martes, 4 de agosto de 2015

CELOS...24ª


                                                  

                                                                       CELOS

                                       


Vishous y Butch Fated

Me mantengo muy quieto, con las manos sobre las sábanas para mantenerlas alrededor de mi cintura mientras la humana... la doctora Whitcomb, por lo que pude leer en la marquesina de su bata, se cierne sobre mí para revisar la herida, haciendo las curas necesarias.

Hombre, mucha gracia no me hace que esté tan cerca, especialmente cuando estamos a solas. Su olor a excitación me tiene nervioso y las miradas que me hecha de vez en cuando no es que me pongan de mejor humor.

—Es increíble —la oigo murmurar mientras empapa otra gasa de alcohol después de haber quitado los puntos—. ¿Cómo es posible que curéis tan rápido?

Me muerdo la lengua porque sé que si abro la boca la voy a cagar. Una de sus manos acaricia mi pecho por un instante y retraigo mi labio superior. A la mierda, nadie puede tocarme excepto...

En ese momento y cuando la hembra está acercándose demasiado a mí, la puerta de la habitación se abre. Mis ojos van hacia allí y veo al poli. Su cara de cabreo me hace estremecer y su humor no mejora al ver a la humana prácticamente sobre mí.

Joder, joder estaba teniendo un día de puta pena, esta noche tenía que salir de patrulla y no le hacía ni puta gracia salir sin su macho, Rhage sería el encargado de traerlo de vuelta cuando bebiera chupitos de talcos. Coño no quería salir a patrullar, quería cuidar a su pareja, pero Wrath había sido tajante y el parentesco de primo no le había servido para nada. Abrí la puerta para llevarle algo de comer y !!hostiaputa!! Esa humana de los cojones estaba casi encima de su macho y tocándolo y ese era mi derecho, el mío solo. No pude evitar rugir más que hablar.

—!!Eh tú!! Apártate de mí macho...!!!YA!!!—En dos zancadas estaba al lado de su vampiro, poniendo la bandeja de comida sobre sus piernas y encarándose sobre la hembra.—No vuelvas a tocarlo, es mío, ¿lo entiendes? mío y solo lo toco yo, humana.

Parpadeo varias veces y levanto una mano para coger al poli por el brazo y tironear de él hasta que se gira hacia mí.

—Eh, B, ya vale —susurro, haciendo que se siente y obligándole a mirarme a mí con una mano en su mentón—. No ha hecho nada, estaba cambiándome el apósito y quitándome las grapas del pecho. Es algo que tú no puedes hacer, ¿vale? —digo con tono conciliador aunque mierda si no me ha gustado verle en plan posesivo.—La doc ha reculado y se ha ido a la otra punta de la habitación, el miedo que emana es evidente.—Ahora, sé bueno y discúlpate, ¿cierto?

¿En serio? Su macho tenía que estar de guasa o yo había regulado a otra dimensión, que me disculpara con la doctora de los cojones, de puta madre su día cada día más redondo y más hijo de puta. Miro a mi pareja y supe que hablaba en serio, muy en serio.—Disculpe doc, no pretendía asustarla...es solo que no tengo un buen día y después que hirieron a mi macho no quiero a nadie cerca de él, de verdad lo siento.—Ya estaba bien de humillarse, si su macho prefería la compañía de una hembra el sobraba en esa habitación.—Ahora si me disculpan tengo trabajo que hacer.

Aprieto las mandíbulas y vuelvo a hacer que se siente.

—¿Nos disculpas? —le digo a la hembra que asiente ligeramente y entra en el baño, cerrando la puerta detrás suya—. Muy bien, ¿qué cojones está pasando? —pregunto mientras intento buscar sus ojos con los míos.

Joder no podía mentirle aunque quisiera, le encaro la mirada.

—Lo siento nallum, no pretendía ser tan...bueno eso...tengo que ir de patrulla y joder no me siento seguro si no estás a mi lado, sé que Rhage es una buena niñera, pero tengo miedo V no lo puedo evitar, además no quiero dejarte solo, quiero estar aquí contigo.—Aparté mis ojos de tu mirada y pase las manos por mi cara, joder no me gustaba para nada la nueva sensación que se estaba revolviendo en mi pecho, no me gustaba esa hembra cerca de mi macho, mi pecho se oprimió como si le quemase, tenía una vaga sensación de abandono.

—Mírame —te digo cuando vuelves a apartar la mirada y puedo notar el dolor que emana de ti—. No voy a hacer nada, deberías confiar más en mí. Pero la traje porque sabe más de lo que debería de nosotros y necesito a alguien con conocimientos médicos para curarme. Si todo va bien en un par de días se le borrará la memoria y la devolveremos sana y salva a su mundo, pero hasta que yo esté recuperado, se la necesita aquí. Vendría si pudiera, pero sabes que lo que dice Wrath va a misa y joder si no me gusta una mierda que tengas que salir mientras yo no estoy contigo ahí fuera. Hazme un favor y cuídate ahí fuera, ¿vale? Yo te estaré esperando aquí y como no vuelvas te voy a dar una patada en el puto culo.

—Coño tahlly si lo sé, pero gamas he tenido este sentimiento por nadie, no sé qué cojones me pasa, pero no la quiero cerca de ti, es como si una alarma, me avise de que no será bueno para nuestra relación que este cerca de ti—suspiro cansado—mierda, lo siento sabes que no soy así.—Ahora sabía lo que su macho había sentido los tres meses que estuvo con Marissa y joder dolía como una puñalada y no me gustaba sentirse así.—Tengo que irme, vale, en cuanto Rhage me traiga vendré a que me limpies...te quiero mamón, descansa.

—Estaré aquí —le prometo. Antes de que se levante lo atraigo hacia mí y le beso—. No dejes que te hieran, mamón.

Asentí y salí hacia el Escalade...Rhage me esperaba ya en él.

— ¿Mal día poli?

—Un día de puta pena.

El silencio se instaló en el coche y a mí no se le iba de la cabeza la humana de los huevos, sola con su macho en la habitación de los dos, joder putos celos de mierda. Ahí estaba la palabra, que definía el nuevo sentimiento, putos celos de los cojones.

—Rhage,¿tú has sentido celos de Mary?

Por el rabillo del ojo vi cómo me miraba extrañado.

—Macho lo nuestro vas más allá de los celos, estamos vinculados y esa unión es muy peligrosa para el que se fije en nuestras parejas... ¿Qué pasa poli?

—Es la doctora, sé que V la necesita pero no la quiero cerca de mi macho.

—Tranquilo poli, no se ira con ella, con el tiempo sabrás lidiar mejor con ese sentimiento.

No sabía si por la mala hostia que llevaba o porque me sentía frustrado pero aspire más de los que me bebía normalmente y me costó toda una proeza llegar hasta el coche, las maldiciones de Rhage me seguían.

—Maldito cabrón te dijimos que pararas, coño sabes que no podemos cargarte cuando estas así. Vishous te va a matar y a nosotros también.

—Rhage...por dios...lleva...me...a la ...mansión...con V.

Me dejé caer en el sillón del copiloto, joder cogí mi cruz y la apreté entre mis manos, esta vez me había pasado y sentí la maldad dentro de mi riéndose y llamándolo.

Apenas he tocado la comida. Hombre, con la doc en la habitación me siento algo intimidado pero tampoco podemos dejarla sola. A saber qué llegaría a hacer. Después de todo la hemos secuestrado... técnicamente.

Puedo sentir su curiosidad y no solo en lo que a nuestra raza se refiere. Siente curiosidad por mí. Puta mierda.

— ¿Vas a preguntar? —suelto al fin, dejando los cubiertos en el plato para mirarla fijamente.

— ¿Qué? —pregunta, claramente confundida.

—Tienes preguntas rondándote por la cabeza, ¿vas a hacerlas?

La veo sonrojarse y desviar la mirada.

— ¿Cuánto me quedaré aquí?

Chasqueo la lengua porque sé que no era eso lo que quería preguntar, pero le contesto igual.

—Hasta que me haya repuesto. Dos días más, como máximo.

—Imposible, tengo asuntos que atender... Tengo una reunión en Los Ángeles mañana.

—Eso está arreglado. Hemos dicho que estabas enferma y han accedido a retrasar la entrevista.

— ¿Cómo...?

—Quieres saber algo... de mí, ¿no es así?

Tuve que hacer parar el coche varias veces a Rhage, joder estaba temiendo que no llegaría a tiempo a las manos de su macho y lo más seguro era que si no se moría ahora, este lo mataría por la locura que había hecho. Mierda actual bajo la rabia y los putos celos tenía sus consecuencias.

—Joder poli,Vishous me corta las pelotas y a ti te patea el culo ,abre del todo la ventanilla, no voy a parar hasta llegar a la mansión no falta mucho te lo aseguro.—Hice lo que mi hermano me dijo e intento aguantar el tipo hasta llegar. Vi que Rhage sacaba el móvil y hacia una llamada, sabia a quien estaba marcando, bueno a lo mejor tenia suerte y no llegaba vivo a los brazos de su macho y le ahorraba el trabajo de matarlo.

Cuando iba a contestar mi móvil empieza a sonar así que me estiro y lo agarro, descolgando.

—¿Qué? —gruño. La estática empieza a hacer de las suyas.

—Oye, V, te traigo paquete. El poli no está bien.

Me tenso de inmediato y me yergo sobre el colchón.

—¿Cuántos? —pregunto con tono seco, temiéndome lo peor.

—Cinco y porque le paramos.

—Hijoputa —mascullo—. Bien, os esperaré en la jodida puerta del Pit. —Dicho eso cuelgo y aparto la bandeja y las sábanas. Alcanzo los pantalones de chándal que dejó el poli antes a los pies de la cama y me los pongo.

—¿Adónde te crees que vas? —me suelta la humana y le enseño los putos colmillos.

—No es asunto tuyo —le gruño.

No sabía si darle las gracias al diablo o a su dios cuando llegaron a la mansión, salir del puto coche fue toda una odisea solo esperaba que Rhage la hubiese dejado lo suficientemente cerca de la entrada, era una putada que solo su macho pudiera tocarlo cuando estaba así porque bien sabia el diablo que agradecería un poco de ayuda para llegar hasta su habitación.A duras penas consigo llegar al segundo escalón, cuando caigo de bruces al suelo, noto que alguien lo agarraba e intento zafarme, no podía dejar que ninguno de los hermanos enfermara por su culpa. Mierda no podía abrir los ojos estaba mal de verdad.

—Rhage cabrón suéltame por dios.

—Hollywood está a tres putos pasos de ti —suelto con un ligero tono cabreado mientras le ayudo a levantarse—. ¿Qué pasa? ¿Decidiste hacerte el héroe mientras no estoy alrededor?

Te ciño la cintura haciendo que te apoyes en mi costado para llevarte adentro. Coño, verte así me tiene de los putos nervios pero también estoy algo molesto por el hecho de que hayas querido abarcar más de lo que puedes y me acuerdo de la visión en la que... bueno, la de tu muerte ha vuelto a mí.

Genial el tono de su macho dejaba bien claro que en cuanto lo limpiara lo iba a matar y con razón además.

—Lo siento macho...no...joder...no quería...

No pude seguir, sólo era consciente de que estaba en nuestra habitación, que me tenías ceñido a tu cuerpo y tu mano estaba debajo de mi camiseta y encima de la herida, coño ahora sí que estaba acojonado, normalmente enseguida se empezaba a sentir bien, pero algo no estaba funcionando...joder el mal se iba adueñando de mi poco a poco, como la niebla en una fría tarde de tormenta.Ahora sí que la había jodido bien.

Intento mantener la calma y nos llevó hasta la cama, obligándote a recostarte en ella. Con manos ágiles me deshago de tu camiseta y te quito las botas de combate para después recostarme a tu lado y te ciño todavía más a mi cuerpo, intentando concentrarme en limpiarte, en que la luz nos envuelva.Inspiro varias veces hasta conseguir apartar mi cabreo y enseguida noto el cambio, cómo la cosa empieza a funcionar aunque parece ir mucho más lenta que de costumbre.

Por fin, por un puto momento sentí que todo estaba perdido, pero su macho era cabezota y no lo iba a dejar a su puta suerte, aunque se lo mereciera, muy despacio fue abriendo los ojos y una vaga sonrisa se dibujó en mi cara cuando vi la cara de mi vampiro, me pegue más aun a él.

—Nallum ,coño lo siento...pensé que por un par de ellos más, no iba a pasar nada.—Por sus facciones supo que le iba a patear el culo en cuanto estuviera limpio.

—Cabezota de los cojones, a la próxima esperas a hacer putas pruebas a cuando esté ahí fuera contigo —le suelto de mala uva—. Joder, sabes que con esto no puedes jugar y que soy el único que puede atenderte cuando estás así.

Un frío me caló los huesos cuando mi macho me soltó de esa manera, siempre después de limpiarlo se quedaban abrazados y ahora lo había soltado como si no quisiera tenerlo cerca. Intento tocarlo y se aparta, por el rabillo del ojo veo que la doctora seguía ahí bien su orgullo de macho no le permitía montar un drama de hombres despechado delante de ella.Me levante, cogí un chándal del armario, bajaría al gimnasio después de la ducha. Antes de entrar al baño, lo mire.

—No pretendía hacerme el héroe, sólo quería saber dónde estaba el límite de lo que podía tragar, que no era el momento, estoy de acuerdo contigo, pero digamos que no tenía nada más que hacer—miro la bandeja con la comida sin tocar—come te hace falta, si quieres reponerte.—Entre al baño, cerré la puerta y me apoye sobre ella, frotándome el pecho.

Aprieto los dientes y miro fijamente la puerta que se acaba de cerrar. Joder. Me levanto y voy hasta ella, dando un par de golpes sobre la madera de forma suave.

—Poli —digo con el mejor tono que soy capaz de reunir—, vamos abre.

Mierda quería abrirle la puerta pero no tenía fuerzas para enfrentar una pelea con el ahora, en ese momento. Qué curioso sabía que estaba detrás antes de que tocara, su calor me llego, antes que su olor y los golpes en la puerta.

—Tranquilo V, estoy bien solo necesito una ducha y soltar adrenalina en el gimnasio, vuelve a la cama y come algo.

Me aparte, me quite lo que le quedaba de ropa y lo tire dentro del cesto de la ropa sucia, metiéndome debajo del agua, apoyó las manos en los azulejos y dejo caer la cabeza entre mis brazos mientras el agua caía sobre mi helado cuerpo. Joder, putos celos de los cojones, jamás me había sentido con esa afán posesivo ni por nada, ni por nadie, hasta el momento que esa doctorcita apareció, lo leía en sus ojos, le gustaba su macho y eso le jodia. Bien mirado era una hembra de valía, mientras que yo, coño no era nada, solo una puta aspiradora de talcos.

—Voy a entrar —digo cuando escucho que el agua empieza a correr. Sé que he cerrado la puerta con cerrojo para que la humana no se vaya así que abro la del baño y cierro tras de mí. No me hace falta decir nada o preguntar, se te ve en la cara. Me acerco a la ducha y, sin importarme la herida, me quito los pantalones que llevo puestos y entro detrás de ti, atrapándote contra los azulejos mientras me pego a tu espalda—. Vas a contarme qué cojones te pasa, ¿nallum?

Hostias por poco me resbalo y me caigo en la ducha, cuando se pegó a mí, empotrándome contra los azulejos.

—Coño nallum, quieres que me dé un infarto, joder. No me pasa nada, sólo necesitaba una ducha, sabes que tengo que ducharme después de aspirar y que cojones fuiste tú el que me soltó como si no quisieras tocarme un minuto más del necesario cabrón. Así que no vengas ahora pidiéndome una puta explicación y vuelve con tu doctora.

—Así que es eso, ¿no? Crees que... Oh, por favor —bufo mientras mi mano maldita sube a tu cara y te obligo a mirarme a la cara—. ¿En serio crees que podría pegártela con esa hembra? —Vuelves a desviar la mirada y eso me cabrea más—. ¿Lo crees?

—Ella es una hembra de valía V, hace algo bueno por lo demás y no soy tonto. He visto el deseo por ti en sus ojos y he olido su excitación cuando está cerca de ti, joder ni siquiera está asustada y te mantiene la mirada como yo lo hice el día que te conocí—dios como me dolía el puto pecho—yo solo soy un medio humano, medio vampiro con complejo de aspiradora, que a lo mejor no hubiese seguido aquí con vosotros si no pudiera hacer esa puta mierda.

Coño no lo podía evitar, putos celos, lo estaban matando y no sabía cómo coño manejarlos.

—Habrías seguido aquí, eso te lo garantizo. Para mí no hay macho de más valía que tú. Ninguna hembra y métetelo en la cabeza, ninguna podría compararse mínimamente a ti. ¿Crees que lo de marcarte como mío fue una simple broma? ¿Crees que estaba de guasa cuando vine a por ti después de que te secuestraron? ¿Acaso piensas que no me mataba el verte con Marissa? Estoy contigo porque es lo que quiero, eres el ÚNICO al que quiero a mi lado. La doc se va a ir en dos días como mucho. La necesito para que me cure, para nada más. Después de eso se le van a borrar los recuerdos y te aseguro que ella sí es humana.

Encaré tu mirada, dios sabía que hablabas en serio pero no podía evitar sentirme como una mierda.

—Se todo eso macho, se el dolor que pasaste cuando anduve con la hembra, sé que te la jugaste cuando fuiste en mi busca, sé que te enfrentaste a todos por mí, sé que soy el único al que puedes tocar con tu mano, al único que has dejado, que te haga el amor e incluso que beba de tu vena y sé que me quieres aunque nunca me lo digas. Pero algo aquí dentro—me toque el pecho—me dice que esa mujer no se ira dentro de unos días y que será muy importante en nuestras vidas y no puedo evitar sentir celos nallum, nunca había sentido nada así y no sé cómo hacer para que no duela de la forma que lo hace.

—Tendrás que confiar en mí, jamás dejaría que se me acercara nadie como lo haces tú. Y si se quedara, te aseguro que no lo haría en el Pit. Este es nuestro espacio, ¿entiendes? La tengo aquí ahora porque tiene que estar cerca en caso de que algo vaya mal con la herida. —Te acerco un poco más a mí y rodeo tu espalda con mis brazos, pegándote a mi cuerpo.

—Lo se nallum, pero duele sentirse así, duele.—Cuando tus brazos me apresaron mi cara se colocó en el hueco de tu cuello y un suspiro escapo de mi garganta.—No me dejes nallum, no soy nada si no te tengo a mi lado, nada.—Un estremecimiento me recorrió de los pies a la cabeza y me apreté mas a ti y tu cuerpo, ese era mi lugar, entres tus brazos.

—Estoy aquí y no me voy a ninguna parte —te susurro. Una de mis manos alcanza las llaves del agua y las cierro. Con algo de esfuerzo alcanzo la toalla y te cubro con ella sin soltarte en ningún momento—. Eres lo más importante para mí, Butch, no lo olvides.

2 comentarios:

  1. Me encanto y me sacaron unas lagrimas joder no dejo de llorar .Gracias por compartirlo chicos bellos

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  2. Muchas gracias a ti,por leernos y compartir tu opinión. Miles de besos bonita

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