martes, 10 de noviembre de 2015

PORKER AL DESCUBIERTO...20ª


                                                        PORKER AL DESCUBIERTO
                                             


Vishous y Butch Fated

La verdad era que me sentía absolutamente perdido. Hombre, ¿lo que hablamos en los vestuarios de la sala de entrenamiento? Lo entiendo, pero tampoco es que acabe de pillar la situación. La palabra amor me había sido vedada durante toda mi vida. En el campamento del Bloodletter no existía ni el amor, ni el cariño, ni la misericordia, ni ningún tipo de sentimiento de esa índole. O matabas o te mataban. Así eran las cosas.

Hace cosa de dos días que ha llegado el abogado que vino a la reunión de la glymera en la cual no apareció ni un alma y, por X o por Y he acabado teniendo que trabajar con él aquí, en el jodido Pit. No me gusta, pero, ¿qué le voy a hacer? Órdenes del Ogro Mayor. Le miro de reojo y veo que me mira de reojo, desviando su mirada cuando se ve pillado in fraganti.

Bueno... ¿qué te parece? Otro que parece tener el mismo sentido de la integridad física huido. Como Butch. Me cago en la puta.

Vale, no me hace ningún jodido bien el hecho de que el muy cabrón haya estado yendo al Iron Mask y que al volver sea un puto ambientador de olor a sexo. Hijo de la gran puta. Y eso me lleva a pensar, ¿podría hacer yo lo mismo sin toda la mierda del ático de por medio? ¿Con otra persona que no sea él? Porque vamos... tal vez sería bueno... ¿experimentar?

Mi perilla se tuerce hacia arriba. En la reunión fui consciente de que el abogado me miró de forma descarada los tatuajes y no se santiguó contra el mal de ojo. ¡Hurra! Joder, por fin alguien con dos pares de cojones bien puestos.

—¿Vishous? —le oigo decir y me doy cuenta que he estado divagando en mi puto mundo. Carraspeo y me giro hacia él.

—¿Qué?

—Aquí —me indica, señalando una frase en uno de los volúmenes de la raza—, ¿no significa eso que las órdenes de Sehclusión solamente pueden ser concedidas por el Consejo en pleno más la aprobación del Rey de la Raza?

Me inclino sobre su hombro y leo el párrafo que me indica.

—Sí, pero un par de cláusulas más abajo especifica que eso sólo será si van a ser todas las hembras no emparejadas o las hembras que puedan ser de interés para la Primera Familia —le contesto, buscando lo que le sigue a esa cláusula, demorándome más de lo debido. Siento que el macho se tensa ligeramente y el olor a su excitación llega con total nitidez a mí. Así que me acerco un poco más y dejo que mi aliento choque contra su oído antes de decir en voz baja—. ¿Lo ves?

Cuando el macho gira la cabeza hacia mí para encararme, se queda casi helado al verme tan cerca. Con mi otra mano aparto el volumen encuadernado en cuero y lo dejo a un lado. ¿Por qué no? Si ese cabrón puede mojar, ¿qué me impide que yo no lo haga también? El tipo ante mí es hermoso y se le nota que le van los tíos. Yo mismo he hecho mis putos deberes antes de dejar que pise el Complejo. Así que sé todos sus tórridos secretos. ¿Besos? Nah. Eso no va conmigo. ¿Un polvo? ¿Por qué cojones no?

Sin decir una palabra me levanto y con la cabeza le indico que me siga. Él tampoco dice nada, solamente se incorpora y sin decir ni mu me sigue a mi habitación. Le dejo entrar y yo dejo la puerta entreabierta. Más por costumbre con el medio symphath que por otra cosa. Saxton está frente a la cama y yo me acerco a él con paso felino. Con un dedo hago que caiga sobre las sábanas, cerniéndome después sobre él.

El jadeo que suelta se clava en mi lóbulo frontal y no puedo evitar compararlo con los sonidos que he llegado a oír de Butch, pero sacudo ese pensamiento y vuelvo a centrarme en el que está debajo de mí.

Con mis manos voy abriendo poco a poco la camisa que lleva puesta, exponiendo su blanca piel. No está mal... para ser alguien de la glymera se cuida el cuerpo. No es que sea robusto, pero está bien tonificado y sé apreciar esas cosas cuando las veo. Sigo con los pantalones, desabrochando su cinturón para pasar a la bragueta y, en ese momento, oigo un rugido que me hace girar la cabeza, encontrándome al medio symphath en el umbral de la puerta de mi cuarto, sus ojos dorados fijos en el abogado. Mier-da.

Llevo saliendo varias noches al Iron Mask a tomarme unas copas y pensé en echar unos buenos polvos...lo de los tragos iba de cojones,pero lo de los polvos era otro cantar,para decirlo con elegancia,de puto culo y sin freno. Tomo de mi whisky,negando con mi cabeza,a lo mas lejos que había llegado con esos machos era aun tonteo y a toquetearnos mientras bailamos. Menos la primera noche y la penúltima.

La primera que fue cuando desnudamos nuestras "almas", llegue predispuesto por el coraje y la rabia de muchos sentimientos revolviéndose en mi interior. El primer macho que me sonrío, me lo lleve a los baños y me lo folle de seguido varias veces. Al acabar el otro sonreía feliz y yo seguía sintiendo ese vacío y el frío en mi corazón. Y ese frío era porque cada gemido, caricia o textura de piel bajo mis manos, eran comparadas con las de Vishous y al hacerlo, esos machos salían perdiendo. El resto de mis amantes se habían limitado a sendas pajas, con mi cuerpo sobre el suyo. La de ayer noche fue lo mismo que la primera y con el mismo macho, con un final lamentable y de desastrosos resultados negativos para mi.

Pague y salí hacia el callejón para evaporarme y mientras lo hacia fui consciente de que llevaba a mi compañero de piso, grabado como tatuaje en mi piel, en mi cabeza, en mi alma y en mi corazón. Se había acabado darle su espacio, necesitábamos hablar y muy en serio. Se había acabado el tiempo de la cordialidad. Había llegado la hora de la verdad.

Cinco minutos después tecleaba el código del pit y entraba.

Mientras me sacaba el abrigo y el armamento, dejándolo sobre el sofá. Respire profundo, estire mi cuerpo y rote mi cuello, mis vertebras sonaban cuando el olor del vampiro llego a mi, eso me saco una sonrisa, que al momento se murió. Junto con el olor de V, llegaba otro satinado de madera y lo hacia entrelazado al de Vishous de forma sutil.

Mi cuerpo se tenso, cerré los puños a ambos lados de mi cuerpo con fuerza. Agudice mis oídos...sonidos de gemidos y digo bien, gemidos, salían de su habitación que estaba con la puerta entreabierta, mas le valía estarse haciendo una manuela o teniendo una pesadilla. En zancadas fui hacia ella, tire de la solapa abierta con ferocidad y golpeo rebotando de igual manera contra la pared. Un amenazador gruñido corrió por mi pecho y salió por mi boca ante la escena delante de mis ojos.

Un macho que no era yo, de quien no podía aparta la vista, en la cama y debajo de mi macho,¡¡SI, MIO!!,siendo desnudado por sus manos, las mismas que me habían tocado a mi. Abrí los puños y me agarre al marco de la puerta, respirando de forma pesada y jadeante. Deje de ver con claridad y pase a rojo. Peleaba para que mi gemelo maldito, mi lado Symphath, no saliera a la superficie. Pero notaba como iba perdiendo la pelea, notaba como me iba cubriendo de forma lenta y letal. Ninguno de los dos machos se movía y hasta juraría que no respiraban.

Pero cuando por fin quito la vista de ese cabrón debajo de V y sigo el recorrido, todo revienta cuando mis ojos topan con la camisa abierta, que dejaba ver un cuerpo musculado y mas abajo la mano de mi macho en el cinturón de ese tipo.

Todo a mi alrededor desapareció y solo era visible la pareja de machos sobre la cama. Mi lado maldito se apropio por completo de mi y fui hacia ellos como un obús. No. No tuvieron tiempo de hacer nada. Agarre al vampiro por los hombros y lo saque de encima de ese hijo de puta, no fui consciente donde caía. Estaba ciego, no era yo. Mi cuerpo se cernió sobre el otro y entre hurgando en su mente, mientras sus sentimientos por mi macho, me llegaba demasiado altos y claros. Ese bastado quería ser follado por V, una y otra vez. Deseaba que se clavara en su vena otras tontas y terminar lleno de su semen y sus mordidas por todo su cuerpo. Una imagen demasiado nítida de ese cabrón estirado en las sabanas negras de esa forma llego a mi. Pero lo que me volvió loco de verdad, fue un tajante y claro sentimiento de querer ser la pareja de Vishous y el orgullo tal vez de poder llevar su nombre en la espalda tatuado. Cerré una mano en torno a u cuerpo y lo levante en el aire, estampándolo con fuerza contra una de las paredes, dejando sus pies colgando, sin tocar el suelo.

Mi agarre fue fuerte y entre brumas lo oía jadear y pedir algo, palabras que no llegaban a mi. Peleaba pero no tenia nada que hacer contra mi.

— ¡¡¡ES MIO!!! ¡¡¡¡VISHOUS ES MIO!!! ¡¡¡¡ TE MATARE POR TOCARLO!!!

La mano libre se cerro en un puño y golpeo con saña su estomago cara, sin soltar el agarre de su cuello. Alguien detrás de mi hablaba, pero seguía sin oír, seguía estando sin control. Mi lado Symphath se había adueñado de mi, por completo, era puro instinto de rabia, Me tocaron en el hombro y mis caninos crecieron hasta el final de mi barbilla. Gire rápido mi cara e intente morder a quien me tocaba, no quería, ni deseaba soltar a mi presa. Gire de nuevo mi cara y me dispuse a desgarrar el cuello de ese hijo de puta. Me acercaba peligrosamente a su vena, cuando varios pares de brazos me agarraron, separaron mi mano de su cuello e intentaban que dejara de pelear. Pelee para soltarme, gruñir cuando quitaron de mi vista a mi enemigo y sentí un pinchazo en mi brazo. Minutos después y mientras seguía peleando por soltarme, las fuerzas me fallaron y caí al suelo. Los brazos que me agarraban como acero alrededor de mi cuerpo, no permitieron que mi cuerpo se diera de bruces contra este. Mi respiración se fue haciendo pausada y mi lado maldito fue regulando, dejando que yo volviera a ocupar mi cuerpo. Mi vista se fue despejando y poco a poco fui viendo bien y con claridad. Una cálida mano daba caricias en mi pecho y me fije en quienes eran. Eran caras familiares y amigas. Y ahora notaba mas claramente el fuerte agarre al que estaba siendo sometido.

Tohr, encima mía, sentado a horcajadas en mi pecho y quien daba esas caricias, con cara de preocupación. Rhage, cara a cara sobre mi y al revés, estaba por mi cabeza y mantenía mis hombros anclados en el suelo. Z, sentado sobre mis pies. Manello atendían al macho de V, que llevaba las marcas de mi mano bien visibles en su cuello, santo cristo. El Reverendo, serio a un lado de mi cuerpo, con una inyección vacía en la mano. El rey a su lado y todos con la misma cara de preocupación que Tohr. No veía a Vishous y me temí lo peor.

— V — trague una saliva que no tenia, mi boca estaba seca— ¿Dónde esta?

— Estoy aquí Butch.

Zsadist se aparto un poco y me lo dejo ver sentado en el filo de la cama siendo atendido por la doc Jane.

— ¿Lo podemos soltar ya?— preguntó Tohr. El Reverendo asintió.

No hubieron bromas, solo el sonido de las respiraciones.

Lentamente levante mi espalda del suelo y los recuerdos de lo que había pasado, pasaron delante de mi, con total claridad y de forma lenta y pausada, para que me fijara bien. Lo que tanto había temido, paso,mi lado Symphath salió de paseo y de la peor forma posible, atacando al macho de Vishous.

Rodé mi culo por el suelo hasta que mi cuerpo choco con una pared. Subí mis rodillas, me abrace a mis piernas y escondí mi cara entre ellas.

— Todo el mundo fuera. Manello lleva a Saxton a la enfermería y asegúrate de que no tiene nada interno. Phury ayudalo ,el resto a mi despacho.

El Reverendo se agacho a mi altura y me hablo en susurro.

— Si me necesitas, estoy en el despacho del rey — se levanto y salió con el resto. Yo seguí en mi postura ,pero sabia que V seguía en la habitación.

Estaba jodido ,bien jodido.

Ni siquiera sé cómo cojones ha ocurrido. Simplemente le veo avanzar con rapidez pasmosa mientras me empuja a un lado y mi cuerpo da contra el jodido escritorio y la silla, haciendo que varios de los libros de los estantes caigan como piedras.

El golpe me deja lelo por un minuto, el cual el medio symphath aprovecha. Cuando quiero darme cuenta Butch tiene al abogado empotrado contra la pared y sus pies no tocan el jodido suelo. Cuando intento levantarme, mi costado me da una punzada y noto que he roto algo y que me ha herido, pero ahora eso es lo último que me preocupa. Me levanto como buenamente puedo.

—¿Butch? Eh, macho, vamos. —Me acerco y veo que sus colmillos se alargan en su total tamaño y maldigo—. ¡Butch, para! —Nada.

Me acerco aún más y le agarro del brazo, intentando captar su atención pero me muerde mi mano enguantada que ha intentado agarrarle de la cara para detenerle.

—¡Oh, joder! —Como puedo, saco el maldito móvil de mis pantalones y les mando un mensaje a los Hermanos. Así como está el medio symphath me va a ser imposible controlarle. Le mando otro mensaje a Rehv pidiendo que lleve una maldita dosis de dopamina.

En segundos los demás han llegado y le separan de Saxton, conteniendo a Butch a duras penas mientras es el propio Rehvenge quien le administra la droga.

La doc Jane se acerca a mí para revisar las heridas que tengo mientras Manello examina al abogado.

Cuando finalmente quedamos a solas me lo quedo mirando fijamente. ¿Qué cojones ha sido eso? ¿Él puede ir con quien quiera pero yo no? ¿Qué mierda? Gracias a Dios que ha sido el brazo y no la misma mano maldita. Sé que Wrath no me quiere en esos momentos en la reunión de emergencia así que no necesito ir de inmediato.

Miro mi brazo vendado por un segundo para después volver a mirarle a él. Me levanto de la cama lentamente y cojo uno de los liados que tengo sobre la mesilla.

—¿Mejor? —le pregunto sin mirarle.

No me muevo y no levanto mi cabeza,hasta que V me habla. Respiro hondo y apoyo mi cabeza contra la pared.

— Mi lado symphath esta guardado bajo llave en su caja... si te refieres a eso.

Abro mis ojos y le echo una visualizada para ver si esta bien, no viendo nada. No puedo leer lo que piensa, ha cerrado su cabeza y ni loco me atrevo a indagar en sus sentimientos, ya había tenido bastante por hoy. Es cuando se gira con el liado en su boca, que veo el brazo de su mano antorcha, vendado y una herida que empezaba a cerrarse en su costado. Paso las manos por mi cara y echo mi pelo para atrás.

Lo había herido y ni me atrevo a preguntar por su macho. Me levanto y camino lo mas lejos posible de el, hacia la ventana, que dejaba ver una noche, que pronto acabaría dejando ver un nuevo amanecer, que no tenia claro que yo lo pudiera disfrutar. Cogí una goma del bolsillo de mi pantalón y amarre mi pelo largo. Armándome de valor hice la pregunta que me estaba matando.

— Tu...— joder que difícil me era pronunciar esa frase en mi estado "normal"— Tu macho ¿esta bien?

"Mi macho". Este idiota no se da cuenta de una mierda. Aprieto los labios un momento antes de exhalar el humo y cruzarme de brazos mientras mis ojos no dejan de observarlo.

Sopeso las posibles respuestas: "Sí, está bien." Esa es la primera que se me pasa por la cabeza, sólo para joderle. "Saxton está bien, y no es mi macho". Es la siguiente.

—¿Qué mierda estabas pensando? ¿Lo hacías siquiera? —suelto al final—. Mira, lo que fuera a pasar con él no hubiera sido más de lo que tú has ido a hacer al Iron Mask durante estos jodidos días. ¿Mi macho? Leer los sentimientos de UNA persona sin leer a la otra no te da derecho a asumir cosas.

Aplasto la colilla que apenas he tocado en el cenicero y me giro completamente para encararle.

—Tú has hecho lo que te ha dado la gana. Bien por ti. Pero yo me he tenido que quedar aquí, repasando los jodidos libros de la Antigua Ley. Desde que tú has llegado, ¿cuántas veces me has visto ir al ático solo? —Me paso la mano buena por la cara y me aparto el pelo de mi ojo chungo, pero él no me dice ni mu—. ¡Contéstame! —exijo, dando un par de zancadas hacia donde está él.

Me grita cuando habla y me giro para mirarlo. Si bien a todo lo que me gritaba tenia razón, yo no me atrevía a replicarle. Ni siguiera era capaz de preguntarle como estaba, yo lo había herido y eso no me lo iba a perdonar en la vida. Hace una pausa para apagar su liado y me vuelve a gritar. me exige de malos modos que le de una contestación. Respiro varias veces seguidas y relajo un poco la tensión de mi cuerpo, que empezaba a pasarme factura.

— No pensaba. Me volví loco cuando olí tu esencia, entrelazada a la de otro. Oí gemidos y vine a ver si estabas bien y vaya si lo estabas... leí los tuyos de pasada y tu querías que pasara, eso y tus manos obre el, sacaron mi lado maldito de paseo, algo que no quería que ocurriera nunca aquí.—Me separe solo un poco, levante el sillón caído y me senté. Mis piernas ya no me mantenían. Volví a mirarte y al hacerlo me impresione. Ahí de pie, cabreado, con los puños cerrados a tus costados, con tus ojos echando chispas y tu cuerpo tenso como una cuerda, estabas magnifico.— Solo he tenido sexo dos noches y con el mismo, porque al final siempre es la misma mierda y porque necesitaba comprobar algo. El resto de las noches,  pajas y ya ,bueno vacío y frialdad siempre — no era el momento de decir el porque — siento haberte herido, mi lado symphath no conoce, se ciega y ataca. Lo siento V, de ser normal, no hubiese actuado así y siento mucho haberte hecho daño, eso jamás me lo voy a perdonar...¿Qué pasara ahora conmigo?

Este tipo es imbécil. Comprobar algo. Síp. Muy bien. ¿Y yo? Porque aquí no es el único que está jodido. Sé muy bien que no ha sido Butch el que me ha herido y el muy gilipollas cree que ha sido él. A tomar por culo. Lo que más me hiere es que primero pregunte por el abogado en vez de por mí después de lo que me soltó en los jodidos vestuarios hace casi una jodida semana.

—¿Esto? —digo levantando mi brazo—. Esto no es nada. ¿Sabes lo que en realidad me jode? Que parece que hayas pasado una mierda de mí. Que pienses que aquí el único que puede experimentar o lo que coño sea, eres tú. Has visto mi mierda y no lo niegues. ¿Ese episodio en la salita del Pit? Lo viste, quizá no fuera de forma voluntaria, pero lo sabes.—Mi cabreo va en aumento en vez de remitir con lo de qué-pasará-conmigo.—Nadie. Y repito, NADIE, te va a tocar. ¿Estamos? Me importa una mierda lo que los demás digan. ¿Crees que cuando los Hermanos han llegado no han notado que todo tu maldito cuerpo esparcía aroma a vinculación a los cuatro vientos? Incluso yo lo noté alto y claro.

Joder. ¿Por qué conmigo? Es lo único que puedo pensar. Soy la última persona sobre la tierra que merece algo así... que merece tal jodido honor. Y lo que más me cabrea es que me tenga por una maldita shellan.

—Cristo...






No hay comentarios:

Publicar un comentario