lunes, 11 de diciembre de 2017

¿DÓNDE ESTÁS BUTCH?...19ª


                                                           ¿DÓNDE ESTAS BUTCH?



Vishous y Butch Fated

Vaya noche de sangre y cabrones albinos matados como cerdos, se lo merecían. No se que coño pasaba pero parecía que se multiplicaban como las cucarachas y como sino tuviéramos pocos problemas, la banda de los Bastardos andan jodiendo. De un tiempo a esta parte parecía que nuestro mundo y el de los humanos estaban en perpetuo caos. Por fortuna iban entrando mas reclutas y el trío que nosotros llamábamos los tres mosqueteros: Qhuinn, Blay y Jhonn ya habían pasado su transición con notable éxito y eran unos fieros guerreros. Al menos esa parte estaba controlada.

Pero otra no, la puta pesadilla sobre el poli se había vuelto visión y las pesadillas sobre ese tema no me dejaban dormir. No me daban tregua y temía cerrar los ojos. Seguía quemándome las pestañas con los libros y me parecía estar sobre una pista que iba a saber esta noche si tenia razón o no. Por pequeña que fuera era una pista y había quemado tiempo libre en vigilar cuando cogería a esa persona sola.

Me vestí después de una ducha y una media sonrisa se dibujo en mi cara al pensar en el poli. Estábamos en un buen momento de nuestra convivencia, como si algo hubiese cambiado entre los dos. Ya no me apartaba cuando Butch me abrazaba o besaba o simplemente me tocaba el culo. Lo que quiera que me iba a decir la noche que bebió mi sangre aun no me lo había dicho en palabras pero me lo decía en gestos y a mi me parecía bien. No quería pensar mas allá del día siguiente. Día a día y ya veríamos. Ninguna promesa que se pudiera romper. Muchas veces los silencios hablan mas que las mismas palabras y un gesto podía ser mas importante que una sola palabra. Con su forma de actuar el poli me estaba diciendo que estaba bien con que le gustara un macho, si ese macho era yo y yo estaba bien con eso, porque me gustaba el y su compañía.

Me cargue las armas y me puse el abrigo largo de cuero. Salí al salón en el mismo momento que lo hacia Butch. Nos quedamos mirando.


Los meses habían pasado desde que bebí la sangre de V y seguía con la cabeza metida en libros con una lengua que yo no entendía. Ya no rehuía mi contacto y yo estaba feliz por eso. Se sentía muy bien poder besadlo o tocarlo o simplemente disfrutar de su compañía sin broncas ni malestar por medio. Al estar yo bien con eso era como si Vishous se hubiese relajado. Había una conversación pendiente entre los dos, pero el tiempo libre era escaso y el poco que teníamos, se perdía en busca de algo. Una vez le pregunte que buscaba y me contesto que estaba cerca de averiguar algo importante para mi.

Tenia la ligera sospecha de que seguía bebiendo su sangre y al menos ya no causaba estragos en mi cuerpo, tampoco se si eso tenia algo que ver con que me matara a pajas cada vez que podía...o era eso o el deseo que sentía por él. Porque lo deseaba y con mucha fuerza y ganas, pero no me atrevía a dar el primer paso. A fin de cuentas mi experiencia sexual con otro hombre era nula sin contar las dos veces que había estado con V. Pero el deseo estaba latente y no solo por mi parte.

Salí de la ducha y después de secarme me viste de negro y de cuero. Me arme y coloque sobre mis hombros una chaqueta corta del mismo material. Esta noche tenia una cita muy particular y espera que Vishous no se pusiera en modo “padre que no deja salir de noche a su hijo adolescente”. Abrí la puerta de mi habitación y salí al salón encontrándome de frente con un recién duchado V.

— ¿Vas a salir, poli?

— ¿Y tu?

— Yo pregunte primero.

— Vale, si voy a salir pero solo unas horas — gruñí molesto — esto es ridículo, se cuidarme solo y necesito coger aire. Además tu puedes ir a tu puto ático y yo no puedo ir a tomar una copa.

— Se que te sabes cuidar solo pero mis visiones son no para tomárselas a broma.

— No lo hago V y voy bien armado.

— De acuerdo. No apagues el G.P.S, mándame un mensaje cuando salgas del Zero y te quiero de vuelta en una hora...y no voy al ático — no entendía porque pero necesitaba que supiera que no iba a una sección de Bondage.

