miércoles, 16 de mayo de 2018

TEMORES Y CUESTIONES...30ª



                                                TEMORES Y CUESTIONES

                                             
Butch y Vishous Fated

Al abrir la puerta los hermanos seguían ahí y no se si por mi cara o por prudencia callaron de sus bocas de cotillas cualquier pregunta sobre el olor en mi piel y que también llevaba el poli o sobre lo que había pasado ahí dentro. Mejor no quería matar a ninguno de los míos por ser como unas viejas chismosas sin nada mejor que hacer.

— Mmmmm…hola muchachos —salude sintiendo como mis mejillas se teñían de rojo.

Estaba bien pero me movía con incomodidad y con la ayuda de V.

— Tío, has crecido— me hizo notar Zhasdis.

— Si, pero no acabo de sentirme bien del todo, ¿eso es normal?

—Lo es poli — me hizo notar Phury — yo tarde mucho en acostumbrarme a mi nuevo cuerpo. Lo controlaras en un par de días, pero estarás y te sentirás raro una temporada.

— ¿Necesitas otro cuerpo para apoyarte? — me pregunto Rhage.

— Excelente, no quiero joder la espalda de Vishous.

— Pues a casa compañero.

— Me muero por darme una larga ducha.

El camino hasta el Hueco lo hicimos en silencio y agradecí la ayuda de los hermanos, mi cabeza iba a mil por hora y las sensaciones eran raras y desconocidas. Habituarme, esa era la palabra. Tiempo era la otra. Y costumbre la tercera. Otra nueva vida y esta vez en familia, eso era muy bueno. Respire profundo e intente no caer con todo el nuevo peso sobre mis amigos.

De camino al pit no podía dejar de pensar en cómo había sido mi maldita transición…de la que había sido rescatado de la muerte desde detrás de los árboles de un campo de batalla y como al despertar estaba tatuado con advertencias en mis rostro, manos y partes íntimas. Mire periféricamente a Butch, al menos él estaba seguro y tenía gente para protegerlo y cuidarlo mientras se hacía al brutal cambio.

Cuando al fin entramos solté un bufido de cansancio. Mi energía se había agotado en un trayecto que hacia sin problemas normalmente, parecía que había corrido una maratón. El sudor por el cambio y el esfuerzo tenían mi cuerpo pegajoso e intentaba mantenerme erguido y no dejarme caer en peso.

— ¿Qué tal si te acuestas? — me pregunto V.

— Primero una ducha…necesito una ducha urgentemente.

— ¿Tienes hambre? — me pregunto Rhage.

— Si por Dios. Quiero…

— Chocolate — acabo con una media sonrisa la frase Vishous.

— ¡¡Sí!! — Fruncí el entrecejo — a mí no me gusta el chocolate.

— Ya si — empuje la puerta del baño y Rahge abrió la ducha. Desnude al poli y lo empuje dentro.

— Esto no me gusta grrrrrrr el agua me quema, me molesta.

— Eso es normal. Durante una semana o diez días tu piel estará muy sensible, pero pasara. Dame un grito si me necesitas.

Había salido para comprobar que se había perdido la comida y la cama estaba preparada cuando oí un alarido que salía del baño. Gire sobre mis talones y camine deprisa hacia la ducha seguido de los hermanos Rhage y Z.

— ¿Qué te pasa?

— ¡Estoy calvo!

— ¿De qué hablas? Aun tienes pelo.

— Mi cabeza no ¡idiota! Mi cuerpo esta calvo.

Los tres empezamos a reírnos y Hollywood no se mordió la lengua.

— Ves, una ventaja más de ser vampiro. No es tan grave, así no tendremos que afeitarte la espalda como pensamos que pasaría cuando llegaras a viejo.

Una pastilla de jabón voló hacia nosotros que esquivamos riéndonos.

Una hora después ya duchado y comido estaba en la cama y mi habitación parecía el camarote de los hermanos Max. Hasta que la voz tronante de Wrath sobresalió por encima del resto.

— Todo el mundo fuera, el poli necesita descansar — uno a uno fueron saliendo hasta quedar solo el rey, la reina y V. — Bienvenido Butch, me alegra que todo saliera bien.

— Gracias y te pido perdón por haber bebido de la muñeca de tu esposa.

— Vete acostumbrando a nuestras palabras y aunque como macho enamorado y vinculado te hubiese asesinado no había más hembras en la casa.

— De todas formas gracias. Sin él— señale a V — y al resto no lo hubiese logrado. No estaría aquí con vosotros.

