. Mi cuerpo se tenso y di un gruñido por lo bajo. Dejaron de mirarlo a el y centraron en mi. Cuando se movió a otro lugar mi cuerpo volvió a la normalidad y la tensión en mi bajo de intensidad. Me acomode y espere las ordenes de Wrath. Éramos el centro de atención y que poco me estaba importando.

Me toco patrullar con Rhage y aunque tampoco me parecía una buena idea me callé la boca. Mi humor no estaba para aguantar sus tonterías y su nefasto humor negro. Caminando en busca de restrictores me aislé de la verborrea de mi compañero de patrulla y me centré en el poli y en como se había sentido cuando me puse a su lado.

Sabia muy bien que cuando Butch decía algo lo cumplía y por muy loco que yo estuviera no le volvería a poner un dedo encima o estaba seguro que cumpliría su promesa y me mataría y en efecto dominó mis hermanos los matarían a el. Con eso me era muy cabrón vivir pero lo podía aceptar, pero que no aguantara mi presencia era algo que me tenia totalmente descolocado.

Tal vez en mi afán y buen animo de cuidarlo sin que lo supiera había vuelto a meter la pata y a fallarle haciéndole otro daño distinto, pero igual de intenso. Gruñí cuando afirme para mi mismo y no pregunté.

— Mantén ese animo de cabreo V, albinos cabrones a las once.

— Da un toque al resto.

Corrimos hacia ellos empujándolos hacia el oscuro callejón a nuestra derecha, demasiados humanos en la calle. Cinco minutos después llego el resto.

Agradecí que Wrath me colocará al lado de Z para patrullar. Aunque ya era mas sociable al menos con el resto de la casa, le seguía gustando el silencio cuando salía a patrullar y eso me estaba ayudando, no estaba para malos chistes o conversaciones sin parar durante toda la noche. El silencio era para mi ahora mismo un gran alivio y a la vez una imperiosa necesidad. Pero no me iba a engañar a mi mismo negando que extrañaba al egoísta y poco amable chupa sangre de Vishous. Nunca lo afirmaría en alto ni aun dependiendo mi vida de ello.

Reconocí también, pero siempre para mi mismo, que no estuve aceptado cuando nos peleamos. Decirle medio hombre fue un golpe muy bajo por mi parte y mas suponiendo que la historia de esa parcial castración no tuvo que ser para nada ni agradable, ni poco dolorosa. El mejor que nadie sabe que me enciendo como una cerilla cuando me cabreo y tampoco se quedo corto con sus palabras hirientes. Pero una cosa si afirmaría en alto, si se le ocurre tan solo soplarme en la nuca, lo mato. Yo cumplo las promesas que hago.

Pensar que un "hola, ¿Cómo estas poli?" hubiese evitado toda esta mierda y mas tarde solucionado cualquier problema, pero no, el señor don ego desmesurado era incapaz de ser un poco amable.

— ¡ Joder, menos mal que suenan los móviles ! Pensabas tan duro que me tenias los putos nervios desquiciados poli.

— Lo siento Z...¿Donde?

— A cinco minutos.

— Pues a correr.

— Pero mira que tenemos de cena...la hermandad en peso con su mascota humana.

— Mascota humana ¡¡tu puta madre!! engendro del infierno. Me voy a comer tu corazón.

— Poli — me llamo Thor, sin como el resto despegar la vista de ese grupo de mierda — no hagas eso, huelen como basura y saben a mierda, tu estomago no lo aguantaría, créeme.

— Que tal si nos dejamos de gilipolleces y empezamos a picar carne de bastardos albinos — dijo Rhage sonriendo.

— ¡¡De acuerdo!! — gritamos todos a un mismo tiempo y nos tiramos a por ellos.

Cuando me moví con rudeza mis costillas aullaron, pero ignore el agudo dolor y me metí de lleno en la pelea. Al rato era consiente de que debía parar y retirarme pero necesitaba esto igual que necesitaba respirar. Un sudor frío empezó a cubrir mi frente. Mordí mi labio inferior y me tire hacia el que me había llamado mascota humana.

Me centré en la lucha sin perder de vista al poli. Lo vi fruncir el entrecejo y morderse el labio inferior, esos dos gestos me chivaron que Butch no estaba bien del todo, tal y como había pensado. Pero si abría mi boca a buen seguro volveríamos a pelear. Y aunque verlo pelear era un espectáculo muy sensual e hipnótico no debía de estar en este callejón. Mire a todos y supe que todos se habían dado cuenta de que el poli no estaba bien. Gruñí cuando su frente se perló de sudor, sus costillas no estaban sanas del todo. Se fue hacia el perro que lo insulto y sin darle tiempo a sacar su arma, le clavo una daga en el corazón y la recupero limpiando la sangre negra en la cara del bastardo.

Me levante triunfante y sonriendo como un demente loco por la sangre y eso que no era un vampiro, por haberme cargado al hijo de puta que me falto el respeto, ya me había cansado de que mi condición de humano siempre estuviera presente. Estaba tan absorto en mis pensamientos que no vi la única sombra cobarde superviviente salir de detrás de unos cubos delante de mi. Me cogió tan por sorpresa que antes de que pudiera sacar una de mis armas o siquiera levantar la daga que tenia en mi mano izquierda, su daga me hizo un tajo profundo y grande en mi costado derecho. Pero en vez de caer al suelo, la misma adrenalina y el cabreo por mi despisté, me hicieron tirar la pistola, coger otra daga y clavárselas una entre los ojos y otra en el corazón. Cayo como un fardo de mierda sobre los cubos de basura.

Ya habíamos terminado con esos perros mal olientes y asquerosos cuando vi una sombra moverse entre cubos de basura hacia el poli. Sacando una daga corrí hacia ese espacio al tiempo que gritaba que quedaba otro, ninguno llego a tiempo, el poli fue herido y en vez de terminar de rodillas o en el suelo, se fue a por ese hijo de puta y se lo llevo por delante. El olor a sangre que llego a mi desde Butch me dijo que la herida era grave y que perdía sangre de la misma manera que un grifo abierto. Sin pensarlo y al ver que se tambaleaba lo agarre por la cintura.

El sudor frío de mi frente corrió por todo mi cuerpo y me cubrió haciendo que me estremeciera y tambaleara. Alguien me agarro por la cintura y lo agradecí.

— Gracias.

— Aquí fuera nos ayudamos poli y estas herido y por como sangras no es una pequeña bre...

Mi cerebro registro quien era cuando la frase se iba acabar y todo volvió a mi. La rabia hizo alianza con el dolor de mis costillas y la profunda herida en mi costado que no dejaba de sangrar. Con los últimos vestigios de fuerza que me quedaba me solté de su agarre. Mis manos agarraron con fuerza las solapas de su abrigo y lo empuje hasta que un fuerte golpe de su espalda contra una pared me freno. Le puse un brazo sobre su cuello presionando y saque con la otra mano una de mis dagas que coloque en la yugular de su cuello. Empuje la punta y gruñí bien alto cuando vi su sangre empezar a correr en finos hilos.

No pude terminar la frase. Con una fuerza tan parecida a la que nosotros teníamos, me agarro por las solapas y me empujo hasta que mi espalda se empotro con tanta potencia contra una de las paredes del sucio callejón, que me hizo jadear. Sin darme un respiro para defenderme un brazo suyo se empujo contra mi garganta dejándome sin aliento. La presión de su brazo en mi garganta era peligrosa pero cuando note la hoja de una daga en mi yugular y la punta cortando mi piel, supe que estaba en serios problemas. Mire al poli a los ojos y estaban vacíos...iba a cumplir la promesa de matarme por haberlo tocado. El resto de los hermanos nos rodearon con la palabra preocupación escrita en sus caras.

