LA REGRESIÓN
Butch y Vishous Fated
El jodido día de la regresión había llegado, su vampiro se pegó casi dos semanas explicándole como iría la cosa, pero una cosa era la teoría y otra la práctica y el sabia eso muy bien. Y ahí estaban en el despacho del Rey, rodeado de los demás hermanos y su macho tan nervioso o más que yo,joder me sentía como una vaca expuesta y siendo observada para saber si su carne era buena para comer, y aunque V intentaba aparentar tranquilidad estaba como yo...de los putos nervios, ambos se jugaban demasiado, el saber si era como su macho y su macho no verlo morir o como un vegetal en una cama, pero necesitaba saber porque nunca encajo en ese maldito mundo que parecía había dejado atrás hacia miles de año, porque su padre jamás lo quiso y no era solo por la muerte de su hermana mucho antes de eso cuando solo era un crío fui consiente del desprecio de ese hombre.
Mire a mi macho y cuando sus ojos, sus miradas se encontraron le sonreí quería que entendiera que confía en él y que sabía me traería de vuelta a mi hogar, a sus brazos.
Inspiro varias veces. Desearía poder fumarme un jodido liado ahora mismo pero no es el momento. Mierda. Ni siquiera estoy tan seguro de todo esto y debería haber tenido tiempo para explicarle mejor las cosas. La forma en la que tuvo que enterarse no fue la correcta. Quería que estuviéramos a solas, con calma, quizá después de algo de buen sexo o haber visto una retransmisión de los Sox. Pero el jodido Rey tuvo que soltar las cosas cuando no era lo indicado y aun así, Butch no parece guardarme rencor. Pero yo sí lo hago.
Quizá si antes de comentarlo con Wrath lo hubiera hecho con Butch... si tan sólo me hubiera tomado mi tiempo y le hubiese dado más tiempo para pensárselo... Pero sé que habría sido inútil, me habría instado a hablar con Wrath y si él no hacía caso, me habría atosigado hasta que fuera a hablar yo mismo con la Virgen Escriba. Y, ciertamente, es una suerte que la madre de la raza accediera a concedernos el permiso para la regresión ancestral. Sí, me he tirado estas dos últimas semanas explicándole el proceso, pero me parece que es demasiado poco. Le condensé demasiado la información y estoy acojonado pensando que ha entendido de la misa la mitad.
Vaaale, V, cálmate y concéntrate. Le entrego mi cinturón de cuero a Rhage y le indico que se lo ponga al poli en la boca para evitar que se destroce los dientes y que no tenga contacto con Butch, que aun así tendrá una quemadura después. Le indico al poli que se quite la camisa y lo hace sin ningún tipo de reparo, dejándola sobre el sofá. Suspiro cuando se recuesta en el suelo, con R detrás de él. Asiento y el hermano le coloca el trozo de cuero mientras yo me quito el guante y me lo coloco en el bolsillo trasero de mis pantalones, inclinándome sobre él. No puedo evitar sonreír al sentir su puta erección. Joder, y después el pervertido y depravado soy yo. No te jode. Le sonrío y coloco mi mano buena sobre su pecho. Él baja la mirada cabreado y frunce el ceño. Idiota de los cojones, pienso con una ligera sonrisa que escondo a duras penas.
—Quiero que te relajes para mí, nallum —digo, moviendo lentamente la palma en un círculo, justo sobre su corazón—. Respira profundamente un rato. Cuanto más tranquilo estés, mejor será para ti.
—Eso es fácil decirlo V...es como la pri—me mordí la lengua a tiempo, demasiada información para los demás— bue...no tú ya sabes nallum.
V sonrió y asintió.
—Vale lo intentare.