— Debes ponerte al día de nuestras costumbres, de nuestras palabras. De cómo hablar con la Virgen Escribana, ya que ahora eres un guerrero más. Y lo más importante empezar acudir a esas reuniones donde estabas vetado por ser humano. Me alegra de que por fin estés entre los tuyos, tú raza y familia. Dos cuestiones más y te dejo descansar.

— Dime.

— Nunca te dimos la oportunidad de ser de los nuestros por la leyenda. Al hacer la regresión y saber que eras de mi familia le pedí a Vishous que hablará contigo de la transición porque quería que estuvieras con tu familia real y verdadera. A partir de hoy lo que cuenta es que uno de los nuestros ya está en casa y nos sentimos muy orgullosos de ti y de contar contigo.

— Vishous, te lo dijo.

— Si y me apeno saber que pensabas que te hacíamos pasar por algo tan peligroso por una maldita leyenda. Muchos vampiros machos se quedan en el camino y no teníamos muy a favor saber cómo sería con un mestizo macho. Si te hicimos sentir mal, te pido disculpas hermano en nombre de todos los que vivimos en esta casa.

— Disculpas aceptadas.

— Y ahora decirme… ¿que pasara con el hecho de que ha habido una vinculación?

— Ha sido culpa mía — V y yo nos miramos y luego volví a mirar al rey.

— Ha sido mía Wrath, no tuve en cuenta…

— ¡¡CALLAR!! Por el Fade me dais dolor de cabeza. Por el motivo que sea ha pasado y — miro a Vishous — va a querer sexo todo el día y estar muy cerca de ti — luego me miro a mi — y tú te vas a volver loco sino lo tocas o estas cerca de él. Lo que hagáis con vuestra vida privada es problema vuestro pero una vinculación es una cosa muy seria. Tendréis que patrullar separados y hablar en algún momento del tema y buscar una solución si la hay…ahora descansa.

Y sin más se fue cogiendo por la cintura a su mujer. Hubo un rato de silencio que rompimos al tiempo.

— ¡Vodka!

— ¡Whisky!

 — Yo traigo las botellas y vasos.

— Sin vasos amigo.

Volví con las botellas y le pase la suya al poli. Me senté en uno de los sillones al lado de la ventana y por tiempo bebimos en puro silencio agotador.

— Vishous…

— Butch…

Nos reímos.

— Tu primero poli.

— ¿No se puede revertir lo que paso en la sala de entrenamiento? Hablo de la maldita vinculación de mí para ti, no del cambio.

— No, eso no funciona así.

— ¿Qué vamos hacer?

— Intentar que no vuelva a pasar.

— ¿Tan malo sería estar vinculado a mí?

— No lo sé — lo mire dejando la botella en la mesa de noche y me senté en el filo de su cama — escucha poli…yo no soy como lo demás —levante una ceja cuando fue hablar para que se mantuviera callado — y aunque parece una frase de esas películas tontas que ven las hembras, yo no soy bueno ni para ti, ni para nadie. Yo no conozco esos sentimientos que os mueven y no sé si quiero conocerlo o tenerlos por ti. Jamás he pensado en estar vinculado a alguien. Lo de Jane y yo termino porque no era capaza de dar el siguiente paso y porque sabía que no podía darle la vida que ella se merecía y quería. Yo no soy tierno, el sexo que conozco es duro y dominante. No se ser un macho romántico. No puedo cambiar como lo han hecho Z,Rhage o Wrath. Tengo un pozo oscuro dentro de mí y tantas vidas vividas que estoy cansado. Mi vida no es estar vinculado y menos emparejado con un macho…con nadie.

— ¿Y lo que hacíamos?

— Sexo, del bueno, pero solo es sexo. No voy a dejar que me vuelvas a tomar y dejare que me toques si lo necesitas pero no habrá un futuro donde suenen las palabras tú y yo. Me necesitas y ahí voy a estar. Te sanare. Seré un compañero más, pero no puede haber un siguiente paso. Empezó hoy y se termina hoy. ¿Lo entiendes?

— Lo único que entiendo es que no soy bueno para ti.

 — Soy yo el que no soy bueno para ti.

— No voy a entrar en el bucle de esa discusión…al menos te pensaras follarme tu a mí.

— Cuando te recuperes y si lo necesitas lo hare.

— Esas palabras me han puesto a cien, no te jode.

— Poli…

— Está bien, está bien. No te voy a obligar que hagas algo que no deseas, ni quieres. Ahora será mejor que te vayas, necesito descansar.

Sin más salí y me metí en mi habitación.

