miércoles, 5 de agosto de 2015

EMPAREJAMIENTO...25ª


                                                             EMPAREJAMIENTO
                                          



Butch y Vishous Fated

Joder me mire en el espejo, no sabía lo que parecía, pero el pantalón blanco y la camisa era tan ancha, que era el doble de su talla, menos mal que su cuerpo era enorme y musculado si no parecería un globo de esos que se le da a un niño en la feria. Me ajuste el cordón negro a la cintura y con los brazos abiertos y una estúpida sonrisa me mire al espejo, coño estaba guapo...era eso o la cara de felicidad que llevaba, por fin me iba a emparejar con mi macho. Al final la doctora se había quedado con ellos, igual que Manello y aunque tenían una habitación en la mansión, el Rey les permitió estar a caballo entre los dos mundos, con el tiempo había aprendido a respetarla y le tenía cariño, los dos hacían mucho por los hermanos y la Hermandad. Me senté sobre la cama y pensé que había que ver como se los gastaba su nueva familia, habían estado follando toda la noche como dos perros en celo, cuando los hermanos asaltaron el pit con el rey a la cabeza y sus shellams. Beth, la reina, nos dijo que yo tendría que ir a otra habitación hasta la noche del emparejamiento si queríamos que todo saliera bien, llevaba sin ver a mi pareja 24 horas. Y ahí estaba, en una habitación del piso superior, vestido de novio, con una sonrisa idiota, pero de felicidad en la cara, atacado de los nervios, preguntándome si mi macho se iba a echar atras, pero con todo feliz, muy feliz. De repente la puerta se abrió y las hembras asomaron sus cabezas llorando de felicidad y que lo jodieran Frizt lloraba también, estaban hermosas, con sus trajes de gala.

—Es la hora Bucth —me dijo Beth —me coloque la cruz por dentro de la camisa y me levante, recibiendo un beso en la mejilla de todas ella y un cálido abrazo del mayordomo.

Mientras bajo la escalera veo que todos están ahí, los nuevos reclutas también y busco la mirada de mi macho y lo veo de espaldas, está con algo entre las manos. Mi sonrisa se amplió más, mi vampiro vestía de igual forma pero de negro con el cordón blanco y de repente como presintiendo que necesita ese contacto se da la vuelta y me mira sonriendo y yo perdí el poco aire que le quedaba en los pulmones.
Santa madre de dios el amor de mi vida estaba fantástico, imponente, sexy,con ese punto canalla que tanto me ponía, tuve que pasar la lengua varias veces por mis labios, mi boca se había quedado seca, amaba a ese hombre y amaba todo lo que significaba el nombre de Vishous...

No he pegado ojo en todo el maldito día. Joder, el hecho de que no hayamos podido estar juntos estas últimas veinticuatro horas me han dejado hecho un puto manojo de nervios. Le siento bajar las escaleras y me obligo a tomar varias bocanadas de aire con tal de calmarme lo suficiente.Me parece increíble que haya llegado el día. Mierda. A tomar por culo mi madre, sé lo que ha hecho Wrath por nosotros. Cambiar las leyes antiguas no ha sido fácil y ha sido mejor que la ceremonia se retrasara. En mis manos llevo lo que representa a mi linaje: un lazo con los colores rojo sangre y negro, el linaje del Sanguinario. Puedo percibir cómo me mira con fijeza y me armo de valor para darme la vuelta y no puedo evitar sonreír de forma casi canalla cuando le veo.Joder si no le sienta bien esa túnica blanca. Carraspeo por lo bajo y doy un paso hacia delante, esperando a que acabe de acercarse. Wrath le intercepta y le entrega algo. Los lazos de su linaje y me sorprende hasta a mí.Normalmente eso se le entrega a un primigenio, no a un primo.

Iba camino del encuentro de mi vampiro cuando Wrath me freno poniendo en mis manos un lazo de color: blanco y azul, su propio linaje, lo mire y le di las gracias, joder tuve que parpadear varias veces, hoy no era un día para lágrimas, si acaso de alegría, pero no antes de tener el nombre de su macho en la espalda.Ahora si camino despacio y sin aparta la vista de su macho hacia él, llego a su lado y reprimo las ganas de besarlo en la boca. Lo iba hacer, su vampiro no había huido, estaba a su lado y se iban a emparejar. Mierda tuve que aguantar las ganas de saltar por todo el salón.

Sonrío y miro a Wrath, inclinando ligeramente la cabeza en señal de agradecimiento y respeto. Phury se adelanta.

—Haremos esto, poli. Hablaremos en tu idioma lo máximo que nos sea posible para que nos entiendas y sigas el hilo de la ceremonia.

Le veo asentir y mi sonrisa se hace más amplia.

—Vamos a presentaros a la Virgen Escriba —susurró el hermano.

Cojo al poli de la mano intentando reprimir las ganas de mandar a la mierda esta parte del protocolo y nos acercamos a la figura menuda que está bajo los pliegues negros de la túnica.

—Este es Butch O'Neal, conocido ahora como Dhestroyer, descendiente de Wrath, hijo de Wrath, guerrero de Daga Negra.

—Este es el guerrero de la Daga Negra Vishous, hijo del guerrero de la Daga Negra conocido como el Sanguinario.

El contacto de la mano de mi macho me tranquilizo un poco, no me gustaba para nada estar delante de esa zorra, pero tenían que pasar por ello antes de llegar a lo más importante.

La Virgen Escriba mira a Butch primero y después a mí y pone una de sus manos sobre las nuestras, su rostro se gira de nuevo a mi macho.

—Este macho te pide que lo aceptes como su hellren, niño. ¿Lo aceptarás como propio si es digno?

Siento el nerviosismo del poli y contengo el aliento hasta que finalmente asiente.

—Guerrero, este macho te respetará. ¿Darás prueba de tu valor por él?

—Lo haré —digo con voz solemne y mis palabras resuenan en el vestíbulo de la mansión.

— ¿Lo defenderás contra aquellos que pretendan hacerle daño?

—Lo haré.

— ¿Te sacrificarás por él?

—Me sacrificaré

Las mismas preguntas le son hechas a Butch, entonces nos suelta las manos y da un paso hacia atrás. Y yo doy otro.

Deshago el nudo del fajín y me quito la prenda de arriba, revelando mi pecho desnudo.

Wrath se acerca a mí quedando a mi lado.

—Hermano, ¿cuál es el nombre de tu hellren?

—Se llama Dhestroyer.

El ruido metálico de la daga de Wrath siendo desenvainada resuena en mi cabeza. Le siento inclinarse sobre mi espalda. Siento los trazos de la primera letra. Duele como los mil demonios pero me mantengo quieto y callado. Siento cómo el Rey se aparta y noto que el siguiente es Phury.

—¿Cuál es el nombre de tu hellren?

—Se llama Dhestroyer.

Ah, el siempre delicado y concienzudo de P. No puedo evitar una media sonrisa al sentir sus trazos. Siento que se aparta y llega otro.

—¿Cuál es el nombre de tu hellren? —pregunta Zsadist.

—Se llama Dhestroyer.

—Con cuidado, Z —oigo decir a Phury y tengo que hacer un esfuerzo descomunal para no reírme.

Cuando le llegó el turno a Butch, giré ligeramente mi cabeza y le miré directamente a los ojos.

Joder su mirada lo decía todo, no hacía falta palabras y aunque el pulso me tembló un poco cuando cogí la daga de la mano de Wrath. Su mirada le había dado la confianza suficiente para saber que la S, la letra que me había tocado a mí, sería la más bonita de todas.

—¿Cuál es el nombre de tu hellren?

—Se llama Dhestroyer.

Con trazo seguro y firme voy poniendo la insinuante S sobre la espalda de mi macho, joder mis caninos crecieron al ver los hilos de sangre correr, pase el pañuelo que me habían dado y mantuve los colmillos escondidos y di gracias a dios de que los pantalones fueran holgados porque la erección se vería con un vaquero.Era lo más jodidamente cachondo que había hecho en su puta vida y sobre la espalda de su macho.

Wrath cogió una de las jarras de agua y la vertió en uno de los cuencos de sal, después derramó el líquido sobre mi espalda y mis músculos se contraen a causa del escozor, sin embargo ningún sonido sale de mis labios fuertemente sellados, apretando a su vez mis puños a ambos lados de mi cuerpo. El Rey abre una de las cajas lacadas y seca mis heridas con el pañuelo de lino, colocándolo una vez más en la caja. Le entrego el lazo con los colores de mi linaje y lo coloca alrededor de ella.

—Levántate, Hermano —me indica y le obedezco.

Wrath me presenta la caja.

—Lleva esto a tu hellren como símbolo de tu fuerza, así sabrá que eres digno de él y que tu cuerpo, tu corazón y tu alma están ahora a sus órdenes.

Doy media vuelta. Cuando me acerco a Butch veo en sus ojos el orgullo y la emoción, pero también la preocupación de si estoy o no bien.

Me dejo caer de rodillas ante él, presentando la caja lacada adornada con los colores del Sanguinario y agacho la cabeza.

— ¿Me tomarás como tuyo? —pregunto, mirándolo desde debajo de mi pelo. Mis ojos diamantinos brillan como dos fuegos incandescentes y noto que sus manos tiemblan ligeramente cuando toma la caja.

No pude evitar que mis manos temblaran al tomar la caja y lo mire a los ojos.

—Si te tomare.

Su macho se alzó y para mi sorpresa me cogió por la cara, con sus manos y me beso. Un suave cántico lleno la sala mientras mi macho me besaba, V nunca había tenido esa iniciativa.Ahora sí, ahora era serio de verdad, tenía el cuerpo, el alma y el corazón de su macho...y ahora me tocaba a mi.

El impulso me llega de ninguna parte. Mis manos van a su rostro y no me detengo hasta que nuestros labios se encuentran, necesitando el contacto porque joder... me estoy entregando a la única persona que ha sido capaz de llegar hasta mí a pesar de la mierda de mi pasado.

Cuando me separo le sonrío.

—Es tu turno, leelan.

Sin aparta los ojos de mi macho, dejo la caja aun lado y despacio me fui quitando el cordón y la camisa, se las entregó a mi macho y me arrodillo delante de Wrath.

—¿Cuál es el nombre de tu hellren?

—Se llama Vishous.

Se pone a mi espalda y su enorme figura se cierne sobre mí, a la vez que el suave ruido al desenvainar su daga llega a mis oídos. Dios empecé a rezar todo lo que conocía cuando la clavo en mi carne haciendo una V, apreté todo lo que pude mi boca y cerré uno de mis puños, mientras el otro cerraba mi cruz. Dolía y escocia pero era el nombre de su macho lo que iba a llevar de por vida en su espalda y bien lo valía.

Mi pecho se hinchaba de orgullo cada vez que le preguntaban el nombre de su hellren, después de Wrath, le siguió Phury, luego Z, joder con la sonrisa más hija puta que había visto en su cara, el cabrón lo disfruto pero se jodió porque no solté nada por mi boca y luego su macho.

Lo miro y le sonrió cuando veo la preocupación en su mirada. Mierda me puse cachondo cuando mi macho me grabo la H.

Al acabar y verter el cuenco con agua y sal vio estrellas volar a su alrededor y se cago en los muertos de su rey que era a la vez su primo. Luego seca mis heridas y mete el pañuelo de lino en una caja con mis colores del linaje: blanco y azul.

—Lleva esto a tu hellren como símbolo de tu fuerza, así sabrás que eres digno de él, y que tu cuerpo, tu corazón y tu alma están ahora a sus órdenes.

Cojo la caja y doy media vuelta postrándome de rodillas ante ti, con una humildad que jamás creí posible, agacho la cabeza y no puedo evitar que mi voz suene emocionada.

— ¿Me tomaras como tuyo? —no soy capaz de mirarlo, las lágrimas ya corrían por mi cara.

—Sí, te tomaré —digo mientras te levantas. Te sonrío cuando los hermanos empiezan con el cántico y me siento tremendamente orgulloso de ti. Con esta ya van dos veces que me siento así. La primera fue cuando te uniste a la Hermandad y la segunda ahora, al haber sido capaz de aguantar sin decir ni media palabra al ser rajado por todos y cada uno de ellos.

Mis ojos se desvían hacia las hembras que miran la escena con orgullo. Algunas incluso derramando alguna que otra lágrima.

Vuelvo a mirarte y enjuago tus lágrimas con mis pulgares. Sé que tal vez voy a sonar algo pastelón pero me importa una mierda. Ahora es el momento de decirlo y no me importa que esté todo el mundo presente.

—Te amo, Butch y soy el macho más feliz por tenerte conmigo.

Los ojos se me abrieron como pelotas de béisbol cuando oigo a mi macho decir delante de todos..."Te amo, Butch y soy el macho más feliz por tenerte conmigo."

—Nallum...yo no sé qué decir, sólo que yo también te amo y que me siento muy honrado de ser tu pareja, tú amigo y tú amante. Nadie mejor que tú.

No puedo evitar apartar la caja y atraerte hasta mi para besarte, mientras pego tus caderas a las mías, para que notes la erección que llevo. Un suspiro escapa por mi boca...de toda la ceremonia, lo mejor cuando su macho le dijo que me amaba y delante de todos.

Sonrío contra tus labios y mis brazos se cierran alrededor de tu cintura. Oigo varios carraspeos y les ignoro por completo.

—La cosa no termina aquí —digo contra tu boca—. Tengo una sorpresa para ti, en el Pit.

Miro a los hermanos y demás concurrencia y sonrió mientras cojo la mano de mi macho.

—Empezar la fiesta sin nosotros, enseguida volvemos.

—Coño poli, ¿no puedes esperar?

—No, además míralo por este lado, más comida para ti Rhage.

Cogí la otra caja, la de mi macho, las camisas holgadas y salimos hacia el pit. ¿Qué cojones le tenía preparado su macho?...joder ya le había dado el mayor regalo, reconocer que lo amaba delante de todos.


—No tardaremos —digo por encima de mi hombro y me gano varios gruñidos—. Jodidos malpensados —suelto seguido de una carcajada mientras mi macho me arrastra hacia la puerta de debajo de las escaleras que dan al túnel.

Caminamos por él y me niego a soltarle la mano. Me... gusta la sensación. Joder, jamás me había sentido tan jodidamente feliz. En mi maldita existencia. Trescientos años de puta miseria y ahora... soy incapaz de soltarle.Al llegar, tecleo el código de acceso y abro la puerta, dejándole entrar primero mientras me vuelvo a colocar la túnica de ceremonia.

—¿Dónde está? —le oigo preguntar y sacudo la cabeza.

—En nuestro cuarto, sobre la cama.

Dejo las cajas con cuidado sobre la mesa del salón, me puse la túnica y salgo disparado al dormitorio. Me quede en la puerta, porque el aire se me atasco en los pulmones, despacio camine hacia la cama, donde había una caja lacada en negro, era preciosa. Mi mano pasó muy despacio por encima acariciando el escudo de la Hermandad. Luego uno a uno pase un dedo por las letras en carácter antiguo que ponía mi nombre: Dhestroyer, descendiente de Wrath, hijo de Wrath.Joder las lágrimas se agolparon en mis ojos cuando abrí la tapa. Sobre un cojín de seda azul, mi color preferido, había cuatro dagas iguales, de hoja negra, echas por su macho para mí. Con suma delicadeza cogí una, después de acariciarla, como si fuera un amante, se ajustaba con precisión milimétrica a mi mano y el peso era el justo, ni más, ni menos.Bellísimas y letales como su marido, dios que bien sonaba eso. Su marido.

—!!Dios Santo!! macho...son preciosas. — Sin soltar la que había cogido para calibrarla, camino hacia mi macho con los ojos abnegados en lágrimas— Te amo y dios es el mejor regalo que me han dado en la vida, coño Vishous, me tienes muy mimado y me gusta, joder me gusta.—Me pegue tanto a él que entre los dos cuerpos no corría el aire.—Gracias —digo sobre tus labios, me has dado la mejor boda de mi vida vampiro.

Sonrío de medio lado.

—Será mejor que las cuides, me pasé tres putos días en la fragua sin salir, así que como te cargues alguna, me la pagarás —digo en broma porque sé que se tendrían que tratar realmente mal para que se mellaran o se rompieran—. Y no es nada del otro mundo. Se las he hecho a todos los hermanos y tú no podías seguir llevando esos Ginsus baratos, ¿cierto?

— Me da igual que se las hayas hecho a los otros hermanos, es un regalo tuyo Vishous. Desde que has entrado en mi vida no he hecho más que recibir regalos de ti, uno tras otro y por dios que jamás lo hubiese creído posible. Jamás pensé en casarme y míranos, estamos casados nallum, joder mi vida no puede ser mejor de lo que ya es y todo te lo debo a ti y al bendito día que nos topamos en ese infecto callejón.—Pegue mi boca a la tuya y despacio te lleve hasta la cama, sentándote en ella, me separe, coloqué la daga en la caja y la puse sobre mi mesa de noche después de volver acariciar la tapa. Quitándome la túnica camine hacia ti.—¿Crees que podremos tener un rato de intimidad, para demostrarte lo que me ha gustado tu regalo y la boda?

Me carcajeo y te agarro por la cinturilla del pantalón para acercarte aún más a mí.

—De todas maneras, los demás ya estarán pensando que estamos aprovechando el tiempo en otras cosas más... productivas y no creo que nos estén esperando hasta dentro de un buen rato... Si es que nos esperan en absoluto —digo con una sonrisa guarra en los labios mientras te pego más a mí, obligándote a hincar una rodilla sobre el colchón—, además, prefiero pasar la noche de bodas en la cama en lugar de rodeado de hembras cotillas, ¿tú no?

—Apoyo esa sugerencia nallum.—Dios era nuestra noche de bodas, coño y era el tío más feliz que andaba caminando por el mundo, bueno mejor flotaba.—Déjame ver mi nombre en tu espalda tahlly—te quito el blusón y espero que te diera la vuelta.

Me doy la vuelta, recostándome sobre la cama para que pueda verlo con más comodidad. Pensar que llevo su nombre en la espalda me hace sentir jodidamente bien, como si por fin encajara en algún puto lugar. Por eso decidí que fuese Dhestroyer y no Butch, porque eso puedo seguir llamándolo así, pero en algo tan jodidamente oficial tenía que ser su nombre de guerrero.

Era sublime, cachondo, sexy, erótico y jodidamente caliente ver mi nombre en la espalda de mi macho y yo me había puesto duro leyéndolo. Le hice abrir las piernas a mi vampiro y me acomode entre ellas, mientras con un dedo y con cuidado repasaba una a una las letras.

—Dhestroyer.—Me agache y empecé a marcar las letras de nuevo con la lengua, lamiendo, besándolas. Sentí como mi pareja se estremecía y sonrió complacido.

—Mierda... poli —jadeo, cerrando los ojos. La piel aún estaba curándose y era jodidamente hipersensible en esos momentos y es como si él supiera que era exactamente eso lo que estaba ocurriendo. Los escalofríos recorren toda mi columna vertebral y echo la cabeza hacia atrás, dejando que acabe de acomodarse detrás de mí.

Aunque sé que no es la primera vez que lo hace, sigo sintiéndome ligeramente incómodo pero aparto esa sensación enseguida y giro la cabeza para poder mirarle.

Tu mirada se clava en mis ojos y en mi alma. Sé que esa postura para hacer el amor no te gusta, pero yo necesito entrar en ti viendo mi nombre en tu espalda. Beso tu boca y sin dejar de mirarte apoyo mi frente en la tuya.

—Sé que esta posición no es de tus preferidas pero yo, necesito hacerte el amor mirando mi nombre en tu espalda y te juro que cuando te sientas incomodo parare y te daré la vuelta.Mierda sé que te estoy pidiendo mucho...

—No. Hazlo —digo sacudiendo la cabeza—. En algún momento tendré que sobreponerme a esta mierda. Confío en ti, ya lo sabes. Si no lo hiciera, no habría dejado que los hermanos me grabaran tu nombre —te contesto—. Hazlo, nallum.

Volví a pasar la lengua por mi nombre mientras estiraba mi mano y sacaba del cajón de la mesa de noche el tubo de lubricante y lo ponía cerca de mí. Mi lengua seguía su recorrido y mis manos acariciaban todo tu cuerpo, quería que supieras que era por amor y no por violencia, quería que te quedara claro que era yo, no un mal nacido del ese cabrón campamento. Mientras mi lengua llego hasta tu entrada, me acomode de forma que pudiera follar tu culo con ella y muy despacio lo hice, mientras mis manos separaban tus nalgas, por dios que iba a conseguir cambiar ese maldito recuerdo, por uno más agradable.

Siento cómo mis caderas se mueven solas en busca de más contacto, empujándose hacia arriba mientras mis manos se cierran en sendos puños alrededor de las sábanas. Mierda... Me concentro en el olor que llega a mi nariz, intentando grabármelo en el maldito lóbulo frontal para tener claro que esto es exactamente lo que quiero y que está ocurriendo con la persona a la que acabo de emparejarme y a la que... Qué cojones, a la que amo por encima de mi propia jodida vida.Dejo escapar un jadeo al sentir su lengua en mi anillo muscular y echo la cabeza hacia atrás, gruñendo por lo bajo mientras separo un poco más las piernas para darle mejor acceso a la puta zona. Dios... los esfuerzos por mantener mi pasado a raya son descomunales pero está surtiendo efecto.

—Joder... Butch...

Al abrir tus piernas para darme mejor acceso, mi lengua entro por completo dentro de tu culo y dios si no me estaba volviendo loco tu sabor íntimo. Una de mis manos fue hasta tu polla y paso un dedo por tu hendidura que ya suelta présenme. Joder quiero que lo disfrutes, quiero que sepas que soy yo, quiero que cada vez que me sientas a tu espalda te pongas cachondo, no tenso, quiero que sepas que al hacerlo así contigo, es por ver mi nombre en tu espalda...quiero que sepas que siempre seré yo, no tus putos y dolorosos recuerdos. Dejo que su aroma de macho vinculado saliera mientras mi lengua se follaba tu culo y mi mano pajeaba tu polla, quería que cuando se corriera supiera quien estaba pegado a su culo, joder vaya ironía y nunca mejor dicho, y era su mano quien los masturbaba.

Como puedo consigo apoyar mis rodillas sobre el colchón e impulsarme hacia arriba, quedándome a cuatro putas patas. Si quiero superar esta mierda, habrá que hacerlo bien, joder. Siento que te separas de mí y te miro por encima del hombro.

—Cabrón, no pares ahora —te gruño—. Si vamos a hacer esto, hagámoslo como es debido, ¿cierto?

Me alce, cogí el lubricante, llené mi polla, mientras metía dos dedos llenos de lubricante dentro de tu culo, bese la parte baja de tu espalda. Me situé a tu entrada y todo lo despacio que mis ganas por ti me estaban dejando, fui entrando, el olor de mi vinculación, se hiso más fuerte. Mierda era una delicia hacerte mío de esa manera, poco a poco, sin prisas. Te ibas abriendo para mí y para mi polla poco a poco, cada nueva entrada en ti, una palabra cariñosa y amorosa en Lengua Antigua y en irlandés. Como te amaba Vishous. Cuando entre del todo en ti, me quede quieto saboreando el momento, agaché la cabeza y bese cada palabra de mi nombre en tu hermosa, ancha y preciosa espalda. Empecé a moverme muy despacio y me tendí sobre ti, moviendo solo mis caderas, me acerque a tu oreja, la lamí y...

—Te amo Vishous, ahora y siempre, este poli te ama y te amara más allá de la muerte.

Cierro los ojos con fuerza, estremeciéndome. Dios... esto es tan jodidamente parecido a lo que vi en mis veintidós años en el campamento... a lo que yo mismo me vi obligado a hacer un día después de mi transición y, aun así, es absolutamente diferente. Tomo aire en pequeñas bocanadas, intentando calmarme. No sé de dónde has aprendido esas palabras calmantes en Lengua Antigua pero joder... ayudan un huevo a pasar por esta mierda. Dejo caer mi cabeza hacia delante, gruñendo por lo bajo y siento cómo algo en mi pecho empieza a oprimirme los pulmones al oír tus palabras. Sé lo que es, pánico. Estoy acojonado de pensar que ahora que es oficial, ahora que hemos terminado con la ceremonia y todo lo demás... puedas llegar a pensar algún día que esto no vale la pena, que yo no soy lo que tú estabas buscando y aunque sé que tus palabras son sinceras... ¿quién dice que no puedas encontrar a otra persona... a una hembra, que pueda darte lo que yo no puedo y que... aunque pudiera, no querría?Mi visión se emborrona e intento sacudir la cabeza para mantener a raya las putas emociones que me embargan y que ahora no tienen cabida porque estás haciendo esto por mí, porque ambos así lo queremos. Joder... Llevo una mano a mi cara e intento enjuagar las inminentes lágrimas para que no te des cuenta.

Algo no andaba bien, mire a mi vampiro de reojo y lo vi intentar secarse las lágrimas con disimulo, sabía que no era de dolor.Me alce llevándote conmigo, quedando yo de rodillas sobre la cama, una mano ciñendo tu cintura y la otra tu pecho, clavado en ti del todo, hasta el aire que pudiera correr entre los dos, me molestaba. Te quedaste con tus piernas abierta a ambos lados de mis caderas, tal y como estábamos no podías moverte y eso es lo que quería.Rote mis caderas y no deje de hacerlo hasta que un gemido escapo de tu boca.

—¿Qué pasa leelan?¿Que te hace llorar?. Dios V eres mi vida mamón y gracias a ti la tengo...una buena vida y una buena pareja así que... ¿Qué te duele, que te oprime ese corazón que late por mí?...¿Qué nallum?

Sacudo la cabeza, intentando no pensar en ello y no queriendo hablarlo ahora. Joder, este no es ni el momento ni el puto lugar para esto. Un gemido escapa de mis labios al sentirte moverte bajo mi cuerpo. Mi mano enguantada se cierra alrededor de la muñeca del brazo que ciñe mi cintura y cierro los ojos con fuerza.

—No me dejes pensar ahora mismo —logro decir—. Sólo... no me dejes pensar. Hazme daño si hace falta, mierda.

—Hoy no habrá daño nallum—joder estaba loco, por lo que iba a decir, pero no era mentira, era nuestra noche—hoy no, es nuestra noche de bodas. Pero pídemelo otro día y te daré lo que necesitas. Ahora solos tú y yo y este amor que nos une, nada más.—Volví a rotar mis caderas, te deje un poco de margen para que pudieras moverte y la mano que ceñía tu cintura bajo hasta tu polla.—Dios bendito V...joder, me vuelves loco. Me pasaría la vida follándote, haciéndote el amor.—El gemido-gruñido que salió de tu garganta me impulso hacia fuera, para volver a entrar con fuerza clavándome hasta tus mismas entrañas, acomodándome hasta encontrar el botoncito qué harías que te corrieras. No podía evitar rugir como un animal, cada vez que me clavaba en ti, un poco más profundo cada embestida.—Hahn... córrete para mi nallum, córrete sabiendo que soy yo el poli, quien está a tu espalda.—Cuando mi orgasmo se acomodaba para salir en cuanto mi macho se corriera, mi olor de macho vinculado se hizo más fuerte, más potente, cubriéndote por completo.

Echo la cabeza hacia atrás, sin poder evitar gruñir y jadear cada vez que te siento entrar en mí. El orgasmo me traspasa como un maldito rayo, dejándome sin aire y viéndome obligado a encorvarme hacia delante, ambas manos aterrizando sobre el colchón mientras los espasmos de la liberación siguen sacudiéndome como si fuese de maldito trapo.

—Nallum... —logro jadear antes de que te sienta correrte en mi interior, marcándome una vez más. Desearía tener la certeza de que todo esto durará para siempre, estar seguro de que no vas a arrepentirte de lo que tenemos o hemos hecho hasta ahora, pero sería un jodido ingenuo si me lo creyera o albergara alguna esperanza de que esto va a ser así.

Me dejo desplomar sobre la cama, intentando recuperar tanto el aliento como mi autocontrol.

Joder el orgasmo me dejo sin aire y me traspaso el corazón llegando a mi alma, quise dejar salir una sonrisa de satisfacción cuando vi a mi macho tan fuera de juego como lo estaba yo por la forma en que el placer nos había traspasado.La imagen de mi macho tirado en la cama, con las piernas abiertas para mí, mi semen corriendo por sus muslos mientras salía de tu culo, las corridas de ambos habían sido bestiales. Lamí la mano que tenía semen de mi vampiro, mientras lo miraba y como era muy goloso...plante las manos a ambos lados de las caderas tuyas y con mi lengua empecé a lamer el semen que salía del interior de ti y el de los muslos.Lo sentí gemir y agarrar la almohada para enterrar su cara en ella. Cuando acabe de lamer, subí hasta él y con una gran sonrisa le di la vuelta y...joder la sonrisa se borró de mi cara al instante, su macho lloraba y eso me partió el corazón.Me senté en la cama y lo atraje hasta mil, sentándolo sobre mis muslos y envolviéndolo en mis brazos.

—Shsss Nallum. Estoy aquí siempre voy a estar.

Lo aprieto contra mí y lo dejo llorar...más tarde le preguntaría que le pasaba. Le acaricio el pelo con la mejilla y te beso la sien de los tatuajes, mierda mi vampiro jamás lloraba.

Joder... deseo que alguien me pegue un puto tiro, por Dios. ¿Qué cojones está pasando conmigo? No entiendo por qué me estoy poniendo así, hostias.

—Mierda, poli. Yo... —¿Yo qué? Si ni siquiera yo mismo sé qué carajo es esta mierda, por el amor de Dios. Tomo una profunda bocanada de aire intentando calmarme, sin ningún puto éxito.

—Tranquilo vale nallum—Joder si el pánico no me estaba dejando fuera de juego, no estaba acostumbrado a ver a mi macho de esa forma y joder no quería que se volviera una isla, quería que le contara lo que pasaba.—Vishous ¿qué pasa leelan?.

—No lo sé. No tengo ni idea de por qué me he puesto así —digo sacudiendo la cabeza—, joder. Supongo que el emparejamiento y todo esto me está superando. Pero no me arrepiento de haberlo hecho.

Te cogí la cara con las dos manos y te bese, apoyé mi frente en la tuya.

—Eso espero hellren, porque no pienso darte el divorcio cabrón, vas a estar conmigo toda tu jodida vida. Escúchame no pase todo lo que pase para quedarme sin ti, lo hice, porque quería una vida eterna contigo, aquí o en el puto fade, pero contigo. No me gustan los hombres y siguen sin gustarme, sólo tu Vishous, solo tú. Me enamoré de la persona y esa eres tú, y que le vamos hacer si eres un tío...no te cambiaría por ninguna mujer, ni por otro hombre, solo tengo ojos para ti vampiro.

Esas palabras, en parte, me tranquilizan y una pequeña sonrisa se pega a mi rostro.

—Creo que será mejor que descansemos. Estoy seguro de que Wrath exigirá una reunión mañana a primera hora de la noche antes de la Primera Comida. Por cierto, cuando te lo propones eres todo una Sisí. —Me carcajeo ante la cara que pones ante ese comentario y salgo de la cama para darme una ducha mientras una de las almohadas vuela en mi dirección, consiguiendo esquivarla—. Esa puntería, Misifú, estás perdiendo el toque.

—El que ha llorado como Sisí eres tu mamón—te grito riéndome—jodido cabrón, vale puede que ronroneara como un gato cuando estaba en sus brazos, pero V también lo hacía. Me levante y fui hasta la ducha con él. Abrí la puerta con una gran sonrisa. —Hazle hueco a este gatito lindo, mamón.

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