miércoles, 20 de junio de 2018

DE NUEVO EL OMEGA...32ª


NOS VOLVEMOS A ENCONTRAR

                            

Vishous y Butch Fated

Estaba en mis ordenadores cuando oí la puerta del pit abrirse. Mucho antes de verlo delante de mi supe que era el poli. Paso por delante y no solo no freno que siguió su camino de largo. Di por hecho que venía a por el resto de su ropa.

Gruñí y me levante cuando el portazo de la puerta de su habitación hizo temblar los cimientos del lugar. Me levante poniéndome un vaso de vodka pasee a lo largo de mi habitáculo donde tenía todos mis aparatos.

Estaba tan perdido como una fiera herida enjaulada porque no sabía, no tenía ni puta idea de cómo llegar a él después de lo que yo había hecho. Yo era un negado en arreglar problemas de índole personal. Un fiera arreglando aparatos y un jodido listillo en joder todo lo bueno que me podía suceder.

Le puse un vaso de whisky y volví a sentarme. Minutos después salió, hizo una corta parada donde la copa y salió del pit. Me levante de nuevo y algo se rompió dentro de mí al ver el vaso lleno y la cruz al lado. Su puerta abierta era un sinónimo de que mi antigua soledad volvía hacer mi compañera.

Ese gesto era un…hasta nunca cabrón.




Fritz se había ofrecido para traer a mi nueva habitación el resto de mi ropa y armas, pero me negué. De camino hacia el que había considerado mi hogar miles de emociones me asaltaron pero me podía la rabia, el dolor de su rechazo y el cabreo que me mantenía en pie de no querer vinculase conmigo.

Antes de marcar el código respire bien profundo y calme el temblor de mis manos. Puse los números y cuando la puerta cedió entre. Supe que estaba sin verlo. No me pare, seguí de largo y me metí en mi habitación dando un buen portazo.

Mientras llenaba dos de las bolsas que tenía con ropa y armas las lágrimas quemaban por correr por mi cara pero que me mataran si lo permitía. Cumplido lo que vine hacer salí dejando la puerta abierta. Al pasar por el frente de la barra americana vi el vaso de whisky.

Deje las bolsas en el suelo y me quite la cruz del cuello dejándola a un lado del cristal, volví a cargar las bolsas y me marche. Esta vez me iba de su vida y del pit para siempre.

El poli fallo en la primera y segunda comida y no me quede tranquilo cuando llego la tercera y no bajo, Fritz me comunico que había pedido le subieran todas las comidas a su habitación. Me salte la última y me metí en la fragua hasta que llegara el momento de ir a la reunión antes de la patrulla.

Había preferido comer en el cuarto y evitar preguntas y miradas incomodas de los demás, además por mi mal humor bien podía recibir una mala contestación y no tenía ganas de líos. El rey termino su charla con consejo de siempre “tener cuidado ahí fuera con vuestros culos y volver de una pieza” Vishous y yo salíamos de los últimos cuando Wrath ladro.

— Vosotros dos… ¡no!

Sin mirarnos cerramos la puerta, nos dimos la vuelta y encaramos al rey desde el otro lado de la mesa de su despacho.

—Tú dirás hermano.

— Sentaos princesitas.

Lo hicimos el uno más lejos del otro todo lo que nos fue posible.

— ¿Algún problema entre los dos?

— Es privado.

— Nada.

—Poneos de acuerdo a la hora de contestar…repito la pregunta ¿algún problema entre los dos?

— Si, pero es privado — conteste de nuevo mientras V se encendía un liado.

— Me importa una mierda lo privado que sea vuestro asunto…yo quiero frases largas y que me digáis los dos si el resto de los hermanos por culpa de ese puto privado están en peligro — miro a Vishous — y el poli también. Concede el honor de oír tu voz V.

— Por mi parte no. Cubriré a mis hermanos y a Butch cuando sea necesario o la ocasión lo requiera y seguiré sanado al poli como hasta ahora cuando aspire albinos cabrones.

— Butch…

— Por la mía tampoco. Protegeré a todos mis hermanos por igual y los defenderé con mi vida si fuera preciso. No me opondré a que Vishous me cure cuando aspire.

— Veis lo fácil que era. No entiendo que me hagáis cabrear cuando estoy de buen humor.Butch está pendiente el tema de tu alimentación que está muy cerca.

— Lo sé, elige tú a la hembra y dime cuando y a qué hora.

— Tenía entendido que V había cubierto ese tema ya.

— Lo hice y…

— No es su puto problema. Lo dejo en tus manos primo.

— De acuerdo…buena cacería.

Salimos cuando Beth entraba. La saludamos y seguimos nuestro camino.

— Mi rey.

— Mi reina.

— ¿Qué te tiene con el ceño fruncido?

— Que no, quienes.

— Butch y Vishous.

— Si, esas dos mulas.

— ¿Has olvidado lo mula que fui yo misma?

— No — sonreí a mi nallum cuando se sentó en mi regazo — yo también lo fui pero cedimos a lo que ambos sentíamos y todo fue a mejor. Entre esos dos ha pasado algo muy grave que ha hecho que se hayan distanciado hasta en punto que el poli se ha mudado a una de las habitaciones del piso superior.

— Lo sé. Pero terminaran solucionando lo que sea que haya pasado.

— Espero que lleves razón o tendré que tomar cartas con la vinculación que tuvo el poli hacia V.

— No creo debas meterte en algo tan íntimo y personal. Deja que ellos vuelvan a tomar las riendas. Hay temas en lose nadie por muy rey que sea se pueda meter. Creo tener la solución para quitar tu ceño fruncido y tus preocupaciones por un momento.

— Pues no esperes mi reina.

Esta noche las patrullas iban de tres en tres y por dos tiempos. En el primer grupo…Rahge,Vishous y yo. En el segundo…Zsadist,Phury y Thor y en el tercero…Jhonn,Qhuinn y Blay.

Hollywood hablaba como una cotorra y solo paraba cuando se metía una piruleta en la boca. El poli y yo a sus costados en absoluto silencio. Media hora después de estar dando vueltas sin resultados dimos de cara con un grupo de restrictores . Sin perdernos de vista entramos en un callejón y el poli freno el avance de ataque.

— Usemos la estrategia que acordamos en la reunión…yo los arraso.

Asentimos y sin perder de vista su persona le dimos la ventaja que habíamos hablado.

Cogí a uno por el cuello e hinque la rodilla en el suelo llevándolo conmigo hacia el duro pavimento. Me acerque más a él y empecé a succionar. Otro verdugo se abalanzo contra mí y con una exquisita maniobra lo tire al suelo al lado del otro. Succione a dos tiempos. Un tercero vino a por mí y Vishous me lo quitó de encima clavándole una daga en el corazón después de tirarlo contra una de las paredes. Por fin alce la cabeza del montón del cenizas y comencé a vomitar con fuertes arcadas. Estaba acabando cuando levante uno de mis brazos y extendí mi mano hacia V que venía corriendo y quitándose el guante hacia donde yo me había quedado.

En cuanto me posicione a su lado agarre su mano con fuerza pasándole mi energía y la luz de mi mano a su cuerpo. Entrelazamos las manos más fuertes y volvimos hacer dos mitades, luz y oscuridad. El Destructor y El Salvador. Un todo. El tener esa conciencia tan clara y mucho más que las otras veces hizo que me propusiera hablar con el poli como fuera y arreglar lo que había pasado entre los dos por mi culpa. Hallaría una solución para que todo cambiara entre los dos y para mejor.

En cuanto mi amo enganchó la de Vishous la hermosa luz blanca de su mano se filtró por mi brazo y fluyo como un rayo de descargando purificación y renacimiento a partes iguales en mí, en mi cuerpo. En esos momentos éramos dos mitades que se unían porque se necesitaban. Éramos el Yin y el Yang. Lo bueno curando lo malo. La luz mataba la maldad dentro de mí. Lo mire a los ojos y una tenue sonrisa cubrió la comisura de mis labios. Teníamos que hablar y buscar una forma de estar juntos y tener una oportunidad.

— ¿Esta bien? — le pregunte con un hilo de preocupación en mi voz. Tire de el para levantarlo.

— Ahora si V…gracias — mi voz sonó ronca y Rhage puso en mi mano una botella de agua. — no te pregunto de donde las has sacado.

— Haces bien. — se río — Thor avisa por mensaje del cambio de grupo. Tu poli sigues rondado con los otros hermanos por esta zona.

— Si me necesitas Butch haz que me avisen — me dijo Vishous.

— Lo mismo digo poli.

— Ir tranquilos estaré en buenas manos y todos saben lo que pueden y no pueden hacer si aspiro.

Me acababa la botella cuando Zsadis y Phury se materializaron cerca de mí y Rhage y V se evaporaban. Volvimos a patrullar y esta vez un poco más lejos del núcleo donde estaban los humanos, me reí para mí mismo por el mal chiste, pero tenía su gracia. Llevábamos una hora dando vueltas cuando volví a sentir de nuevo la conexión y esta vez más fuerte. De entre las sombras salió un solo restricto que nos hizo correr persiguiéndolo hasta el jardín de una villa abandonada. Ahí había un segundo restricto.

El primero se plantó frente a mí y empezamos a dar vueltas a la manera pugilista y cuadrándonos como guerreros. Sin más se frenó y me miro. No me lo pensé, aprovechando la ventaja le hice una llave y lo tire al suelo. El otro solo miraba mientras yo aspiraba. Cuando termine vino a por mí pero Z lo intercepto para derribarlo.

 — ¡¡NO!! ¡¡NO!! ¡¡NO!! Que me mate el — me señalo pero Zsadist no le hizo caso y termino clavándole la daga en el corazón.

Me levante aliviado de solo haber tragado uno esta vez. Iba a mandar un aviso a Vishous cuando una llamada de conexión pero esta vez a lo bestia me aviso de que algo no andaba bien, nada bien. Esta llamada era como un alarido, un atroz rugido hacia mi persona. Una poca sutil manera de llamar mi atención. Una ola extrema de maldad se disparó dentro de mí y me quemo con una mezcla de calor y frio a la vez. Una tétrica carcajada que parecía venir del mismo infierno burbujeo cerca de mí y busque el punto de donde venía. Fui a tocar la cruz y recordé que no le tenía…en un rapto de orgullo me había desprendido del regalo de mi compañero. Maldita mala idea.

La escalofriante presencia se materializo delante de mí. Mi primera idea fue huir a ver quién era pero mi mal sentido del deber para el trabajo. Que era la leyenda hecha realidad. Algo de voluntad. Mucho coraje y una pizca de valentía hicieron que me quedara anclado donde estaba y mi instinto me decía que lo enfrentara o nunca tendría paz pensando cuando volvería a por mí.

Entre brumas sentí a los hermanos pegarse a mis flancos.

— ¿Qué pasa poli? — me pregunto Z.

— ¿Qué estas mirando? — Phury fue el siguiente en preguntar.

Me quedo claro que ellos no veían al Omega, sólo yo. Esto se estaba pareciendo a la serie “Entre fantasmas”

— Mi hijo.

— Y una mierda… ¡nunca!

— Butch ¿con quién coño hablas? — me grito Z.

— Poli, ¿Qué pasa? Di algo por el fade. — la voz de Phury fue más suave.

Ignore a los dos y me centre en ese hijo de puta.

— Yo te engendre. Te di una parte mía. Te hizo mío desde dentro hacia fuera.

— Esa mierda no te hace ni mi dueño, ni mi padre. Yo no soy ni hijo ni pariente tuyo Omega cabrón.

— Siempre te proclame como mío…como el único. Como mi hijo — su mano fantasmal me señalo y yo me estremecí.

— Te repites como el ajo y me aburres. Además ese puesto ya está ocupado por dos hijos de puta, uno muerto y el otro dando por culo. No hay cama para tanto capullo. — volví a tocar mi cuello en busca de la cruz y gruñí al no tenerla.

— Lo que llevabas al cuello, esa chuchería no me impresiona, ni nada de lo que hagan los hermanos de tu Hermandad. Ni los cerrojos. Ni las puertas blindadas. Ni las persianas.

— Ahí te equivocas… ¿recuerdas la leyenda de tu raza de talcos apestosos? — No espere su contestación — pues entre la Hermandad hay otra y tu fin está más próximo de lo que crees.

— Tampoco temo a leyendas y mucho menos a un mestizo. Mi poder es enorme, grande e infinito.

— Te voy a dar una lección muy rápida…al meter una parte de ti en mi puedo atajar el retorno de los restrictores a ti. Cada parte tuya que metes en tus verdugos y secuaces y que yo inhalo no regresa a ti con lo que tu poder va menguando y no puedes multiplicar a tus combatientes. Cuanto más consumo y llevo unos cuantos, tú debilidad se incrementa. Mi poder sobre ti es como una gota erosionando poco a poco en la roca.

— No te temo hijo…eres mi más grande obra maestra.

— Deberías temerme, porque lo que tú has creado acabara contigo.

— Busca en tu interior y sabrás la verdad— puso una de sus asquerosas manos huesuda sobre uno de mis hombros — eres mi familia. Mi hijo.

— Yo ya tengo una familia — cogí su mano, le hice una llave y lo tire contra el suelo. Lo inmovilice con una rodilla contra su pecho y un brazo apretando su cuello y abrí mi boca para aspirar cuando abrió la suya buscando aire, Mi nuevo estatus de vampiro me permitía una fuerza y potencia que no tenía cuando me secuestro. Mi venganza había llegado. — El discípulo supera al maestro cabrón — empecé a aspirar en serio y con fuerza.

— Si lo haces morirá.

— Que así sea. Al menos moriré protegiendo a los míos, a mi raza…a mi familia.

Con cada aspiración era muy consciente de que el mal puro de este cabrón me estaba envolviendo por dentro y por fuera. Por cada respiración donde me tragaba su aliento las arcadas venían y las tenía que frenar hasta que acabara. La herida bajo el ombligo se hacía mayor con rapidez y el dolor era lacerante. La humanidad que había quedado en mí se esfumo. Un sudor frio me baño y mi cuerpo se estremeció con temblores. El olor que los caracterizaba se hizo mi olor natural y yo rezaba mientras tragaba.

No tenía noción de cuánto tiempo había pasado aspirando a ese perro pero para cuando cabe termine vomitando sobre los restos de sus cenizas. Tampoco fui consciente de cuando deje de oír sus maldiciones primero, amenazas de segundo y sus lamentaciones para finalizar. Un destello blanco acompañado de un amargo y húmedo frio barrió el mhis con que el Omega me había envuelto. Vi a todos mis hermanos buscándome como locos y con desesperación. Vishous corrió hacia mi cuando caía de espaldas en la hierba al lado de las cenizas vomitadas.

— ¡¡POLI!!...por satanás ¿Qué ha pasado? ¿Qué te han hecho? — rompí su camisa, saqué el guante y empecé a darle luz.

— El Omega.

 — ¿Dónde está ese hijo de puta? Lo voy asesinar con mi puta mano.

— En…ese…montón…de…cenizas — el aliento me faltaba.

— ¿Lo has aspirado?

— En…te…ri…to

— ¿Por qué poli?... ¿por qué?

— Por…mi…fa…mi…lia…y…mi…ra…za — trague saliva — por…ti

Por mis muertos, el aspecto de Butch era el de un cadáver. El olor a talcos me daba arcadas y su estómago estaba muy hinchado. La herida era un ojo grande y negro como el mío cuando se dilataba para tener una visión. Toda la maldad del Omega y sus verdugos recuperados estaban dentro del poli poseyéndolo y yo lo notaba como nunca lo había notado. Tuve que cubrir todo mi cuerpo y el de mi amigo con la luz de mi mano.

— Vis…ho…us…

— Estoy aquí amigo.

— Me…mu…ero…

— Ni lo pienses y quédate conmigo. Vamos a salir juntos de esta. — con mi otra mano peinaba su pelo mojado.

— Per…do…na…me…

— Guardas las fuerzas, el coche ya está aquí…nos vamos a casa poli.

— Te…amo…

— He sido un puto cobarde en cuanto a ti y lo que me mueves y haces sentir, pero te juro que lo vamos a solucionar Butch, te doy mi palabra.

— En…otra…vi…da…tal…vez…

— Aguanta campeón.

— Vis…

— ¡¡¡BUTCH!!!…¡¡¡NO ME HAGAS ESTA PUTADA!!!...¡¡¡VUELVE CONMIGO!!!...¡¡¡POLI REGRESA!!!

El aliento se secó en mi boca y un frio me tapo haciendo que temblara. Mi mirada vidriosa se quedó parada en la cara de Vishous mientras mis parpados caían y los cerraba. Me quede hundido en una oscuridad que no me gustaba. Oí a mis amigos gruñir, maldecir y decir todo un diccionario de palabrotas que nunca había oído. El calor de todos ellos me llego como una caricia y quise sonreír, abrir mis ojos y decir…chicos también os quiero. Todo ceso de repente y caí en un abismo sin fin mientras gritaba que no quería morir. Un torbellino de oscuridad y soledad paro mi caída, pero no se sentía bien.

Así que de Fade una mierda había ido de cabeza al infierno.

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