viernes, 1 de febrero de 2019

VISHOUS...39ª


VISHOUS 

                                                                     

Vishous y Butch Fated

Mientras caminaba sin rumbo en busca de una buena pelea con los putos albinos el aire me empezó a faltar. Me adentre en uno de los miles callejones sucios y apoye mi culo en una de las paredes intentando no perder la poca cordura que me quedaba. Craso error los cabrones recuerdos me avasallaron sin tregua.

El maldito campamento estaba situado en el centro de Europa, en lo más profundo de una cueva que era el preludio del infierno más cruel y sangriento que nadie hubiese conocido. Unos treinta soldados la usaban como base. Luego había como una docena de pretans que recibían entrenamiento y el doble de escoria que estaban a las órdenes del Sanguinario, mi padre. Además de otra docena de prostitutas que hacían la comida y atendían sexualmente a los hombres. Mi cabrón padre llevaba años dirigiendo ese campamento apartado del ojo del resto del mundo. Era curioso que de ese maldito sitio hubieran salido los mejores luchadores y hasta cuatro miembros de la Hermandad, pero muchos se habían quedado por el camino.

Mi primera sensación en ese basurero de sangre y muerte fue de hambre y frio…el mismo que estaba sintiendo en estos momentos. Me zafé de mis recuerdos y respire profundo intentando que mi cuerpo no temblara y mis nervios se templaran. Seguí recorriendo las calles y no podía negar que era digno hijo de mi padre, la crueldad estaba intrínseca en mis genes y ninguna Elegida se merecía un bastardo como yo entre sus piernas vírgenes.

Seguía caminando abstraído de todo lo que me rodeaba cuando al fin el olor al dulzón llego a mi nariz. Maldije, con ese olor tan característico a talco había matices de sangre fresca. Corrí hacia el lugar abriendo mi chaqueta y agarrando mis dagas. Cinco calles después me adentre en un callejón y ahí estaban, cinco malditos hijos de puta restrictos. Uno de ellos revisaba los bolsillos de un joven vampiro civil muerto a golpes. Los muy cerdos buscaban información para acabar con el resto de la familia, eso no iba a suceder. No al menos esta noche.

Uno de los bastardos por fin sintió mi presencia y se giró para enfrentarme. Los dos nos lanzamos uno contra el otro y nos estrechamos como dos bólidos a toda velocidad y de frente. El puñetazo que me dio el hijo de puta me dejo el cerebro dando vueltas como una noria. Después del aturdimiento llego la claridad y deje al cabrón girando como un trompo antes de clavarle la daga en el corazón. La saque y me fui a por otro. Del segundo recibí una patada que me hizo tambalearme, tropezar con algo y caer del culo al asfalto haciéndome daño en el tobillo derecho. Gruñí de dolor y como pude me levante y me fui a por el hijo de puta y de rebote pille al tercero. Con el cuarto caímos rodando al suelo después de ir el uno a por el otro peleando como bestias, intentaba salir de debajo de su cuerpo cuando note una daga que se clavaba en mi costado.

El dolor punzante me hizo gritar y fui muy consciente de que la hoja me había atravesado muy profundo la piel, él musculo justo debajo de la cavidad torácica del lado izquierdo. No era una herida leve, era muy grave y ya estaba empezando a notar la pérdida masiva de sangre. Acabe como pude con el maldito hijo de puta que me hirió mientras el quinto salía huyendo como un cobarde. Me lleve una mano al costado intentando parar la salida del líquido rojo y mordiendo mi labio inferior me senté y arrastre mi culo hasta que mi espalda pego contra una de las paredes. Respiraba intentando no perder la conciencia. Mis manos temblaban y mi cuerpo se empezaba a cubrir de un sudor frio.

Dentro del coche mi mundo se hizo añicos y todo por lo que había luchado estaba a punto de desaparecer. Abrí el tapón con los dientes lo escupí a la calle para beber. Mientras tragaba las lágrimas corrían por mis mejillas y no las podía parar.

Maldita mala suerte que siempre me había acompañado y que no me soltaba la polla ni para mear. Primero perdía a Jane y ahora a Vishous. Es que esa mala puta de la Virgen Escribana no podía dejar a mi macho en paz. Tenía que estar siempre ahí para joderle la vida a V, era como si le tuviera ojeriza. No es que con el resto de los hermanos o conmigo mismo fuera más amable, pero parecía que el vampiro le molestaba el doble que los demás. ¿Qué coño iba a pasar con nosotros? Éramos machos vinculados y como tal la solo idea de tener que compartirlo con muchas hembras me ponía enfermo y me hacía conocer las sensaciones de celos a nivel brutal. Yo no me iba a quedar esperándolo mientras se follaba una o dos hembras cada vez que la figura de negro lo llamara.

Deje la botella entre mis muslos y golpee con saña el volante. Cerré mi mano en un puño y lo dirigí hacia la luna delantera…lo deje suspendido en el aire y gruñí con toda mis fuerzas y la rabia que me invadía. Baje la mano cogiendo la botella y me bebí lo que quedaba. Ahora mismo me gustaría ser un simple humano y coger una borrachera que me hiciera perder el conocimiento. Tire la botella sobre el asiento vacío al lado mío y mire al cielo.

Apoye mi frente sobre el filo del volante y maldije mil veces mi perra mala suerte y al puto destino que siempre y cuando menos me lo esperaba me soltaba una patada en las pelotas. Lo que más me cabreaba es que parecía que Vishous había tirado la toalla y aceptaba ser un semental sin ninguna queja, solo porque la bruja así lo había decidido. Y sin pensar en mí, en nosotros, en un futuro juntos.

Mi vida se iba por un desagüe como agua sucia y yo no lo podía parar.

El dolor era lacerante y seguía perdiendo sangre a borbotones. Tantee hasta dar con mi móvil y en marcación rápida marque al poli. Cinco timbrazos y no hubo contestación.

— Cógelo maldita sea…cógelo Butch.

Estaba por ir a por otra botella cuando mi móvil empezó a sonar. Lo saque del bolsillo y mire quien me llamaba…don isla perdida ahora se acordaba de mí, a la mierda. Lo solté sobre el salpicadero y me lo quede mirando.

— Vete a tomar por culo semental.

Volví a marcar y de nuevo sonó. Esta vez no colgué y lo deje sonando.

De nuevo sonó y esta vez de manera persistente. Gruñí y abrí la llamada.

— ¿¡Que cojones quieres!? Semental de mierda.

—Butch…herido…de…gravedad.

Calle de golpe y un frío helado se adueñó de mi cuerpo.

— ¿Dónde estás?

— Calle Veinte al Norte…avisa a Phury…hay uno de nuestra…especie muerto.

— No te muevas voy en tu busca.

Esbocé una sonrisa ante él no te muevas, el móvil cayo de mis manos al perder el sentido.

Puse el coche en marcha y marque a Phury dándole las indicaciones de que avisara a los hermanos y fuera donde V. Cogía la carretera cuando salió y se evaporo hacia el callejón donde estaba mi macho. Tres minutos después llegaba yo y me bajaba corriendo sin cerrar el contacto hasta mi macho. Phury se quitó y fue a mirar al vampiro fallecido. Guarde su móvil en mi bolsillo y presione su herida con mi camiseta que había hecha roto para quitármela.

Al segundo llegaron Thor y Rhage, lo cogí entre mis brazos y corrí subiéndome a la parte de atrás. No tuve que decirle a mi amigo que pusiera el turbo. Cinco minutos después lo dejaba en uno de los quirófanos de la casa y en manos de Jane. A partir de ahí deje de estar en este mundo. Note que alguien me llevaba al baño y me lavaba las manos. Me ponía otra camiseta limpia. Me sentaba en el banco de espera y ponía un whisky en mi mano que me bebí de una sentada. Rechacé un bocadillo que me ofrecieron y eche la cabeza hacia atrás cerrando los ojos. Agarre mi cruz y rece. No sé el tiempo que había pasado cuando.

— Poli.

Abrí los ojos y Wrath estaba delante de mí.

— ¿Esta…

— Vivo, pero aún no está fuera de peligro. Jane te necesita dentro.

Salte del banco y corrí hasta empujar las puertas de la sala de recuperación. Me seque la cara con las mangas y camine hacia la cama de V. La Doc me recibió con una cálida sonrisa y un amable abrazo.

— Necesito hacerte una transfusión tal y como esta no bebería de tu vena y me urge que beba tu sangre.

— Adelante.

Me senté donde Jane me indico y mientras ello lo preparaba todo yo peinaba su descuidado pelo y lo miraba.

— Es un luchador Butch y tu sangre hará el resto. Os dejo solos mientras dura el proceso.

Agarre su mano enguantada y la lleve hacia mis labios. La volví a dejar en su sitio y seguí peinando su pelo mientras mi sangre entraba en sus venas.

— No te mueras Vishous…no te mueras.

Media hora después Jane volvió con el recado de que Wrath me esperaba en su despacho. La deje hacer y una vez libre bese sus labios y salí hablar con mi primo. Al llegar delante de la puerta respire hondo, toqué y entre. Dentro además del rey estaban Phury y Rehvenge. Supe al momento porque me había llamado.

— Estoy al tanto del todo, hasta de lo del Gran Padre. ¿Por qué no vino a mi después de la visita de la Virgen Escribana?

— Estaba muy jodido, se sentía acorralado…no es el regalo que uno espera para su cumpleaños.

— Iré al Otro Lado para infórmala que no podrá ser dentro del plazo que ella ha puesto.

— O sea esa maldita locura sigue hacia delante.

— Cuando ella pide algo nosotros no podemos negarnos. Haz de cumplir tu destino y lo que está escrito.

— ¿Me necesitas para algo más?

— Si, irás con Rhage al comedor para comer algo, te ducharas y cambiaras de ropa y solo entonces volverás al lado del hermano. Ese será tu plan durante los días de tu convalecencia y es una orden.

El guerrero se pegó a mi culo como mi sombra y solo se despegó cuando hice lo que mi primo me ordeno. Cada cierto tiempo Jane hacia una transfusión y para el cuarto día mi hambre de sangre me tenía tan famélico y a un punto de volverme loco. Llamaron a Marissa que se había ofrecido, para que me alimentara, fue de la única que quise beber, no quería delante de mí a ninguna de las Elegidas. Agarrar al Reverendo fue toda una odisea.

Un día antes de su cumpleaños abrió los ojos y me miro. Por fin pude respirar tranquilo y mi cuerpo se relajó.

—Poli.

— Vishous.

— ¿Cuánto llevo aquí?

— Casi una semana. ¿Recuerdas algo?

— Todo. Noto tu sangre en mi torrente sanguíneo. ¿Y el joven vampiro civil?

— Bien. De nada. El cuerpo fue devuelto a su familia y cazados los que fueron a por ellos. Me has dado un buen susto. No vuelvas a irte de mi lado cuando este mal y hayas un problema. Wrath fue hablar con la bruja del cuento y no hay fecha límite para tu nombramiento oficial.

— Ya lo sabe toda la casa, verdad.

— Sí. Pero todo seguirá su curso.

— Lo siento.

— Recupérate y buscaremos una solución para lo nuestro. No estoy por la labor de perderte. Te amo y eres mío. — Me doble y lo bese en los labios — estas vivo y eso es lo más importante.

Me pase todo el día a su lado y al fin llego su cumpleaños. Se despertó gruñendo por lo viejo que eran sus huesos y lo ayude a sentarse para que se alimentara de mi vena. Volvió a gruñir cuando le dije que Jane había prohibido el sexo hasta unos días más de recuperación. Lo bañe y me fui a desayunar para volver a su lado.

Era la tarde cuando entre sonriendo y lo bese.

— Feliz cumpleaños mi macho. — le di su regalo, un zippo negro con dos dagas de plata cruzadas y su nombre debajo.

— Joder poli, es… me gusta y mucho. Gracias. Yo…

—Te he entendido. Ahora espero estés preparado para lo que se te viene encima.

Fui hacia las puertas de la sala de recuperación abriéndolas de par en par y dejando pasar a todos los miembros de la casa que portaban comida, globos, regalos y refrescos y lo felicitaban con alegría y alguna que otra puya en relación a todos los años que cumplía. Fritz se las apaño para poner todas las velas en un enorme pastel de chocolate. Música rap se empezó a oír y vi como sonreía.

Nuestras miradas se cruzaron y ambos sonreímos. Hoy era un día para celebrar. Mañana es otro día.

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