viernes, 31 de julio de 2015

DE NINGUNA PARTE...7ª



                                                            

                                                       DE NINGUNA PARTE
                                             



Bucth y Vishous Fated

Joder para ser un tío tan parco en palabras, esa mirada había sido un libro abierto, esa mirada había dejado mucho al descubierto. Estoy a punto de congelar mi sonrisa, pero me sobrepongo y la hago más ancha. Esa puta mirada me había comido, no, me había devorado como si lo que habías visto, te hubiese gustado y mucho.

Luz de alarma en mi cabeza: A que a mi nuevo amigo la van los tíos y yo se lo puesto en bandeja de plata y por eso, la frialdad y la mala uva que lleva el cabrón. Coño no quiero herirlo pero siento la necesidad de darle una aclaración, me importa demasiado como para por lo sucedido hace unos minutos pierda su amistad y su compañía.

Sacudo la cabeza y le enfrento la mirada.

— Oye V, no soy gay, me gustan las mujeres, no sé lo que me ha pasado para haber dejado que sucediera lo de hace unos minutos, pero puedo vivir con ello, si tú lo haces mamón y siempre que nuestra naciente amistad no se vea perjudicada —trago saliva—me importa una mierda tu sexualidad, vale.

Aprieto las mandíbulas. Como si necesite que me recuerde lo malditamente pervertido que soy. Hijo de perra. Sacudo la cabeza mientras me coloco el arnés en el pecho y las Glocks en mis caderas antes de calarme bien la chaqueta de cuero, abrochándola.

—Lo sé. No importa —contesto de forma automática, intentando ignorar el pinchazo que me da en el puto pecho.

Yo ya sé a qué coño atenerme. El tipo no es como yo, nunca lo será. Coño, hasta ha encontrado a una hembra de valía, a pesar de que yo no la soporte ni un poco, con quien podría formar una bonita familia. Dios, ¿en serio pensé que algo podría ocurrir más allá de lo que ya ha pasado? Mira que llego a ser imbécil.

Abro la puerta y espero a que salga, cerrando detrás de nosotros. Oigo a los hermanos abajo, seguramente atacando alguna de las bandejas que ha preparado Fritz para el regreso de los demás de patrullar. Genial, al menos así no tendré que estar a solas y de forma incómoda con el poli.

—Los demás han llegado —digo mientras empezamos a bajar las escaleras. Mañana por la noche, antes de patrullar, creo que sería una buena idea concertar un maldito encuentro con una de mis sumisas y creo que tengo a la adecuada para lo que necesito.

Genial el vampiroroperoempotradocabronazohijodeputamamondemierda ¡Eh párate Bucth!, vale las cosas entre los dos no iban bien, iban jodidamente mal, como si estuviera en el precipicio de un barranco y el muy cabrón tuviera una mano en mi espalda, dispuesto a empujarme para que caiga. Si bajando la escalera chocara ahora con el ropero empotrado, sabría lo que sintió el Titanic cuando choco con el jodido iceberg, dios estoy desvariando otra vez, un barco no puede sentir nada si choca a lo sumo se va a tomar por culo y punto.

Paso las manos por mi pelo y me digo a mi mismo:*calma Butch, calma*. Pero no puedo la frialdad que desprende el cuerpo de V me pone de los nervios, no me gusta y lo más impactante me duele de cojones, puta boca que va siempre por delante de mi cerebro y tiene vida propia y contesta lo que no debe y dice lo que se tiene o debe callar.

Ahora sí que la había jodido bien jodida y no tenía ni idea como lo iba arreglar, estaba de mierda hasta el puto cuello. Me di cuenta de que hablando conmigo mismo habíamos llegado a una habitación que parecía un comedor, joder en esa casa toda era a lo grande y con gusto. Entre brumas me di cuenta de que al entrar con V, todos se habían quedado callados y se depositó en el ambiente un silencio pesado como una loza de tumba. Buen simi, a lo mejor y solo en el peor de los casos, era mi tumba.

Por inercia camino hasta pegar mi hombro con el de Vishous, joder si ese simple gesto no me calmaba y además estaba siendo una costumbre. Si el silencio seguía y nadie decía o hacia algo, preferiblemente hacer, una buena pelea estaría bien, me iba a dar un puto infarto.

El primero en hablar es Rhage que me lanza una de las tortitas que ha hecho Fritz. Niego con la cabeza y se la lanzo otra vez.

— ¡Oye! ¡Con la comida no se juega! —salta Hollywood y le fulmino con la mirada.

—Mira quién coño fue a hablar —digo, mordiendo cada palabra—. Siéntate y come algo, si quieres. No van a mor... tocarte —me corrijo. Joder, pensar en lo que hemos hecho antes me pone algo tenso, pero noto su cercanía y aunque sé que no debería aprovecharme de ello, lo hago. Como el hijoputa que soy—. ¿Vamos a ir al Screamer's después?

—Sí, claro. Necesitamos relajarnos un poco, ya sabes.

Joder no soy un tío cobarde pero mi estómago no tiene ganas de comer, ahora mismo lo que necesito es emborracharme y echar un polvo, no es que me miren mal, es que parece que el primer plato soy yo, además estoy cabreado conmigo mismo y con el puto mundo y con el cabrón hijo deputa del ropero empotrado y si no fuera porque estoy de los nervios no me hubiese pegado a él.

Coño no me gusta esa frialdad, ¿dónde estaba la calidez de minutos antes? No me gustan como me miran y no me gusta estar ahí, estúpido de mí y yo pensando que a lo mejor y solo a lo mejor esta nueva vida iba hacer más fácil que la que tuve, por los cojones, por mis cojones. Se ve que mi karma va a tardar mucho en limpiarse. Me doy media vuelta y salgo por la puerta principal hacia el jardín, cuando salgo veo en la hierba la gorra de los Sox, la recojo y me la meto en el bolsillo de la parte de atrás del vaquero, será lo único que me lleve cuando me pire de aquí.

Le observo de reojo y frunzo aún más el ceño cuando le veo separarse de mí y dirigirse a la puerta principal. Los demás —excepto Rhage—, ignoran ese hecho, pero yo no puedo. ¿Qué cojones le pasa ahora? Me acerco a la mesa, cojo un vaso y lo lleno de Lagavulin.

—Podríais ser algo más considerados, ¿no? No es una jodida plaga o algo por el estilo. No os contagiaréis de humano por ser algo... más simpáticos con él —digo mientras me sirvo un vaso de Goose para mí, me doy la vuelta y salgo en busca del maldito poli.

Lo encuentro en el jardín, mirando hacia la verja que da a la calle.

—Toma. Esos tienen aún para un rato —le digo mientras le tiendo el vaso de whisky y le doy un sorbo al mío.

Cojo el vaso sin mirarlo. Me pregunta que me pasa y ahora sí que estoy bien jodido, pero nunca he huido de nada, ni de nadie. Lo miro, tal vez por última vez, vuelvo a tomar otro trago y lo enfrento.

—Mira ropero empotrado te agradezco todo lo que has hecho por mí, que me salvaras el culo, la ropa, la pelea, que me curases la herida, en fin todo tío, pero no quiero estar aquí—vas a decirme algo pero alzo una ceja para que me dejes continuar—tu vacías la mente de recuerdos, conmigo no has podido porque soy más tozudo que una mula, pero te lo pondré fácil para que puedas hacerlo. Esto tío no es mi mundo, —abarco con mis brazos abiertos el jardín y la mansión— sigo sin encajar ni aquí ni ahí fuera, pero eso de ahí—señalo hacia fuera—lo conozco y se enfrentarlo esto no—hago una pausa para tomar otro trago—y pensé que podíamos ser amigos, un fallo mío y tu frialdad hacia mí no es algo que me agrade, sé que puedo ser un puto bocazas pero nunca lo hago para herir, es solo que mi boca va antes que mi cerebro, estoy hasta los putos huevos de no saber hacia dónde voy.

Noto como los ojos se me nublan, lo que faltaba ponerme a llorar como una mujer abandonada.

Ya. Hombre, no es que no me esperara algo así, pero... Me agacho y dejo mi vaso en el suelo, metiendo mis manos en los bolsillos traseros de mis pantalones de cuero para pasear un poco hasta quedar frente al poli.

— ¿Y qué te espera ahí fuera? ¿Crees que no sé lo de asuntos internos? ¿Que no sé qué te han "suspendido sin sueldo temporalmente" mientras se investiga la denuncia que te pusieron por brutalidad policial? Tú y yo sabemos que eso es solo pura burocracia, una tregua antes de que te den la patada sin ningún tipo de honor ni mierdas por el estilo. ¿Y después, qué? ¿Ir por libre acechando mujeres u hombres infieles como detective privado? ¿Ser el perrito guardián en alguna maldita nave abandonada en el puto culo de Caldwell? Lo miro con seriedad. —Ambos sabemos que eso no está hecho para ti, que te morirías antes de hacer alguna de esas cosas. —Cierro un instante los ojos y dejo que la visión que tuve antes la primera vez que lo mordí vuelva.— ¿Quieres saber cuál es tu lugar, poli?

Agacho mi cabeza y con disimulo me seco los ojos, levanto las vista, me acabo lo que queda en el vaso, lo coloco a mi lado en la hierba y vuelvo a enfrentar su mirada.

— ¿Por qué será que no me extraña que sepas todo eso?, pero no tenías derecho a hurgar en mi puta vida sin consultármelo mamón, bastaba con preguntar y te lo hubiese dicho—me paso las manos por la cara—joder V no me leas la mente y no hurgues sin preguntar, no me gusta y ahora tú me vas a decir cuál es mi lugar porque has tenido unas visiones de mí, pues perdona pero sigo queriéndome pirarme de aquí ropero empotrado.

Dios la tristeza y la rabia se van apoderando de mí a partes iguales, me jode el hecho de saber que si me voy no volveré a ver al mamonazo que tengo delante y eso duele.

—No lo he visto en tu mente. No controlo tanto lo que veo o lo que no, pero sé cuándo no debo hacerlo. Wrath me pidió que te investigara, que averiguara más de ti, no fue por gusto que lo hice.

Dejo que el negro de mi ojo se expanda y se coma el blanco.

—Eres de los nuestros, en más sentidos de los que crees, Butch. No sé... No tengo claro en qué sentido exactamente o qué cojones pasará, pero sé que no debes irte. ¿Quieres ganarte el respeto de los hermanos? No te cortes, no les dejes ganar. Enfréntate a ellos. No te tocarán más allá de lo estrictamente necesario a no ser que quieran enfrentarse a mí, pero tampoco se van a contener por ello. ¿Quieres irte? Bien, no te lo impediré, pero... —Aprieto las mandíbulas y los puños—, me obligarías a ir a por ti... Y no precisamente para traerte de vuelta, ¿lo captas? Y querría evitar esa mierda porque no podría y sé lo que elegiría. —Cierro los ojos y dejo que mi pupila vuelva a la normalidad. Camino hacia el humano y me planto ante él.—No podría matarte, aunque mi propia vida dependiera de ello. Antes moriría. No preguntes por qué me siento así, no lo sé, pero es lo que siento.

Bien me apuesto las pelotas que si me pinchan o me muerden ahora no tendré ni una gota en la sangre, joder. Punto uno: No me investigo por voluntad propia, fue orden del ogro mayor, punto dos: soy de los de ellos, no lo entiendo pero me vale, punto tres: debo ganarme el respeto de esos roperos empotrados, bien no sería fácil, pero lo haría, punto cuatro: tengo guardaespaldas privado, V, eso estaba bien, punto cinco: no me impedirá irme pero si lo hago ira a por mí y me liquidara. Y último punto y más importante no quería hacerlo, moriría si tuviera que hacerlo y son sus sentimientos, coño si mi corazón no volvía a estar caliente. No pensé, no analicé, solo sé que sus palabras llegaron a mí de una forma cálida y segura. Mire esos ojos brillante y di un paso para pegarme más a él.

—Puedes matarme después de hacer lo que voy hacer, no me importa, morir por esto.

Y sin más, me pego más a ti, te cojo por el cuello con ambas manos, ladeo tu cabeza y sólo cierro mis ojos cuando mis labios se paran sobre los tuyos y mi lengua te obliga abrir la boca.

Mierda. No entiendo nada. Hace apenas unos minutos me decía que... eso. Que no le iban los tíos y, sin embargo, aquí está comiéndome los morros. No es que me queje, nope. Solo... joder, sería injusto aprovecharme de esto porque al final acabaría cagándola.

Mis manos se mueven solas y se ciñen alrededor de las caderas del humano, atrayéndolo aún más hacia mí y, sin saber cómo, acabamos medio escondidos entre la pared de la mansión y unos cuantos arbustos. Y yo contra la puta pared. Hijodeperramalditocabrón, pienso mientras intento hacer que mi cuerpo coordine lo suficiente para invertir posiciones, pero me es imposible. La Virgen en el Fade, ¿qué cojones me está haciendo este poli?

Dios no entiendo el porqué de lo que estoy haciendo pero lo hago, sin aparta mi boca de la suya, te saco la camiseta y meto mis manos por dentro para tocar tu piel, el beso se vuelve más agresivo por mi parte cuando intentas cambiar la posición y una mierda. Una de mis manos va hasta el botón de tu pantalón de cuero y lo desabrocha, sigue con los botones y un dedo acaricia por encima tu erección. Mi mano entra despacio y porque no me asombro cuando al meter mi mano dentro de tus pantalones noto que no llevas boxes, sin dejar de besarte, sonrió sobre tu boca, un tío que lo pone fácil llegado el momento. Tus manos están, una en mi nuca y la otra sobre una de mis nalgas, apretándome más a ti, pero no te dejo necesito sitio para poder mover mi mano y hacer que te corras. Tu polla es grande, dura y gorda, joder eso lo pensaría una prostituta, no un tío heterosexual, disipo de mi mente, ese último pensamiento y me centro en ti, en tu boca y en tu polla. Al pasar uno de mis dedos por tu glande, supuras un poco de semen a la vez que sueltas un suspiro que hace eco dentro de mi boca, es curioso a la vez que gimes, gruñes y vuelvo a sonreír sobre tu boca. Tus caderas siguen el movimiento de mi mano, tú mano en mi nuca la aprieta más y la de la nalga se clava en ella. Estás a punto de caramelo e intensifico los movimientos, más rápido, más fuerte. Te apartas de mi boca y un — Hijo de puta poli… hijo de puta… — Junto con tus gruñidos, tus gemidos de placer y tu corrida hacen que mi sonrisa se amplié. Apoyo mi frente en la tuya mientras acabas de correrte. Cuando acabas, limpio mi mano en mis pantalones y busco algo para limpiarte, estaba en ello, cuando el guaperas de la pelea en el callejón, sale con los demás gritando a pleno pulmón.

—! Eh! damiselas, nos vamos de borrachera.

Me aparto de V para darle tiempo a componerse, pero la damisela me toca los cojones y me pone de mala ostia y salgo de donde estábamos medio ocultos.

— Damisela guaperas lo será tu puta madre cabrón.

— ¿Buscas pelea damisela?

Y sin más me tiro a por él guaperas toca cojones.

Ni siquiera sé cómo cojones he acabado así. ¿Será que realmente no quería cambiar de posición? ¿Que, de alguna manera, el muy mamón consigue hacer de mí lo que le da la gana? ¿O será solo que...? Yo qué sé. Gruño al sentir sus mano meterse en mi puto pantalón, rodeando mi longitud. Hijodeputamamonazodemierda. Su boca sobre la mía es demandante, no me da tregua, tampoco lo hace su mano. Ésta última acelera el ritmo y mis manos aprietan aún más sobre su cuerpo y antes de que pueda evitarlo, el orgasmo me golpea como un puto martillo.

Oigo a los demás salir de la mansión y cómo se limpia a sí mismo en sus jodidos pantalones. Yo, por otra parte, meto mi polla otra vez donde debería y consigo recomponer mi usual expresión cuando aparece Hollywood. Síp, me huelo problemas. Antes de que pueda reaccionar Butch ya está lanzándose en plan kamikaze sobre el capullo de Rhage.

—Mierda. ¡Poli!.

No sé si por lo de damisela, por hacerle una paja a V o porque me jode toda esta mierda, me tiro a por el guaperas y después de dale con la cabeza en el estómago acabamos en el suelo, oigo a V llamarme pero la sangre hirviendo en mis venas no me deja hacerle caso y sigo a lo mío.

