martes, 10 de noviembre de 2015

SENTIMIENTOS DESCUBIERTOS...19ª


                                                   

                                            SENTIMIENTOS DESCUBIERTOS


                                             



Vishous  y Butch Fated

Llevo dos días evitando al symphath. Después de que la maldita Virgen Escriba soltara lo que soltó, no he podido evitar ponerme a pensar en todo lo que dijo. Butch y yo, juntos. Para. Siempre. Si yo me muero, él se viene también. Y si es al revés, seré yo el que le siga. ¿Destino? Nunca he creído en esa mierda y no voy a empezar a hacerlo ahora aunque yo mismo sufra de esas putas visiones que, por cierto, dos de las tantas que he tenido se han cumplido. La prueba está en la muerte de Darius y en la de mi padre.

Paso de largo la salita del Pit y entro en mi habitación, cerrando la puerta antes de que el otro ocupante pueda siquiera decir ni mu. Me paso las manos por el pelo aún mojado después de lo mucho que me he machacado en el gimnasio. Me deshago de la camiseta, del pantalón de chándal y de los bóxers y entro al baño privado del cuarto. Me meto bajo el chorro de agua ardiendo y apoyo mis manos contra los azulejos.

Y si toda esa mierda que soltó mi madre no fuera suficiente, estos dos últimos días he estado teniendo la misma jodida pesadilla. Una y otra vez.

Vuelvo a estar en esa puta cueva, mis ojos captan algo fuera de ella y voy hacia ahí y veo a Butch como un pretrans y antes de que pueda evitarlo o que me dé cuenta mi padre le atraviesa con una de sus dagas, como si el muy cabrón ya supiera que él y yo debíamos encontrarnos más tarde, que yo no podía seguir existiendo si Butch desaparecía antes de tiempo... Matándome de forma indirecta en el proceso.

Mi puño golpea la pared y apago la ducha. Agarro una toalla de mal humor y me la ciño a la cintura. Dios... necesito descansar... pero sé que en cuanto cierre los putos ojos y deje que la inconsciencia se apodere de mí esa puta pesadilla va a volver.

Me dejo caer sobre la cama y miro fijamente al techo. Quiero dormir, pero estoy demasiado asustado como para dejar que eso ocurra de forma voluntaria. He intentado agotarme hasta el punto de ser casi incapaz de siquiera pensar con claridad, pero no ha servido de nada. El puto sueño siempre regresa para morderme la única pelota que me queda.

Miro hacia el despertador. Las siete de la mañana. Las persianas ya hace media hora que se han bajado a la espera de los primeros rayos del amanecer. Los ojos se me cierran solos y antes de que pueda luchar contra el cansancio, la inconsciencia me reclama.


No entiendo nada, después del baño en la piscina y de un buen sexo, lleno de lujuria y pasión, V ha vuelto a cerrarse en su mundo. Parece que no vivo aquí y trata de evitarme de todas las formas posibles, eso me cabrea mucho, pero intento no ocupar su espacio hasta que el decida que ya esta bien de lamerse las heridas solo.

Lo veo entrar y chasqueo mi lengua preocupado, como desde hace dos días no me da opción a decir nada y sigue de largo a su habitación cerrando la puerta de un portazo estridente. Me estoy cansando de esta puta situación y mi paciencia bordea el limite.

Las persianas caen y gruño frustrado, poner distancia, seria lo ideal, pero no puedo salir a bañarme en la piscina. Frustrado, agarro una botella de whisky y me encierro en mi habitación. Me siento en uno de los sillones y trago a trago mi cabeza da vueltas.

Joder nuestras vidas ligadas. Si uno muere, el otro le sigue. Yo necesito de su mano para curarme cuando trago y el de esos tragos para que su luz brille. El uno sin el otro no sobrevivriamos. Pero me pregunto, ¿por que ahora? ¿con que propósito? ¿Cuál es el fin?

A la mierda con las visiones, a la mierda con el destino. El mío solo me ha traído dolor, sangre,perdida de gente que amaba y una vida que no se la deseo ni a un perro. No soy nadie, solo un monstruo, que por culpa de su otra mitad es un maldito empático.

Que la idea de estar con el hasta en el Fade, no me desagrada, es cierto, es mas saber que siente lo que yo, aunque no haya huevos, los dos míos y el único de el, de ponerle un nombre .Que me duele, cuando me aparta, de la manera que lo hace, también.

Luego esta, lo de esas malditas pesadillas, que esta teniendo hace dos dias, que lo hacen gritar como si lo estuvieran desollando vivo, que no es consiente con quien y donde esta hasta que pasa un rato, que lo hace sudar ,hasta parecer que se ha bañado...me preocupa y mucho.

Debí quedarme dormido, porque un grito peor, que los de los días anteriores, me saca del sopor y me hace levantarme, como un muelle que me pica el culo, dejando que la botella vacía caiga al suelo. Y me haga correr a su habitación, sin tener en cuenta mis músculos entumecidos y la rigidez de mi cuello por la postura.

Tropiezo en la carrera y me repongo saliendo como un rayo hacia mi vampiro. Abro la puerta y me subo a su cama por el lado vacío, lo agarro entre mis brazos, con caricias y suaves palabras.

— He compañero, soy yo, tu poli...venga ven a mi, sal de esa mierda. Vuelve,te necesito joder.

Y otra vez estoy en ese puto sueño de mierda. ¿Por qué ahora? ¿Por qué precisamente una de las únicas personas a las que detesto? ¿Y por qué tiene que ser el medio symphath el que muere entre mis brazos?

Abro los ojos de repente cuando siento que alguien me toca y me siento sobre la cama como si me hubiesen dado una hostia del copón.

Cuando por fin soy capaz de enfocar bien me doy cuenta de que solamente es Butch. Genial.

—Estoy bien —gruño mientras aprieto las sábanas alrededor de mis caderas.

Sé que él sabe lo que falta ahí abajo pero eso no evita que me sienta jodidamente avergonzado por haber dejado que algo así ocurriera, aunque pasara justo después de mi transición y que en ese momento me sintiera como una mierda y vulnerable a más no poder.

Las imágenes de la maldita pesadilla vuelven a mí y provocan que un estremecimiento recorra mi columna vertebral, haciendo que tiemble de forma obvia. Mierda. Cierro los ojos y cubro mis ojos con mi brazo libre. ¿Qué cojones me pasa?

Me quedo en silencio, cuando tu fría mirada, capta que soy yo. Estupendo al menos antes, cuando me miraban así, pagaban dinero. Un gruñido sale de mi pecho sin poder evitarlo y se hace mas fuerte cuando agarra la sabana en torno a su cadera.

Lo miro y me siento perdido, no se que hacer, por mas que lo he intentado, no puedo llegar a el. Me levanto y voy hacia la cocina, paseando por esta varias veces, hasta que me calmo lo suficiente, para que mi voz sea tranquila. Cojo una botella de vodka y vuelvo a su habitación. Antes de entrar me paro y lo miro, su desolación llega a mi y me hace morder mi labio bajo. Me destroza verlo así.

Golpeo su codo con el culo de la botella y se sienta, dando un trago. Algo,una idea que no me gusta se presenta ante mi, como un faro en una noche de niebla y eso aumenta mi dolor.

— ¿Tan malo seria, estar toda, una vida, hasta en el mismo Fade, a mi lado?— no puedo callar mi propia agonía cuando lo suelto.

—¿Qué...?—Oh, por el amor de Dios. ¿Realmente cree que estoy así por eso? Pero claro, soy tan jodidamente comunicativo que cualquier cosa es posible para quienes en realidad no me conocen o no han pasado el tiempo suficiente aguantándome como para que se den cuenta de qué cojones está ocurriendo.—No es eso, ¿vale? No tiene nada... Bueno, sí que lo tiene, pero no de esa forma —le contesto mientras le doy otro trago a la maldita botella—. Mira, no quiero hablar de ello.

Me alejo de tu cama y me quedo a tus pies mirándote y mi boca, toma vida propia.

— Siempre dices lo mismo, si,pero no y eso lo único que hace es confundirme mas aun de lo que ya estoy. No eres el único que esta atrapado en esta telaraña que es una mierda y con esa araña de la Virgen tocando los huevos. A ninguno de los dos, le hace gracia la situación y que te calles lo que sea que sueñes, no nos lleva por buen camino. Sea lo que sea, lo que te acojona de la forma que lo hace, porque sorpresa para ti, con esas malditas pesadillas, te estas cagando en los pantalones, deberías soltarlo y dejar que te ayude. Pensé, por lo que paso en el ático y en la piscina, que algo había cambiado entre los dos,v eo que no es así. Haremos las cosas a tu modo, solo compañeros, procura que no te maten, porque me pasare mi vida en el Fade pateando tu trasero por cabrón. Me sanaras y cubriré tu culo ahí fuera, como el del resto de los hermanos. Iré al ático contigo, para sostener a ralla mi lado maldito y te puedes ir preparando, porque ese día se acerca.—Me dirigí a la puerta y te mire por encima del hombro.— Tu has decido, con tu actitud, que sea así...procura no gritar mucho cuando vuelvan las pesadillas, necesito dormir.

Cerré la puerta y camine hacia mi habitación, dejándome caer en medio de la habitación, llorando y de rodillas. Al decirte esas palabras, me clave una daga en mi pecho.

Vale. Bien. Joder. Aparto las putas sábanas de mi cuerpo y me pongo lo primero que pillo, que resultan ser unos pantalones de chándal. Abro la puerta y me congelo a medio paso al oír esos extraños ruidos provenientes de la otra habitación. Me cago en la puta. Abro la puerta y te encuentro de rodillas en el suelo mientras una de tus manos se aprieta contra tu pecho.

—Joder, Butch —digo entre dientes mientras acabo de acercarme e hinco una rodilla a tu lado. Sin saber muy bien por qué, mis brazos se mueven solos para rodearte en un abrazo.—Coño, nunca he consolado a nadie, no soy de ese tipo de personas, pero lo que siento al verte así me empuja a hacer lo que en la vida creí que haría.—Eh, ya está. Todo está bien —susurro aunque esas putas palabras no tengan el más mínimo sentido, supongo que es lo que la peña hace cuando ven a alguien derrumbarse de esta forma, ¿o no?—. Estoy aquí. —Algo en mí me hace decir lo siguiente—: Lo siento. Sé que sólo querías ayudarme, es sólo que no estoy acostumbrado a que nadie se preocupe por mí, joder. Creo que hasta tú puedes entender eso.

No te siento entrar, ni siquiera siento tu olor tan característico y no lo hago porque estoy perdido en mi propio dolor, en mi propia agonía y preguntándome mientras lagrimas rojas caen por mi cara, porque permito que tu frialdad me afecte tanto, hasta el punto de romperme por dentro y hacer añicos, mi maltrecho corazón, es algo que no consigo entender. Excepto esa lejana familia que me acogió y me dio su amor, nadie ha traspasado jamas, las murallas en torno a mi mundo, lleno de sangre y dolor, pero el destino cruza tu vida con la mía y giro en torno a tu meñique como un maldito títere y encima soy tan gilipollas que me preocupo por ti.

Doy un brinco cuando tus brazos me rodean y me tenso, quiero alejarme y solo cierro mis ojos dejándome minutos después caer en ese abrazo, en el calor de tu cuerpo y tu voz que llega a mi, como una luz en la niebla. Seco con mi mano las lagrimas que caen, mi cara tenia que ser un desastre y elevo la comisura de mis labios ligeramente, ¿desde cuando soy tan coqueto? me arrullo mas contra tu cuerpo y un fugaz pensamiento pasa por mi cabeza...lo bien que nuestros cuerpos se acoplan y lo bien que yo y mi symphat estamos en tus brazos.

— Nada esta bien V, nada,es mentira y tu lo sabes— me alejo un poco antes tus siguientes palabras y te miro, hablando con la voz ronca y rota— ¿Estas? no lo creo y si solo quería ayudarte, pensé que después de lo que paso en el ático....— me calle de golpe y me levante, saliendo de tus brazos.Camine hacia el baño y me pare al abrir la puerta mirándote por encima del hombro.— Ya no importa nada y no se hasta que punto lo que dijo la fantasma de tu madre es verdad, pero voy a cuidar tu culo hay fuera, porque te necesito cuando voy de aspiradora, por el bien de los dos y la convivencia hagamos que vivir juntos no sea jodidamente malo y desagradable.—Entre del todo al baño, cerrando de un golpe fuerte la puerta y mate un gruñido que pugnaba por salir de mi pecho. Apoye mis manos a los lados del lavamanos y me mire en el espejo...bonito espectáculo Lave mi cara y la seque mandando la toalla a tomar por culo y al volver a mirar mi reflejo en el espejo, maldije mi perra suerte, gruñí fuerte por lo que no podía ser y levante al diablo de su tumba cuando mi puño se estrello en el espejo y grite a pleno pulmón.— ¡¡¡MALDITO VISHOUS!!!

Y, eso, señoras y señores, es el por qué no me gusta consolar a nadie ni tampoco lo he hecho en mi puñetera vida. Vamos, prácticamente me postro a sus jodidos pies, me rebajo a esto y el muy mamón va y literalmente me da una puta patada en los huevos,¿no?

—Hijo de puta... —mascullo entre dientes—. ¡Bien! Haz lo que te dé la real gana. Intento arreglar las cosas porque realmente me he sentido fatal por lo de antes, ¿y así me lo pagas? Pues ahora vas y te jodes —suelto de mala uva.—Habrase visto... Me doy la vuelta, salgo por la puerta y doy un portazo. Entro en mi habitación, me ciño una puta camiseta negra, agarro mi bolsa de deporte y salgo al túnel para dirigirme al gimnasio. Quizá algo de deporte haga que el cabreo que ahora mismo llevo a cuestas se vaya a paseo. O quizá no, pero qué más da. Hoy no ha sido mi día. Oh, no, esta última semana ha sido una pesadilla constante sin necesidad de dormir. Rediós...

Lo oigo gruñir, mientras saco pedazos de cristales y quito mi pantalón de chándal a mala leche, metiéndome bajo la ducha y dejando el agua bien caliente, caer sobre mi, en el momento que el portazo en la puerta retumba.

Vaya si ahora resulta, que el hijo de puta soy yo y encima le tengo que agradecer que viniera a consolarme, que se vaya a la puta mierda, no necesito su consuelo, lo que yo necesito es a el...¡¡¡párate Butch!!! ¿de donde viene ese pensamiento? ¿y porque? Yo nunca he necesitado a nadie y menos a él, un vampiro con un ego tan grande como mi polla o mas, insufrible, hermético, con pedigrí, creído de si mismo, chulo y mas frío que un congelador lleno de hielo. Por otro lado, condenamente sexy, caliente como el infierno, que besa como un dios y se mueve como una maravillosa serpiente, cuando el deseo lo rompe, que huele de maravillas, con un sabor adictivo y con un cuerpo que me vuelve loco mmmm...no me di cuenta que mientras pensaba en el y su imagen se colaba en mis retinas, mi mano había agarrado mi polla, haciendo que me quebrara en un orgasmo salvaje, hasta el punto que mis doblillas temblaron.

Me espera una larga noche, aun jadeando en buscar de aire, cerré el agua, me seque y me puse un pantalón de chándal negro, una camiseta de nadador y playeras negras, hoy nadar no era una opción, así que me iba a matar en el gimnasio. Salí de mi habitación y el silencio me hizo doler mi pecho, no me pare y en carrera me fui a sacar toda esta mierda fuera. Una vez ahí, respire profundo y aunque seguía duro, al menos estaría solo, mire mi puño, el saco y decidí que era lo mejor, dolor,mucho dolor, a eso no le tenia miedo. Diez minutos después mi camiseta salió de mi cuerpo,s eque mi cara y la tire a un lado en el suelo, aumente el ritmo y yo me estaba empezando a sentir mejor, cuando una voz, bien conocida, me paro en seco. Me gire y con sarcasmo le espete.

— Corriendo de esa manera puedes reventar cabrón.

Le siento entrar y huelo su puñetero calentón. Será mamón... Sigo a lo mío, es como si estuviera preparándome para una puñetera maratón, pero me da igual. Le veo empezar a machacar el saco de boxeo e intento ignorarle. Si quiere hacerse el duro, pues que le zurcen. En cuanto le oigo dirigirse a mí le meto un puñetazo al botón de apagado y agarro la toalla que cuelga del aparato y me seco la cara.

— Al menos es más sano que destrozarme los putos nudillos a base de puñetazos contra arena — le contesto de mala uva. Si esperaba estar tranquilo aquí abajo y a solas, este cabrón lo ha mandado todo a tomar por culo — . ¿Has venido a regodearte de que estás de puta madre con tu "independencia"?

