domingo, 2 de agosto de 2015

SIEMPRE TÚ...1ª...13ª


                                                                   SIEMPRE TÚ 

                                                       

Butch y Vishous Fated

Las cosas habían cambiado mucho y para mejor en la mansión, vivían todos ahí menos Thor. Vishous se había encargado de la seguridad, algo que no habían aprendido que no era la correcta, hasta que secuestraron a Beth, la reyna y shellan de Wratch, el rey, gracias a dios todo se resolvió bien y ambos eran muy felices juntos. Vishous y yo vivíamos en la mansión pero independientes de la casa, en un lugar llamado el pit y mi relación con Marissa iba viento en popa, mi vampiro, porqué de alguna forma seguía siendo solo mío, habían aprendido a convivir y ser amigos.

Seguía odiando a mi hembra pero por lo menos la respetaba porque estaba conmigo y eso era lo máximo que sacaría de él en cuanto a ella. Me sentía más de los hermanos, después de que contaran conmigo cuándo el secuestro, tenía una ventaja que ellos no, podía andar a la luz del sol y eso vino bien para recuperar a la reyna, aunque por poco perdemos al rey. Mi ego después de eso, se había puesto por las nubes, sólo para joderlos un poco, nadie y principalmente el rey olvidaban que Beth y yo éramos y seguíamos siendo amigos. Me estaba poniendo un vaso de whisky cuando el olor a Océano llego hasta mí. Me di la vuelta y se quedó sin aliento, su hembra, que bien sonaba, se había dejado el pelo suelto como a mi me gustaba y llevaba una túnica azul de estilo griego, parecía una diosa.

—Estas preciosa tahlly.

—Gracias Bucth.

De dos zancadas me puse frente a ella, la pegue a mi cuerpo y la bese,ella se zafo, cogió una de mis manos y me condujo a mi habitación, al entrar cerré la puerta con un pie y al volver a mirarla mi olfato de detective me dijo que algo no andaba bien. Marissa asalto mi boca de una forma que me recordó a una boca dura pero suave cuando me había besado y a una noche que no había olvidado pero que había enterrado en el fondo de mi cerebro, todas las diapositivas de esa noche fueron pasando delante de mis ojos cerrados. Me aparte de mi hembra y lo que vi me dejo con el alma rota y me rompió como un vaso de cristal, en miles de trozos. Su cuello llevaba marcas recientes, unas marcas que yo bien conocía porque las había tenido en mi cuello.

— ¿Quien se ha alimentado de ti Marissa?

—Sabes que tengo que alimentarme y esta vez ese vampiro necesito que yo lo alimentara también.

—Lo sé y lo entiendo pero no podías haberlo hecho ayer o mañana, no joder tenías que venir a la primera noche conmigo, con esas marcas frescas en tu cuello.

Mierda la rabia se fue adueñando de mi persona, ahora entendía la pasión de su hembra, las ganas de ir a la cama sin preámbulos, ahora entendía todo y ostia puta me dolía coño, me dolía.

—Vete Marissa, déjame solo…!!Lárgate!!

Y antes de que se desmaterializara salgo hacia el gimnasio, iluso pedí la noche libre para estar con ella y la muy put... se presentaba con las marcas de otro vampiro en su cuello. Me descalcé y me quite la camisa cuando llego al gimnasio y el saco de boxeo fue su desahogo. No tenía ni puta idea de cuánto llevaba machacándome, pero sudaba como un cabrón, lo que era, mis nudillos sangraban y el único dolor que sentía era el de su corazón. Por el rabillo del ojo vi una figura que muy bien conocía y un puto olor a sexo llego hasta mi intensificando mi rabia y mi dolor. El hijo de puta de V venia del ático de los cojones y por su cara se lo había pasado de puta madre, mientras que yo estaba empalmado, cabreado y hundido. Puta mierda de vida.