— Tienes mi palabra — mi cuerpo se volvo a relajar y sonreír mas ancho al saber que no iba a su santuario del dolor y placer.— ¿Dónde vas tu?

— Tengo que hacer una visita, a mi vuelta hablo con Wrath y contigo.

Salimos al pasillo del pit.

— No mates a nadie Vishous.

— No dejes que te maten poli o te pateare ese duro y rico culo tuyo.

— Mmmmmm eso es todo un piropo viniendo de ti jode mentes.

— Una hora y estas de vuelta.

— Seré como Cenicienta en la noche del baile y espero que mi príncipe me haga luego el amor — ya había soltado la indirecta, faltaba ver si la cogía.

— Tu se puntual y ya veremos que pasa...si te follo o te hago el amor — sonreí como un lobo y me relamí con la sola idea de tener a Butch debajo de mi y entregado.

Pasamos de estar parados en medio del pasillo del pit a caminar hasta estar frente a frente. Nuestras bocas chocaron y empujamos las lenguas al mismo tiempo. El poli me agarro por la cintura y yo por su nuca. Nuestras caderas se juntaron y gemimos. El beso se hizo mas salvaje mientras nuestras pollas se rozaban. Nos separamos por falta de aire y porque ambos teníamos que salir y aunque no sabia si la salida de Butch era importante, la mía si.

El cogió hacia el garaje y yo me quede parado donde estaba esperando que mi polla dejara de estar dura y se marcara como lo hacia en el pantalón de cuero. Me reí con descaro cuando vi al poli colocarse la suya antes de perderse. Un negro presentimiento se coló en forma de nube negra y gruñí corriendo donde el rey.

El trayecto hasta el lugar donde iba fue corto, de una media hora. Palpe cuando me baje del coche para ver que el arma y la placa de detective estaban en su sitio. No tuve que hacer cola cuando llegue a la puerta ya que hice notar que era policía con mucha discreción, tampoco fui cacheado, por fortuna. Al entrar dos hombres me esperaban y me llevaron a una pequeña habitación, que era un cómodo despacho.

— ¿Algún problema detective? Este sitio es legal,tiene los permisos en orden y no admitimos menores.

— No, ninguno...vengo como cliente, si hice notar que era poli es porque llevo conmigo un arma y temía no me dejaran entrar.

— Por un momento temimos los peor — me dijo el otro, parecían eran pareja.

— ¿Viene a practicar o solo mirar?

— Solo mirar.

— En ese caso vuelva donde lo recogimos, rellene el formulario y firme el contrato de confidencialidad. El chico que lo atenderá le dirá que debe hacer y cuando entre a la Mazmorra del Diablo, yo le acompañare en la visita y lo ayudare en lo que guste. Yo soy Paul y mi marido es Antón .
— Brian y perdón por el susto — les estreche las manos y volví sobre mis pasos.

Al salir un joven de veinte tantos me esperaba para atenderme.

— Muy bien encanto, rellena este corto formulario, cuando acabes firma estés contrato de silencio y te diriges hacia la puerta roja que esta a tu derecha, dentro hay unas taquillas, guarda ahí dentro todo lo que lleves encima y memoriza el numero de taquilla. Cuando pidas un servicio o copa lo das y a la salida pagas el total. Los precios están en el formulario y vigila cuando estés frente a la puerta mágica que el botón esta en rojo, si esta verde, espera que salga quien este y cuando se ponga rojo entras tu, eso vale para la entrada y la salida. Sales a la sala por la única puerta negra que hay en la habitación de las taquillas Si necesitas preservativos dentro hay unos casilleros con varias modalidades y con fecha muy reciente, si se te rompe estando dentro del sumiso avisas a unos de los guardianes y nuestro medico os dará a ti y a tu sumiso una tratamiento de prevención. Todo lo que aquí pase es privado.

No tarde mucho en rellenar el formulario que preguntaba sobre enfermedades hereditarias o de trasmisión sexual y de si era novato, experimentado, amo o sumiso. Mire los precios por curiosidad. Firme el contrato y volví donde el joven que me atendió. Le entregue todos los papeles.

— Encanto, bienvenido y que te lo pases muy bien. Cuidado ahí dentro, el pantalón de cuero te queda muy sexy y te hace un culito muy mono — me mando un beso volado y yo sonreí por la vanidad del cumplido y porque considerara que era un Amo.

Una vez que pase por la habitación donde estaba las taquillas, que era de un blanco inmaculado, salí por una puerta negra y tal como me dijo Paul me esperaba.

— ¿Una copa, Brian?

— Si, por favor. Whisky de Malta.

Llamo a unos de los camareros de sala y le hizo un pedido de dos copas de whiky. Fui a dar mi numero de taquilla, pero negó diciendo que esta vez invitaba la casa a todo. Una vez que tuvimos las bebidas hicimos un recorrido muy educador por la enorme sala.

— ¿Sorprendido detective?

— Tenia la idea de que era todo muy privado.

— Lo es. Esa puerta forjada de hierro y donde hay dos guardianes llevan a las mazmorras privadas. Lo que ves aquí es voluntario. Hay Amos a los que le gustan presumir de sus sumisos y lo obediente que son y hay otra parte para enseñar a los que son nuevo en este mundo cual es su campo y en que papel están cómodos. Y si son novatos se les asigna un Amo experimentado para que lo enseñe. Y hacemos los mismo con los nuevos sumisos.— me señalo una zona mas alzada que la otra — y ahí se dan espectáculos de Bondage, me explico, ”actúan parejas sin pudor” que mientras toman una copa dan un bello espectáculo.

— ¿Y los gorilas?

— Todos son Amos y controlan que ningún sumiso sea herido, que en las secciones publicas ningún Amo traspase los limites y escuchen la palabra de seguridad o en su lugar vean el gesto del sumiso. Son necesarios. Siempre que viene alguien nuevo se le asigna un acompañante para que lo informe y le aclare sus dudas.

— Estoy algo desubicado.

— Es de lo mas normal Brian, cuando yo conocí Antón el no conocía este mundo y mucho menos había entrado en un club de Bondage. Su curiosidad y su amor por mi hicieron el resto.

— ¿Es tu sumiso?

— Digamos que nuestras secciones son privadas e intimas y nos turnamos. Cara a la galería yo sigo siendo el Amo Dominante y mi marido mi sumiso.

— ¿ Alguna vez lo hiciste publico?

— Hasta que llego el, siempre y con preservativo, luego me retire de enseñar y me dedico solo a su cuerpo.

— ¿Tienes hasta un doctor? Y perdona tanta preguntas.

— Hay tres Amo que son doctores y nos echan una mano. E incluso hacen las analíticas y chequeo semanales de todo el equipo incluido los de la puerta. Todo es muy seguro y limpio. No me importunan tus preguntas, tengo la sensación de que tu pareja es un Amo.

— Es alguien que me importa mas que mi propia vida.

— Lo que yo decía, tu pareja. ¿Lo has visto en una sección?

— No, solo conozco el lugar donde lo lleva a cabo y los aparatos que usa.

— Y tu no te ves como un sumiso suyo.

— No, pero no me importaría probarlo de su mano y ver que se siente.

— Eso es muy valiente y habla del amor que le tienes a ese hombre. Creo que ser observador en una mazmorra privada te vendar bien. Sígueme.

Dejamos los vaso sobre una mesa y lo seguí como me dijo. Traspasamos la verja de hierro y bajamos por una escalera con antorchas a ambos lados de la pared. Me parecía estar entrando en la edad media. Llegamos al final de la escalera y seguían las antorchas a ambos lados de las paredes. Habían mas cuidadores y una pequeña barra que solo servía agua y refrescos. Me fije que había monitores de cámaras que controlaban dos fornidos hombres. Estaban tan bien camuflados que solo un ojo policial o los hermanos de la hermandad se hubiesen dado cuenta.

— Hasta aquí abajo, cuidamos la seguridad de los sumisos. Ellos son primero que los Amos y por eso hay cámaras en las mazmorras. Y también tenemos un catering de comida, que se pide por teléfono al piso superior. Cada mazmorra tiene baño y arriba hay varios baños con duchas y retretes. En la habitación de la taquilla también. Las toallas, sabanas y mantas se cambian después de casa sección. Espera aquí.

Toco y entro en una de las mazmorras. Dos minutos después me hizo pasar y me pidió guardar silencio. Me llevo hacia donde había dos sillones y nos sentamos. Me paso una botella de agua y observe todo lo que ese Amo hacia con su sumiso. Me empape de todas las expresiones de dolor y placer del cuerpo que castigaban. De como el Amo miraba primero por el orgasmo de quien recibía los golpes que por el suyo propio. De como eran golpes certeros y fuertes. Oía el látigo o la fusta corta el aire antes de chocar en la carne. Los gemidos. E incluso una vez la palabra de seguridad porque el Amo se había pasado en el nivel de golpear. Me pareció fascinante como este ceso todo golpe y se acerco acariciar a su sumiso con dulces palabras. Y me maravillo como al final de la sección envolvió con total devoción el cuerpo de su sumiso en una sabana y lo llevo en brazos hasta el baño.