Lo mire con mis ojos entrecerrados y gruñí para mi.

— Ya te gustaría, pero mira bien mi careto, porque en ese puto espejo no te veras en tu mierda vida.—
Lo vi apretar la toalla, ¿buscaba pelea? si, ¿quería partirle la cara por lo de antes? de nuevo si, ¿quería ver su sangre correr? ¡¡oh dios, siiiiii!!,¿era coherente, como tenia una de mis manos? no, pero la sangre podía mas que la sensatez— ¿No tienes lengua, cabrón? ah no, perdona,tu solo sabes reírte de mis miserias y de las humanas en general, eso si no estas lamiendo o comiéndote las tuyas propias — las miradas desafiantes se encontraron — sigue en la cinta y avisa si revientas, me gustara ver como friegan los restos de un hijo de puta como tu, con la fregona llena de mierda, dicen que la mierda, con mierda no huele.—Sin esperar nada mas de ti, me di la vuelta, un fallo mio, pero cuando la rabia y el dolor te queman el pecho, la prudencia sale de viaje. En un primer momento, me preguntaba como había caído de bruces al suelo, hasta que note tu peso.Gire y me lleve dos buenos golpes tuyo, uno abrió una buena brecha en mi mejilla, haciendo que sangrara, mas cabreado si podía estar,  de lo que estaba, marque un derechazo que fue directo a tu boca ,haciendo que sangraras.

Con fuerza te empuje y te saque de encima mio ,dando un salto me puse en pie y dispare una patada a tus costillas antes de que levantaras la segunda rodilla.

— ¡¡DE FRENTE,PUTO COBARDE!! ¡¡¡DE FRENTE!!!

¿Y este imbécil me exige atacar de frente? Sí, claro. Como él no se ha atrevido a ir a por mí, ¿ahora yo tengo que ser honroso y considerado con él? ¡Ja! Cada vez que lo he intentado ser me ha salido con más mierda y me ha empujado bien lejos, pues se acabó.

— ¿Tú hablas de atacar de frente? No tienes los cojones de enfrentarte a mí y ahora, encima, me vienes con exigencias? Mira, me importa una mierda que creas que soy un hijo de puta, me da absolutamente igual que me califiques de cobarde o de estar en un puto rincón lamiéndome las putas heridas, pero no exijas lo que tú eres incapaz de dar. Cada maldita vez que he intentado hacer bien las cosas, cada vez que he intentado arreglar lo que-jodidamente-sea que he hecho mal contigo, acabas por mandarme a tomar por culo. ¿Lo de hoy? No ha sido una excepción. ¿Eres incapaz de aceptar una disculpa aunque no sea verbal? Ese no es mi puñetero problema, sino el tuyo — le suelto mientras me levanto y bloqueo otra patada que iba directamente a la boca de mi estómago — . Así que, no me vengas con gilipolleces y mucho menos con exigencias que no vienen al caso cuando eres tú el que está como está.

Noquea la patada que le dirijo a la boca del estomago y se alza frente a mi, soltando mierda tras mierda por esa bocaza. Mi rabia reventó, como un dique, dejando salir todo lo que me quemaba en el puto pecho y en mi alma. Lo empuje con fuerza.

— ¡¡Yo no solo me he enfrentado a ti, sí no que te he puesto en bandeja mi maldito corazón!! — me encaro a el, nariz con nariz, pecho con pecho y cadera con cadera — ¡¡y tu, lo has pisoteado!! — suelto un profundo gruñido y me pego mas a ti, hasta casi tocar nuestras bocas — ¿Qué coño pasa contigo? es que aun no entiendes que no quiero tu consuelo, no entiendes de una maldita vez que este cabrón que te grita y esta roto sin remedio ¡¡¡SE HA ENAMORADO DE TI!! — ahí estaba, lo había dicho, bueno gritado,r espire profundo y hondo — no lo quería, no quería tener sentimientos, ni por ti,ni por nadie, solo soy una bestia, un bicho raro, que debería estar en el museo de los horrores y sentir l o que siento solo me hace querer lo que se que no me darás nunca y no hablo solo de follar, hablo de un posible tu y yo — no era capaz de mirarte a los ojos, mientras mi boca soltaba todo lo que llevaba dentro — ya lo sabes, te puedes reír de mi, lo que quieras.

Me di media vuelta, soltando un lastimero gemido, por la falta del calor de tu cuerpo, lamí la sangre en mi labio y me agache a coger mi camiseta, seque mi cara, cuello y pecho. Aguantaba las putas lagrimas mientras me iba hacia las duchas, antes del entrar al habitáculo, dije sin mirarte.

— Sera mejor, para los dos, que me mude del pit — con la cabeza gacha entre mis hombros, cabizbajo,derrotado y hecho una mierda ,me saque las playeras y el pantalón metiéndome en la ducha. Di un grito cuando el agua fría me recibió y le di a la llave para que saliera la caliente. Me metí debajo, estire mis brazos, apoyando mis manos en los azulejos frente a mi y deje el agua caer, al tiempo que mis lagrimas caían. Me jure que era la ultima vez, que lloraba por ese mal nacido.

Bueno, ahí lo tengo. ¿Era esto lo que buscaba? Ni pajolera idea, pero ha soltado la mierda que le carcomía. ¿Y a eso le llama estar enamorado? No es que yo tenga más experiencia que él. Joder, ni de coña. He estado siglos solo, buscando únicamente lo que me permitiera sacar la mierda que viví en ese puto campamento con mi "santo" padre... Le escucho sin rebatir, sin siquiera atreverme a interrumpirle aunque cuando he empezado a oír la palabra más temida he estado malditamente tentado a callarle. ¿Ahora? No hay vuelta atrás. Vale, bien, ¿y yo? Porque cuando Wrath puso sobre la mesa la posibilidad de que yo dejara de estar a cargo del medio sympath casi me pongo frenético al pensar que el muy mamón iba a irse lejos. Eh, un momento, ¿qué? Me llevo la mano buena hasta mi pecho que ha empezado a doler como la mierda y levanto la mirada para encontrar mi cara en el espejo del gimnasio. Joder... ¿es eso dolor? ¿Tristeza? ¿Qué?

Sin darme cuenta giro en redondo y abro la puerta de los vestuarios de forma estridente, dejando que golpee contra la pared de hormigón. Mis zapatillas de deporte hacen estruendo cada vez que piso con fuerza contra el suelo mientras voy quitándome la camiseta, después me quito los zapatos de una patada y dejo que los pantalones caigan de mi cintura antes de entrar justo en la ducha donde está el idiota de turno. Ni siquiera digo nada, no al principio, pues mi corazón da un puto vuelco al oírle llorar y ver las lágrimas de sangre mezclándose con el agua que se va por el desagüe. Pego mi pecho contra su espalda y lo atraigo aún más hacia mí. Butch intenta resistirse, pero no voy a dejar que se escape, no otra vez.

— Cálmate — digo en tono bajo, pero autoritario — . No he venido a reírme de ti y mucho menos a volver a herirte o algo por el estilo. — Te oigo gruñir entre lastimado y como mofándote. Bueno, eso es algo ¿bueno? Como mínimo has dejado de intentar zafarte de mí — . Has dicho que estás enamorado... — Miro hacia la pared y la ducha — . ¿Cómo sabes que es eso? ¿Cómo reconoces que sientes... eso? — Giras tu cabeza como si me fueras a arrancar la cabeza y niego — . No lo pregunto para reírme de ti. Sólo... no sé qué coño me pasa. Cada vez que pienso que voy a perderte... — dejo que una de mis manos suba hasta tu pecho izquierdo — ... el dolor aquí me atormenta...

Casi me da un infarto cuando unos brazos tiran de mi, hacen que aparte mis manos de los azulejos y seque rápido las lagrimas .Dispuesto a presentar batalla, me intento zafar, hasta que tu voz llega a mi, mierda, de tan jodido que estaba, no te oí llegar, ni entrar a la ducha en la que estaba...pero se acabo, si cree que se va a reír de mi en mi puta cara, de mi dolor y de lo que le he soltado, se equivoca. Vuelvo a intentar escapar de tu agarre, hasta que vuelves hablar.

— Cálmate — digo en tono bajo, pero autoritario — . No he venido a reírme de ti y mucho menos a volver a herirte o algo por el estilo.—

Lastimado, herido y casi humillado, por mi confesión, gruño con un deje de mofa y me quedo quieto, con los brazos a ambos lado de mi cuerpo, la cabeza alta y la mirada al frente con los ojos cerrados. Te oigo tragar duro y sigues hablando.

Cada palabra tuya se mete en mi cabeza y en mi alma, se clavan, en mi corazón e imaginariamente se tatúan en mi piel. Mi cabeza gira con dureza y mi mirada es igual de dura, sigues hablando, no me miras, pero a tus palabras le sigue el gesto, de subir tu mano hasta mi pecho, donde mi corazón late, como una manada de potros desbocados. Aparto mi mirada de ti y subo mi misma mano izquierda, colocándola encima de donde tu has puesto la tuya.

Guardo silencio unos minutos. Respiro hondo y suelto las palabras, esta vez mas calmado.

— No lo se V, yo no se lo que es el amor hacia otro hombre — respire hondo y lo solté ruidosamente — tu sabes lo que he sido, lo que hicieron conmigo ,en lo que me convirtieron y cuando esos bastardos me follaban después de abrir mis carnes a latigazos, yo no sentía nada, si mi polla respondía, era mas por costumbre, que por placer. Pero si se, lo que mis padres adoptivos se amaban, como todas las noches, a pesar del cansancio del duro día de trabajo, se entregaban el uno a otro y yo los oía feliz. He visto lo que las caricias de mi padre, producían en el rostro de mi madre y como mi padre se estremecía por las de mi madre y como acaban el uno en brazos del otro, besándose como si nada mas existiera, y conocí su amor de padres. Yo siento que cuando me alejas, soy infeliz, pero cuando te tengo a mi lado sonrío. Mataría a quien te hiciera daño y el día del Rythel, por mi maldita culpa, al ver tu espalda herida, quise matar a tus hermanos y lloraba porque todo había sido por mi. Cada momento desde que me sacaste de aquel agujero, yo solo quería complacerte, al principio por gratitud, pero la noche que acabaste herido y bebiste de mi cuello ,algo en mi pecho se abrió y el deseo por ti floto por todo mi cuerpo — me calle, temiendo estar hablando mas de la cuenta, hasta que comprendí, que era ahora o nunca — tu hiciste que mi cuerpo y mi sexo te desearan, quería que me tocaras, yo, que odio que me toquen y mucho menos tener a nadie a mi espalda, como te tengo a ti, ahora, quería que me follaras y cuando eso sucedió, yo por primera vez en siglos de mi apestosa existencia, fui capaz de ser feliz. Tu me has dado el primer orgasmo de mi vida y has hecho que tener gustos "raros" para calmar mi lado Symphath, no sea tan malo, ni motivo de vergüenza...poco a poco me di cuenta de que ese dolor que tu sientes en tu pecho, es el mismo que siento yo, cuando te pierdo o te alejas. Y lo mas curioso es que habiendo sido en su mayoría mas hombre que mujeres los que me usaban, yo no permitía, que ningún otro esclavo me tocara para tener sexo, las pocas veces que mi libido se subía por mi voluntad, era con mujeres, con las que me aliviaba, nunca hombres. Ese hecho me dijo mucho, ese y querer siempre tus manos en mi y tu cuerpo junto a mio, supongo que eso Vishous es amor, porque si no lo es, no entiendo lo que coño me pasa contigo y solo contigo.

Guarde silencio, yo había dicho todo lo que tenia que decir, el siguiente paso, era suyo. Mi boca se notaba seca. Pero yo estaba tranquilo.

Me quedo sin palabras. Honestamente, ¿qué sabemos él o yo acerca del amor? En la vida nos ha sido concedido. Bueno, quizá a él durante una pequeña tregua del hijo de perra del Destino, pero más allá de eso, no.

Mi cabeza se deja caer sobre su espalda y cierro los ojos, intentando analizar todo esto con calma, pero me es imposible. Mi aplastante lógica no consigue descifrar nada. Aunque, ¿no se dice que la razón no tiene cabida en los sentimientos? Vaya suerte la mía. Cuando soy incapaz de explicar algo, lo considero imposible. Nunca he sentido la necesidad de mantener a alguien a salvo, jamás creí que fuera a volverme loco cuando se llevaron a la persona que ahora mismo tengo entre mis brazos. Y, mierda, estuve a un tris de salir a plena luz del puto sol para ir a por él. Joder. Sé que he visto las suficientes vinculaciones dentro de esta mansión como para darme cuenta de cuáles son los síntomas, pero mi jodida mente sigue negándose a aceptarlo. No. Puede. Ser. Punto. Yo no soy una persona normal. No con toda la mierda que me he tragado en aquel campamento de los cojones. Allí el emparejamiento no tenía cabida. Las hembras eran simples provisiones de sangre y placer. Nada más. En cuanto parían, dejaban a los bebés cuando ya no tenían que amamantarlos y sólo se fijaban en los pretrans cuando tenían que pasar por la transición, eso si les tenían algún tipo de aprecio, que eran pocas las veces. A mí, la que me alimentó para el cambio, se suicidó poco después.

No quiero cagarla con él, pero ahora mismo no sé qué hacer y lo único que necesito es estar a solas y pensar.

—Yo... —Carraspeo varias veces al notar lo ronca que me sale la voz—. No quiero... Mierda. —Tomo una bocanada de aire—. Mira, necesito algo de tiempo... Pensar. No quiero que te lo tomes a mal o como que la has cagado de alguna manera, ¿vale? Sólo dame algo de... Sí, algo de espacio.

Un silencio, como de aviso de muerte, se va acomodando en la sala de las duchas. El agua empieza a salir fría. Y ninguno de los dos rompe el contacto tan intimo, no es la primera vez que estamos piel a piel, pero esta es diferente.

Noto todos sus sentimientos...confusión, dolor, rabia, incredulidad y por ultimo miedo. El mismo que estoy sintiendo yo. Jamás había estado tan expuesto, ni cuando era un esclavo. Pero una cosa era exponer el cuerpo y otra muy diferente el alma. Abrir la puerta de los sentimientos y dejarlos a luz, no era algo de cobardes, mas bien de suicidas. No se hasta que punto haber sido ambos tan sinceros nos iba a beneficiar. Ni tampoco se que se rompió en mi para decirle todo lo que dije. Amor, quien puede definir esa palabra, si hasta los poetas se vuelven locos para poder hacerlo. Yo solo se lo que viví por un corto tiempo entre la familia que me recogió en ese bosque que habían destinado para mi muerte, siendo un nonato. Y solo se que si Vishous esta pegado a mi, los problemas se evaporan. Los recuerdos se anulan. Las pesadillas no son tan seguidas y me siento seguro si lo tengo cerca.

Notar la tensión en su cuerpo y el carraspeo de su voz, mientras me habla, me aparta de mis propios pensamientos. Lo escucho en silencio y asiento mientras intento que la voz vuelva a mi.

— Lo entiendo V, no te preocupes...estoy bien y se que si te vas no es por mi. Además hora de salir de la ducha, por si no lo has notado no hay agua caliente.

Note como se alejaba y lo oí sin mirar como se secaba y vestía. De repente y sin mas, solo quedaba su aroma. Seguí un bue rato en la ducha ,mi cuerpo ya no notaba nada, es como si me hubiese quedado vacío. Al fin consigo cerrar el grifo, secar mi cuerpo y vestirme. Mis pies son los que me llevan hacia el pit. Marco y entro. Está con la cabeza metida entre sus juguetes. Voy al mueble bar y sirvo un whisky y un vodka, que dejo en su mesa.

— Gracias Butch.

— No hay de que.

Bebiendo fui a mi habitación y me vestí de cuero, armando mi cuerpo. Cogí el abrigo grande, mi móvil y volví hacia donde V estaba.

— Oye voy a dar una vuelta — enseguida dejo de hacer lo que hacia y me miro — no me mires así, no voy en busca de que me castiguen, aprendí la lección. Solo voy a tomar una copa y bueno si hay algún macho que me haga tilín echare un buen polvo.

Asintió sin dejar de mirarme y salí del pit. Una vez fuera de la mansión y en las rejas, disipe mis moléculas, hacia el local nuevo del Reverendo y Las sombras. Decidido copas y follar. Sonreí mientras me hacia visible en un callejón cerca del antro.

Me sentía en paz, por primera vez en muchos siglos, conmigo mismo.




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