Cuando me materializo en el Pit sé que algo no va bien. Normalmente, cuando el poli pide noche libre es porque ha quedado con esa hembra pero no hay rastro de ninguno de los dos. Frunzo el ceño. Sé perfectamente cuál es el olor de una hembra excitada y ese mismo olor es el que hay en la salita y que lleva directamente a la habitación de Butch que ahora está abierta de par en par.

Dejo mis armas sobre el sofá y al ver que la bolsa de deporte no está supongo que ha ido a machacarse un rato. A saber por qué, aunque no hace falta ser un puto genio. Algo no ha cuajado.

Me dirijo al gimnasio y le encuentro haciendo puré el jodido saco de boxeo. Me cruzo de brazos, apoyando la espalda contra la pared y observándolo atentamente. Me ve y el cabreo que lleva encima se incremente, haciéndome fruncir el ceño.

— ¿Se puede saber qué coño pasa, poli?

—Vete a la mierda V.

Si a la puta mierda, lo menos que necesitaba ahora era la compasión o el cachondeo del vampiro, bastante jodido estaba para aguantar sus pullas o sus pesadas bromas. Seguí golpeando el saco y de repente mi vista se nublo, tarde en darme cuenta de que era debido a las lágrimas. A la mierda sabia que Vishous no se iba a reír si veía mis lágrimas pero no podía pararlas, me sentía herido, humillado, cabreado y abandonado. Paré en seco, me doblé poniendo mis manos, con los nudillos llanos de sangre, sobre mis rodillas y empecé a jadear por la falta de aire y el dolor de su corazón.

Me aparto de la pared y en dos zancadas estoy a su lado.

—Eh, ¿se puede saber qué coño te pasa? —pregunto más que preocupado. Le obligo a incorporarse y lo llevo hasta donde están los bancos de las pesas, sentándole en uno y haciendo que se recueste mientras deshago los primeros botones del polo que lleva puesto para que pueda respirar mejor—. Cálmate, macho o te va a dar un puto ataque.

No me enfrento a su mirada, no tengo valor me siento tan poco hombre que el dolor que tengo en el pecho se intensifica de una manera que me hace tirar mano al pecho y frotármelo. Tapo mi cara con las manos ensangrentadas y agua y sangre se mezcla.

—Sabes cabrón puedes reírte de mí, soy una mierda de tío, no sé cómo coño sigues siendo mi amigo V y encima lloro como una mujer. No valgo una puta mierda vampiro, no lo valgo y hoy me lo han terminado de aclarar.

—¿Qué ha pasado? —Vuelvo a preguntar, apartando sus manos de la cara—. Cuéntamelo. Sabes que jamás me reiría de ti.

Esta vez si te miro y soy consciente de algo en lo que no había caído hasta ahora, siempre, estas ahí siempre, cuando más te necesito, cuando más necesito tu hombro cerca del mío para tranquilizarme, nunca me has fallado, jamás.

—Se suponía que hoy sería la gran noche, la primera noche entre mi hembra y yo, por eso pedí el día libre—tuve que respirar varias veces para poder seguir y cuando me ofreciste una botella de agua la bebí mas de la mitad de un golpe—al entrar en la habitación me asalto de una forma que hiso que mi olfato de detective detectara que algo no andaba bien—no le dije lo de el asalto de los recuerdos de la única noche que habíamos tenido—me separe un poco para intentar tranquilizarla y entonces V al mirar su cuello, vi las marcas recientes, unas marcas que yo bien conocía de las veces que me habías mordido tú.

Apoye mi cabeza en la pared, me terminé el agua, me quité el polo que estaba enchumbado de sudor y seque mi cara, volví a mirarte.

—Coño Vishous no podía haberlo alimentado antes o después, coño no la misma noche que iba a estar conmigo, entendí entonces su lujuria, su pasión ,conocía muy bien los síntomas—decirlo en alto hacia que doliera más aun—le pedí que se largara y me vine a soltar mi rabia y mi dolor. Porque te juro amigo que me ha destrozado.

