jueves, 18 de julio de 2019

SILENCIO by LOS FATED


                                                                    SILENCIO

                                     



Vishous Fated

Andaba buscando al poli desde hacía un rato para preguntarle algo y no lo localizaba. Minutos después fue Rhage quien me dijo que lo había dejado en el gimnasio con su duro entrenamiento, ahí no había mirado, y peleándose con un saco de boxeo.

De forma pausada tome el túnel y camine hasta llegar a la puerta del gimnasio y la abrí. Había encendida una diminuta luz que se enfocaba sobre el banco de pesas donde estaba acostada la figura de Butch.

Sigiloso como un gato entre y rodee el ring hasta estar en una mejor cobertura para observarlo sin ser visto. Verlo pelear desde que lo conocí era muy excitante para mí y era puro deleite llevado al equinoccio de lo sexual. Pocas veces lo podía observar como lo hacía ahora, en silencio y amparado por la oscuridad, verlo hacer ejercicio.

Todos sus movimientos tenían algo de un felino en engañosa calma. Eran movimientos llenos de una belleza bruta pero sensual, armoniosos y llenos de unos compases que marcaban un golpe en el aire.

Llevaba un pantalón corto negro de deporte y se había quitado la camiseta del mismo color. Su cuerpo estaba perlado de sudor. Sus fornidos brazos acentuaban sus venas y masa muscular a cada movimiento. Su respiración era pausada acorde con el ejercicio. Su pecho bajaba y subía sin prisa pero sin mucha pausa. Se había acostumbrado al ejercicio desde que llego a la casa, para estar más fuerte y para no estar por detrás de nosotros.

Tanto deporte había dado sus frutos. Su barriga cervecera había desaparecido dando lugar a una excitante y caliente tabla de chocolate de seis piezas, tres por cada costado. Donde antes había colgajos flácidos ahora había músculos bien definidos y duros. Cada parte de su anatomía antes no definida, ahora se marcaba y definía con claridad. Si ya me gustaba tal y como lo conocí, si ya me volvía loco de deseo siendo como era cuando llego aquí, ahora me volvía más loco y mi deseo era más carnal y pasional.

Mi cuerpo se tensó cuando el deseo por él se concentró en mi polla que empezó a endurecerse cuando la parte delantera del pantalón de deporte del poli hizo una tienda de campaña. Se había excitado haciendo ejercicio y yo con él. Saber que iba a comando me puso más duro y el frente de mi capullo se rozó con mis botones en el interior.

Los desabroche uno por uno y con rapidez, mi pene salió disparado y tan recto que su tirón me dolió. Mate un gruñido y no perdí de vista el cuerpo del hombre que más deseo en este mundo, en esta vida y las otras. Empuje mi pantalón por debajo de mis nalgas y apoye estas contra la pared para tener un apoyo. Mi mano cubierta por el guante agarro el doloroso tronco. Dos dedos esparcieron el lubricante que salía por el agujero de mi capullo y empecé arrastrar mi mano por mi polla.

Deleitándome en la vista delante de mí me mordí mi labio inferior. El sudor bajaba como un riachuelo de agua por mi espalda desde mi nuca, también desde mis sienes a mi cara y aunque este último me molestaba no era capaz de detenerme para secarle, tampoco era capaz de mover mi mano libre temiendo hacer ruido y que se cortara lo que estaba viendo...el poli se masturbaba igual que yo. Mi respiración empezó a ser seguida, rápida y sin control. La mano suelta subió hasta mis pezones y me los pellizque. La mano que me masturbaba subió de intensidad y las sacudidas fueron más duras y seguidas. Afiance mis pies en el suelo y mi columna crujió. Mis caderas se unieron al movimiento de mi mano enguantada y sin más mis riñones se sacudieron cuando la lengua de fuego que me avisaba de un orgasmo a punto de llegar recorrió mi sangre y mi cuerpo. Como pude no deje salir mi olor de vinculación y evite que mi cuerpo se volviera antorcha debido a la intensidad del brutal orgasmo que me empezaba asaltar. Se expandió hasta llegar al único huevo que tenía y corrió hasta estar en mi tronco y hacer el pasillo hasta reventar como un huracán en mi capullo y hacia fuera llenado de esperma todo lo que había delante.

Mordí con más fuerza mi labio inferior y note mi sangre corriendo por mi barbilla y dentro de mi boca, no podía gritar como deseaba al calor del orgasmo más fuerte de mi puta vida el nombre de quien me lo había proporcionado sin tocarme un pelo...Butch. El orgasmo me partió en dos mientras gritaba mentalmente su nombre.

Tal era el placer que estuve a punto de desmayarme. Sacudí mi cabeza y volví a respirar ya más pausado. Una sonrisa se hizo paso en mis labios al oír al poli gritar mi nombre en el final de su orgasmo, un minuto después que el mío. Y eso había sido muy caliente.

Mientras yo volvía mi pantalón a su sitio y lo abrochaba,Butch se levantó de banco de pesas, totalmente desnudo. Miro hacia donde me encontraba y temí me hubiese descubierto cuando sonrío. Giro sobre sus talones y fue hacia la ducha. Yo salí de mi escondite y del gimnasio sonriendo y más que feliz.



                                   
                                                     


Butch Fated

Hoy no había patrulla así que después de un buen rato tirado en el sofá pasando canales sin ver nada en concreto, apagué la tele y me fui a mi habitación a cambiarme. Una vez con ropa cómoda de deporte me fui derecho al gimnasio.

Después de unos guantes con Z, me quede con Rhage corriendo en la cinta. Una hora después me ayudo a calzarme los guantes y me dejo dando golpes al saco. Al salir el hermano le dije apagara todas las luces y dejara solo la que iluminaba de forma tenue unos de los bancos de pesas, donde me iba a poner luego. Me quite los amarre de los guantes con los dientes y me saque el primero de la misma forma, saqué el segundo, los deje en su sitio u fui hacia el banco de pesas iluminado. Me quite la camiseta y me coloque haciendo duros ejercicios de pesas.

Media hora después vi como una sombra entraba de forma silenciosa, pensé que Rhage volvía, pero enseguida su olor ha liado y su olor propio me descubrió que era Vishous quien había entrado. Fui a llamarlo pero ese sexto sentido que siempre me había salvado el pellejo en la calle me advirtió que guardara silencio y así lo hice. Tenía curiosidad por saber que se traía entre manos.

Saber que me estaba mirando me ponía cardíaco y a la vez me gustaba. Matarme hacer ejercicio había sido por una parte para estar fuerte cuando luchaba con los apestosos restrictores,otra porque gustaba estar con los guerreros y en el gimnasio era su segundo lugar preferido después de sus dormitorios y la otra parte era para estar en forma y gustar al jode mentes que me gustaba como hombre. Ahora no me avergonzaba de que me viera desnudo cuando salía de la ducha o hacia deporte. Al coger la misma rutina que los hermanos el resultado del cambio no había tardado en llegar y había sido brutal y excelente para mí. Me había costado pero al fin me sentía de nuevo orgulloso de mi cuerpo.

El cambio había sido para mejor. Todos aquellos lugares donde antes había pellejos que colgaban se habían vuelto duros como piedras y ya nada colgaba. Mi barriga había volado, ya no estaba, en su lugar había músculos marcados y definidos. La masa de mis muslos, piernas y brazos se habían definido y marcado de igual forma. Mis hombros se habían ensanchado un poco más por lo que llevaba dos tallas más de camisas y camisetas, hasta de chaquetas y abrigos. Había dejado de ser un espantapájaros gordo y flácido para ser un tío musculado que gustaba a un loco vampiro jode mentes.

Y que ahora mismo me observaba como un mirón salido.

Más de una vez me dejo claro que le gustaba tal y como me había conocido, pero para mí era importante estar en las mismas condiciones que él y lo demás. Mi ego varonil solo me hacía querer que tuviera ojos solo para mí. Y por lo que estaba viendo había logrado mi objetivo.

Saberlo en la oscuridad con su vista clavada en mi persona hizo que sin previo aviso mi polla dura hiciera una tienda de campaña bastante notable. Termine la última tanda de pesas y las deje en el suelo. Pase mis manos por mi torso húmedo y me relamí mis labios. Metí mis manos por los bordes de mi pantalón de deporte, subí mis piernas al banco alce mi culo y baje la prenda de forma lenta. Volví a bajar las piernas al suelo quedándome bien abierto para que se ahogara en lo que veía. Mi polla ya en libertad empezó a suturar pre-semen. Pase la lengua por una de mis manos y agarre en un puño hermético mi polla. El líquido que soltaba a borbotares empezó a bajar desde mi capullo al falo que empecé a masturbar. La otra mano fue hasta mis cojones y tire de ellos para luego jugar.

Respire de forma sonora y profunda. Por los tenues sonidos que me llegaban sabía que V estaba haciendo los mismo y eso me pareció de los más caliente que había hecho con el hasta ahora. Mi mano apretó los movimientos sobre mi polla más rápido. Mi cuerpo volvió a sudar. Yo jadeaba y gemía. Mi nuca se erizo y como una mano caliente que acaricia algo bajo desde esta por toda mi columna, rodeó mis riñones jugando. Acampo en mis cojones y tras un breve parón corrió como una lengua húmeda y caliente por todo mi tronco duro y estallo en mi capullo haciendo que se derramara por toda mi mano mientras gritaba el nombre de Vishous. Baño mi estómago y el banco de pesas y parecía no tener fin. Cuando al fin la calma llego me volví a relamer los labios y me los mordí por lo devastador que había sido este orgasmo. Cuando al fin me pude mover, me levante limpie el banco con la toalla que haba puesto bajo mi cuerpo y la metí con el pantalón en el cesto de la ropa sucia.

Desnudo como estaba mire hacia donde él se encontraba y sonreí. Por un momento la idea de llamarlo e invitarlo a la ducha paso por mi cabeza, pero no quería romper un momento tan mágico entre los dos.

Gire y sin perder la sonrisa me fui a la ducha.

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