lunes, 17 de agosto de 2020

GUERRERO...29ª


                                                                GUERRERO


                                           





 Butch y Vishous Fated

Sagrada…mierda. Llevaba dos meses manejando mi cuerpo y la curva de aprendizaje iba en ascenso. Al principio habían sido funciones básicas como comer o mantenerme en pie y ahora eran las físicas y todo iba de puta madre.

Estaba total y completamente obsesionado por el puto sexo. Iba a follar como un conejo en celo me había dicho Rhage y lo único que hacía era matarme las ganas a pajas. Todo tenía que ver con Vishous. Quería estar con él, dentro de él, alrededor de él…loco muy loco por él y huía de mí.

Había comenzado a ir a misa semanal de medianoche. Volver a sentirme conectado con Dios me hacía mucho bien y calmaba mis demonios. La oscuridad estaba bajo mi piel. En mi interior…había una sombra que me acechaba, me volvía loco cuando miraba a través de mis ojos y en esos momentos en la iglesia esa sombra desaparecía y yo hallaba la paz.

No quería perder ni la bondad, ni la humanidad que siempre había tenido.

Estar con el poli en el gimnasio era un tormento que me clavaba una estaca en el corazón. Solo nosotros y un oscuro e incómodo silencio. Se lo que necesitaba porque era lo mismo que yo necesitaba pero no era capaz de volver a dárselo. Estaba siendo un puto y miserable cobarde pero no era una maldita hembra ansiosa de ser jodida por su macho vinculado… ¡era un jodido guerrero!

Lo oía todas las noches masturbarse una y otra y otra vez y sabía que eso no era suficiente para saciar las ansias y ganas de estar con el macho que amaba pero no podía dejar que me tomara de nuevo.

¡Puta mierda! ¿Por qué era todo tan complicado? ¿Por qué existía la maldita vinculación? ¿Por qué, por qué? Tengo las respuestas a todos mis interrogantes pero me ata mi forma de ser y como he vivido por siglos. Y como no los padres que me tocaron en esta maldita lotería de la vida. Todo apestaba.

Y mientras entre los dos se aria un abismo que no se podía cerrar y cada vez se hacía más grande.

— Oye poli.

— Que hay Phury.

— Wrath quiere que vengas a nuestra reunión antes de salir a patrullar.

— ¿Salgo de patrulla?

 — Si, después de la reunión y a partir de ahora debes acudir a todas. Tienes diez minutos y esto va para ti también Vishous.

Una hora después estaba en el Escalade con Rhage.

— ¿Va todo bien con el hermano V?

—No.

— ¿Quieres hablar de ello?

— No debimos vincularnos. Fue un error.

— Eso no lo eliges, ni tu ni él. Lo hace el instinto y la sangre.

— Lo sé y saberlo no lo hace más fácil.

— Olvídate de eso esta noche…eres un guerrero y es tu bautismo de fuego después del cambio.

Asentí y mientras miraba por la ventanilla deseaba que Vishous hubiese estado a mi lado, aunque estaría cerca para sanarme. Quince minutos después de aparcar detrás del Screamer´s, me baje del coche y me di cuenta que estábamos en la calle Decima, donde el coche de Darius había explotado. Toda mi nueva vida o historia había comenzado en este punto. Me detuve y miré alrededor.

— Rhage — lo llamé con suavidad.

— Te sigo poli.

Empecé a seguir el rastro de la señal y me relaje al sentir los pasos de mi hermano detrás de los míos. Ambos caminando como asesinos en busca de sus presas. Unos metros más adelante, a la entrada de un callejón, los vimos. Cuando nuestros ojos se encontraron el estallido de reconocimiento se hizo notar sin ninguna sutileza. La conexión era innegable.

En el oscuro y sucio callejón la batalla reventó. Los golpes no me dolían, mi piel parecía blindada y mis músculos de acero. Finalmente tiré uno al suelo y aspire cuando abrió la boca para insultarme, así hasta tres. El resto de los hermanos se unieron a la pelea.

— Se ha escapado uno — hizo notar Rhage.

— Deberíamos ir detrás de ese cabrón.

— Por esta noche es suficiente — dijo Thor.

— ¿Cuántos has tragado? — me pregunto V.

— Que cojones te importa.

— Una mierda, pero debo sanarte.

— No hace falta.

— ¿Qué mierda te pasa, poli?

Lo miré echando fuego por los ojos. Estaba cabreado, muy cabreado por todo y por nada. Me giré y lo encaré.

— ¿Quieres saberlo?

— Sí. Cuanto antes sueltes la mierda que tienes dentro antes podré sanarte.

— ¿Qué puto problema tienes conmigo?

— Ninguno.

— ¡Mentiroso!

— Butch…

— ¡Cállate la boca! Vas a escucharme. Ninguno de los dos quería esta puta vinculación pero sucedió y no pusiste muchos obstáculos. Te has dedicado a ignorarme como si yo fuera una mierda. Pues tengo noticias para ti, soy un hombre que se ha vinculado a otro hombre porque sin saberlo te amaba, pero no te voy a permitir que me trates como basura.

— No soy una puta hembra para que me des por culo todas las noches…soy un G.U.E.R.R.E.R.O

— ¡GILIPOLLAS! Jamás te podría comparar con una hembra porque sé muy bien con quien estoy…con un gran macho. Con un cuerpo musculado y fibroso y con pene como yo.

— ¿Cuál es tu problema? Que no dejo que me folles, tú tampoco te dejas.

— Lo resumes en esa mierda. Puto cobarde. No has entendido nada de lo que te he dicho. No escuchaste,te encierras en tu mente y que el mundo reviente.

Me acerqué a Butch sigilosamente como un tigre al acecho y lo fui arrinconando hasta que su culo topo con una de las paredes. Antes de que pudiera hacer nada y valiéndome de lo que había tragado, le di la vuelta. Mantuve sus brazos a su espalda e inmóviles y froté mi polla entre sus nalgas. Con mi mano libre lo agarré por el pelo e hice su cabeza hacia atrás hasta que su oído quedó a la altura de mi boca. Se debatía pero yo veía negro y nada me importaba.

 — Dar por culo en este dúo no será solo cosa de uno. Vamos a ver cómo te sientes estando en el lugar de una hembra.

Le desabroché con agilidad el botón del pantalón de cuero e hice lo mismo con la cremallera. Se lo bajé por debajo de sus nalgas.

— ¡Vishous!...¡para!...¡así no!

— Te voy a follar y luego me cuentas cómo te sientes… es el único modo de que sepas como me siento yo o me sentí cuando me hiciste tuyo.

Sacudí mi cabeza evitando los recuerdos de mi violación que llegaban a mí como si estuviera de nuevo en esa habitación y fuera violado de nuevo. Mi cuerpo tembló. Y sin más no era V el que estaba detrás de mí, era el puto Omega.

— ¡¡PARA HIJO DE PUTA…TE MATARÉ!!

Estaba a punto de entrar en el culo del poli cuando empezó a temblar y a gemir pero solo pare cuando me gritó. Mi mente se despejó y gruñí dando un golpe a la pared cuando me di cuenta de lo que estuve a punto de hacer. Me doblé para vomitar lejos de su persona y cuando acabé maldije…era un maldito cabrón, un jodido y puto violador.

Tardé unos minutos en reaccionar y notar que ya no estaba inmovilizado. Me subí el pantalón, abrochándomelo me giré para resbalar hasta quedar sentado en el suelo. Subí mis piernas y metí mi cara entre mis manos cerrando los ojos.

Cuando dejé de vomitar volví al lado del poli poniéndome de cuclillas a su lado.

— Butch…lo siento.

Silencio. Fui hacia el coche que uno de los hermanos había dejado a la entrada del callejón y cogí dos botellas de agua. Volví a su lado y me senté pasándole una de las botellas.

Cogí el agua y me la bebí aunque necesitaba algo más fuerte. Abrí lo ojos y me encontré con los suyos, jugaba nerviosamente con la botella vacía. Nunca había visto arrepentimiento en los ojos de Vishous. Hoy era la primera vez.

— ¿De verdad te sientes como una hembra porque te he hecho mío?

— Si, así me sentí.

— No lo eres. Joder, mírate. Hay que estar loco para pensar en ti como una hembra.

— Iba a violarte. Estaba ciego y ofuscado.

— Has parado a tiempo. No tengo problemas para que me hagas tuyo pero no de esta manera. Has traído de nuevo esos recuerdos a mi vida.

— No quería eso, no lo pretendía.

— Lo sé.

— De no haber parado al oírte gritar hubieses sido el segundo hombre violado por mí.

Esa confesión me descolocó. Nunca hubiese imaginado a mi amigo violando a otro hombre.

— ¿Ya habías violado a un hombre?

— Sí. En el campamento. Estaba débil por haber pasado la Transición y mi padre vio una oportunidad para que muriera. Luché con uno de sus mejores hombres y gané. El cabrón de mi padre tenía una forma cruel de castigar y humillar al vencido en la arena…el vencedor tenía que violar al vencido delante de todos. Si no lo hacías El Sanguinario te daba muerte con sus propias manos. Así que lo hice.

— Tu padre era una bestia sin entrañas y eso fue supervivencia.

— No me hubiese perdonado habértelo hecho a ti.

— Paraste a tiempo, no le demos más vueltas.

— Butch…

— Estoy bien, ya paso. ¿Y los chicos?

— Se fueron cuando empezamos a discutir.

— Son listos. ¿Volvemos a casa?

Me levanté y lo ayude a levantarse. Fuimos hacia el coche y le hice señas de que se metiera en los sillones de atrás. Le levanté la camisa y le di luz.

— Ya que estamos vinculados creo que lo mejor es que te mudes a mi habitación.

— ¿Estás seguro? Vishous.

— Sí. No puedes seguir masturbándote, eso no sacia tu sexualidad activa.

— No te tomaré sin tu permiso.

— No digas gilipolleces. Tienes mi permiso.

 — Y tú el mío.

— Aun no estás preparado poli.

— No lo sabremos hasta probarlo.

— Fíjate lo que ha pasado antes, cuando casi te vio…

— Ese no eras tú.

— Dejaremos pasar unos días.

— De acuerdo, pero no muchos.

— Pervertido.

— Por tu culpa.

Nos reímos y besamos.

— Cuando te haga mío poli, no quiero recuerdos, ni otros machos en nuestra cama.

— Eso no te lo puedo prometer.

— Yo cambiaré esos recuerdos.

— Siento que no seas el primero.

— Lo seré y así te lo haré saber y notar. Así lo sentirás.

— Me gustaría que así fuera. No quiero que cada vez que me hagas tuyo, ese bastardo ocupe mi mente.

— Te lo prometo.

Nos dimos una ducha al llegar al Hueco y nos acostamos el uno en brazos del otro. Nos estábamos quedando dormidos cuando la voz de una hembra vino seguida de un resplandor. Nos sentamos en la cama y rodamos la sabana para cubrirnos.

— Esto es lo que debe ser, la luz y la oscuridad juntos. Dos mitades formando una unidad.

La Virgen Escribana flotaba a los pies de nuestra cama.

— Su Santidad — dijo Vishous con respeto.

— Butch, descendiente de Wrath hijo de Wrath. El destructor ha llegado y ese eres tú. Ahora comienza una nueva era en esta guerra.

Como vino se fue. Nos volvimos acostar y nos miramos.

— Necesitamos un trago — dijimos a la vez.

Saltamos de la cama desnudos como estábamos y fuimos a por una botella de vodka y otra de whisky. Nos sentamos en el sofá del salón.

— Mierda, como para haber estado follando.

— Mi suegra es una mirona.

— Calla loco o te chamuscara el culo y me gusta como esta.

— No mola que aparezca cuando quiera.

— Vete acostumbrando. Ahora si amigo mío, es totalmente oficial…eres Dhestroyer.

— Brindo por eso.

Chocamos las botellas y bebimos.

— Y eres mío Butch.

— Y tú mío Vishous.

Dejamos las botellas sobre la mesa y atraigo al poli sobre mi regazo. Nuestras pollas ya están duras y las cojo juntas con mi mano enguantada, cuando nuestras pollas se encuentran, emito un sonido gutural que me recuerda el ser primitivo que soy y me vuelvo cuando tengo al poli de esta forma bajo mis manos.

El contacto de su polla desnuda contra la mía y su mano dándonos placer a ambos me vuelve loco. Echo la cabeza hacia atrás y jadeo. Necesito más y se lo hago saber raspando con mis colmillos la piel de su cuello cuando vuelvo mi cabeza a su lugar. Y moviendo mis caderas sobre las suyas.

Nuestras pollas están goteando de placer pero no quiero que acabemos así. Sus gemidos me vuelven loco, completa, absoluta, deliciosa y ciegamente loco, mientras lo bajo hasta el sofá mordisqueando y lamiendo su torso en un camino rápido hacia abajo y cuando llego a su entrepierna, me meto su sexo en la boca sin ningún miramiento. Hasta el fondo y luego hacia fuera succionando con fuerza, y su grito me pone al límite. Impongo el ritmo que de verdad me pide el cuerpo, comiéndomelo rápido, entero, intenso. Su sabor empieza a invadir mi paladar y respondo a sus gemidos con los míos. Y bajo mi mano a mi propia polla, porque no aguanto más. Pero cuando comienzo a masturbarme su mano me frena y me hace señas para que me dé la vuelta.

El primer orgasmo me llega a traición y lo disfruto pero quiero, necesito la polla de Vishous en mi boca y hacerle lo mismo que el me hace. Freno su paja y lo ayudo a darse la vuelta de forma que no suelte mi polla de su boca. Me relamo antes de tragármela entera y succionar cuando la tengo toda dentro. Sin un aviso mi boca se llena de su leche y trago ávido y sediento de su esencia más íntima. Le doy una nalgada para que se mueva y empezamos de nuevo la danza del sesenta y nueve.

Me traga sin previo aviso y muero de placer al sentir esa calidez rodear mi pene y la humedad que me pone más duro de lo que ya estaba. Succiona, chupa, lame y muerde varias veces antes de que me corra y no me dé tiempo a salirme. Lo oigo tragar mi semen y yo gruño y gimo a partes iguales. Me rompo y vuelvo a concentrarme en esa boca que me está volviendo loco y llevando al nirvana del placer más profundo. Meto un dedo en mi boca y lo lleno de saliva, tanteo y poco a poco lo voy metiendo en su culo. Una leve resistencia y entra. Estoy atento a todas sus emociones y por ahora no hay recuerdos oscuros. Lo muevo al compás de mi boca y meto un segundo.

Estoy en pleno deleite de hacerle una mamada a Vishous cuando mete un dedo en su boca, mojarlo y sacarlo y lo noto buscar. Cuando encuentra lo que buscaba lo empuja dentro de mi culo y aunque al principio me tenso, me libero del recuerdo que quiere colarse y me relajo dándole cabida a que entre. Lo mueve dentro de mí y gruño con la boca llena cuando mete un segundo dedo. Dios, es la locura más caliente y lo que me lleva a mi segundo orgasmo. Saco la punta de mis colmillos y muerdo su tronco en la parte baja. Sangre y semen hacen un cóctel explosivo en mi garganta que trago con desespero.

Cabrón, en cuanto calvo sus colmillos en mi polla el orgasmo me recorrió por entero el cuerpo. Meto un tercer dedo y sube sus caderas para que lo trague más profundamente. Y lo hago. Mi lengua se vuelve juguetona y apremio su siguiente orgasmo. El eco de sus gemidos ahogados que rozan mi polla hace que me vuelva a correr.

Nuestros cuerpos están bañados en sudor. Nuestras esencias de emparejamiento cubriendo nuestros cuerpos y la habitación donde estamos. El ritmo se hace más veloz y cuando introduce el tercer dedo me vuelvo a correr gimiendo. Gemidos que son amortiguados por su polla cuando se corre esta ultima vez al mismo tiempo que yo.

Muy despacio saque los dedos y su polla de mi boca. El poli hizo lo mismo sellando la herida de sus colmillos en mi tronco. Me levante y senté a su lado. Se sentó y nos miramos con una sonrisa en las bocas. Le pase su botella de whisky y volvimos a chocar las botellas. Bebimos en silencio.

— ¡Puta ostia!

— Pensé te habías quedado mudo poli.

 — Ha sido la leche.

— Mejoramos.

— Joder que si mejoramos.

— ¿Te sentiste bien con los dedos dentro de ti?

— Hubo un momento que un recuerdo quiso llegar pero no lo deje, me concentré en cómo me estabas haciendo sentir.

Lo atraje hacia mí y lo besé.

— No tardaré mucho en hacerte mío Butch, esto solo ha sido un aperitivo de lo que vamos a tener.

— Estaré preparado para ti.

Terminamos de beber y nos dimos una ducha antes de volver a la cama. Me quedé en mi sitio hasta que me llevo al suyo y me abrazo para dormir.

1 comentario:

  1. Sublime. Sois la leche. Transportais al momento que habeis escrito y poneis la imaginación a trabajar,gracias. Un beso.

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