miércoles, 15 de marzo de 2023

CADÁVERES ROBADOS...10ª


                                                         CADÁVERES ROBADOS
                                 

                   


Butch Fated

Salí para el trabajo bien de mañana y solo acepté del amable Sebastián un café. No podía quitar de mi jodida cabeza lo que había sucedido cuando V me mordió…¡¡mejor dicho, lo que yo le pedí!! ! Tenía que estar muy loco o muy cachondo o ¡que mierda me pasaba! Así que ahí estaba yo huyendo como un conejo asustado y entrando negando en la comisaría que era mi madriguera segura. No había puesto un pie dentro y supe que había problemas además de una desagradable sensación de hormigueo en mi nuca de que me vigilaban y no era Jue. Colgué de un hombro mi chaqueta con un dedo y entré respirando fuerte. Antes de dar un paso al frente revisé con disimulo el perímetro y no vi a nadie, ni nada fuera de lugar. Entré con esa sensación hormigueante y me di de bruces con mi compañero.

— ¡Jefe!, tenemos problemas y de los grandes…estos en un caos, una locura un des…

— ¡Cálmate! No entiendo nada y por tus cojones no me llames jefe o dejo que te disparen y ahora con tranquilidad dime que pasa.

— Han desaparecido de la morgue los dos cuerpos de las últimas chicas asesinadas y desangradas.

— Empezaba la fiesta — fue lo que pensé —llévame donde este el Capitán.



Vishous Fated

Cuando abrí los ojos supe que el poli se había ido, esperaba que para el trabajo. Maldito cabrón cabeza dura, aún no estaba fuera de peligro. Me levanté de un salto, me vestí después de cepillar los dientes y salí poniéndome la camisa. Bajé los escalones de dos en dos y en el momento que llegué al vestíbulo mis hermanos salían del comedor.



— Butch se ha ido y Jue ha ido detrás de el por si acaso — me hizo notar Gabriel.

— Lo sé y lo ha hecho como un puto cobarde.

— ¡¡No me jodas, te los has follado!! — casi chilló Kieran.

— ¡¡ Estás loco gilipollas!! —Subí de tono mi voz— la forma de tener sexo que va conmigo no la aguantan muchos vampiros imagínate un humano. —Volví a mi tono — ya sabéis lo que pasa cuando muerdes…a él le pasó y me pidió… ¡mierda! No lo voy a poner en palabras. Imaginarlo.

En silencio entramos al comedor. Yo estaba más tranquilo sabiendo que Jue estaba con el poli, hoy el desayuno no fue ni ruidoso, ni alegre. Cada uno estaba perdido en sus pensamientos.



Butch Fated

Estábamos todos reunidos hablando del supuesto robo de dos cadáveres. Yo sabía muy bien lo que había sido y gracias a Dios que esos perros se llevaron las cintas de seguridad. Revisé con disimulo el cuello de los que habían estado de guardia y respiré con alivio cuando vi que no habían marcas de colmillos.

Le robaba un cigarro a mi amigo que me miró con una ceja alzada cuando vi a Jue entrar, bueno me hizo notar que estaba conmigo. Me perdí en un segundo, lo que tardé en encender mi pitillo y al volver a mirar a su dirección ya no estaba. Un alivio me cubrió cuando supe que estaba conmigo. Tenía que contarle lo de mi sospecha de que me vigilaban.

— ¡Esto no puede llegar a los periódicos o vamos hacer el hazmerreír de la ciudad y del resto de las comisarias. Las putas cintas tienen que aparecer o me llevo por delante a más de uno! — De La Vega habló muy cabreado y fue subiendo el volumen de su voz— ¡y si es una maldita broma de mal gusto haré una alfombra con sus culos! ¡Que nadie abra la puta bocaza! Lo último que quiero es Asuntos Internos husmeando como perros de presa en mi comisaria.

— Capi, hay un pequeño problema — dijo Michael, el forense — las familias vendrán a por ellas mañana.

— ¡¡Mierda!!...llámalas y diles que tienes que hacerles más pruebas, que te den unos días más.

— ¿Y luego? Nadie dice que en unos días recuperemos los cuerpos y ya te digo que sí ha sido para el tráfico de órganos, no los volveremos a ver… queman el sobrante.

— ¡¡¡PUES A TOMAR POR CULO TODOS!!!

Había llegado la hora de coger este caballo que se desbocaba o todos nos quedaríamos sin trabajo.

— Vamos a tener un poco de paciencia y vamos a dejar de gritar y eso va por ti De la Vega — guardé unos segundos silencio y respiré profundo — sé que no es fácil pero hay una forma de solucionar este problema.

— ¡¡¡HABLA!!! — me gritaron los tres, el forense, mi compañero y mi capitán.

— Sin gritos — palabras mal sonantes me hicieron sonreír — vale, ¿quiénes saben lo que ha sucedido?

— Los que estamos aquí, los seis que anoche hacían el turno y mis dos ayudantes, pero por ellos no hay problema — dijo el forense Michael.

— ¿Están los del turno de noche aquí?

— Si — me contestó el Capitán.

— Perfecto. Michael, te vas a ir donde tu amigo, ése que da clases de medicina con cuerpos cedidos para la investigación.

— Melton.

— Ese. Le pides dos cuerpos femeninos con similares características o los que haya y te lo traes con la ayuda de tus ayudantes. Entráis por la puerta principal para que os vean todos.

— No será barato.

— ¿No te debe algún favor?

— Si y es uno muy grande, enorme diría yo. Favor por favor. Hasta aquí todo bien Irlandés pero a las familias no se las puede engañar y me niego a desfigurar rostros de nadie.

— Ahora llegamos a eso. Tu capi vas a salir ahí fuera y vas a decirles a todos que los dos cadáveres han aparecido y que el forense con sus ayudantes saldría en nada en su busca. Suspendes de empleo y sueldo una o dos semanas a los que estuvieron de noche o los pones a patrullar un mes de pitufos…vamos lo que haces muy habitualmente. Y finalizas con una monumental bronca para todos y mandas a los chicos y chicas del turno de noche a descansar. Y aquí no ha pasado nada.

— ¿Y las familias?

— Por lo que pude leer en sus fichas las dos trabajan porque sus familias no tenían medios para pagarles la Universidad. ¿Estoy en lo cierto?

— Correcto irlandés. Además querrán verlas una última vez.

— Llámalas y diles que la comisaria tiene un fondo para pagar el entierro o incineración de personas que no pueden pagarlo. Si prefieren entierro tendrá que ser con ataúdes cerrados herméticamente y tú sabrás como hacer que desistan de verlas de nuevo. Te he visto hacerlo millones de veces. Diles que es mejor que se queden con el recuerdo de cuando vivían que con el de ahora, que es lo mejor.

— ¿Y de dónde sacamos el dinero?

— Se lo voy a pedir a unos amigos.

— ¿Y si los cuerpos aparecen?

— Tengo el palpito de que no aparecerán, por desgracia.

— Tú y tus palpito poli. Voy hacer la llamada a Meltón.

— No es nada ético lo que vamos hacer pero es nuestro único camino y nuestra única solución. Gracias amigo y ahora voy fuera a echar el broncazo del siglo. ¿Cuándo has vuelto a fumar?

— Williams De la Vega, es solo un pitillo, no te preocupes.

Asintió sonriendo y yo salí al callejón a fumar un cigarro que le robé sin que se diera cuenta. Al momento Jue se hizo notar.

— El dinero viene en camino y no tienes que devolverlo poli.

— ¿Estabas oyendo?

— Soy tu sombra. Te esperan todos en el club cuando acabemos el turno.

— ¿Sabes lo que paso?

— No con detalles que es lo más que nos gusta saber. Pero imagino que tu bandera se levantó y no a media asta.

— No solo eso, le pedí que…le pedí que… ¡a la mierda! No soy gay.

— Eso no sería un problema. Algunos de nosotros los somos y por eso nuestros clanes nos echaron al bosque a vivir como salvajes.

— No tengo problemas con eso, tengo amigos y compañeros que lo son pero esa puta mordida me puso como una moto. No me imagine nunca pidiéndole a otro tío que me hiciera una paja.

— ¿Por eso saliste corriendo esta mañana?

— Sentía vergüenza de enfrentarme a Vishous después de lo que casi le obligo hacer.

Sus fuertes carcajadas me sacaron una sonrisa mientras acababa el pitillo.

— Amigo, ni V, ni ninguno de nosotros sabemos lo que es la vergüenza. Y si mi hermano se detuvo es porque te respeta. Que te muerdan es la leche pero morder es la puta ostia. Conclusión hubo pajas en movimiento.

— Cabrón — me reí con él y cuando me calme me puse serio — he notado que me vigilaban.

— Lo hacían y se fueron cuando llegué. Vuelve dentro y no te preocupes. —lo vi como entraba y llame a Vishous para reportarle lo que había pasado y que al acabar el turno el poli y yo íbamos al Club. Y también le conté lo de los cuerpos secuestrados.



Vishous Fated

Había necesitado una buena y larga sección de Bondage en cuanto llegamos a nuestro Club. Cogí a uno de ellos y bajé a una única habitación que solo usaba yo y que era solo de mi propiedad. No me gustaba compartir ni mi espacio para jugar, ni mis juguetes y muchos menos a mis sumisas y sumisos. Los que eran míos jamás eran utilizados por otros Amos a no ser que ese sumiso o sumisa me lo pidiera. Cuando eso pasaba, hacía que se bañaran y estaban unas semanas sin trabajar para que volvieran hacer míos. El verdadero Amo reconoce que el poder realmente lo tenía el sumiso o la sumisa, nunca el Amo o la Ama Dominante.

Una hora y media después miraba al magullado sumiso con un ligero parecido al poli que sangraba por todos los poros de su piel y las heridas abiertas. Lo solté de su agarre sentándolo, le pasé un albornoz de tela ligera y negro más una botella de agua. Encendí un liado.

— Amo, ¿puedo hacerle una pregunta?

— Si — fumaba observando mi trabajo.

— El Amo ¿ha quedado satisfecho?

— Sí.

— Su cara Amo no dice eso.

— No es culpa tuya Andreu. Tú has sido muy complaciente y obediente. Ve a la ducha mientras marcó al Doc y cógete dos semanas de vacaciones en la Casona.

Hice un enlace con Victorio, el doctor que se ocupaba de todos los sumisos y sumisas tanto si han pasado una sección de Bondage o no. Lo más importante era la salud de todos ellos. Me vestí apagando el liado y salí hacia la escalera abriendo la puerta. Salía del agujero en el momento que el doc entraba.

— ¿Te has excedido otra vez?

— Buenos días a ti también doc.

— Buenos días Vishous. ¿Está muy mal?

— No más de lo habitual cuando estoy lleno de rabia. Le he dado dos semanas de descanso pero si consideras que debe estar más tiempo de descanso házmelo saber.

— Lo haré y dedícate a boxear cuando tengas rabia quemándote por dentro. Voy antes de que las heridas se le cierren sin curar. Chao amigo.

Le contesté lo mismo chocando las manos y subí a la parte de arriba mientras mis hermanos se ocupaban del local y ponerlo todo al día para cuando abriéramos. Fui directo a la ducha dejando toda la ropa negra regada por el piso de la moqueta del mismo color que mi ropa. Una vez bajo el agua caliente gruñí porque la sección no había servido de nada. Estaba más frustrado y cabreado que cuando desperté y noté que Butch había huido y sabía que había sido por lo que había pasado entre los dos. Enrollé una toalla a mis caderas y salí al salón dándome debruces con Zane y mi ropa recogida del suelo y que ponía en el cesto de la ropa sucia.

— Pareces mi madre.

— Y tú un capullo. Me explicas porque el Teniente ha salido de la casa como si se le quemara el culo.

Puse dos cafés y le pasé uno, bebimos en silencio. Sin mediar palabra entré a mi habitación y me vestí. Cuando volví con mi amigo había un vodka en la mesa y un whisky en su mano. Me senté frente a él y encendí un liado.

— No lo tenía que haber mordido yo.

— Fue su elección.

— En mi puta y jodida vida había bebido de la vena de nadie. Y sabía lo que podía pasar de oídas y porque lo veo por las cámaras. Pero nunca había experimentado lo que era. Pasó lo que no tenía que haber pasado.

— Lo que le pasó al poli es normal. La persona que es mordida está vulnerable y ¡ostias! Morder una vena es lo más sexy y caliente de este punto y los pasados. Estar desnudos, piel con piel. El dolor de tus caninos que salivan por salir e hincar esa vena que te llama con sus latidos. Todo se centra en ese cuello y esa vena…el resto del mundo desaparece. Te voy hacer una pregunta que te va a escocer como los rayos del sol sobre tu piel. ¿Lo vio…

— ¡¡¡NO!!! Y no porque él no me pidiera que no lo hiciera —vi su mirada y me explique— metió mi mano enguantada dentro de su pantalón y quiso que lo masturbará y le dije que no. Yo le dije que no tenía problema con ello pero que no quería ver su arrepentimiento en sus ojos al día siguiente si dábamos un paso adelante. Saqué la mano, sellé sus heridas y salió disparado hacia su habitación.

— Entiendo pero no se le puede culpar hermano. Lo que sintió es normal.

— No lo culpo pero no es tan normal, no siempre que se muerde pasa eso y lo sé porque lo he visto con los donantes y con el cabrón de mi padre y sus queridas, pero sobre todo con mi madre. Él la muerde por el placer de hacerle daño. Y en los donantes cuando no hay una atracción física. Estando en las montañas nos alimentábamos de la sangre de animales, de sangre que robábamos en los hospitales para mí y algún que otro vampiro que cogíais de otros clanes cuando bajábamos a la ciudad. Se le borraba la mente y volvían con su clan sin saber de dónde o quien eran todas esas marcas. Y no vi a ninguno ponerse cachondo. Y lo más que me tiene encabronado es que la sección de Bondage no ha servido para nada.

— Me parece que voy entendiendo lo que pasa.

— Pues yo no tengo ni puta idea y no dejó de pensar en esa maldita escena. Del calor de su piel que traspasaba mi guante y de lo duro que estaba…como yo. Y en qué hubiese pasado si hubiese seguido adelante.

— Tan inteligente y tan necio a la vez hermano. Has cogido al sumiso Williams que es irlandés y un calco al poli, blanco y en botella…Butch te hace tilín, tilín, telón.

— Ha sido una casualidad y no siento por el poli nada. Además que mierda se yo del amor, es más ni me interesa saberlo.

— Claro y por eso revives ese momento en tu mente como una noria y te preguntas que hubiese pasado de cumplir su deseo y seguro que culpas hasta la mordida de lo que pasó.

— Aunque tuvieras razón, no digo que la tengas…mi padre nos mataría a los dos en el mejor de los casos y en el peor a él solo.

— Ya no estamos dentro de nuestros clanes, así que tu padre se puede ir a la mierda o de paseo con la parca que ya le va tocando.

— Mira que eres bestia.

Nos reímos y chocamos nuestros vasos y bebimos.

— Pon en orden tu corazón y tu cabeza antes de dar un maldito paso hacia un tío que grita con cada célula de su ser que es heterosexual y que no sabe que tú no eres un vampiro relativamente normal a la hora de tener sexo. Y no hagas que se vaya, no sé porque me da que no es quien dice ser, hay algo en el poli que llama la atención y no sé qué puta mierda es.

— Hablaré con el esta noche cuando venga con Jue.

Acabamos las copas y nos miramos en silencio hasta que fue roto por un grito de Zaros que nos llamaba a los dos. Iba a dar un paso y puso su mano en mi pecho.

— ¿A qué sabe su sangre?

— A ti te lo voy a decir cabrón.

Riendo y empujándonos como niños bajamos las escaleras hasta estar frente al resto que negaba sonriente con la cabeza.



Butch y Vishous Fated

Por fin se había acabado el maldito turno de hoy en la comisaria. Jue desapareció unos minutos y volvió con el dinero que dejó sobre mi mesa. Los cuerpos fueron incinerados y entregados en unas bonitas urnas a sus familias, después de un corto funeral en la capilla al lado de la comisaria. Ya tenía un boleto para una parcela en el infierno pero era lo único que podía hacer para solventar el puto problema de los cuerpos desaparecidos y mantener nuestros trabajos.

Ya iba de camino al Club con Jue detrás haciendo piruetas con su moto y sin casco. Le patearía el culo después de multarlo en cuanto llegáramos al local. Llegamos y aparcamos. Nos encontramos a mitad de camino y antes de entrar.

— ¿Sabes que soy poli y te puedo multar?

— No seas quisquilloso amigo, solo fue un momento de diversión.

— La próxima con el casco o multa a tu cartera.

— Entendido. Vamos dentro.

— He Butch veo que tu compañero te acompaña— saludó Zaros. — Jue te necesitan en el agujero y a ti poli Vishous te espera arriba.

— Lo convencí para que se despejará un rato después del día que hemos tenido hoy.

— No le quitaré los ojos de encima.

Con una sonrisa y negando saludé a los demás y subí los escalones. Dos toques en la puerta y V me dijo que entrara.

— Oye, ¿me lo parece a mí o a tu socio Zaros le gusta mi compañero?

— No sería de extrañar le gustan los hombres guapos y no muy altos. Llámalos sin el socio delante, son tus amigos y hasta el en móvil te tienen y los tienes.

— No sé si a mi compañero Alberto le gustan los hombres y vampiros, no sé nada de su vida y menos la sexual.

— No te preocupes Zaros no hará nada si ve que no es gay o no le gustan los chupas sangre, está en buenas manos. ¿Nunca te interesas por tus compañeros?

— Lo sé y la verdad es que no porque siempre he trabajado mejor solo pero con Alberto me siento bien y es muy buen compañero. Un día lo invitaré a cenar y le preguntaré por sus cosas y vida. Gracias por el dinero.

— Harías bien. Es lo mínimo que podíamos hacer por esas familias. Lauden ha llamado a unos amigos para que los ayuden a salir de la mierda de vida que llevan.

— De nuevo gracias.

Un incómodo silencio se instaló entre nosotros y un whisky fue puesto en mi mano. Me senté y bebí.

— Tenemos que hablar sobre lo que pasó anoche — diez minuto, lo que marcaba el reloj de la pared, fue lo que tardé en tener valor para hablarle.

— Lo sé Vishous y quiero pedirte perdón.

— ¡¡Perdón!! ¿Por qué?

— Déjame hablar sin pausas o tal vez no pueda hacerlo.

— Te escucho.

— No debí pedirte que fueras tú el que me mordieras, no era justo para ti y hoy lo he entendido. Y tampoco debí hacer lo que hice y muchos menos ponerte en esa situación. No sé qué me ocurrió o en que pensaba para pedirte esa burrada. Fue un impulso que no tengo ni puta idea de donde nació porque no me gustan los hombres. Perdóname.

Sus palabras me dejaron sin aliento y como un látigo la última frase golpeó mi piel y mi alma. Me bebí el vodka de golpe y me puse un segundo y un tercero. El cuarto lo bebía despacio sin dejar de mirarlo.

Ya lo había dicho me levanté a por un segundo whisky mientras observaba como bajaba la botella de vodka. Volví a mi sitio y enfrenté su mirada. Su silencio me estaba poniendo de los nervios por como brillaban sus ojos parecía estar enfadado o dolido.

— No me tienes que pedir perdón por nada y mucho menos por elegirme a mí para hacerlo, aunque seguiré bebiendo sangre como lo he hecho todos los siglos— no me importaría seguir bebiendo de tu vena. Ese pensamiento me cogió por sorpresa y casi gruño. — Cuando a uno lo muerden está en un momento muy frágil y las emociones que están bullendo se pueden confundir. Es lo que te paso a ti.

— Pero tú me dijiste que de no haberme arrepentido a la mañana siguiente hubieses seguido — quise ir a por otro whisky pero las piernas me temblaban y la boca seca — eso fue lo que me dijiste.

— Cierto. Te hubiese hecho mío o de no poder con ello sexo oral y te aseguro que hubiese sido el mejor sexo oral de tu vida, pero lo que no quería al día siguiente era tu desprecio cuando la pasión hubiese pasado por haber estado con un hombre siendo heterosexual.

— ¿Habrías tenido sexo conmigo si te hubiese dado carta blanca?

— Nunca los dudes Butch. Eres atractivo, fuerte, muy varonil. Con un cuerpo bien marcado y definido. Con músculos muy bien trabajados y proyectas un aura muy sexual y lujuriosa. Tu voz es caliente y ruda. Tú boca es muy apetecible con esos labios carnosos y rojos. Todo tú eres explosivo y si alguien no te quisiera probar en lo sexual es que está loca y digo loca porque sé que no has estado con hombres. Cuando vas al Club estos te miran y se relamen los labios mientras te hacen un repaso de arriba, abajo, por delante y por detrás.

¡Puta ostia! Necesitaba otro whisky y me levanté volviendo a mi sitio con la botella. Pude beber cuando mis manos dejaron de temblar y recoloqué mi polla en mi vaquero con mucho disimulo cuando me había levantado. Lo volví a mirar sin poder sonreírle porque esta se me quedó atascada.

— No sé si darte un puñetazo o las gracias por lo que has dicho.

Las emociones que me llegaban de él estaban alborotando las mías y mi sangre se calentaba por segundos. Mis caninos picaban por salir y pasé mi lengua por sus puntas que empezaban asomar, los retraje, no quería asustarlo. Y me había quedado corto en la definición de su persona, había muchos más. Me levanté a por la botella de vodka y me bebí todo lo que quedaba. Abrí otra y volví a sentarme donde estaba con ella en la mano.

— Las gracias estaría bien. Que un hombre sea hete no significa que no pueda alabar lo guapo y varonil que pueda ser otro hombre. Un gay aprecia cuando un hete lo es o lo hermosa que es una mujer y no le gustan las mujeres.

— En eso tienes razón. El día que los conocí alabé mentalmente sus extraordinarios físicos. Pero por lo que me dijiste anoche tú bateas en los dos equipos.

— Para una determinada clase de sexo sí. Pero si algún día pensara en algún momento en tener pareja tendría que ser un hombre.

— ¿Determinada clase de sexo?

— La primera noche que entraste a nuestro local unas puertas grandes que estaban cerradas llamaron tu atención, ¿lo recuerdas?

— Sí.

Una idea loca se me cruzó en mi mente y tal vez sería la única forma de quitarme al poli de la cabeza. Por otro lado tenía una emoción que desconocía pero que me gritaba que era jugar con fuego y podría perderlo para siempre.

La suerte estaba echada veamos a que conduce mostrarle la única forma en que yo se tener sexo y con la que domo a mis demonios y mantengo la cordura. Que Satanás me ayude porque esto era como una partida de póker a una carta…la mayor. Y yo tenía todas las manos perdedoras. ¡Puto destino! ¡Puta vida!

— ¿Quieres saber lo que se esconde tras esas puertas?

— Te mentiría si te dijera que no tengo curiosidad.

— Ten cuidado Butch…la curiosidad mató al gato.

— ¿Me amenazas?

— No. Te aviso que lo que vas a ver no es apto para todas las mentes y mucho menos todas las personas. ¿Vienes?

— Detrás de ti amigo.

Mientras bajamos al Club tenía la extraña sensación que iba derecho a una trampa y bien era un loco, un atrevido o un valiente sin neuronas. Ya se vería en un momento.

1 comentario:

  1. Wonnnnnnnn esta hot y quiero mas. Quiero saber que pasa cuando el poli descubre ese mundo oscuro de V. Enhorabuena sois unos craks escribiendo. Os amo.

    ResponderEliminar