— Te advertir que no me volvieras a tocar en tu puta vida...que si lo hacías te mataría. Yo no juego cuando hago una promesa.

— Poli, todos sabemos lo irritante que puede ser V y han sido muchas las veces que le hemos dicho que lo mataríamos por listillo, pero ese no es el camino. Si lo matas, nosotros te mataremos luego a ti y perderemos dos buenos y fieros guerreros de las hermandad. Venga suéltalo.

La voz del hermano Thor era suave pero firme, pero aun así el poli no oía. La punta de la daga seguía profundizando y un mal paso o gesto por parte de ellos me podía costar la vida en cuestión de un segundo y la de Butch al segundo siguiente. Quería hablar pero con su brazo presiono mas fuerte mi garganta. Mi aliento y aire eran escasos.

— Detective,esta broma es muy pesada y no nos gusta, si lo sueltas te compro un camión de tu whisky preferido — Rhage intentaba aligerar el ambiente pero el tono de su voz era de preocupación — ¿En serio vas hacer que te mate después de cogerte cariño? Hay otras formas de cobrarse una ofensa entre nosotros...suéltalo.

— Butch,hermano — le dijo Phury con calidez en su voz.

— ¡¡YO NO SOY VUESTRO HERMANO!!

Hubo un silencio tan tenso que cortaba al aire como una daga la piel.

— Lo eres...eres uno de los nuestros. Confiamos nuestras vidas en tus manos y tu la tuya en las nuestras cada noche que salimos a patrullar. Nos preocupamos los unos por los otros y como hermanos siempre estamos ahí. Compartes la mesa con nosotros y nuestra comida que te ofrecemos con todo respeto. Mi pequeña Nalla te adora y cuando oye tu voz sonríe y alza sus bracitos hacia ti, eres su tío preferido y tu lo sabes. Siempre nos ayuda cuando pasa algo a luz del día y no podemos salir, acudimos a ti porque eres uno mas. Defenderías con tu vida a nuestras hembras e hijos. Salvaste a Beth de una muerte segura trayéndola a la casa sin saber lo que te esperaba o si saldrías con vida. Y te quedaste porque demostraste tu valía honor y lealtad. Y porque Vishous dijo que te debías de quedar. Puede que no seas inmortal, que no bebas sangre ,que tus colmillos no crezcan pero eres de los nuestros. El día que te mueras de viejo, te honraremos y escribiremos tu historia en nuestros libros para que todo el mundo sepa que hubo un humano capaz de dar su vida por sus nuevos hermanos y otra raza que no era la suya. Butch...no hagas que esta noche tengamos que llorar la perdida de dos hermanos, ese dolor seria devastador para nosotros, para todos los que viven en esa casa y te quieren.

Zsadist se fue acercando mientras hablaba. Una vez a su lado no dijo nada y le tendió una mano.

— Dame esa daga hermano, no traigas dolor a nuestra familia.

Mire a Z y quite mi daga del cuello de V poniéndola sobre su mano abierta. Mis ojos se habían llenado de gua y esta corría ahora por mi cara. Al momento los brazos de Z me rodearon y yo le correspondí el abrazo. Cuando nos soltamos me volví a tambalear pero esta vez note que caía al suelo. Unos fuertes brazos me agarraron antes de que mi cuerpo chocara duro contra el suelo y al mirar quien era,la vergüenza cubrió mi ultimo acto. Vishous había evitado que cayera. Mi conciencia se tiño de negro.

— Lo que ha pasado aquí esta noche se queda entre nosotros. Wrath no debe saberlo. ¿Entendido? — dije con total seguridad — ¿entendido Thor?

— ¡Entendido! — contestaron a la vez.

Cargue al poli en mis brazos y corrí hacia el coche que había ido a buscar Phury seguido de mis hermanos. Z puso al tanto a Phury sobre lo que habíamos decidido no contar y también estuvo de acuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario