TENSIÓN SEXUAL by VISHOUS FATED

                                                            Tensión Sexual.


                         

Nos ayudábamos mutuamente con el juego de la pelea cuerpo a cuerpo en el gimnasio. Jadeábamos cuando dejamos la postura de combate Y nuestros cuerpos claman por duchas bien calientes. Me quito las vendas girando mi cuerpo y sin dejar de pensar en el maldito cuerpo sudoroso del poli. No sé qué me tiene más caliente si haber luchado o verlo todo mojado…me gustaría pasar mi lengua por cada partícula húmeda de su piel. Mi humor se torna oscuro y pésimo.

—Te noto cabreado. Al contrario que a mí, estás peleas me dejan como nuevo y de buen humor.

El humor que percibo en su voz hace que gire mi cuello con tanta violencia para fulminarlo con la mirada que mis vertebras crujen. Mi cuerpo se tensa y espero que esa mirada suya no perciba lo que me ocurre. Este irlandés es muy zagas e intuitivo.

— Déjame en paz.

—Si quieres seguir con esa actitud, me parece bien.

— ¿Qué actitud? —arqueó una ceja con mi mueca sarcástica en la boca y un poco incrédulo por cómo me está hablando.

— La de isla desierta y que nadie me molesta o le clavo una daga en el culo.

— Gilipollas.

— Yo también te quiero Vishous.

Recojo mis cosas y de camino al vestuario las tiros en la cesta de ropa sucia. Comienzo a desnudarme y mientras lo hago mis ojos no pierden de vista la imagen que me devuelve el espejo. Una vez desnudo voy hacia las duchas y vuelvo hacer un parón frente al espejo grande de los lavabos. Los nudillos se vuelven blancos cuando aprieto la loza blanca. Hace tiempo que la imagen que me devuelve es la de un vampiro frustrado sexualmente o que se mata a pajas con el pensamiento del cuerpo desnudo de Butch.

Muevo el cuello en rotación y mis vertebras vuelven a crujir con furia. Si permitiera el toque de otro vampiro pagaría por un buen masaje. La tensión está en mi cuerpo a pesar de una buena sección de lucha y lo mismo me pasa con el Bondage. Me dirijo a la ducha y dejo salir el agua fría. Me pongo debajo del chorro una vez que el vapor llena la estancia y agarro mi polla en la mano enguantada. Empiezo a jalearla hasta que esta dura y me pajeo con el brillo de sus ojos en mi mente. Los cierro disfrutando del momento y casi salto cuando una mano se unió a la mía en el meneo de mi paja.

Me negué abrir mis ojos temiendo fuera un sueño. Sabía que era el poli, estaba detrás de ti. Agarro mi mano sin guante y la tiró hacia atrás para que cogiera su propia polla e hiciera lo que estaba haciendo con la mía. No tuve fuerzas para negarme. Era grande. Un grosor ancho y suave hasta que se pone duro como una piedra, y su tronco es acero de una buena daga recubierto de seda india. Mi mano disfruta tocándolo de forma tan íntima. El disfrute es compartido, para ser un buen chico heterosexual sabe cómo mover una polla.

Estoy a punto de culminar e intento aguantar pero besa mi nuca, la lame y sopla intensificando la caricia, ahogo un gemido. No tengo ni idea que me tiene tan a borde si lo que yo le estoy haciendo o lo que me hace el o las dos cosas. Lo oigo gemir y ese gemido me suena tan sexy y sexual que me hace gruñir y morder mi labio inferior intentando no correrme. Jadea en mi oído y gimo alto, maldita sea estoy en el borde cuando noto gotas cayendo en mi mano de su glande. Me suelta y por me gira hacia el por lo que mi polla dura se suelta de su mano, gruño un poco molesto y mis ojos se abren todo lo que puede cuando lo veo caer de rodillas frente a mí. Veo su lengua salir al encuentro de mis propias gotas y un rayo de placer corre por mi espina dorsal directo a la única pelota que me queda. Lame mi punta y luego la succiona. Me mira, nuestras miradas se enfrentan y me traga con tanta lentitud que me hace gemir desesperado. Le viene una arcada y relaja su boca un poco más, vuelve a intentarlo y se traga todo el grosor de mí también larga y ancha polla. Mi glande toca su campanilla y mis manos se agarran a los utensilios para el agua que hay contra la pared. El deseo me invade y sé que no voy aguantar mucho más. Pero no disfruto sabiendo que soy el único que se va a correr, así que lo paro y hago que se acueste sobre el suelo de la ducha.

Lo hace, me siento sobre su estómago dándole la espalda y me inclino abriendo sus piernas. Su polla rosada y húmeda espera mi boca. Y aunque ninguno de los dos nunca lo había hecho, valía la pena intentarlo. El poli no se hizo de rogar me volvió a tragar sin pérdida de tiempo y yo hice lo mismo relajando mi boca y tragándolo entero. Santo Fade, ese sabor tan íntimo exploto en mi lengua y me hizo gemir. Mi cabeza dejo de pensar y todo mi cuerpo solo sintió. Cada molécula mía estaba en la mamada que recibía y que hacía. Siento vibrar el sexo de Butch en mi boca y mi saliva lo rodea por entero. Cojo sus pelotas en mi mano enguantada y tiro de ellas mientras sigo jugando y chupando con mi boca. La boca del poli era un paraíso por descubrí que me estaba matando de gusto y que me hacía llegar al abismo una y otra vez. Pero el juego sexual no iba aguantar mucho más, el deseo era más fuerte que seguir como disfrutando como lo hacíamos.

Los dos estábamos a punto de estallar el uno en la boca del otro. Fui a salirme de su boca y me freno e hizo lo mismo para que yo no lo alejara de mi boca. Sin previo aviso mi boca se llenó de un sabor salado con un poco de amargo, espeso en su grosor y muy delicioso. Trague y trague sin más, disfrutando de la esencia más íntima de él. Y mientras lo disfrutaba con los cincos sentidos y mi empatía, me corrí en su boca sin darme cuenta de que me dejaba ir una y otra vez. Cuando acabamos, nos soltamos con calma y sin prisa. Me quedé sentado a su lado en el suelo. Lo miré, el muy cabrón se relamía de placer una y otra y otra vez sonriendo.

Cerré el agua fría cuando me levanté y lo ayude hacerlo. Nos miramos y nos besamos. Un brote de gemido partió de mi boca al notar mi propia esencia intima en su caliente boca. Se separó de mí y fue a otra ducha. Gruñí cabreado por tanta frialdad después de un momento como el que habíamos tenido.

— ¿Vienes o te traigo de la polla a una ducha de agua caliente?

— Pensé…

— Ese es tu problema vampiro, que piensas demasiado y actúas poco.

Con mi mueca por sonrisa fui a su lado y disfrutamos de una ducha algo mas caliente de lo normal o lo habitual.