Suspiro. Sabía que algo así iba a ocurrir, pero nunca pensé que la muy zorra se atrevería a hacérselo a Butch. A él no, joder. Soy consciente de que estoy apretando las putas mandíbulas. Todo en mí me indica que vaya a por ella y que no le dé cuartel, pero ahora mismo el poli me necesita más que nunca.

—Lo siento, macho, en serio —susurro. Dios, me duele verle así y no sé qué cojones decirle más que eso.

—Te creo amigo, te creo pero eso no hace que duela menos y que me vuelva a sentir como si este no fuera mi sitio, mi lugar. Sabes siempre tuve la pequeña esperanza que ella me mirara de otra forma, de que supiera ver lo que tu si ves, pero está visto que lo mío son las prostitutas, como el ático es lo tuyo. —Mis ojos no se apartaban de los tuyos, necesitaba la seguridad que esa mirada me proyectaba. — Sabes sabía desde que empezamos a salir que necesitaba a ese hijo de puta de vampiro para alimentarse, pero no que fuera capaz de venir excitada a mi después de que el tío se alimentara —calle un momento porque no estaba seguro de que lo que iba a decirte fuera lo correcto, pero qué coño nunca nos hemos mentido—Tu jamás hubieses tenido nada conmigo aquella noche que pasamos juntos si hubieses venido de tu ático o de estar con otra hembra o macho y eso te lo agradezco V.

Y es absolutamente cierto. Jamás habría hecho algo así, joder. En la vida, antes me abriría en jodido canal o me alimentaría ante él para que sepa que... ¿qué? Hostiaputa.

—No. Nunca lo haría. Lo sabes —gruño—. ¿Qué harás?

— Se acabó vampiro, no quiero tener nada que ver con ella, no tengo fuerzas. Es curioso siempre me he reído de los que lloraban por el amor de una mujer y ahora resulta que el que esta jodido soy yo y bien jodido…Necesito algo de ti V.

Me perdía en esa mirada brillante cada vez que me miraba y sabía que estaba jodido por lo que me había pasado, como también sabía que si tuviera a Marissa delante la chamuscaría con su mano brillante.

— No te asustes, lo que quiero es un abrazo tuyo y me da igual si parece cosa de un maricón desesperado o de una damisela ofendida, lo necesito y de ti.

No me hace falta pensarlo demasiado. Me acerco a él y me siento a su lado, encarándome al muy mamón. ¿Maricón? A la mierda con esa palabra. Sé lo que se siente al perder algo porque le perdí a él, joder. Paso mi brazo por sus hombros y lo atraigo hacia mí, apretándole contra mi cuerpo. Dios, tengo tantas ganas de ir a por ella... Una de las cosas que haré será comentárselo a Wrath, eso seguro.

Cuando te acercas a mí y te sientas a mi lado, tú calor me invadió haciendo desaparecer mi rabia, tenías ese poder sobre mí al igual que yo lo tenía sobre ti, por muy cabreados que estuviéramos con los demás a una palabra tuya o a una mía, parábamos en el acto. Dios bendito sentir tu brazo por mis hombros y como me pegabas a ti, me devolvió una paz que no pensé que volviera a tener después de lo sucedido en el pit con la muy hija de pu.... y también unos recuerdos que devolvían a mi cara la sonrisa.

—V tengo que decirte una cosa y no sé cómo te lo vas a tomar—joder aproveche que tus ojos no estaban clavados en los míos—cuando me beso en la habitación, recordé los besos tuyos y los recuerdos de todo lo que había sucedido la única noche que hemos estado juntos, me asaltaron, me aparte para pedirle perdón y tranquilizarme cuando vi sus heridas en el cuello.

Tu abrazo se hizo más fuerte y no pude evitar que mi polla que se había calmado, volviera a estar contenta.

Mierda. Como si yo pudiera olvidarlo, joder. Cierro los ojos con fuerza mientras aprieto aún más mi brazo alrededor suyo. Sí, he ido a mi puto ático casi cada noche, pero para olvidar, para no pensar en lo que ocurrió, en lo que podría ocurrir. Hostiaputa. ¿Por qué le hacía esto? ¿Por qué ahora?.

No es que me gustara tenerlo cerca de mí oliendo a sexo de otro o de otra, pero de una cosa si estaba seguro y posiblemente me llevara un puñetazo, bueno ganaría, sus nudillos no estaban para más golpes. Afloje un poco el abrazo, te mire y mi boca fue a por la tuya. Joder V era lo único honesto que tenía en mi puta vida y sabia que con lo que estaba haciendo a lo mejor se alejaba de el para siempre y eso sí que me dolería aún más, que lo de Marissa, pero necesitaba sentir su boca y sus besos.

A tomar por culo. Si no aprovecho ahora, quizá después se arrepienta y haga las paces con esa zorra. Sin pensarlo me giro y le encuentro mirándome. Odio cómo huelo y sé que las cosas no deberían ser así pero... Mi mano enguantada sube hasta su rostro y mi pulgar acaricia su mentón, mis ojos siguen fijos en los suyos y me duele verle tan jodido, tan herido. Él no se merece que le hagan algo así, joder.

Me voy acercando poco a poco, dándole la oportunidad de apartarse o apartarme.

Dios tanta paciencia en el vampiro me desquicia, quiero sentir su boca en la mía, pero el olor a sexo que desprende el cabrón y el mío a sudor no me hace estar cómodo, sonrió, aunque eso a V le importaría una mierda. Su caricia me está poniendo caliente como una estufa.

—Creo que tú y yo necesitamos una ducha y como no creo que llegue al pit, te espero hay dentro, los hermanos aun tardaran en llegar.

Riendo a carcajadas me dirigí hacia una de las duchas, me quite toda la ropa y me metí bajo el agua, cerrando los ojos y dejando que el agua corriera por mi cuerpo. Joder mi polla estaba dura, tenía una erección de caballo.

El rugido que sale de mi pecho es jodidamente animal. Le sigo hacia los malditos vestuarios y cuando llego cierro la puerta y echo el jodido cerrojo con la mente mientras voy desprendiéndome de mi ropa. No tardo ni medio segundo en estar pegado a él y a tenerle contra la jodida pared. A la puta mierda con todo. He estado aguantándome durante tres jodidos meses.

Asalto su boca mientras una de mis rodillas se cuela entre las suyas, apretándola contra su polla.

—Hijodeperra —jadeo contra su boca.

Ese era su vampiro, joder me había sentido aliviado cuando lo sentí delante de mi sin abrir los ojos, suspire, por un momento lo había dudado y le había jodido, pero ahí estaba. Abrí los ojos, brillaba como una antorcha, mi culo se había empotrado contra los azulejos de la ducha, estaba pegado a mí y una rodilla había abierto mis piernas colocándose entre ellas y apretando mi polla. Su boca en la mía era un asalto y derribo y no pude creer lo que mi boca soltó, cuando pude soltarme del agarre de su boca.

—Quiero que me muerdas y lo quiero bien duro Vishous, tan duro que mañana no pueda sentarme.

Gire mi cuello y puse mi vena lo bastante cerca de su boca para sentir los caninos crecer y eso me puso al borde de un orgasmo.

Joder, el hecho de intentar debatirme entre la jodida cordura y dejarme llevar del todo era una batalla casi perdida. Sentir su pulso contra mis putos labios hace que mis colmillos se alarguen solos, anhelando lo que por tanto tiempo me ha sido negado. Joder, joder, joder... Gruño, aunque no soy consciente de ello hasta que el sonido hace eco en las malditas paredes de la estancia. Abro mi boca, siseando y en un abrir y cerrar de ojos mis afilados dientes ya están clavándose en su vena y eso me vuelve aún más loco cuando siento el primer trago de su sangre inundando mi boca.

—Coño V lo echaba de menos, por dios que lo echaba de menos.—Una de las mano fue a tu nuca y te pego más a mi vena, la otra a tu culo pegándote más a mi cuerpo, hasta que tu polla beso la mía, que ya empezaba a supurar semen. Era una locura, pero era lo que quería, lo que necesitaba, a su vampiro, a su más leal amigo y al mejor amante que había tenido en su puta vida, necesitaba, quería a Vishous. No existían los nervios de la primera y única vez que habían estado juntos, ya conocía lo que vendría y lo anhelaba. A la mierda su religión en la parte que decía que dos hombres juntos era pecado, bendito pecado.—Tócame mi vampiro, tócame.

Jodido cabrón de los cojones. Vivir con él, verle a diario, pasearse ante mí con una sola jodida toalla en la puta cintura... Verle disfrazarse con esos trapos caros sólo para que ella se sintiera digna de estar con él, verles coquetear por el puto Pit. Abrazándose y diciéndose lo que tendría que ser él el que se lo dijera. Joder... había aguantado estóicamente durante tres putos meses, desfogándose con las sumisas que acababan peor de lo que normalmente lo harían. No sé cómo Fritz no había dicho ni mu al ver cómo aparecían las hembras.

—Te quiero aquí y ahora, poli. —Mi voz es jodidamente ronca al hablar y sé que sabe que voy muy en serio—. Necesito tenerte. Sé que estoy siendo un puto egoísta de mierda y no me importa un carajo. Tres putos meses viéndote con ella... Un puto trimestre conteniéndome para no reducirla a jodidas cenizas. ¿Sabes lo que es eso? ¿Sabes lo que es morir cada día al ver que estás con otra ante las mismísimas narices de la alguien a quien realmente te importa? Hijoputa, cabrón... Hoy no vas a librarte, lo sabes, ¿cierto? —No. Hoy no va a librarse y me aseguraré que esa perra sepa a quién cojones le pertenece, a quién demonios realmente le importa el poli. Sé que no debería, que lo que estoy pensando hacer no puede ser pero me he contenido lo suficiente, joder. Ella la ha cagado, ha dejado pasar el tren y éste por mis putos cojones que no volverá a pasar para ella—. Date la puta vuelta, Butch...

Oír su voz ronca, rota, dolorida hace que un sentimiento que no quiero analizar ahora, se instale en mi corazón y me haga entender que estos tres meses con Marissa le han hecho daño, no supe medir lo que había hecho cuando pasamos la primera noche juntos y oírlo de sus labios ahora me hacía entender muchas cosas. La había aceptado en el pit por mí, la había soportado por mí, porque yo había decidido estar con ella y se había callado cuando nos veía juntos. Coño me dolía haberle hecho daño, de verdad que me dolía, me había portado mal con V, era un cabrón y había sido un jodido egoísta al tenerla en el pit con el sin pensar en ningún momento lo que su vampiro estuviera sintiendo. Antes de darse la vuelta, lo bese—lo siento Vishous, no imaginaba—le dije pegado a sus labios. Lo mire con todo el deseo que sentía por el en ese momento y con el sentimiento hacia él que se había instalado en mi corazón y me di la vuelta.

—No lo menciones. Ni siquiera pienses en ella ahora —digo entre dientes, pegándome a ti cuando te das la vuelta—. No quiero que la mentes, no quiero que pienses en ella. Eres mío. ¿Lo entiendes? Mío. —Sí, soy un cabrón egoísta y a quien no le guste se puede meter el puto palo de una escoba por el jodido culo.—Me pego a él, manteniéndolo contra la pared. El agua caliente cae sobre nosotros pero no le presto la más mínima atención a ese detalle. Sólo estoy concentrado en una cosa: Butch contra la pared, yo pegado a su puta espalda. El calor que desprende su cuerpo, la excitación que siente y que sé que es por mí y no por ella. Sí, así es como tiene que ser, joder. Una de mis manos baja hasta su trasero, abriendo sus nalgas mientras una de mis piernas le obliga a separar las suyas.—Dilo, di a quién le perteneces, dime lo que has estado anhelando todo este tiempo y te juro que lo tendrás. No esperes que sea delicado esta vez. No tienes ni la más jodida idea de cómo me he sentido estos meses.

Dios sé que va a doler y que no me podré sentar en días, pero es lo que quiero, es lo que quise y es lo que querré en un futuro. Pensé que me corría cuando lo sentí pegado a mí, exigiéndome que no pensara en ella y quien cojones lo hacía, lo que me dolía era haberle hecho daño, haber estado tan ciego, cuando todo lo que quería y necesitaba era a él, a Vishous. No las ropas caras, ni el dinero que ganaba trabajando para la hermandad, ninguna hembra, solo él y nadie más que él. Joder me puse más duro cuando sus manos separaron mis nalgas y una de tus piernas me obligo a separarlas mías.

—A ti cabrón dentro de mí, follándome y soy, lo fui y seré tuyo si me aceptas hijo de puta.

Sé que no debo. No así, no por enfado o por frustración o por el hecho de que se lo había advertido y no me hizo caso. Pero mierda si no deseo hundirme en él, si no quiero hacerlo completamente mío.

—Joder... no quiero que esto ocurra así... no de esta puta manera —digo entre dientes, pero soy incapaz de separarme de él. No ahora. No cuando lo tengo al alcance de mi puta mano—. Mierda, poli...

El debate en mi jodido cerebro es descomunal. Estoy seguro que los putos engranajes de mi mente se oyen altos y claros en todo el maldito vestuario. Sé que no debo, pero lo deseo. Sé que tengo que detenerme, pero no quiero... no puedo.

—Butch... párame ahora o te juro que haré algo que nos hará arrepentirnos a ambos...

Sin dejar que se despegue de mí, me doy la vuelta y lo abrazo, metiendo su cara en el hueco de mi cuello, dios como echaba de manos su aliento en mí.

—Shs Vishous...yo lo quiero tanto como tú y no hay lubricante a mano, supongo que dolerá menos que la primera vez...estaré más que preparado cuando eso dolor que te he causado se aleje de ti y créeme que lo siento he sido un puto necio, un egoísta al no haber pensado en ti...te quiero a mi lado pero dame tiempo para poder asimilar que la persona con la que quiero estar es un hombre como yo...porque lo único que tengo seguro ahora mismo es que te quiero dentro de mí como la primera noche y que quiero estar todas las noches en tu cama.

—Joder, nallum... no me refería a eso... —Cierro los ojos dejándome envolver por su olor. Dios cómo lo he añorado.

Apoyo mis manos en los azulejos, inspirando con fuerza, dejando que ese olor me envuelva por completo mientras el aroma a especias oscuras empieza a salir de mí a putas oleadas—. Mierda... hoy no puedo controlarlo y no quiero... no debo... Hostia puta...

Me estremezco de pies a cabeza. Estoy acojonado de mí mismo y de lo que me está pasando, joder. Hasta ahora había sido capaz de mantenerlo a raya, de esconder lo que sentía. No entiendo exactamente qué me pasa, por qué me urge tanto hacerle saber a todo el mundo que Butch me pertenece, que nadie debería acercarse a él. Necesito hablar con alguien, alguien que haya pasado por esto y que lo entienda. Wrath está descartado, antes me arrancaría la cabeza. ¿Tohrment? Dudo que fuera a entender que estoy sintiendo lo que sea que siento por Butch. Y mis opciones están jodidamente limitadas. Con D muerto no hay a quién pueda volverme para preguntar este tipo de cosas.

No puedo evitar una sonrisa cuando el olor que V desprendía llego a mí. Sabia por la que no quería, ni debía nombrar por respeto a mi vampiro, que ese olor que llevo oliendo desde que lo conozco es para marcar a la persona que quieres, para que nadie lo toque, ni siquiera lo mire y que se jodiera todo el mundo en la casa y el puto mundo que giraba a nuestro alrededor.

—Vishous mírame, por favor—lentamente lo haces y mi sonrisa se hace más ancha—marcarme, haz saber a todos que soy tuyo, porque te juro por mi dios que si yo pudiera hacerlo, no hubiese dudado a la hora de hacerlo.

Mis ojos se abren como dos putas pelotas de béisbol. ¿Cómo...?

—¿Cömo coño sabes...? ¿Qué...? —Jodermierdaputarediósbendito—. Poli... —Me aclaro la garganta y te miro fijamente—. Si lo hago... Mierda, Butch... Si lo hago no habrá jodida vuelta atrás, ¿lo sabías? Si te marco no podrás... echarte atrás. Estaré jodidamente vinculado a ti tanto como podrías estarlo tú.

Cierro los ojos y dejo caer mi cabeza hacia delante. El calor de mi cuerpo crece por momentos, el anhelo por hacerlo absolutamente mío en todos los sentidos es cada vez mayor.

Subo tu cabeza con un dedo hasta que tu mirada vuelve a enfrentar la mía y te beso en los labios.

—Hazlo, no voy a dejar escapar la única persona que entiende como me siento, aun estando de espaldas a él...joder sé que no será fácil, pero valdrá la pena morir en el intento, aunque no pretendo morir, pero si estar a tu lado mamón...no me hagas suplicarte mas no soy amigo de hacerlo Vishous...hazlo entiendo lo que significa y lo que implica y lo quiero...joder V he tardado en darme cuenta pero siempre fuiste tú y solo tú para lo bueno y lo malo y no pretendo que haya una vuelta atrás, lo que pretendo es que haya un futuro...eso si el rey no me corta las pelotas a mí y a ti te pone en el jardín a la luz del sol...H.A.Z.L.O márcame como tuyo.

El escalofrío que me recorre ante sus palabras sacude mi cuerpo por completo. Si voy a hacer esto, quiero hacerlo bien, joder.

—No aquí, no de esta manera...

Se merece algo mejor que unos jodidos vestuarios de gimnasio, la hostia. Me aparto de él y le tiro una de las toallas que hay a la salida de las duchas. Oigo cómo cierra el agua y recojo la ropa que he ido tirando al entrar, volviendo a ponérmela. No durará mucho puesta pero no quiero que al ir por el túnel nos encontremos con algún hermano mientras vamos en cueros.

Jodidoromanticondeloscojones, pero haría lo que él le pidiera si con ello volvía su hoyuelo que tanto me gustaba a su barbilla y su sonrisa a su cara. Casi sin secarme me puse solo los pantalones del chándal y recogí todo lo demás metiéndolo en la bolsa de deporte y camine detrás de V. No pude dejar de admirar su ancha y magnifica espalda, su estrecha cintura, su culo, sus piernas, ya lo había tocado y sabía que estaba duro como piedra, fibroso y con sus músculos marcados. Sonrió, si hace unos meses le hubiesen dicho que estaría admirando la parte trasera de un tío, que además era vampiro se hubiese descojonado de la risa. Pero así era y estaba con una erección de cojones con solo pensar lo que le esperaba al llegar al pit.

Mi macho, mi vampiro lo iba a marcar para que nadie pusiera sus ojos en mí y quería que pasara, lo deseaba. Y entonces tuve los cojones de poner nombre a lo que se había instalado en mi pecho cuando entendí que le había hecho daño...quería a ese hombre y no era una tontería. Lo que había sentido por ella, no se podía comparar a lo que sentía por ese macho que iba a ser suyo y que lo iba a marcar. Ahí estaba el jodido lazo invisible que los había unido desde el principio.

Llegamos al pit y no había soltado la bolsa cuando V se pegó a mi espalda.

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