Cinco días después y mientras secaba mi cuerpo no podía dejar de mirar la imagen que el espejo me devolvía, no era que me quejara pero excepto mi cara todo en mi había cambiado. Negando termine de vestirme y me cale una gorra de los Red Sox hasta las cejas. Le había dicho a Vishous que ya que estaba fuera de rotación iba a ir un sitio. A regañadientes cedió y con la condición de estar visible por el móvil y el GPS.

Una hora después entraba por la puerta de la iglesia que había descubierto por casualidad. Hinque una rodilla en medio del pasillo e hice la señal de la cruz. Me levante y senté en el banco de siempre empezando a rezar. Note su presencia antes de soltar el aire de m respiración por la nariz.

— Buenas noches hijo.

— Buenas noches padre.

— Siento haber perturbado tus oraciones, pero pensé que eras una persona que lleva tiempo sin venir.

— Padre Andrés, soy Butch.

El cura se paró en medio del pasillo y cuando se giró y me vio su boca se abrió del todo. Me quite la gorra y le sonreí. Parpadeo un par de veces y me levante cuando vino hacia mí para darme un abrazo.

— Muchacho, ¿Qué te ha pasado? Dios bendito.

— ¿Tiene algún lugar más íntimo para poder hablar?

— Claro, en mi despacho, sígueme.

Una vez en su despacho me invito a un vaso de whisky de una botella que escondía entre libros en una de las estanterías.

— Me sorprende padre.

— No me juzgues hijo, es la única licencia que me permito y no siempre.

— Dios me libre — alce mi vaso sonriendo — y amén por la licencia.

Bebimos y yo tosí un poco incómodo.

— ¿Quieres confesarte?

— Quiero contarle algo y que quede en secreto de confesión. Hay vidas en juego.

— Pues habla y tienes mi palabra de que no saldrá nada de aquí. En esta habitación estamos tú, yo y Dios.

Y empecé a relatarle la historia de un hombre que no tenía nada que perder con la vida que llevaba. De cómo su destino cambio en un apestoso callejón una noche de borrachera y putas. De cómo conocí a mi verdadera familia y supe quién era mi padre biológico. De cómo en este mundo había más de una raza. De que sangre corría por mis venas. De cómo había averiguado que estaba enamorado y no era correspondido y acabe la historia diciéndole como opte por el camino del cambio y de cómo ahora era una “especie de vampiro mestizo con alma de humano” y de ahí el cambio notable de mi cuerpo y físico.

Al no oír nada de su boca me levanté con el ánimo de irme y pensando que había sido un error hablar con el padre.

— Siéntate O´Neal. — Lo hice sin saber dónde meterme — los vampiros son la encarnación del mal y del pecado.

— Estos no…yo no.

— ¿Te crees esa fabula que me has contado?

— No es una fábula, es una historia real. Es mi historia. Además ¿de dónde salió este enorme cuerpo y estatura?

— Los fármacos prohibidos hacen maravillas y crean cuerpos espectaculares.

— Esto es por la transición, no por fármacos.

— No puedo dar veracidad a lo que me has relatado.

— Pues se lo mostrare — apoye mis codos sobre la mesa y me hice hacia delante y estar delante de las narices del padre. Deje que mis colmillos crecieran.

— ¡Santo Dios! — Hizo la señal de la cruz — ¡Por todos los Santos!

Me levante guardando mis colmillos.

— Lo siento, no quería ponerlo en una encrucijada. Yo necesitaba confiar en alguien fuera de mi círculo y saber que a pesar del cambio seguía siendo yo mismo. Ha sido un error.

Salí como si el diablo me persiguiera y pare en seco cuando vi a Vishous en medio del pasillo de la iglesia. El padre llego a mi altura y me toco poniendo una de sus manos sobre mi hombro sin darse cuenta de la presencia de mi compañero. Eso fue un tremendo error. V se fue hacia él y lo tumbo agarrándolo por el cuello y con sus colmillos amenazantes a un centímetro de su yugular.

— Compañero…¡¡NO!!...déjalo en paz.

— GRRRRRRRRRRRRR

—Vale, pero suéltalo, no me iba hacer daño y por si no te has fijado es un sacerdote.

De muy mala gana lo soltó y yo ayude a que se levantara del suelo tirando de su mano que había agarrado la mía. Sin alejarse y sin una nube de miedo nos miró mientras discutíamos.

— ¡¿Por qué apagaste el puto móvil?!

— Porque estoy en una iglesia, por si no lo has notado. Y no sueltes taco aquí dentro.

— ¡Te dije que tenías que estar en el radal! ¿Estás sordo o qué? Eres muy vulnerable aun.

— Esta bien, lo siento, pero deja de gruñí de una vez y vámonos de aquí antes de alguien entre.

—¡¡Alto ahí!!

V y yo nos miramos con la sorpresa escrita en nuestras caras.

— Padre…

— A mi despacho…los dos.

Nos encogimos de hombros y lo seguimos.

— ¿Quién es este? — me pregunto Vishous.

— El padre Andrés, encontré esta iglesia por casualidad una noche y antes del secuestro venía a menudo.

— Eso ya lo sé, no creerías que no lo iba averiguar, lo que pregunto… ¿es qué relación tiene contigo?

— Es mi padre espiritual y mi amigo, solo eso.

Sendos vasos de whisky fueron puestos en nuestras manos y nos sentamos cuando fuimos invitados a ello.

— Si creo que Jesús fue concibo por obra y gracia del Espíritu Santo creo tu historia y lo que mis ojos han visto. Y lo he visto por dos veces. Aunque lo de tumbarme en el suelo y amenazar mi vida sobraba. — Miro a V — por lo que me ha contado Butch tú tienes que ser ese amigo especial suyo. Encantado soy el padre Andrés —mi amigo choco la mano que el padre le tendió. —Se hizo hacia atrás y nos miró a los dos — me tendré que ir acostumbrando al hecho de saber que los vampiros existen y que son inmunes a las cruces como también he visto. ¿Ajos?

—Nos hace cosquillas y nos apesta el aliento cuando comemos muchos.

— ¿Agua bendita?

— De colonia no vas bien.

— ¿Rosarios, rezos y exorcismos?

—Dolor de cabeza.

— ¿Estacas?

— ¿Pretende matarnos padre?

— No.

— Mejor porque moriría con solo pensarlo y sin una oportunidad.

— Vishous, quieres calmarte.

— Tranquilo Butch, me gusta tu chico.

— No soy el chico de nadie…soy un peligroso y letal vampiro milenario sin sentido de humor alguno. Y odio los cuervos.

— ¡¡Vishous!! — con esa frase hizo referencia a la vestimenta de negro del padre, algo muy gracioso porque ambos eran forofos de ese color.

— Yo tambien hijo mio.

— No soy su hijo.

— ¿Pero qué te pasa amigo? Es una forma de hablar que tienen los sacerdotes. Macho mal dia para dejar de fumar tus liados.

Sin previo aviso salto del sillón y se puso a borrarle los últimos recuerdos al cura. Gotas de sudor perlaban su frente. Me sonreí para mí mismo, el padre Andrés era una roca dura de romper, bien por el sacerdote. Note y olí el cabreo de V cuando no lo logro.

— ¿No será irlandés como tú?

— Somos cabezas dura.

—¡¡Putos irlandeses!!

—¡¡VISHOUS!!

— ¡¡¿QUÉ?!!

— Dejar la discusión. Vuestro secreto está a salvo conmigo. Por Dios como me duele la cabeza.

—Padre es hora de que mi amigo y yo nos vayamos. Gracias por su confianza y por guardar el secreto. Ah y tómese unas aspirinas, mañana estará mucho mejor.

— Ir en paz pero no sé si con Dios o con el Diablo sea como sea, ir en paz hijos.

No pude evitar una sonora carcajada ante la última puntación del sacerdote. Dimos las buenas noches y salimos subiendo al Escalade. Iba a poner algo de música cuando V hubo más tranquilo me hablo.

— ¿Lo necesitabas?

— ¿El qué?

— Hablarlo con alguien de tu confianza.

— Sí.

— ¿Estás seguro de que no dirá nada?

— Pongo mis manos en el fuego por él. Lo que se cuenta en secreto de confesión no se cuenta fuera de ahí. Aunque sea un asesinato.

— Si es así por ahora no lo matare.

— ¿Se lo dirás a Wrath?

— No.

— ¿Qué tal la patrulla?

— Muy rara, no nos hemos topado con ningún culo albino apestoso y había un aire muy raro en el ambiente. Algo se está tramando y me temo que tenga que ver contigo.

— ¿El Omega cabrón?

— No lo sabemos poli y por eso no voy, ni vamos a perder tu culo de vista y por ese motivo siempre tienes que estar localizable si sales solo. Pero hasta que sepamos que pasa se acabaron las salidas en solitario. ¿De acuerdo?

— De acuerdo.

Una hora después estábamos de vuelta en el Pit, Vishous había ido a darle el parte al rey, yo estaba en mi cama cuando mi puerta se abrió. Nos miramos y las palabras sobraron. Abrí el lado libre y le hice una muda invitación que acepto. Cuando se acostó me llevo hacia él y me abrazo.

El silencio nos envolvió y arrastro a un sueño no muy tranquilo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario