jueves, 11 de marzo de 2021

CAMPAMENTO...4ª by VISHOUS FATED


                                                                    CAMPAMENTO 4ª
                                           



Mi padre y yo sabíamos que no estaba listo para pelear pero esa había sido su maniobra desde el principio. No esperaba mi cambio para sentirse orgulloso como cualquier padre “normal” sino para que este me llevara a la muerte. Quería que me viera obligado a usar mi mano maldita y acallar unos rumores haciéndolos realidad delante del todo el campamento…así podría apartarme de todo y todos. Y si perdía ya no sería ninguna amenaza para el dominio de mi padre. Su supremacía permanecería intacta e imbatible sin que mi cambio la pusiera en peligro.

A mis pies dejo caer una escoba que pelearía contra una maza. El Sanguinario dio la orden y alguien dejó caer el pozo de su cerveza caliente y pegajosa por mi espalda y escurrió hacia mi trasero. El guerrero empezó a dar vueltas alrededor mío mientras me enseñaba sus caninos. Al mismo tiempo blandía su maza.

Trataba de seguir a mi oponente y sus movimientos pero estaba débil y me costaba mantenerme sobre mis piernas. Al mismo tiempo vigilaba a la multitud fuera me lanzaran algo más peligroso. Noté que el punto débil del agresivo macho era el hombro derecho. Todo el combate fue más bien un concurso donde yo esquivaba golpes y aprendía a predecir sus movimientos y a seguir el ritmo de la maza. En una de esas pausas ataque arrojándole con fuerza el palo de la escoba y golpeándole la entrepierna. Cuando soltó la maza y cayó no desperdicié ni un minuto. Levanté la escoba por encima de los hombros y la descargué con todas mis fuerzas sobre la cabeza de mi oponente rompiéndola. Este quedó inconsciente.

El silencio fue brutal, lo único que se oía era mi respiración agitada y fatigosa. Me disponía a irme cuando mi padre me grito que no había acabado la pelea. Me lo quedé mirando. Mi oponente despertaba gimiendo. Si me negaba el Sanguinario terminaría ganando el juego que había montado. Las cosas no habían salido como él había querido. Yo sería rechazado y tachado de cobarde. Tenía que castigar a mi oponente quisiera o no. Porque si hacia lo que debía mi posición en este lugar se afianzaría…al menos hasta el próximo combate.

Me dejé llevar por la rabia que me hacía arder. Le di la vuelta al macho y lo acosté boca abajo. Lo violé con crueldad y fuerza bruta. Delante de mi padre. Delante de todos. Ese era el humillante premio para los que perdían en la arena. Cuando acabé me levanté y el macho quedó cubierto de sangre, sudor y semen.

El silencio seguí ahí presente y cuando mi mirada se encontró con la de mi padre el odio se interpuso entre los dos. Ninguno podía esconder lo que sentía por el otro. Yo maldije por mi perra y puta vida y el maldijo por seguir yo con vida. Esperaba verme muerto y a buen seguro hubiese mandado violar mi cuerpo inerte tan solo por un sádico placer.

El Sanguinario…mi padre, era un ser malvado que disfrutaba con el dolor ajeno y humillando y maltratando. Y yo era como él.

Mi puto linaje estaba maldito.

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