Cerré los ojos, mientras me instabas a respirar contigo y tu voz, profunda y ronca, se colaba en mi cerebro, una sensación placentera, pero muy calurosa empezó a rotar por todo mi cuerpo, hasta instalarse sobre el lugar que rotabas tu mano, mi corazón, los latidos se hicieron más lentos y el calor más intenso, mi respiración más calmada, lenta y profunda. Y todo el tiempo tu voz...seduciéndome, extasiándome y penetrando ya no solo en mi cabeza, sino en todos los poros de mi ser y por todo mi cuerpo. No pude evitar poner duro ante las sensaciones que el despertaba en mí, siempre que lo tenía cerca pasaba.
—Ahí vas, poli. Eso está bien. ¿Se siente bien, verdad? Apenas enfriándose... —Ralenticé el movimiento circular sobre su pecho y con ello, la respiración de Butch se hizo más profunda y fácil. Su corazón empieza a detenerse brevemente antes de cada latido, los intervalos entre ellos se hacen cada vez más largos. Y todo el tiempo le voy hablando de forma perezosa, seduciéndole, intentando que entre en trance—. Muy bien, Butch, mírame. Enséñame esos ojos tuyos.
Cuando mi macho me insto abrir los ojos, me costó pero lo hice y una película de sudor frio se instaló en mi nuca...jamás había visto el ojo de V de esa forma. Era como un agujero oscuro, negro y profundo, más profundo que un pozo, sin iris y muy dilatado. El sudor empezó a bajar desde mi nuca, por la espalda y se instaba en todo mi cuerpo...joder el brillo de su mano llegaba hasta el como un puto faro en la niebla, pero hice lo que me pidió...y lo mire.
—Tranquilo, poli, todo va bien. No te preocupes por lo que estás viendo. Sólo mira dentro de mí. Venga, ahora. Mira en mí, Butch. Siente mi mano sobre tu pecho. Bien... ahora quiero que caigas en mí. Déjate ir. Cae. En. Mí. —Susurro, sabiendo exactamente cómo debe estar sintiéndose a pesar de que jamás he pasado por lo que él está pasando. Pero es importante que no se concentre en otra cosa que en lo que le estoy instando a hacer o podríamos cagarla, bien cagada.
E hice lo que mi macho me dijo y se deje caer dentro de él...a un viaje que igual me salvaría como me destruiría. Nadie de los ahí presente lo sabía, ni siquiera su macho, estaba dando pasos en el más maravilloso y apacible viaje que jamás había hecho en su vida, a través del aire, cayendo dentro de su macho, hundiéndose en un vacío lleno de oscuridad...
No sé cuánto tiempo he pasado escrutando en su línea de sangre pero el resultado me ha sorprendido en demasía. Joder, sé que estoy aterrado. Cuando acabo, me cierno sobre él, recolocando el guante para no chamuscar más de lo debido a Rhage e intento calmarme, pensando que todo saldrá bien, pero mi cuerpo reacciona solo al notarle que sigue inconsciente y que las ráfagas de ataques van y vienen. Al principio son largas y el corazón va encogiéndoseme en el pecho. Mi mano buena acaricia su rostro apartando las hebras de cabello de su frente y ojos.
Deseo verlos otra vez, deseo volver a perderme en ellos y quiero que esté bien, que todo haya salido bien porque no soportaría que algo le ocurriera, mierda. Siento las lágrimas formándose en mis ojos y a la mierda si los demás me ven.
Esta persona que tengo ante mí es mi vida, es lo que me mantiene cuerdo, el único que me entiende y que no me juzga y que me acepta tal y como soy. Con todo.
Joder las gotas de lluvia le caían directamente en su cara y no le molestaba, a él que no le gustaba la lluvia, joder se sentía como cuando se emborrachaba antiguamente, mareado, con náuseas y abrir los ojo era muy pesado. Coño la lluvia estaba empezando a ser molesta, el agua cosquilleaba sus mejillas hasta desaparecer detrás del cuello, levante un brazo para cubrirme la cara.
Joder, al fin parecía volver en sí.
—¿Butch? —Carraspeo, intentando aclararme la garganta—. Eh, poli, ¿puedes oírme? —Vuelvo a intentarlo, mi mano buena sigue trazando círculos sobre su pecho mientras Rhage sigue con la correa del cinturón bien sujeta. Tengo claro que aún no ha acabado y todo esto me tiene de los jodidos nervios.
¿De quien era esa voz tan profunda? De V...si y V era...su macho, su pareja, el hombre que yo amaba, con pereza fui abriendo los ojos sin estar muy seguro de lo que era real y lo que no, hasta que vio la cara de mi macho.
Vishous estaba inclinado sobre mí, con la cabeza sobre sus muslos y lloraba. Coño ¿tan grave habría sido, que a su vampiro no le importo llorar delante de los demás hermanos?...la lluvia que había sentido eran sus lágrimas, había una cosa positiva no estaba muerto.
Quise hablar, lo intente...pero algo en su boca se lo impedía, trato de escupir lo que impedía que consolara a su vampiro.
—No, aún no —susurro—. Creo que aún te quedan un par más por venir.
Que cojones...un par mas ¿ de qué?.
Sin saber de dónde provenía el ruido de zapatos golpeando el suelo, alce la cabeza y sorprendido mire que eran mis pies con mis zapatos los que hacían ese maldito ruido...no podía dejar de moverlos y unos espasmo empezaron a subir por sus piernas, las caderas, el tronco y hacían que le temblaran los brazos y la espalda.
Luché por tratar de no perder la conciencia pero perdí y de nuevo la oscuridad se adueñó de mí.
—Bueno, eso no ha sido tan largo como la última vez —dice Rhage mientras mantiene la cosa en la boca del poli en su sitio. A veces me entran unas tremendas ganas de estrangular al maldito guaperas de las narices. El irlandés vuelve otra vez en sí y vuelvo a inclinarme.
— ¿Me oyes, nallum? —digo otra vez. Le veo asentir y levantar uno de sus brazos, seguramente para alcanzarme, pero los espasmos regresan. Dios si no estoy perdiendo el puto juicio con esto.
Joder hostia divina, por fin, me retiraron la correa de la boca...dios ¿cuánto había bebido?...epa un momento el ya no se emborrachaba, ¿o, si?...joder su cerebro patinaba...
—Vishous cabrón—digo siseando y cogiéndole la mano que tenía sobre mi corazón —la próxima vez que quieras emborracharte, coño, no cuentes conmigo... —un momento su macho, era vampiro, no se emborrachaba—quiero decir no me dejes beber tanto.
O lo que cojones fuera, estaba muy confundido...miro a mi macho y me miró como esos médicos que te dicen que todo va bien pero te quedan tres meses de vida.
No puedo evitar sonreír. Coño, si eso no era una prueba de que estaba mínimamente bien, pero sé que es pronto para cantar victoria.
—Necesitará algo de azúcar. Rhage, ¿tienes alguna de esas piruletas? —Veo que Butch levanta la mirada cuando Hollywood se arrodilla a su lado.
Vi como un rubio y muy guapo y con un aura malvada, como los villanos de los cuentos se arrodillaba a su lado.
—Yo te conozco...sé quién eres amigo.
—Claro hombre.
Lo vi buscar dentro de uno de los bolsillos de su cazadora y saco una piruleta que le quito el papel y me la metió en la boca como si fuera un puto crío, iba a protestar cuando el sabor dulce llego a sus papilas gustativas.
—Uhm, esta rico, mmmmmmmmm que dulce.
Oigo al guaperas preguntarle a su macho.
— ¿Otro ataque V?
—Creo que le gusta Rhange —murmuro su vampiro — ¿verdad poli?
Asentí con la cabeza, joder me sentía cuidado, amado y protegido por todos lo que estaban conmigo, su macho le acariciaba el pelo de la cabeza y mantenía su mano debajo de la que tenía en el pecho, el guaperas le mantenía la piruleta para que no se le cayera y Phury hacía de vez en cuando una caricia en sus piernas...
De repente todo vino a su cabeza con una nitidez y una claridad, en una avalancha que parecía que su cerebro se estaba licuando...no estaba borracho...era la regresión...la mano de V en su pecho...la oscuridad...la caída dentro de su ojo chungo...
— ¿Cuál ha sido el resultado V? ¿Qué has descubierto? ¿Quién o qué cojones soy macho?
Phury murmuró algo parecido a un "Gracias a la Virgen ha vuelto". Antes de que sea yo el que diga nada, Wrath se acerca y se queda de pie a nuestro lado, los ojos del castaño se quedan fijos en sus puntas de acero y después van ascendiendo, recorriendo el par de piernas cubiertas de cuero, después su enorme cuerpo.
El Rey se eleva sobre todos ellos. Estira su mano y se quita las gafas de sol, revelando un par de ojos verde pálido, brillantes y destellantes. Sonríe ampliamente, enseñando sus colmillos blancos.
—¿Qué tal... primo?
Butch frunce el ceño y no puedo evitar una media sonrisa.
— ¿Qué cojones dices? En serio eso que os metéis, tiene que estar de puta madre.
—Así es mamón hay algo de mi dentro de ti...siempre supe que tenías algo de realeza en ti, pero no pensé que fueras hacer nuestro grano en el culo poli.
— ¿Esto es en serio? ¿No me estas vacilando?
—Eres uno de los míos, de mi familia cabrón toca cojones.
Me puse tenso y todos se prepararon como si me fuera a dar otro ataque...hasta que las carcajadas empezaron a escapar por mi boca, dos segundos después todos reían conmigo y joder yo me sentí más que bien, entre risas bese la mano de mi macho y acabe con la piruleta, hasta que nos fuimos calmando. Necesitaba hablar con V.
—Eh bailarinas de clásico os importaría dejarnos a solas a mí y a mi macho...por favor.
—Joder otro simpático en el grupo—por poco no me muero cuando oí a Z decir eso, desde que había vuelto después de convertirme en una aspiradora de albinos, no me había hablado.
Uno a uno fueron saliendo hasta quedar a solas con mi vampiro.
—¿Todo bien, poli? —pregunto cuando la puerta se cierra detrás de los demás. Sé que hay algo que le carcome pero no voy a presionarle. Sé muy bien que es peor cuando intento sonsacarle las cosas.
— ¿ Y esto es todo V?...joder entiéndeme...tengo sangre del rey...poco a poco voy entendiendo muchas cosas...ahora sé porque decías que este era mi sitio, pero joder nallum sigo igual que ante, un jodido humano con sangre de vampiro que ni siquiera es capaz de probar la tuya sin enferma, seguiré muriendo antes que tu...y...
Al diablo necesitaba el contacto de mi pareja, me levante de sus muslos y me puse de rodillas, frente a él, puse su mano en la nuca y me lo acerque a la boca para besarlo, el gemido que se le escapo cuando sentí su sabor fue potente y lleno de dolor.
— ¿Por eso lloraste sin importarte que los hermanos estaban aquí?
Síp, así que es por eso. Sacudo la cabeza y apoyo mi frente contra la suya.
—No. Fue porque no sabía cómo saldrías de esto, si estarías bien, si algo había ido mal. Pero estás aquí, estás bien. Ahora sólo nos falta la aprobación de la Virgen Escriba y la tuya propia para intentar pasar el cambio si aún lo deseas. El hecho de que tengas sangre de Wrath hace las cosas algo más fáciles, aunque no del todo, porque las posibles complicaciones de forzar tu cambio son muy altas. Apenas tienes sangre de vampiro, por lo que es más probable que el cambio falle. Nuestra opción más viable es utilizar a una Elegida. La sangre de esas hembras es la más pura de entre la raza. Son las únicas que conservan bastante intacto la ascendencia de sangre.
Suspiro y cierro un instante los ojos.
—No voy a mentirte. Estoy acojonado y no sé si realmente quiero que pases por algo así, pero si decides pasar por ello, te juro que te apoyaré que estaré contigo pase lo que pase.
—Escúchame quiero hacerlo por los dos nallum, pero si tú me pides que no lo haga, lo respetare, pero si sigo adelante con esa idea loca, saber que vas a estar a mi lado hará las cosas más fáciles. Y ahora lo que necesito de ti solo me lo puedes dar tú en nuestra intimidad, por hoy mamón ya has dado bastante el espectáculo, llorando como una nenaza—puse un dedo en tus labios para que no protestaras —pero por otro lado me ha gustado que fueras capaz de dejar salir lo que sentías por mí.
Me levante y lo ayude hasta que lo tuve frente a mí y lo bese
Inspiro varias veces. Desearía poder fumarme un jodido liado ahora mismo pero no es el momento. Mierda. Ni siquiera estoy tan seguro de todo esto y debería haber tenido tiempo para explicarle mejor las cosas. La forma en la que tuvo que enterarse no fue la correcta. Quería que estuviéramos a solas, con calma, quizá después de algo de buen sexo o haber visto una retransmisión de los Sox. Pero el jodido Rey tuvo que soltar las cosas cuando no era lo indicado y aun así, Butch no parece guardarme rencor. Pero yo sí lo hago.
Quizá si antes de comentarlo con Wrath lo hubiera hecho con Butch... si tan sólo me hubiera tomado mi tiempo y le hubiese dado más tiempo para pensárselo... Pero sé que habría sido inútil, me habría instado a hablar con Wrath y si él no hacía caso, me habría atosigado hasta que fuera a hablar yo mismo con la Virgen Escriba. Y, ciertamente, es una suerte que la madre de la raza accediera a concedernos el permiso para la regresión ancestral. Sí, me he tirado estas dos últimas semanas explicándole el proceso, pero me parece que es demasiado poco. Le condensé demasiado la información y estoy acojonado pensando que ha entendido de la misa la mitad.
Vaaale, V, cálmate y concéntrate. Le entrego mi cinturón de cuero a Rhage y le indico que se lo ponga al poli en la boca para evitar que se destroce los dientes y que no tenga contacto con Butch, que aun así tendrá una quemadura después. Le indico al poli que se quite la camisa y lo hace sin ningún tipo de reparo, dejándola sobre el sofá. Suspiro cuando se recuesta en el suelo, con R detrás de él. Asiento y el hermano le coloca el trozo de cuero mientras yo me quito el guante y me lo coloco en el bolsillo trasero de mis pantalones, inclinándome sobre él. No puedo evitar sonreír al sentir su puta erección. Joder, y después el pervertido y depravado soy yo. No te jode. Le sonrío y coloco mi mano buena sobre su pecho. Él baja la mirada cabreado y frunce el ceño. Idiota de los cojones, pienso con una ligera sonrisa que escondo a duras penas.
—Quiero que te relajes para mí, nallum —digo, moviendo lentamente la palma en un círculo, justo sobre su corazón—. Respira profundamente un rato. Cuanto más tranquilo estés, mejor será para ti.
—Eso es fácil decirlo V...es como la pri—me mordí la lengua a tiempo, demasiada información para los demás— bue...no tú ya sabes nallum.
V sonrió y asintió.
—Vale lo intentare.
Cerré los ojos, mientras me instabas a respirar contigo y tu voz, profunda y ronca, se colaba en mi cerebro, una sensación placentera, pero muy calurosa empezó a rotar por todo mi cuerpo, hasta instalarse sobre el lugar que rotabas tu mano, mi corazón, los latidos se hicieron más lentos y el calor más intenso, mi respiración más calmada, lenta y profunda. Y todo el tiempo tu voz...seduciéndome, extasiándome y penetrando ya no solo en mi cabeza, sino en todos los poros de mi ser y por todo mi cuerpo. No pude evitar poner duro ante las sensaciones que el despertaba en mí, siempre que lo tenía cerca pasaba.
—Ahí vas, poli. Eso está bien. ¿Se siente bien, verdad? Apenas enfriándose... —Ralenticé el movimiento circular sobre su pecho y con ello, la respiración de Butch se hizo más profunda y fácil. Su corazón empieza a detenerse brevemente antes de cada latido, los intervalos entre ellos se hacen cada vez más largos. Y todo el tiempo le voy hablando de forma perezosa, seduciéndole, intentando que entre en trance—. Muy bien, Butch, mírame. Enséñame esos ojos tuyos.
Cuando mi macho me insto abrir los ojos, me costó pero lo hice y una película de sudor frio se instaló en mi nuca...jamás había visto el ojo de V de esa forma. Era como un agujero oscuro, negro y profundo, más profundo que un pozo, sin iris y muy dilatado. El sudor empezó a bajar desde mi nuca, por la espalda y se instaba en todo mi cuerpo...joder el brillo de su mano llegaba hasta el como un puto faro en la niebla, pero hice lo que me pidió...y lo mire.
—Tranquilo, poli, todo va bien. No te preocupes por lo que estás viendo. Sólo mira dentro de mí. Venga, ahora. Mira en mí, Butch. Siente mi mano sobre tu pecho. Bien... ahora quiero que caigas en mí. Déjate ir. Cae. En. Mí. —Susurro, sabiendo exactamente cómo debe estar sintiéndose a pesar de que jamás he pasado por lo que él está pasando. Pero es importante que no se concentre en otra cosa que en lo que le estoy instando a hacer o podríamos cagarla, bien cagada.
E hice lo que mi macho me dijo y se deje caer dentro de él...a un viaje que igual me salvaría como me destruiría. Nadie de los ahí presente lo sabía, ni siquiera su macho, estaba dando pasos en el más maravilloso y apacible viaje que jamás había hecho en su vida, a través del aire, cayendo dentro de su macho, hundiéndose en un vacío lleno de oscuridad...
No sé cuánto tiempo he pasado escrutando en su línea de sangre pero el resultado me ha sorprendido en demasía. Joder, sé que estoy aterrado. Cuando acabo, me cierno sobre él, recolocando el guante para no chamuscar más de lo debido a Rhage e intento calmarme, pensando que todo saldrá bien, pero mi cuerpo reacciona solo al notarle que sigue inconsciente y que las ráfagas de ataques van y vienen. Al principio son largas y el corazón va encogiéndoseme en el pecho. Mi mano buena acaricia su rostro apartando las hebras de cabello de su frente y ojos.
Deseo verlos otra vez, deseo volver a perderme en ellos y quiero que esté bien, que todo haya salido bien porque no soportaría que algo le ocurriera, mierda. Siento las lágrimas formándose en mis ojos y a la mierda si los demás me ven.
Esta persona que tengo ante mí es mi vida, es lo que me mantiene cuerdo, el único que me entiende y que no me juzga y que me acepta tal y como soy. Con todo.
Joder las gotas de lluvia le caían directamente en su cara y no le molestaba, a él que no le gustaba la lluvia, joder se sentía como cuando se emborrachaba antiguamente, mareado, con náuseas y abrir los ojo era muy pesado. Coño la lluvia estaba empezando a ser molesta, el agua cosquilleaba sus mejillas hasta desaparecer detrás del cuello, levante un brazo para cubrirme la cara.
Joder, al fin parecía volver en sí.
—¿Butch? —Carraspeo, intentando aclararme la garganta—. Eh, poli, ¿puedes oírme? —Vuelvo a intentarlo, mi mano buena sigue trazando círculos sobre su pecho mientras Rhage sigue con la correa del cinturón bien sujeta. Tengo claro que aún no ha acabado y todo esto me tiene de los jodidos nervios.
¿De quien era esa voz tan profunda? De V...si y V era...su macho, su pareja, el hombre que yo amaba, con pereza fui abriendo los ojos sin estar muy seguro de lo que era real y lo que no, hasta que vio la cara de mi macho.
Vishous estaba inclinado sobre mí, con la cabeza sobre sus muslos y lloraba. Coño ¿tan grave habría sido, que a su vampiro no le importo llorar delante de los demás hermanos?...la lluvia que había sentido eran sus lágrimas, había una cosa positiva no estaba muerto.
Quise hablar, lo intente...pero algo en su boca se lo impedía, trato de escupir lo que impedía que consolara a su vampiro.
—No, aún no —susurro—. Creo que aún te quedan un par más por venir.
Que cojones...un par mas ¿ de qué?.
Sin saber de dónde provenía el ruido de zapatos golpeando el suelo, alce la cabeza y sorprendido mire que eran mis pies con mis zapatos los que hacían ese maldito ruido...no podía dejar de moverlos y unos espasmo empezaron a subir por sus piernas, las caderas, el tronco y hacían que le temblaran los brazos y la espalda.
Luché por tratar de no perder la conciencia pero perdí y de nuevo la oscuridad se adueñó de mí.
—Bueno, eso no ha sido tan largo como la última vez —dice Rhage mientras mantiene la cosa en la boca del poli en su sitio. A veces me entran unas tremendas ganas de estrangular al maldito guaperas de las narices. El irlandés vuelve otra vez en sí y vuelvo a inclinarme.
— ¿Me oyes, nallum? —digo otra vez. Le veo asentir y levantar uno de sus brazos, seguramente para alcanzarme, pero los espasmos regresan. Dios si no estoy perdiendo el puto juicio con esto.
Joder hostia divina, por fin, me retiraron la correa de la boca...dios ¿cuánto había bebido?...epa un momento el ya no se emborrachaba, ¿o, si?...joder su cerebro patinaba...
—Vishous cabrón—digo siseando y cogiéndole la mano que tenía sobre mi corazón —la próxima vez que quieras emborracharte, coño, no cuentes conmigo... —un momento su macho, era vampiro, no se emborrachaba—quiero decir no me dejes beber tanto.
O lo que cojones fuera, estaba muy confundido...miro a mi macho y me miró como esos médicos que te dicen que todo va bien pero te quedan tres meses de vida.
No puedo evitar sonreír. Coño, si eso no era una prueba de que estaba mínimamente bien, pero sé que es pronto para cantar victoria.
—Necesitará algo de azúcar. Rhage, ¿tienes alguna de esas piruletas? —Veo que Butch levanta la mirada cuando Hollywood se arrodilla a su lado.
Vi como un rubio y muy guapo y con un aura malvada, como los villanos de los cuentos se arrodillaba a su lado.
—Yo te conozco...sé quién eres amigo.
—Claro hombre.
Lo vi buscar dentro de uno de los bolsillos de su cazadora y saco una piruleta que le quito el papel y me la metió en la boca como si fuera un puto crío, iba a protestar cuando el sabor dulce llego a sus papilas gustativas.
—Uhm, esta rico, mmmmmmmmm que dulce.
Oigo al guaperas preguntarle a su macho.
— ¿Otro ataque V?
—Creo que le gusta Rhange —murmuro su vampiro — ¿verdad poli?
Asentí con la cabeza, joder me sentía cuidado, amado y protegido por todos lo que estaban conmigo, su macho le acariciaba el pelo de la cabeza y mantenía su mano debajo de la que tenía en el pecho, el guaperas le mantenía la piruleta para que no se le cayera y Phury hacía de vez en cuando una caricia en sus piernas...
De repente todo vino a su cabeza con una nitidez y una claridad, en una avalancha que parecía que su cerebro se estaba licuando...no estaba borracho...era la regresión...la mano de V en su pecho...la oscuridad...la caída dentro de su ojo chungo...
— ¿Cuál ha sido el resultado V? ¿Qué has descubierto? ¿Quién o qué cojones soy macho?
Phury murmuró algo parecido a un "Gracias a la Virgen ha vuelto". Antes de que sea yo el que diga nada, Wrath se acerca y se queda de pie a nuestro lado, los ojos del castaño se quedan fijos en sus puntas de acero y después van ascendiendo, recorriendo el par de piernas cubiertas de cuero, después su enorme cuerpo.
El Rey se eleva sobre todos ellos. Estira su mano y se quita las gafas de sol, revelando un par de ojos verde pálido, brillantes y destellantes. Sonríe ampliamente, enseñando sus colmillos blancos.
—¿Qué tal... primo?
Butch frunce el ceño y no puedo evitar una media sonrisa.
— ¿Qué cojones dices? En serio eso que os metéis, tiene que estar de puta madre.
—Así es mamón hay algo de mi dentro de ti...siempre supe que tenías algo de realeza en ti, pero no pensé que fueras hacer nuestro grano en el culo poli.
— ¿Esto es en serio? ¿No me estas vacilando?
—Eres uno de los míos, de mi familia cabrón toca cojones.
Me puse tenso y todos se prepararon como si me fuera a dar otro ataque...hasta que las carcajadas empezaron a escapar por mi boca, dos segundos después todos reían conmigo y joder yo me sentí más que bien, entre risas bese la mano de mi macho y acabe con la piruleta, hasta que nos fuimos calmando. Necesitaba hablar con V.
—Eh bailarinas de clásico os importaría dejarnos a solas a mí y a mi macho...por favor.
—Joder otro simpático en el grupo—por poco no me muero cuando oí a Z decir eso, desde que había vuelto después de convertirme en una aspiradora de albinos, no me había hablado.
Uno a uno fueron saliendo hasta quedar a solas con mi vampiro.
—¿Todo bien, poli? —pregunto cuando la puerta se cierra detrás de los demás. Sé que hay algo que le carcome pero no voy a presionarle. Sé muy bien que es peor cuando intento sonsacarle las cosas.
— ¿ Y esto es todo V?...joder entiéndeme...tengo sangre del rey...poco a poco voy entendiendo muchas cosas...ahora sé porque decías que este era mi sitio, pero joder nallum sigo igual que ante, un jodido humano con sangre de vampiro que ni siquiera es capaz de probar la tuya sin enferma, seguiré muriendo antes que tu...y...
Al diablo necesitaba el contacto de mi pareja, me levante de sus muslos y me puse de rodillas, frente a él, puse su mano en la nuca y me lo acerque a la boca para besarlo, el gemido que se le escapo cuando sentí su sabor fue potente y lleno de dolor.
— ¿Por eso lloraste sin importarte que los hermanos estaban aquí?
Síp, así que es por eso. Sacudo la cabeza y apoyo mi frente contra la suya.
—No. Fue porque no sabía cómo saldrías de esto, si estarías bien, si algo había ido mal. Pero estás aquí, estás bien. Ahora sólo nos falta la aprobación de la Virgen Escriba y la tuya propia para intentar pasar el cambio si aún lo deseas. El hecho de que tengas sangre de Wrath hace las cosas algo más fáciles, aunque no del todo, porque las posibles complicaciones de forzar tu cambio son muy altas. Apenas tienes sangre de vampiro, por lo que es más probable que el cambio falle. Nuestra opción más viable es utilizar a una Elegida. La sangre de esas hembras es la más pura de entre la raza. Son las únicas que conservan bastante intacto la ascendencia de sangre.
Suspiro y cierro un instante los ojos.
—No voy a mentirte. Estoy acojonado y no sé si realmente quiero que pases por algo así, pero si decides pasar por ello, te juro que te apoyaré que estaré contigo pase lo que pase.
—Escúchame quiero hacerlo por los dos nallum, pero si tú me pides que no lo haga, lo respetare, pero si sigo adelante con esa idea loca, saber que vas a estar a mi lado hará las cosas más fáciles. Y ahora lo que necesito de ti solo me lo puedes dar tú en nuestra intimidad, por hoy mamón ya has dado bastante el espectáculo, llorando como una nenaza—puse un dedo en tus labios para que no protestaras —pero por otro lado me ha gustado que fueras capaz de dejar salir lo que sentías por mí.
Me levante y lo ayude hasta que lo tuve frente a mí y lo bese
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