Una hora después me despedía de Paul y Antón.

— Gracias por todo. Buenas noches.

— Ha sido un placer Brian.

— Sabes, creo que el poder no es del Amo, es del sumiso.

— No vas mal encaminado. Buenas noches.

Salía por la puerta cuando...

— Vuelves cuando quieras sexy culito.

Llegue a mi coche riendo, pero la risa se me corto cuando un olor que tan bien conocía me llego muy cerca.

— Mirar que suerte, buscábamos a la mascota de la hermandad y lo encontramos sin sus dueños, que suerte la nuestra.

— Y te creerás que eres gracioso hijo de puta.

— Esa boca mascota.

— Que te jodan.

— ¿Dime donde están tus dueños?

— Picha corta, encima de cabrón cobarde, eres sordo.

Hubieron risas y fue cuando me di cuenta de que era un grupo de unos diez y empezaban a rodear el coche y a mi. Tire mi mano derecha hacia atrás y un cañón se planto frente a mi.

— Tira la pistola al suelo y empujarla con el pie hacia mi.

Hice lo que me dijo, estaba en clara desventaja. Mire el móvil que lo tenia en la mano pues iba avisar a Vishous que estaba de vuelta a la casa. Le di a llamada con el numero de marcación fija que llamaba al numero de V y me lo puse en la oreja, me salto el buzón. Le deje un mensaje.

“ V,estoy jodido y en una emboscada...de este puto lio no voy a salir bien parado. Lo siento y fue un placer conocerte...te q....”

No pude terminar la palabra. Del primer disparo vi el fogonazo y cuando la bala choco y entro en mi hombro gruñí muy cabreado. Me tire a por el puto albino miserable y un segundo disparo choco y entro en mi pecho. Note mi cuerpo caer y chocar con el asfalto. Los ojos se me hicieron pesados y di gracias por perder la conciencia, el dolor eran fuerte y notaba mi sangre escapándose de las dos heridas de balas.

Después de tener una charla con Wrath me salí al jardín y me desmaterialice hacia el hospital donde había sido ingresada la madre del poli para una operación de cataratas. Me había pasado las ultimas semanas vigilando los pasos de esa buena mujer buscando el momento de encontrarla sola y poder hurgar en sus recuerdos y poder saber se Butch era hijo de su padre. El destino se puso de mi parte y aquí estaba entrando por el punto mas flaco del hospital, la morgue. De ahí a la planta 6 solo había cinco pisos que me separaban de mi propósito. Una vez dentro anule la cámaras de seguridad cogí una bata blanca y el ascensor. Todo estaba bien calculado. Una vez dentro tenia veinte minutos antes de la siguiente guardia. El personal de la noche era mínimo y eso me venia bien. El aparato se paro en la tercera. Me moví hasta el fondo de la caja, donde había menos luz y baje la cabeza. Se subió otro doctor.

— Buenas noches compañero.

— Buenas noches.

— Una noche tranquila.

— Si.

— En esta me quedo yo,que te sea leve la noche.

— Lo mismo.

Las puertas se cerraron y respire tranquilo cuando llegue a mi planta. Salí al pasillo y me encamine al ala sur buscando la habitación 602. No tarde en encontrarla y entre cerrando la puerta. Era de dos pacientes y la primera cama no era. Pase el biombo y me senté en el filo de la cama ,coloque mi mano sin guante en su frente ye empecé a buscar lo que necesitaba. Un rato después lo encontré.

El recuerdo era de la época joven en que era enfermera, era muy bonita. A su hospital una noche de navidad llego un herido de bala de una reyerta...era uno de nuestra raza. Ella era su enfermera, entre ellos nació el amor, bueno ella lo amaba para el solo era un pasatiempo con una humana guapa y empezaron una relación que continuo en noches de pasión. De una de esas noches ella quedo embarazada y cuando de lo dijo a el desapareció. Conoció al que era legítimamente el padre del poli y se caso con el para tapar la vergüenza de un embrazo siendo madre soltera y obligada por su familia. El engaño se mantuvo durante años hasta que el poli como niño travieso tuvo un accidente e hizo falta sangre. Todo se destapo cuando el medico le dijo a este hombre que no era el padre del niño accidentado. Este mal nacido le saco la verdad a golpes a su mujer e hizo de Butch su saco de boxeo. Hijo de puta, si un día lo encontraba en mi camino lo mataría con mucho dolor.

Una vez confirmada mi duda volví a la mansión. Corrí hacia el despacho del rey cuando mi móvil sonó a modo de mensaje. Quien fuera tendría que esperar. Entre sin llamar. Todos estaban ahí.

— Pasa V, no te cortes. ¿Y bien?

— Confirmado, su verdadero padre es uno de los nuestros.

— ¿Se puede averiguar quien es el macho?

— Tengo solo una imagen y un apodo. Pero su linaje era alto, un sinvergüenza, pero alto.

— Sigue buscando en los malditos libros. Es un mestizo pero de los nuestros.

— Hay una forma pero antes tengo que hablar con el poli.

— ¿Hablas de la regresión?

— Si.

— Dile que venga.

— Salió hacer un recado.

— Pues llámalo y dile que lo quiero aquí ¡¡ya!! Cuantos antes hablemos con el ,antes podremos o no hacer la maldita regresión.

Volví a sacar el móvil y atendí el mensaje de voz cuando vi que era del poli. Mire la hora, llegaba media hora tarde.

“ V, estoy jodido y en una emboscada...de este puto lio no voy a salir bien parado. Lo siento y fue un placer conocerte...te q....”

Cuando la primera detonación de disparo sonó acallando su ultima frase, un sudor frio me abrazo. Pero cuando sonó el segundo caí de rodillas gritando y maldiciendo. El móvil cayo de mis manos y aullé de dolor. Oí como Wrath mandaba a Phury fuera a controlar a las hembras y al resto de la casa que habían corrido al despacho al oír los gritos. Era tal mi agonía que los cimientos de la casa temblaron. Wrath hinco una rodilla frente a mi y por mi vista periférica vi como Thor cogía mi móvil.

— ¿Qué ha pasado hermano?

— Butch...he...ri...do...dos...dis...pa...ros... —mi pecho ardía de dolor y mi cuerpo empezaba a calentarse.

Tenia que calmarme o me volvería una antorcha humana de dolor y agonía.

— Rahge,Z ir en su busca.

— ¡¡NO!!

— Esta bien cálmate, ¿que quieres que hagamos?

— Iré yo a buscarlo.

— Pero no iras solo.

Sin mas palabras y seguido por Rhage y Z nos formamos en el lugar que mi sangre en su cuerpo me llamaba. Su coche estaba abierto, el G.P.S arrancado, ni su móvil, ni cartera estaban y sangre fresca del poli en el suelo. Por la cantidad que había perdió mucha. Lo seguimos hasta un descampado a las afueras de la ciudad y ahí deje de sentir mi sangre en el. Seguimos buscando hasta diez minutos antes del amanecer y volvimos a la mansión. Dimos las noticias al rey y se me quedo mirando a través de sus ojos.

— V, ¿como sabias donde tenias que ir sin tener su móvil o el G.P.S?

Era una pregunta trampa que solo tenia una respuesta, la verdad.

— Le he dado a beber mi sangre.

— ¡¡Estas loco!! lo podías haber matado descerebrado. —Wrath se levanto de un salto fiero y se me encaro.

— Esta vivo y secuestrado.

— Maldito loco, ir todos a descansar, tu aun no V, hasta que no vuelva anochecer no podemos hacer nada por Butch. — una vez solos me volvió a mirar y me puso una de sus pesadas manos en un hombro.

— Lo vamos a encontrar y traer de vuelta.

— Quien lo tiene es muy poderoso y fuerte. No es un restrictor al uso.

— Aun así lo vamos a encontrar...aunque haya sido una locura darle a beber tu sangre sin saber que era un mestizo, eso hará que lo hallemos y a traer a casa.

No dije nada, me zafe de su agarre y gire sobre mis talones. Una vez en el pasillo del pit me metí en la fragua, sabia que el sueño no vendría en mi consuelo. La casa parecía que había oscurecido y el silencio que venia de la pena me martilleaba la cabeza. Volví a gritar. Y me preguntaba donde estaría el poli y si estaría vivo. En estos momentos no sentía mi sangre latiendo en el y eso solo podía significar que estaba muerto.

Pero como fuera lo iba a traer de vuelta. Le hice una promesa y la iba a cumplir.

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