miércoles, 15 de enero de 2020

RENDIDO by VISHOUS FATED


                                                                     RENDIDO.


                                                 



Hago un liado y lo enciendo. La habitación queda alumbrada por un momento por la llama de mi mechero e inhalo la primera bocanada profundamente. Llevo ya cuatro botellas de vodka, cinco con esta y un cenicero desbordante de colillas y cenizas. Espero que esta botella me deje caos y deje de pensar de una puta vez.

Y aquí estoy sumido en la oscuridad y en la locura de mis pensamientos. Siempre me he creído una isla, una roca, un macho poderoso que no necesitaba de nadie. Un guerrero de la Hermandad que estaba bien siendo un lobo solitario. Y resulta que soy un ser patético que esconde su miedo a los sentimientos bajo la capa de un sexo pervertido, dominante y gratificante por los golpes que das a sumiso y sumisas.

Y llegó el poli haciendo mi vida y mi seguridad añicos. Tengo la temible sensación de no ser suficiente para él. De no ser digno de su persona. No dejo de pensar que no le llego ni a las suelas de sus botas. La sensación de esos pensamientos crea un vacío en mi pecho que se rompe y hace sangrar mi corazón. El dolor es tan profundo y agudo que me cuesta respirar. Acabo la botella y voy a por la sexta. La abro y doy un buen trago. Hago otro liado.

Frotó mis ojos y los cierro un momento no queriendo dar más vueltas a mi cabeza. No quiero pensar y mucho menos en Butch. Mi agonía, mi locura. Mi historia imposible. Mi deseo callado. Mi secreto a voces. Hago una mueca por sonrisa y noto que aunque mi corazón late está cubierto por un manto de oscuridad y un desasosiego que me está matando lentamente.

Antes de coger el cigarro pasos mis manos por mi cara un ay otra vez, intentando borrar la imagen del irlandés de mis ojos. Esta soledad es angustiosa, parece una paradoja si tenemos en cuenta que yo era un amante de la soledad y vivir aislado era todo un placer. Ahora resulta que era mi agonía silenciosa.

No dejo de recordar la primera noche que nuestras manos se rozaron. Por nuestros cuerpos corrió una electricidad estática y no era la que mi propio cuerpo desprendía. Nos miramos y el tiempo se detuvo y el mundo dejó de girar. En su mirada veo que algo se remueve dentro de él y espero que no vea en lo míos que algo dentro de mí reventó por el placer de tocarlo. Salimos de nuestra burbuja ante una broma que no oímos de Rhage. Ambos tosimos y nos dispersamos. Desde ese día esa mirada era muy recurrente en mis sueños.

Había tanto que extrañaba de él, pero era su voz ronca y profundamente masculina la que me hacía gemir en silencio y muchas veces mi polla respondía a su tono. Su lengua viperina y mordaz. Su sentido del humor. Para que me miento a mí mismo, extraño todo lo que es de él. Me importa y mucho. Todo lo suyo me interesa.

Butch,su nombre define al mío propio y la soledad que he elegido esta noche para olvidar. Hoy caigo rendido a lo que siento por el poli y que Dios se apiade de mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario