miércoles, 9 de septiembre de 2020

PRESENTES...33ª



                                                                PRESENTES



                                       




Butch y Vishous Fated

Desperté después de haber dormido como un bendito. Mi macho ya no estaba en la cama. Me levanté y fui al baño hacer mis necesidades y lavarme los dientes. Me puse un pantalón corto y salí de la habitación. El olor a café recién hecho despertó todos mis sentidos.

— Buenos días dormilón.

— Buenos días, la culpa es tuya V, por tenerme toda la noche jugando.

— No me culpes a mí de tus perversiones.

Me reí con una limpia carcajada.

Puse delante de él una taza de café solo y cargado.

— ¿Quieres unas tostadas, poli?

— Si, hoy me voy aprovechar de ti.

— Marchando una de tostadas para un irlandés toca huevos.

— Estas de buen humor hoy Vishous.

— Tendré motivos para ello, pero no es lo habitual así que no te acostumbres. Me gusta mucho gruñí por las mañanas.

— Mmmmmm eres un cabrón — volví a reírme a carcajadas.

Desayunamos entre bromas y risas. Recogimos junto la cocina y de repente mi vampiro se puso muy serio.

— Dame un minuto.

— Claro.

Desaparecí de su vista y encendí un liado entrando en la habitación que compartíamos. Busqué en el ropero y saqué las dos cajas. Las puse sobre la cama y me pasee consumiendo el liado y enciendo otro. Si tardaba un poco más Butch vendría a por mí. Guardé la caja pequeña en uno de los bolsillos del chándal y cogiendo la otra salí.

Vishous estaba tardando y me preguntaba que tramaba. Me puse otra taza de café y espere a ver qué pasaba. De repente delante de mí apareció una caja de madera negra. Aparté la taza y miré a V que apoyaba sus caderas contra la encimera.

— ¿Y esto?

— Un presente para ti por tu entrada en la Hermandad.

Limpié mis manos en mi pantalón corto y muy despacio abrí las tapas que se apartaron dejando a la vista seis dagas negras sobre un lecho de terciopelo del mismo color. Eran hermosas, magnificas, exquisitas y brillantes. Y muy letales. Cogí una para calibrarla y se empuño en mi mano sin problemas, sin ningún defecto de calibre y peso. Era continuación de mi mano.

— Santo Dios, son hermosas y están perfectas para mí — lo miré y me apartó la vista — ¿las hiciste tú?

— Sí. Se las hago a todos.

— No lo dudo. Pero lo cohibido que estas me dice que estas dagas no son como las otras.

— No te hagas una película poli y no estoy cohibido… ¡y una mierda!

— Acepta un cumplido de este macho que te quiere por tal hermoso presente.

— No es mi costumbre.

— Lo sé, pero son las dagas más hermosas y perfectas que he tenido nunca. Gracias.

— Supongo que de nada. También te he hecho una cartuchera nueva de cuero para las pistolas y un cinto para cruzarlo en el pecho para las dagas.

Deje la daga en la caja y en dos zancadas fui hacia el para besarlo.

— Eres el mejor en la fragua.

— Puede que tenga una ligera competencia con el crio Qhuinn.

— Nunca será tan bueno como tú. Eres un maestro y el puto amo.

Nunca nadie había alabado en alto mi trabajo en la fragua. Pero valió la pena los dos meses que tardó en llegar el acero negro de Damasco y los tres que estuve en la cueva convirtiendo barras de hierro negro en dagas calibradas y afiladas para mi macho. Sin duda era mi mejor trabajo. Y estaba muy orgulloso de que le hubiesen gustado. Gruñí bajo y saqué la caja pequeña poniéndola delante de el sobre una de sus manos.

— Fui al sótano donde estuviste secuestrado y aunque busqué no encontré la cruz que te arrebataron, así que — tragué saliva y respiré hondo — te he comprado esta. Sé que sin ella te sientes desnudo.

Abrí la caja de terciopelo rojo sin perder detalle de sus palabras y el oro brillo antes de sacarla de su cama, mirarla embelesado, besarla y ponérmela.

— Joder Vishous, no es fácil que yo me quede sin palabras pero lo has hecho. Es magnifica y me gusta que lleve negro…es el color que te representa y me gusta mucho. Gracias de nuevo. Y es verdad me siento como desnudo si no la llevo puesta.

— Yo…

— Lo sé. No me hacen falta tus palabras, tus gestos, tus detalles hablan por ti. Gracias, gracias, gracias por todo mi macho.

— Te necesito Butch, pero a mi manera…duro y salvaje.

Me separé de él sonriendo, abrí mis brazos y sonreí.

— A qué esperas soy todo tuyo…aquí me tienes— me relamí los labios muy despacio — ven a por mí, cázame.

Mis manos se movieron sin que les diera una orden. Cogi su cara con fuerza y mi boca se cerró sobre la del poli con un gruñido de posesión.

— Decirle a un cazador milenario que te caze es muy peligroso. Mas si ese cazador desea a su pieza como yo te deseo a ti poli. —mi voz había bajado unos decibelios y era mas oscura y ronca de lo habitual.

Sus palabras me pusieron mas duro de lo que ya estaba. Me quedé inmóvil mientras su boca saqueaba la mía y sus manos recorrían mi pecho y abdominales. Jadeé abriendo más la boca. Aspirando el aire que se escapaba y disfrutando de los labios calientes y mojados de V sobre los mios. Mordió mi labio inferior antes de volver a meter a su lengua en mi boca. Nuestras salivas se mezclaban. Era un beso de rabia y puro y concentrado deseo. Las lenguas giraban alrededor la una de la otra. Las bocas muy abiertas. Un escalofrío ardiente subió por mi columna vertebral. Estaba teniendo la parte más salvaje, posesiva y de puro deseo de Vishous.

Nuestros cuerpos empezaban a sudar. Los dos estábamos hirviendo de deseo. Metí una pierna entre las del poli y empuje mi muslo hacia sus pelotas. Butch soltó un jadeo contra mi boca. Mi boca se fue hacia su cuello, lo besaba y chupaba dejando a mi paso moretones negros que salían al momento. Mordí su hombro derecho y empuje mis caderas contra las suyas mientras mantenía mi muslo en su lugar. Mis manos volaron hacia su culo y apreté sus nalgas con fuerzas. Los gemidos del poli eran música para mis oídos. Separé mi boca de su piel de muy mala gana y lo gire contra la encimera doblándolo por la mitad sobre ella. Le quité rasgando, el pequeño pantalón y gruñi muy alto ante la vista de su duro culo.

Me giro y dobló dejando mi culo al descubierto. Mi polla ya soltaba presemen. Lo sentí apretarse contra mí para hacerme notar lo que me iba a meter y tragué saliva en abundancia…era descomunal, duro y caliente, puro hiero rodeado de seda. No era la primera vez que tenia su polla dentro de mi pero hasta ahora nunca a su manera. Iba a doler y mucho.

Apoyé mi frente contra su nuca respirando mas fuerte de lo normal contra su piel húmeda mientras comenzaba a presionar y empujar contra su entrada. La temperatura de la cocina empezó a subir y yo seguía empujando. Tiré mis manos hacia sus nalgas y las separé gimiendo posesivo contra su nuca. Por fin quebré su entrada y seguí empujándome dentro de su culo.

Empecé a gemir mientras me mordía los labios por el dolor que estaba sintiendo. Tal mezcla era explosiva y me tenía en el límite de perder la cordura. Me estaba tomando de forma invasiva y salvaje. Vishous dejándose ir y siendo el mismo. Mi macho en estado puro.El olor de mi marcaje de separó de mi piel y flotó en la habitación.

Cuando llegué al final de su interior no paré sino que seguí moviendo dentro y fuera. Mis manos esta vez fueron a sus caderas que agarré con fuerza. Butch seguía gimiendo y sus caderas empezaron a bailar al ritmo de las mías. Yo gruñía como un animal en celo. Mi aroma de marcaje fue en busca del el del poli. Jadeé cuando mis colmillos se alargaron y busque su cuello. Seguía bombeando su culo cuando tiré de su pelo poniendo su cabeza hacia atrás y levando su medio cuerpo de la encimera. Soltó un grito de sorpresa por mi agresividad al hundir mis colmillos en su cuello. Tiré de su vena y bebí.

El muy cabrón me mantenía a pura fuerza y me follaba haciéndomelo notar. Un grito escapó de mi boca cuando se hundió en mi vena. Este era mi macho, el verdadero, el que no tenía miramientos para tomarme como lo que era otro macho. Era el único que podía tomarme de esa forma bestial. De fundirse en mi asi de animal. Me mantenía parado con una mano bajo mi cuello y la otra, la enguantada, ciñendo mi culo.

La sangre de Butch era muy rica y densa, con un toque de whiski y algo de pimienta. Bebí a tirones y gruñendo con cada trago que bajaba por mi garganta. Sus nalgas se contraían y dilataban mientras yo entraba y salía de el. Bendito y puto culo el que poseía mi macho y a mi me volvia loco de deseo. Baje una de mis manos hasta su polla que cerré en un puño para acariciarlo al ritmo que marcaban mis caderas contra las suyas.

Empecé a gemir alto y sin sentido cuando su mano cubierta de un guante de piel apretó y jaló mi polla con rapidez. Mi cuerpo se tensó cuando una corriente eléctrica atravesó mi cuerpo y corrió por mi columna hasta mis riñones. Mis pelotas se contrajeron y me agarré con fuerza a la encimera cuando todo a mí alrededor se volvió negro y un bestial y caudaloso orgasmo reventó todo mi cuerpo.

El mundo empezó a darme vueltas y un calor sofocante estalló en mis venas cuando Butch contrajo sus nalgas y apresó mi polla en su interior. Gruñidos se mezclaban con jadeos cuando el orgasmo me convirtió en polvo y desalmo mis defensas. Saque mis colmillos de su vena y cerré la herida mientras el orgasmo seguía sin tener fin.

— Eres...mio Butch.

— Ni lo he dudado nunca y menos ahora.

Muy despacio me salí de el y noté en la punta de mi polla un poco de sangre fresca.

— Vas a estar muy dolorido unos días.

— Lo estoy notando mi macho. Pero no me importara que me vuelvas a tomar asi cada vez que lo necesites.

Lo miré y le sonreí porque no era capaz de articular palabra alguna. El no lo sabia pero me había dado la vida al dejarme tomarlo a mi manera.

—¿Una ducha?

— Si y luego habrá que limpiar este desastre.

Una hora después y con el aviso de que estábamos fuera de rotación el poli descansaba a mi lado enredado a mi cuerpo. Y yo no podía dormir preguntándome como decirle que necesitaba una buena sección de Bondage para calmar mis demonios. O se lo ocultaba y lo hacia en secreto y podría perder a la única persona que me veía cuando me miraba y me importaba o se lo decía y apelaba a su buen corazón y a que mis demonios necesitaban ser calmados.

Hiciera lo que hiciera,iba a tener problemas y muy serios.

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