lunes, 29 de agosto de 2022

SOMOS VAMPIROS...6ª


                                                              SOMOS VAMPIROS

                                            



Vishous y Butch Fated

El tiempo que duró el silencio lo medimos por el minutero del reloj que sonaba en el oscuro silencio de la habitación y fueron quinces minutos hasta que Lauden dejó oír su voz.

— ¿Vamos a jugarlo a los chinos? Este silencio empieza hacer muy pesado y agobiante. Alguno se lo tiene que decir.

— ¿Decirme qué? He hecho una pregunta estúpida que no tiene contestación.

— No ha sido una pregunta estúpida — después de hablar Lauden todas las miradas fueron a mi persona — Somos vampiros. Cuando te hablo de raza lo hago de razas de vampiro y de clanes que de los que llevamos nuestros apellidos.

— Claro, claro y yo soy el Conde Drácula y voy a ser vuestro jefe. Tenéis una gran imaginación. Vampiros, vaya mentira…esos solo existen en películas y por cierto algunas muy malas.

Levanté la botella para beber cuando oí a Vishous decir…muchachos darle una muestra. El puto Whisky no llegó a mi garganta. Cuando esas bocas se abrieron unos largos y afilados caninos crecieron delante de mis narices. La borrachera tenía que ser de cojones. Parpadeé varias veces y los enormes caninos seguían ahí. La botella resbaló de mis manos y me levanté dando un salto para ponerme frente a ellos que sonreían orgullosos de lo que tenían en sus bocas. Fui caminando hacia la puerta y saqué la cruz poniéndola delante de ellos rezando en silencio.

— ¿En serio poli? — Replicó Gabriel — Drácula es un mito creado por ustedes los humanos y ni las cruces, ni los ajos, ni el agua bendita nos hace nada. Una estaca nos puede hacer algo de pupita pero nos curamos enseguida.

— No le des idea — soltó riéndose Kieran. — Además hemos comido ajo con la salsa de los chuletones. Venga no es tan grave y como has comprobado somos muy educados y buenos anfitriones.

Abrí la puerta de la sala de juego y seguí caminando hasta poder llegar a la puerta de salida. A la mierda la chaqueta. Ellos siguieron avanzando de forma lenta hacia mí pero aunque tenía ganas de correr algo me decía que no lo hiciera o seria cazado como un conejo. De repente mi espalda chocó con algo duro y solté una profunda respiración, no sabía que había estado conteniendo el aire, por fin la maldita puerta. Me giré y tragué duro a toparme con el duro cuerpo de V o mejor dicho los enormes, muy enormes colmillos, ya que fue lo único que vi de un enorme vampiro. El negro fue llegando a mis ojos y cuando ya no vi nada supe que me iba a desmayar y caer de bruces al suelo. Y me desmayé.

No quise asustarlo pero ni cuenta se había dado de que me había levantado e ido hacia la puerta sabiendo sus intenciones. No pensé que se fuera a desmayar pero lo agarré antes de que cayera al suelo y se golpeará. Una descarga me hizo temblar cuando lo cargué en mis brazos y lo llevé de vuelta a la sala con el resto cacareando detrás de nosotros.

— Normal…tú no tienes colmillos, tienes unas dagas por ellos — hizo notar Jue.

— Le has dado el susto de su puta vida — replicó Zaros en plan jocoso.

— Tenías que haber cerrado la boca cabrón o en su lugar haber replegado esas armas de destrucción masiva — soltó Zane.

— Que tal si le ha dado un ataque al corazón y la ha palmado por tu culpa —dijo Lauden.

— Cuando se despierte date por muerto — rio Kieran.

— Yo no digo nada…ya lo han dicho los demás por mí — expresó Gabriel.

— Os podéis ir todos a la mierda — lo tendí en el sillón de cuero — marchaos a ver películas y luego a dormir. Dejarme solo con él, será más fácil explicarle las cosas.

Una vez solos me senté a su lado en el filo del sillón y peine lo corto de su pelo que había crecido algo. De nuevo la descarga y el temblor de mi cuerpo. ¿Qué me pasaba con este maldito humano? Me levanté y fui a la barra a por un paño limpio donde puse unos bloques de hielo. Volví a su lado y lo coloqué debajo de su nuca. Mientras esperaba que abriera los ojos me preguntaba porque me preocupaba por el Teniente de la forma que lo hacía. Que lo hubiesen marcado me encabronaba hasta el punto de querer arrasar las montañas en busca de los cabrones que lo mandaron a marcar. Esos sentimientos eran nuevos para mí y no los entendía. Cuando practicaba Bondage lo mismo me daba un macho que una hembra, los dos sexos me valían pero cuando mis padres y el Consejo me buscaron una hembra para formar una familia supe que las hembras para todas las noches no era lo mío.

Noté que se movía así que le quite el paño dejándolo sobre una de las mesas pequeñas de cristal y me levante sentándome en uno de los sillones que había al lado del sofá. Y espere.

Poco a poco fui volviendo al mundo y mi conciencia se fue aclarando. Me había desmayado para mi vergüenza igual que lo hubiese hecho una mujer. Esperaba que al abrir mis ojos estuviera en mi cama y todo hubiese sido una mala pesadilla. Me moví y comprobé que no era mi mullida cama, para mi desgracia. De forma lenta fui abriendo los ojos y despacio me levanté. Lo primero que vi fui a Vishous y recordé el armamento que tenía en esa boca. Me rodé todo lo que pude en el sofá al lado contrario de donde estaba el. El reposabrazos paró que siguiera rodando. El fumaba y no apartaba la vista de mí. Ni yo de él no fuera a que probara esos caninos en mi cuello. Me costó pero al fin hablé.

— ¿Vas a morderme?

— No — aunque me gustaría. Deseche ese pensamiento que cruzo mi mente— no me has dado ningún motivo para hacerlo. Lo de antes fue para que no te fueras sin hablar. Lo siento si te asuste.

— Joder…lo hiciste. ¿Sois No Muertos?

— No Butch. Somos vampiros “normales”

— Vaya que alegría. ¿Puedo?

— Claro, estás en tu casa.

— ¿Te alcanzo algo?

— Una botella de vodka. Gracias.

Me levanté y fui a la barra cogiendo una botella de Whisky y otra de Vodka además de una botella de agua. Dejé su botella en la mesa que estaba a su lado y yo me senté donde antes. Me bebí la botella de agua y abrí la de whisky dando un largo buche y dejándola sobre uno de mis muslos agarrada por una de mis manos. El otro brazo apoyado sobre el reposabrazos del sofá.

— ¿Los demás?

— O viendo películas en la sala que tenemos para ello o durmiendo.

— Estoy fuera de juego con lo que he descubierto esta noche.

Encendí un liado y le ofrecí uno que me aceptó. Una vez que encendí el mi le tiré el mechero para que encendiera el suyo y me lo tiró de vuelta.

— Cuesta creerlo pero somos vampiros milenarios. Existimos desde mucho antes que el mundo fuera poblados por humanos. Vivido en clanes con nuestras leyes y costumbres…algunas por no decir muchas se han vuelto obsoletas con el paso del tiempo.

— ¿Por eso estáis fuera vosotros?

— Sí. Nos fuimos antes de que nos echaran y antes de tener lo que tenemos vivimos como salvajes en las montañas por siglos.

— ¿Se pueden saber los motivos?

— Por nuestra sexualidad. Por no estar de acuerdo con algunas costumbres. Por no hacer caso a unas leyes que han quedado fuera de lugar y tiempo. Por desobediencia al Consejo de los Mayores. Por no permitir que nos buscaran parejas. En definitiva por pensar, actuar y ser diferentes a ellos.

— ¿No podéis volver? ¿Sois gais?

— Si, una vez que has pasado unos siglos como salvaje y siempre que aceptes de nuevo lo que imponen los Mayores. No todos. ¿Tienes problema con eso?

— ¡No! Tengo compañeros casados con hombres y amigos gais. ¿Puedo seguir preguntando?

— Estás en tu derecho poli.

— ¿Qué pasa con vuestras familias cuando os vais u os echan?

— Siguen viviendo en el clan y a nosotros solo se nos permite comunicarnos por móvil con uno de ellos. Pero no nos pueden ayudar o perderían su vida. Ese móvil solo se utiliza para eso.

— ¿Cómo habéis conseguido todo lo que tenéis?

— Cuando nacemos nuestros padres abren una cuenta en el banco y todos los meses ingresan un dinero hasta que somos mayores. Si estas dentro del clan tienes derecho a tu dinero cuando eres mayor de edad que es a los 200 años. Si estas fuera no tienes derecho a ese dinero hasta que estés como diez siglos viviendo como un salvaje. Pasado ese tiempo bajas a la ciudad, si no quieres volver al clan. Llamas a tu padre y pone todo en marcha para que el dinero sea tuyo. Te hace llegar algo de tu dinero para que te asees y compres ropa, vas al banco y el dinero es tuyo.

— ¿Qué somos los humanos para vosotros?

— Quiero, necesito que abras tu mente para lo que te voy a contar ahora.

— De acuerdo. Te escucho — me levanté y fui a por dos botellas más. Volví y le di la suya quitándole el liado que tenía en la boca y fumando me senté.

— Nuestras leyes dicen que puedes hablar con los humanos pero nunca tener sexo o descubrirles nuestra identidad. — ese gesto me puso duro y me moví incomodo en el sillón. — Si lo haces se castiga con la muerte. Pero eso es dentro del clan. Fuera, no los asesinamos más bien nos sirven para alimentarnos y lo hacen de forma voluntaria y recibiendo una buena cantidad de dinero por dejar que bebamos de su sangre. Entre los vampiros que trabajan en el club hay parejas con humanos y algunos tienen hijos. Nos parece bien y no aplicamos esa ley absurda fuera del clan y mucho menos entre nosotros y los que trabajan para nosotros.

— ¿Ellos lo saben?

— No los ocultaron por temor pero nos dimos cuenta. ¿No notarias tú cuando alguien se alimenta de ti? Quedó todo al descubierto al hablar con ellos con lo sucedido para que cuidaran a sus parejas humanas. Algunos clanes han dejado que los niños de esas parejas mestizas vayan a vivir con ellos hasta que acabemos con esos hijos de puta.

— Te aseguro que note cuando ese bastardo me mordió — toqué las heridas tapadas — dolió como la mierda.

— Te aseguro que una mordida puede ser muy placentera. Además cuando se forma una pareja entre un humano y un vampiro se le explica al humano lo que va a pasar y se le enseña para que no tenga temor. Así lo han hecho los vampiros que trabajan para nosotros.

— ¿Qué pasa si una vez explicado y enseñado el humano no quiere continuar la relación?

— Se le borra la mente y sigue trabajando con nosotros. El vampiro o la vampira lo respetan y no obliga a nada, aunque puede hacerlo.

— ¿Qué más hacéis?

— Además de borrar la mente y recuerdos, también nos curamos solos si la herida no es muy grave. Tenemos un oído que puede escuchar a kilómetros y separar varias conversaciones que haya en un lugar solo para escuchar la conversación que interesa. Un olor muy fino que nos permite mediante las emociones saber lo que ocurre. Podemos leer la mente, no lo estoy haciendo ahora poli. Leemos los sentimientos, no debes temer nada. Poseemos una enzima dentro del cuerpo que nos quita el dolor cuando hay que efectuar una operación grave o a vida o muerte. No aguantamos, como tú, los analgésicos. Nos podemos mover de un sitio a otro desmaterializándonos. Podemos comer y beber como los humanos pero necesitamos la sangre para sobrevivir y no morir famélicos o en el peor de los casos morir como una bestia por la falta de sangre. Nos comunicamos entre nosotros con la mente. Tenemos una fuerza brutal y somos más rápidos que el viento. Nuestra fortaleza física es superior a la humana, con una mano podemos romper un cuello o una columna vertebral. Nos crecen los colmillos como ya has visto. Y vivimos siglos…milenios. Somos diestros en la lucha cuerpo a cuerpo y sabemos manejar bastante bien todas las armas aunque nosotros preferimos las dagas para matar. Dormimos en camas cómodas y no en ataúdes. Podemos caminar bajo el sol siempre y cuando no caliente mucho y cualquier ampolla que nos haga el astro sol sino cura en una semana nos puede ocasionar problemas serios. Y procuramos pasar desapercibidos. Lo único que no hacemos es volar aunque podemos saltar grandes distancias.

— ¿Cómo se os puede matar?

— Que cabrón eres — solté una carcajada — te lo voy a decir porque se no harás nada en contra de nosotros.

— No puedes estar seguro de eso.

— Lo estoy. Somos inmortales pero hay formas de asesinarnos. Si una daga toca nuestro cuello y lo abren de punta a punta cortando la yugular…estamos muertos. Si el sol es muy fuerte nos podemos convertir en cenizas. Y eso amigo mío es muy doloroso por las ampollas que salen antes de ser cenizas al viento. Si una espada toca el corazón principal estamos muertos. Lo mismo haría una bala directa al pecho o entre los dos ojos. Ya sabes cómo podemos morir.

— Lo archivaré en mi cabeza. ¿Tenéis o habéis tenido alguna profesión?

— Tenemos. Jue alias Muerte es médico y farmacólogo. Kieran alias Cazador es cazador y enfermero además de exterminador. Luaden alias Maldito es economista y lleva las cuentas de casa y el negocio además de ser químico. Zaros alias Daga es médico cirujano y un crack jugando en la bolsa. Gabriel alias Víbora es abogado y bibliotecario. Zane alias Demonio es ingeniero y un sibarita en explosivos. Yo, Vishous alias Sanguinario soy un máquina en todo lo que tenga que ver con sistemas de seguridad, ordenadores, móviles y electricidad más técnico de sonido. Era el herrero en mi clan y tengo una fragua donde fabrico las dagas que tenemos.

— Me has dejado de piedra.

— Tenemos un promedio de inteligencia superior a 228 lo que nos permite estudiar varias carreras y que es obligado en todos los clanes. Ten en cuenta que somos nuestro sistema económico y que nos regimos por nuestras pautas y costumbres. Lo único que hemos cambiado en estos siglos es la moneda que se utiliza. Tenemos nuestro banco, nuestras escuelas, universidad y hasta nuestra política y leyes. Aunque si quieres estudiar fuera del clan se te permite pero tienes que volver a ejercer en el clan.

— ¿No tenéis guerras entre clanes?

— Sí. Por eso se nos adiestra en la lucha cuerpo a cuerpo, en armas, químico y explosivo. Tanto a hembras como a machos. En los clanes luchan todos llegado el momento. Menos los niños.

— ¿Tenéis infancia?

— Sí y es la mejor del mundo. Pero cuando llegas a la adolescencia tienes que estudiar nuestro clan, costumbres y leyes.

— ¿Cuántos clanes sois?

— Miles. Estamos en todo el mundo. Cada uno con su nombre.

— Necesito coger aire.

— Sal fuera, al jardín. Voy a por unos bocadillos y unas botellas más. Es por esa puerta a tu izquierda.

Hice lo que me dijo y camine hasta dar con un sillón de jardín. Me senté y apoye mi nuca en el filo del respaldar del sillón y mire al cielo estrellado. Esto era real y ellos existían. De locos.

2 comentarios:

  1. Jajajajaja amo cuando son capítulos entre todos. Os deseo toda la suerte del mundo con esta historia que es fantastica. Gracias mis amores.

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    1. Y nosotros amamos escribirlos...nos sale la vena gamberra jajajajajajajajajajajjajajaaja. Gracias a ti por leernos.

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