miércoles, 5 de octubre de 2022

NUESTRA VIDA...7ª


                                                             NUESTRA VIDA

                                  



Hice dos sándwich con la carne sobrante y cogiendo un pack de seis cervezas volví al lado del poli. Dejé el plato delante de él junto con unas servilletas y una lata de cerveza.

— He hecho unos bocatas, no quiero que te emborraches.

Abrí los ojos y sentándome bien cogí unos de los emparedados. Abrí dos latas de cervezas y le pasé una.

— Mi récord es de ocho botellas de whisky y diez chupitos de tequila, más doce cervezas negras. En el mismo día, bueno noche.

— Tienes aguante para la bebida — ahí estaba de nuevo el radar que tenía con el poli que me decía que algo no andaba bien con este jodido humano.

— Bastante y no me lo explico. Será la sangre irlandesa que corre por mis venas — lo miré — ¿y tú?... ¡ostias! esta carne esta de puta madre de rica.

— Para emborracharnos harían falta varias cajas, como más de quince y nunca terminaríamos borrachos del todo aunque alguno de mis socios lo han logrado. Vladimir es muy buen cocinero y más si se trata de carne y salsas. Su hijo Agesto es el que hace todos los postres. Ambos cocinan de puta madre y tienen un buen equipo bajo su mando.

Disfrutamos del tentempié en silencio y cuando iba por mi tercera cerveza toqué un tema que me estaba dando vueltas en la cabeza.

— Oye Vishous quieres explicarme mejor lo de los donantes.

— Sin problemas. En los Clanes hay humanos que son donantes al igual que vampiros machos y hembras que también lo son. En el club empezaron siendo no voluntarios pero no estábamos de acuerdo con aprovecharnos de las personas de esa forma. Así que dos de nosotros revisaban las mentes de las personas que venían a pedir trabajo y si eran adeptos a los vampiros les ofrecíamos un buen sueldo por serlo y todos los revisados aceptaron y cada vez fueron más hasta tener un buen grupo que nos donaba sangre a nosotros y a los otros vampiros que viven en la ciudad.

— Vaya, eso os honra. ¿Hay normas?

— Sí. Está prohibido bajo pena de muerte dañar a los humanos que nos ofrecen su sangre. Si quieren tener sexo o no con los vampiros lo dejamos a su libre elección. Deben descansar una semana después de estar toda una noche donando su preciado líquido rojo. Nos ocupamos de que se alimente bien, tomen vitaminas y beban mucho líquido durante de esa semana. La semana que están donando viven todos juntos en una gran casa que hemos adecuado para ellos en las afueras, con vampiros que se ocupan de cuidarlos y que estén en condiciones. Tienen dos semanas libres que están con sus familias y amigos y por supuesto no pueden hablar de su trabajo con nadie fuera del club y mucho menos con los suyos. Para que todo vaya bien tenemos cámaras en esas habitaciones preparadas solo para eso.

— ¿Nadie os has traicionado? Conozco a los de mi especie…los malditos humanos.

— Vamos siempre un paso por delante, recuerda que leemos las mentes y si leemos esas intenciones les borramos las mentes y les buscamos trabajo y casa en otra ciudad.

— Joder, cada cosa de vosotros es más interesante que la anterior.

— No es por presumir pero tenemos unas vidas bastantes interesantes.

— ¿Esas habitaciones son los reservados?

— No. Están camufladas entre los paneles de las paredes del club. Alimentarse es algo muy privado y como ya te dije muchas veces, la gran mayoría lleva al sexo. Puede que seamos unos salidos pero el sexo es algo sagrado para nosotros.

— ¿Qué tiene nuestra sangre?

— Si es una sangre limpia, sin drogas, ni alcohol, sin muchos excesos por parte del humano es muy nutritiva para nosotros…nos alimenta. Vuestra sangre tiene unos nutrientes que a nosotros nos hace falta y nos quita el hambre. Entre nosotros bebemos sangre pero no nos alimenta, no nos quita el hambre o la sed de sangre. Si no matamos la sed o el hambre del líquido rojo nos convertimos en bestias sin razonamiento y podemos ser muy peligrosos.

— ¿Vuestros clanes tienen nombres?

— El de Zaros es el clan de los Guardianes. El de Zane es el clan del Infierno. El de Jue es el clan de la Muerte. El de Gabriel es el clan de las Sombras. El de Lauden es el clan Sangre Azul. El de Kieran es el clan de los Cazadores. Y el mío es el clan de los Sanguinarios.

— ¿Por qué los hermanos tienen diferentes clanes?

— Zane fue criado en el clan de su abuelo paterno. Eso sucede cuando hay dos primogénitos en un mismo clan, gemelos para ser más claro. Si eso pasa uno de los gemelos, el segundo que nació pasa a ser criado bien en el clan paterno o materno.

— No se parecen en nada…no parecen gemelos.

 — Fíjate bien y verás como que se parecen bajo esas fachadas externas tan diferentes.

— ¿Y las mujeres?

— Tienen un papel muy importante dentro de los clanes. Además de ser amorosas madres, son guerreras y están tan preparadas en los estudios o en el arte de la lucha como los machos. Aunque si hay algo que detestamos todos es que no tiene ni voz, ni voto en el Consejo de los Mayores.

— ¿Llegáis a viejos?

— En apariencia no, en edad sí. Yo tengo 405 años. Zane y Zaros tienen 300. Jue 390. Gabriel 240. Lauden 205….estos dos son los más jóvenes. Kieran tiene 385. Los ancianos tienen entre 1.000 o 5.000 años e incluso muchos más.

— Tú eres el cabeza visible de este grupo por ser el mayor. Lo voy entendiendo.

— Correcto. Pero estas haciendo preguntas que realmente no te interesan por temor de ir al grano.

— ¡No me leas la mente!

— No lo hago. Te respeto mucho para hacerlo sin tu permiso. Pero te recuerdo que huelo, siento y leo las emociones.

Dejé la cerveza sobre la mesa y me levanté dando paseos de un lado al otro hasta que por fin me paré frente a V. Me peiné mi pelo y cruzando mis manos tras la cabeza hable.

— Estoy acojonado…tengo miedo, no, pavor a ir por el mundo como un puto zombi matando personas por el placer de hacerlo y convertirlos en lo que yo puedo ser.

— No lo vamos a permitir que eso ocurra y mucho menos que se sigan alimentado de ti para tal fin.

— Tú no vistes a esas dos chicas — me senté acabando la cerveza y abriendo otra — solo pensar que en unos días van a vagar por el mundo como seres sin alma se me encoge el estómago.

— No las vi pero sé muy bien lo que hacen, por eso fueron aniquilados, aunque ahora sabemos que no todos. Jue será tu sombra, ni sabrás que está cerca de ti. Nos iremos turnando para cuidarte durante esta semana. Y no serás uno de ellos.

— ¡¡ ¿Cómo?!!

— Hay una forma. — Ahora venía lo bueno — Si otro vampiro te muerde, su marca sustituirá la anterior y dejará bien patente y escrito en tu piel que eres de otro vampiro. Y por muy escoria que sean es una ley sagrada entre nosotros.

— ¡¡El que me muerda lo mato a golpes!!

— Te doy una solución poli. Nadie osaría tocarte y mucho menos morderte si eres de otro vampiro.

— No soy ganado y mucho menos mercancía.

— No, pero estas marcado por un No Muerto y los demás No Muerto tienen carta blanca para beber de ti y hacerte de ellos. ¿No es mejor la opción que te damos nosotros?

— Mierda…ahora no puedo pensar con claridad. ¿Cómo iban a saber que la mordida es de un No Muerto?

— Cada Clan tiene diferente forma de morder. Una mordida en el cuello dirá a qué Clan perteneces.

— Necesito dormir y pensar con claridad. Llamas a mi guardaespaldas por favor.

— Quédate a dormir aquí y mañana seguimos hablando. Es más seguro que estés con nosotros.

Nos miramos y hubo un largo silencio.

— Dame un momento. — saqué el móvil y llamé a mi capitán.

— De la Vega.

— Soy Butch.

— Amigo. ¿Qué necesitas?

— Mañana libro y aunque sé que estamos con un caso candente y vivo necesitaría un día de los que se me debe.

— Sin problema. ¿Va todo bien? Pondré a Thomas con tu compañero esos dos días para que sigan las pistas. Si ocurre algo te llamo.

— No, todo va bien sólo necesito descansar. Estaré fuera de la ciudad así que llama directamente a mi móvil si ocurre algo fuera de lugar.

 — De acuerdo. Descansa amigo mío. Buenas noches.

Colgué después de darle un beso para su mujer y las buenas noches. Lo guarde en el bolsillo y lo volví a mirar.

— Tengo que ir a por ropa, el cargador del móvil y productos de aseo además del traje que tengo que llevar.

— Anota aquí lo que necesites y dónde está el traje y el cargador — le pasé un cuaderno en blanco y un boli — por los demás no te preocupe, en las habitaciones hay de sobra. Tienes para afeitarte y cepillo de diente con su pasta y colonia. También boxes sin usar.

Hice lo que me dio y le di la nota. En el momento que apareció Jue le di las llaves de mi coche y casa. Le avise de que había una bolsa de deporte grande y un petate de los marines sobre el ropero de la entrada.

— No te preocupes Teniente te traeré lo que necesitas y de paso revisaré de que no hayan estado ya por tu casa o rondando a tus amigos y compañero de trabajo.

— Gracias Jue. El traje está en una bolsa de la lavandería procura que no se arrugue.

Cuando Jue se fue caminé hacia el poli y le ofrecí un liado encendido que acepto.

— Puedes quedarte en una habitación del segundo piso o conmigo.

— ¿Contigo?

— La planta tercera es toda mía y hay habitaciones libres preparadas como las del segundo piso. En el ala derecha tengo todos mis aparatos electrónicos como móviles y mis ordenadores. En el ala izquierda las habitaciones y mi habitación personal además de una sala que solo disfruto yo pero que comparto contigo mientras estés aquí si te quedas en mi piso. Mi habitación estará continua a la tuya.

— Prefiero tu tercer piso…no quiero estar solo en estos momentos.

— Te quedes donde te quedes no vas a estar solo y aunque te huelan no podrán llegar hasta ti.

— Estás muy seguro.

— Recuerdas que cuando llegaste no viste la casa — asintió con la cabeza — nosotros podemos crear una espesa niebla que no deja ver nada de lo que hay detrás de ella. Ellos no tienen ese don o cualidad. Por mucho que te huelan no podrán llegar hasta aquí y si lo lograran no pasarían la primera verja. Nosotros la llamamos la niebla del diablo porque entrar en ella es entrar en el infierno.

— Aun así prefiero un poco de intimidad para poder asimilar todo lo que me has contado y lo que está pasando.

— Sígueme necesitas descansar. Mañana seguimos hablando.

Lo seguí en silencio y había un absoluto silencio en toda la casa. Al llegar a mi habitación la boca se abrió sola y solté un rosario de palabras soeces.

— ¿Esta es solo una habitación?

— Si, poli. No te ahogues en la bañera si decides darte un baño de espuma.

— ¿Son todas así?

— Si — hice la mueca que tenía por sonrisa — me alegro que te guste. En los cajones tienes pijamas, camisetas, pantalones cortos, boxes y en el ropero unos chándal. Jue te dejara la bolsa a la vista cuando llegué con ella y después de revisar que todo va bien. — Entró en el baño y lo oí reír a carcajadas lo que hizo mi mueca de sonrisa más grande. Asomo la cabeza sonriendo.

— Eso es una piscina en vez de una bañera y la ducha tiene al lado una sauna. — Salí del baño y fui al balcón abriendo las puertas de par en par. Vishous me siguió.

— Sobre una de las mesillas de noche hay un mando que abre las puertas de un mueble dejando a la vista una tele de plasma con todos los canales que hay incluidos los de deporte y los porno. Debajo y en el mismo mueble hay un mini bar con bebidas y una nevera a la derecha con algo de comida y bebida fría. Descansa y si necesitas algo solo abre la puerta y ya estarás en mis dominios donde eres bienvenido. Buenas noches Butch.

— Buenas noches Vishous y gracias por todo. Tenéis una buena vida para ser vampiros.

— Como ya te dije esa es nuestra vida. Hasta mañana. Te dejo unos liados y mi encendedor por si te apetece fumar.

Una vez en mi cama después de una larga y placentera ducha de mi cabeza no se iba que el puto humano estaba al lado y que su olor a limpio y mojado se colaba por debajo de mi puerta hasta mi nariz y me hacía cosquillas porque me gustaba ese olor suyo. Era un olor que nunca había olido y que si uno lo dejaba podía ser muy adictivo y al que uno se podía acostumbrar y vivir metido en ese olor por toda una eternidad. Un olor como ese se podía embotellar y disfrutar a pequeños sorbos grrrrrr…¡puto pervertido que soy!

Di mil vueltas en la cama después de haberme duchado y acostado sin secarme del todo hasta que por fin pude cerrar los ojos. Pero no podía dejar mi mente en blanco y dejar de pensar en todo lo sucedido y en lo que había contado. Eran vampiros letales y peligrosos. Pero también amables, respetuosos y habían levantado una zona que estaba abocada a ser la cocina del infierno de Cadwell. Que en el otro cuarto dormía el llamado jefe, el más peligroso de todos pero también el más…el más ¡nada! ¡Duérmete Butch!

2 comentarios:

  1. Mmmmmmm esto se pone hot y muy interesante. Como me está gustando esta historia que nace de vuestras mentes. En serio sois muy buenos escribiendo y geniales. Bss.

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  2. Es una historia brutal y bastante interesante que me está gustando mucho. De lo mucho que leo que vale la pena porque se disfruta leyendo. Sus matices,como explicais las cosas,los detalles. Muchas gracias y enhorabuena.

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