Soy consciente de la fuerza de estos tíos pero quiero sangre y me da igual si es la mía a la de ese capullo guaperas llamado Hollywood, estoy ciego, me jode toda mi vida, me jode mi puto pasado y me jode la paja que acabo de hacerle a un tío y me da igual que sea un vampiro.

!Joder es un tío...un tío! Antes de acabar con mi espalda en la hierba le parto el labio inferior al guaperas y mi herida me da una puntada de aviso, miro a ver si la gasa que la cubre tiene sangre y al ver que no sigo peleando. Parecía que lo que le dije al V, de que si me moría después de hacer lo que iba hacer no me importaría, se iba a cumplir. El puto guaperas daba duro así que posiblemente mis problemas acabaran esa puta noche.

Espero a que sea el poli el que quede sobre Rhage otra vez para acercarme y agarrar al maldito humano por las axilas, levantándolo y apartándolo del hermano. Lucha por zafarse pero no voy a ceder. Joder, no me refería a eso cuando le dije que tenía que ganarse el jodido respeto de los demás.

— ¡Vale ya, joder! —Mascullo, apartándome varios pasos más de Hollywood—. Para, Butch, hostias.

Noto como unas manazas me separan del guaperas e intentan que me calmen, cuando me doy la vuelta me topo con la mirada asesina y preocupada de V, además de un buen puñetazo que veo venir y no detengo, me lo merezco por capullo.

—Te has salvado mamón porque ere el cachorrito del hermano V, si no ya estarías muerto humano.

Me aparto un poco de V y me encaro a los roperos empotrados, hasta aquí habíamos llegado.

—Dos cositas mamones, no soy el cachorrito de V, ni de nadie y no soy humano—-puta lengua—bueno quiero decir que si lo soy y si creéis que me gusta estar aquí más que a vosotros tenerme, creerme cuando os digo que siento lo mismo, esto es una puta mierda y yo no pinto nada aquí—respiro hondo y trago saliva—así que vamos a procurar llevarnos bien, yo no busco pelea y vosotros no me ignoráis, tan simple como eso.

—Te lo he dicho, poli —digo calmadamente—, eres de los nuestros. Aún no sé de qué maldita manera exactamente, pero estás donde tienes que estar. Ahora —suspiro y miro a los demás—, ¿podemos irnos de una vez o tendré que pillar yo el Escalade mientras los demás os desmaterializáis?

Estoy hasta las pelotas de esto. Del hecho de que el maldito poli siga empeñado en decir si pertenece o no a este sitio, sin que me crea una puta mierda, metiendo la pata cada dos por tres... Joder, siempre que estoy a solas con él cometo alguna locura que acaba por mandar a tomar por culo la posible amistad... Sí, sí, amistad, mamón pervertido de mierda, que pudiéramos haber forjado.

Me quedo rezagado cuando empiezan a caminar hasta ponerse todos juntos y una punzada de dolor en el pecho me deja sin aliento, bajo la cabeza derrotado y de repente el guaperas salta.

—Eh humano de los cojones, ¿vienes o necesitas una invitación formal?

Una calidez que ya conozco sin mirar y que va de un hombro a otro, de un cuerpo a otro, traspasa mi chamarra vaquera y al mirar te veo a mi lado con un cabreo de cojones . Sonrió, saco la gorra de los Sox y me la pongo. Meto los dedos en ni boca y pego un silbido que se tuvo que oír en toda la cuidad, captando la atención de los demás roperos empotrados.

—Si supongo bien y por lo que he visto, si desmaterializarse es evaporarse como humo, ¿cómo coño llego a ese antro donde me vais a llevar? Está bien que no me ignoréis, pero recordar que soy humano, coño.

No puedo evitar reírme. Mierda, ¿cómo consigue hacer que me comporte así?

— ¿Sabes? Hay algo llamado coche, poli —digo mientras niego con la cabeza y Rhage me lanza las llaves del Escalade—. Aun considero tu condición de ser humano, ¿sabes? —Le doy un golpe a la paleta de la gorra, calándosela aún más y me adelanto al monovolumen donde los demás ya están esperando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario